Partida Rol por web

El Páramo

CAPÍTULO 1: Todos tenemos un precio

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13/06/2018, 20:48
¿?

Tras tanta expectación, el anciano separó sus labios, comenzando su historieta.

-Allí estaba yo, en aquella aún era joven, robusto y hermoso, aún tenía mi ojo izquierdo en su cuenca, en general rebosaba de buena salud.Era el jefe de la escolta real más leal y de mayor valía del excelentísimo rey Andrus V "El Grande".Eran tiempos de bonanza, todo funcionaba, la economía crecía y la población también, pero se aproximaba una guerra, la guerra que más tarde conoceríamos como la "Gran Ruina de Robledo".Orcos, trolls, grandes trasgos y cualquier criatura que os podáis imaginar, salida del mismísimo averno, se apostaban al otro lado de las portentosas murallas robledanas...- su voz grave portaba un tono de misterio, sus ojos, se paseaban por los presentes, haciéndoles partícipe de aquella historia.

-Estas tierras siempre fueron de gran interés para la humanidad y sus aliados, en especial Robledo, debido a su localización, disposición y la forma en la que fue construida.Robledo fue el orgullo de nuestra historia y nuestro bando, pero también fue la envidia, el odio y la codicia de los que tanto nos despreciaban.Aquellas bestias, lideradas por el todopoderoso gigante Shagrak.Atacaron con fiereza, asediaron la ciudad durante semanas.Nos estábamos quedando sin recursos, la gente moría de hambre, y finalmente, en nuestro mayor momento de debilidad, asaltaron las murallas deseando probar nuestra sangre.Por suerte no contaban con la robustez, valor y coraje de los robledanos, pues aún viendo la Muerte venir, fueron capaces de escupirle a la cara, pues siempre fue mejor morir de pie que vivir de rodillas....- su mano que descansaba estirada sobre la mesa, se cerró formando un puño tenso y férreo.

-Masacraron a gran parte de la población, pero la elite de nuestro ejército estaba instruida para sobrevivir en la situaciones más fatales.Eran guerreros sin miedo a la Muerte, Dioses de la guerra que disfrutaban con el combate.Logramos hacer huir con grandes esfuerzos y sacrificios a nuestros enemigos.El gigante, líder de las fuerzas oscuras, se retiró a tiempo con graves heridas, pero aún vive, y con él, la esperanza de todos los monstruosos seres que anhelan nuestra destrucción.La ciudad ardió durante días, la sangre corrió por las calles durante semanas, su olor aguantó meses en nuestras cabezas,  y su color tiñó nuestras vidas para siempre...- la historia fue trágica, pero a la vez había esperanza en los corazones robledanos.

-¿Mi ojo?...- se autopreguntó al ver el gran interés en algunos de los allí presentes a la par que sonreía levemente-....esa es otra historia, aún más cruda y brutal que contaré otro día....- aclaró y finalizó aquel tenebroso recuerdo que marcó un antes y un después en la historia de Robledo.Su mirada ahora se posó en una de las ventanas de la taberna, como si mirase en la lejanía, algo que se avecinaba.Su mirada azulada se oscureció y se tornó seria y preocupada.La luz que entraba, comenzó a debilitarse, y ahora un aura gris y tenue penetraba por los cristales.Un poderoso trueno, resonó por todas las Marca del Este.

-Se avecinan cambios de nuevo...- se mostraba ahora confuso-.El tiempo de cosecha está siendo especialmente tormentoso...ventoso y desapacible, con fuertes lluvias y tormentas. Un labrador de los Labadía- una familia noble de la ciudad- murió la semana pasada al ser alcanzado por un rayo.Tened cuidado si decidís partir estos días- advirtió a todos los presentes a modo de despedida, a la par que se levantó y se marchó de la taberna antes de que comenzara a romper a llover.

- Tiradas (1)
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13/06/2018, 22:04
Varuna

Escuchó la historia del anciano, mirando de reojo de vez en cuando hacia su posición.Sus manos abrazaban el nuevo vaso de madera que le proporcionó el tabernero con una sonrisilla nerviosa.La mirada de la mujer, se posaba de vez en cuando hacia el frente, una mirada decidida, mirando a la nada.

La luz siempre estuvo amenazada por la oscuridad, no hay luz sin oscuridad, y oscuridad sin luz.Son dos partes de una misma vida, de un mismo destino.Nunca habrá paz eterna en este mundo, por eso estamos aquí los clérigos, para esparcir la palabra de la verdadera Diosa, apaciguar los corazones intranquilos, velar por el bien y la luz, somos los guardianes de la paz y la salud, espantamos los males, y acogemos a los desesperados en la mayor misericordia.Que Ishtar nos guarde en su gloria eterna.

Alzó el vaso y le dio varios tragos profundos hasta vaciarlo.Se levantó, dejó algunas monedas de cobre sobre la mesa y se marchó con un pequeño petate de cuero a la espalda, justo después del anciano.

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14/06/2018, 11:17
Lia Davis

Antes de ir a escuchar al viejo, Lia mira a Rurik. -¡Qué bien! Algún día tienes que contarme tus historias. Podría escribir un libro con ellas y así te harías famoso - baja el tono de voz- Y podrías cobrar más por tus trabajos

La muchacha se acerca a la mesa donde estan todos y con ayuda de un dardo y pequeños pinchacitos en las nalgas de la gente se cuela hasta la primera fila donde mira al anciano con admiración y los ojos como platos mientras este cuenta su historia.

Lia vuelve a la mesa

-Guau. Vaya historia. ¿Creéis que es cierto lo de que se avecinan problemas? Al final no tenía nigún posible trabajo a la vista, salvo quizá que sepa donde esta ese cacique gigante. Pero no me veo luchando contra un gigante. ¿Qué os parece si le seguimos y le preguntamos si sabe de alguna forma de conseguir oro en un lugar un poco más tranquilo y sin oídos curiosos?

Tal cual lo dice se levanta de nuevo sonriente y animada y hace ademán de ir tras el viejo tuerto, aunque espera unos segundos por si Rurik o Earwën se levantan y la acompañan

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14/06/2018, 21:44
Rurik

Rurik asintió despacio, como asimilando la idea que le había propuesto Lia. Sus labios se torcieron en una sonrisa, pero esta vez sincera.

-Si..¡Já! no estaría mal un libro de esos que mira la gente que sabe leer cosas sin dibujos. O mejor, si le ponen grabados, así podré mirarlos yo.

Rurik señaló a la muchacha y asintió, aprobándolo.

-Me caes bien.

El nórdico golpeó con el codo a Earwën.

-Un libro ¿que te parece? así nos pagarán más y seré inmortal.

Se permitió fantasear un poco con la idea y negó con la cabeza, antes de darle un buen trago al vino. Observó y escuchó al viejo desde la distancia. Era un buen cuentacuentos pero dudaba de la verdad de sus palabras. La idea de encontrar a un gigante y probar sus fuerzas con él le seducía, sin duda, pero ya no existían, no tan al sur al menos. O eso cuentan. Lia volvió con ellos, entusiasmada con la historia del viejo. Rurik apuró el último trago al vino y golpeó el vaso contra la mesa de forma sonora.

-Iremos, el viejo no ha contado todo lo que sabe. Quiza saquemos algo de esta pérdida de tiempo.

Rurik trató de coger el asta de la lanza pero falló en su intento, alargando demasiado la mano. Chistó con la lengua y corrigió el rumbo. Ya iba bastante bebido de antes, y el vino de Robledo le había sentado muy bien, según su criterio. Se puso en pie y se mostró cuan alto era. Se echó sus bártulos a la espalda y le hizo un gesto con la cabeza a la elfa.

-Vamos.

Le dijo, para que fuera delante. El guerrero siguió a las chicas pero desde atrás.

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15/06/2018, 00:26
Earwën

La chica le habla, Rurik la habla, mira a ambos y no con muy buena cara. La chica le dice de seguirla, pero al ver que Rurik no se mueve, ella tampoco. Sigue comiendo y bebiendo dejando que ambos hablen, pero no le gusta nada lo feliz que está Rurik con la chica nueva y los comentarios que hace. Cuando le da el codazo, le mira, pero no dice nada, parece que no le hace mucha gracia las confianzas que ambos están tomando cuando no se conocen de nada.

Desde su lugar, escucha algo de lo que dice el viejo, pero en verdad se está maldiciendo por dentro mientras come, pensando que tenía que haber echado de la mesa a la chica. De lo que si se dio cuenta es de que el hombre mayor se iba, y más gente detrás de él. En ese momento Rurik dijo de que debían seguirlo, y sin más dilación, coge el resto de la carne y le dió un buen trago a la bebida, para el viaje, y la comida por supuesto no se la iba a dejar.

Se puso en pie y salió del local en busca del hombre.

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15/06/2018, 23:16
Ridgern Cabezayunque

El viejo había contado una buena historia, pero Ridgern había ido allí buscando un trabajo, no cuentos. Tenía olfato para el dinero, y cuando vio que tanto la clériga intocable como el peludo y sus compañeras de mesa lo seguían, se le confirmaron sus sospechas. Salió instantes después, intentando pasar desapercibido, aunque sería difícil con el estado de ebriedad que traía.

 

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17/06/2018, 00:08
Director

Cuando todos salisteis de la taberna, se hizo el silencio.Todo aquella orgía de sonidos, ruidos y alboroto estaba distorsionada y apaciguada por el grosor de la puerta que os separaba de ello.Vuestros ojos buscaban al anciano, calle arriba y calle abajo, pero no encontraron más que humildes ciudadanos haciendo sus quehaceres diarios o paseando.La mañana es fresca y desapacible, camináis apresuradamente por las calles de la vieja Robleda en busca del anciano. Por el norte se aproximan unos negros nubarrones que amenazan lluvia. Un viento gélido sopla en ráfagas arrastrando algunas hojas secas, polvo y suciedad. El brillante sol de la primavera de la Marca apenas tiene fuerza hoy para atravesar los rápidos jirones nubosos que atraviesan el cielo con celeridad inusitada. En la lejanía, un trueno resuena poderoso.

De pronto, desde un portal cercano, se aproximan a vosotros dos miembros del alguacilazgo, que os esperaban ocultos. Sus manos descansan sobre la guarda de sendas espadas cortas. Portan cascos sencillos de metal, con protección nasal y cotas de malla con un parche de cuero marrón en el pecho que contiene un pequeño grabado mostrando un roble hermoso. Uno de ellos se adelanta y, con una pequeña inclinación de cabeza a modo de saludo, os comunica que el Burgomaestre de Robleda, Señor Camil de Hojafuerte, os llama a su presencia de inmediato por un asunto de la mayor importancia.Esa podría ser la oportunidad que tanto anhelabais.

Los soldados os conducen al interior del edificio del alguacilazgo de la villa -que no al edificio del consistorio-, cosa que os resulta un tanto extraña, aunque no le dais importancia. Una vez dentro de la casona de la guarda, os acompañan a un cuarto amplio, donde un hombre os espera sentado tras una mesa de madera pequeña y algo destartalada. Los guardas cierran la puerta tras ellos, esperando cerca de la entrada, a vuestra espalda. En ese momento, el hombre que permanecía sentado se levanta como impulsado por un resorte y os invita amablemente a sentaros en unos bancos simples dispuestos frente a la mesa. Seguidamente, él también toma asiento en la butaca acolchada donde se encontraba.

Es un hombre de porte impecable, ataviado con un cubre pecho de preciosa tela rojiza que cae sobre un peto de cuero grabado con filigrana pavonada y enlucida de oro. No porta armas, al menos que estén a la vista. Sobre la mesa hay un par de guantes de buena factura -confeccionados con un fino y delicado tafilete- y un tocado de terciopelo redondo y chato. Una pipa humea fragante sobre un estante de cenicero fabricado en metal plateado. Su rostro es de facciones suaves, quebradas por arrugas que dan clara muestra de la edad del personaje, pues rondará la cincuentena. Los ojos lucen con un brillo de astucia y sabiduría, sobre el verde intenso y extraño de sus pupilas. Camil es un hombre con una portentosa melena y una cicatriz que muestra orgulloso y sin reparos, la cual cruza su ojo izquierdo, dejándolo aparentemente sin vista. Posee una barba densa y castaña, salteada de blanco por las canas. Sus dedos tamborilean inquietos sobre la mesa. Os mira detenidamente por unos segundos, en silencio, y tras apurar una última calada a la pipa, comienza a hablar con voz firme y ronca.

-Bienvenidos a Ciudad Robledo.Os he hecho llamar, ya que mis cuervos me han informado de que llegaron un grupo de valerosos aventureros, inquietos, con sed de oro y sangre- su mano ataviada con anillos no muy lujosos, bailaba mediante gestos que acompañaban a su tonalidad de voz.El humo del tábaco, o eso creíais, emergía de entre sus dientes entre cada palabra que soltaba.

-Pues bien, ahora mismo tengo una misión de urgente necesidad que no os vendría mal.Si lo hacéis bien, os daré otra, me gusta estar rodeado de gente apta y competente- sus ojos ahora mostraban complicidad, mientras que este se paseaba detrás de la mesa, de un lado a otro-.Bien, el trabajo es sencillo.Tenéis que remontar el curso alto del Arroyosauce hasta las Quebradas de la Ciénaga. Allí, a los pies de la Colina del Muerto, buscad la choza de esa vieja...- se mostró un momento pensativo, mesándose la barba-....mmm ah si, Mara.Sed amables con ella, es un poco...especial por así decirlo, pero que no os engañe, sed también inflexibles en vuestro propósito, esa mujer es astuta, demasiado....- una mueca de asco se dibujó en su rostro mientras miraba a algún lado del suelo, como si pudiese verla allí.Da otra calada a la pipa, soltando el humo ahora en el mismo momento, cubriéndo casi su rostro por una densa cortina de humo gris y blanquecino.

-Pero lo más importante de todo, el objetivo de esta importante misión, es que el presente que guarda esa anciana, quede intacto, lo recepcionéis y me lo traigáis.Sabréis qué es cuando lleguéis a su casa, ella estará esperándoos.Si le ocurre algo a ese objeto...- ahora sus manos se posan sobre la mesa, mirándoos con más seriedad de lo normal-.Pagaréis de vuestro bolsillo tal desatino.Bueno, ¿qué decís, os apuntáis?- culminó su discurso en la misma posición, esperando vuestra reacción.

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18/06/2018, 10:08
Lia Davis

Lia sale de la taberna sonriente de que su idea sirviera de algo y justo a la salida se choca contra el cuerpo acolchado de la clérigo.

- Uy! Perdón. ¿Y el viejo? ¿A dónde ha ido?

La muchacha mira tanto calle arriba como calle abajo buscando el andar característico del anciano tuerto, pero no lográ encontrarlo. Tras un momento de duda, se decide a ir calle arriba; simplemente por el hecho de que hay más ciudad en esa dirección. Cuando oye el trueno se agazapa por instinto y no puede evitar decir: Ostras! Otro aldeano alcanzado por un rayo. Y ese ha sonado cerca.

Ehm....¿Son amigos tuyos, Rurik? Vienen hacia aquí. -Señala a los dos soldados que se acercan con paso decidido. Al oír que el mismísimo Burgomaestre de Robleda les espera, se le ilumina el rostro y sigue a los guardias con dando saltitos joviales y silbando una melodía alegre.

Uy, pero esto no es el consitorio. -Dice al llegar al alguacilazgo. Luego añade con un susurro a los que la acompañana- ¿No habréis ofendido a alguien, verdad?

Cuando ve al hombre de tan buen porte se acicala el pelo ajustando su trenza y le lanza una sonrisa seguido de un suave "Gracias" al permitir que ellos se sienten antes. Después escucha cada detalle que les cuenta y tras un momento de reflexión procede a preguntar:

Esa tal Mara ¿estará dispuesta entregar el paquete? ¿En caso de que se rompiera el paquete de qué suma estaríamos hablando? ¿Cuál sería la recompensa por traerte el paquete? Al fin y al cabo, somos aventureros con sed de oro. Sonríe inocente tras decir esta ultima frase.

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18/06/2018, 19:06
Rurik

Al salir fuera, el viento le golpeó la cara como un puñetazo de frescor que le hizo cerrar los ojos un segundo...segundo que le valió por tropezar con las muchachas.

-¡Cuidado, por la gloria de Gudnir!

Gruñó. Al buscar al viejo por las calles de la ciudad, se detuvo, totalmente perdido, siguiéndole un gesto con ambas manos, levantándolas levemente, con las palmas hacia arriba, volteándose un poco de un lado a otro (producto en parte del buen vino robledano) El viejo había desaparecido.

-Que me aspen, ese viejo si que era rápido, el bastardo.

Murmuró. Iba a volverse a la taberna cuando un grupo de soldados bien armados se acercó. Lia le preguntó si era amigos suyos. Negó levemente y cogió la lanza con fuerza, presto a presentar batalla si se terciaba.

-No tengo amigos aquí.

Pero pronto sus dudas se vieron aclaradas. Miró a Earwën un segundo, como consultándole algo que no podían decidir.

El gigante no dijo nada, solo hizo un gesto de: vosotros primero y se puso en marcha. Abría la marcha tras los soldados, ahora la borrachera parecía habérsele pasado y sus ojos glaucos miraban de un lado a otro, como si esperara que la mismísima muerte apareciera detrás de un callejón para reclamar su vida. Pero no fue así. Le guiaron a un edificio diferente al que debiere.

-Yo enfado a todo el mundo - le contestó a la muchacha de tez morena- Si nos acorralan, pegad la espalda a la de vuestro compañero y formaremos un círculo, creo que puedo matar a dos de ellos rápido. Pero no si me cogen la espalda.

Musitó por lo bajo. Cuando atravesaron las puertas, les guiaron a una habitación donde el pisaverde apareció aunque no parecía un típico ratón de biblioteca. Descansó la lanza en el pecho y se negó a entregarla, pero no de malas, simplemente se sentía cómodo con ella cerca.

-Salve.

Dijo, con respeto, antes de que el hombre empezara a hablar. Rurik escuchó todo en silencio mientras se rascaba la barba, oyéndose un molesto ruido como el de un papel de lija.

-Si la paga es buena...

Empezó, pero Lia hizo preguntas más interesantes, así que se calló nuevamente. Miró espectante al señor.

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20/06/2018, 00:34
Earwën

Al igual que sus acompañantes no se explicaba como el anciano podía haber corrido tanto, si no había pasado tanto tiempo desde que ellos salieron tras suya..  Pero un grupo de soldados se acercaron a ellos, pidiéndoles que les acompañaran a ver a alguien importante. Su compañero soltó una de sus perlas de nuevo, ¿no eran amigos? entonces debían ser solo compañeros, o ella su lacaya.. no sabía, ni entendía las palabras de Rurik delante de la chica, se comportaba de manera distinta y eso no le gustaba. Le miró con cara de no entender nada, pero luego decidió ignorar el comentario, quizás esa actitud fuera la forma de los humanos de cortejar, había veces que les costaba entenderles.

Siguió al grupo hasta que llegaron al edificio cuyo nombre le costaba pronunciar, pero por lo que decía la chica morena, no era el sitio al que por norma se suele ir, pero ella de eso no entiende. Una vez entraron, un hombre se presentó y les explicó en que consistiría el trabajo. No explicaba claramente las cosas, pero según decía sabríamos a que se refería en cuanto lo viéramos, aunque todo tiene unas condiciones.. Se quedó en silencio como los demás esperando que el hombre respondiera las preguntas de Lia.

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20/06/2018, 03:02
Ridgern Cabezayunque

Ridgern abandonó la posada siguiendo los pasos del viejo, pero cuando salió al exterior se encontró con que éste se había esfumado.

El enorme y peludo guerrero, sin embargo, estaba siguiendo un guardia, acompañado de las mujeres. Ridgern los siguió, sabiendo que se cocía algo, aunque a una distancia prudencial por si se torcía el asunto.

Cuando llegaron al alguazilazgo, entró detrás del grupo, y como los guardias no lo detuvieron se sintió invitado. Escuchó atentamente las palabras de Camil de Hojafuerte, parado en un rincón, contra la puerta. Le pareció que ya estaba bien de silencio, los enanos no están hechos para ser sigilosos, por lo que interrumpió la conversación desde su lugar.

—El hacha de Ridgern se vende, señor, pero no a un bajo precio. Ridgern no pregunta riesgos, ni alberga dudas, ni se queja ante las penurias, mientras que la bolsa sea pesada. Ridgern puede ir y traerle el paquete, a la anciana, o la cabeza de la vieja. Nombrad el precio, señor, y el hacha de Ridgern cortará en tu nombre.

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20/06/2018, 18:36
Camil de Hojafuerte

-Me gusta vuestra predisposición- sonrió levemente ante las preguntas y el interés de los aventureros.Se volvió a incorporar tras estar un rato con sus manos apoyadas sobre la mesa.Encendió una cerilla y avivó la yerba seca que se ocultaba en el interior de la pipa.Chupaba y chupaba a la par que la encendía aún más.En cada succión, soltaba una bocanada de humo, llenando temporalmente la sala de su aroma y color.Una de sus manos, sujetó la cabeza de la pipa, separándola de sus labios temporalmente.

-Estará dispuesta a entregaros el paquete, pues como dije, ya os está esperando- volvió a aclarar mientras andaba tranquilamente por la sala, decansando uno de sus brazos tras su espalda, dándole un aspecto más elegante y refinado-.El precio de tal objeto, si llega a romperse o incluso a sufrir el más pequeño desgaste, es suficientemente alto como para pedir vuestras cabezas- miró ahora de reojo a los aventureros para observar atentamente su reacción.

-La recompensa sube a 500 monedas de oro.Como os dije, este trabajo es simple pero importante, si lo hacéis bien, os daré otra misión cuya recompensa pueda satisfacer vuestros deseos más codiciosos- informó por último, sentándose de nuevo en la cómoda silla que reinaba la sala.Su ojo aparentemente inutilizada, poseía un tupido velo blanco que ocultaba su color y difuminaba su forma.A pesar de ello, este parecía moverse, deslizándose por vuestros cuerpos de manera analítica, a la par que su congénere sano.

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20/06/2018, 18:46
Varuna

Se mantuvo callada todo el tiempo, meditando en un segundo plano, rezando sus plegarias a su Diosa para que su vida siguiese yendo bien, tuviese salud como para seguir acumulando riqueza y así poder ayudar a los más desamparados.El trabajo que les ofrecía el burgomaestre parecía sencillo, era larga su vida en la carrera de las armas y los rezos, y cuantiosas las almas corruptas ofrecidas a su Diosa.Necesitaba ese oro, aunque no fuese la mayor de las cantidades, y aunque peligrara su vida en el intento.De todas maneras, no tenía muchas más opciones, rechazar una oferta del burgomaestre podría sentenciar su carrera laboral en aquella ciudad e incluso en los alrededores si aquel hombre se lo proponía.

-Acepto vuestra oferta, mi señor.Podéis contar con mi maza.Mis oraciones velarán por el éxito de esta misión- dijo todo esto dando un paso al frente con su puño derecho golpeando su pecho y quedándose pegado a este, justo a la altura del corazón.Su voz era más suave de lo que realmente espera la gente de ella, pero es tanto el fervor y el coraje con el que habla, que la dota de una seguridad y determinación digna de los mejores clérigos y templarios.

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20/06/2018, 22:07
Lia Davis

Mientras Camil se pensaba sus respuestas, Lia hecho un vistazo al enano. Aún más gritón que Rurik -pensó la muchacha mientras sonreía. Y otro vistazo a la clériga. Si es verdad que sus oraciones pueden curar heridas, podría venirnos bien al grupo. -pensaba Lia mientras evaluaba la posibilidad de proponerle unirse a su nuevo grupo.

Ante las primeras palabras del caballero de buen porte Lia asiente y no puede evitar bromear en bajo para sus compañeros. Ya sabemos donde NO volver si le pasase algo al objeto- Tras lo que se ríe bajito y tapándose la boca para no llamar la atención.

¿500?-Levanta ambas cejas de sorpresa. En mi vida vi tanto oro junto- Piensa la joven mientras intenta disimular la sorpresa inicial. -Bueno es un buen comienzo, pero....-En ese momento oye como la sacerdotisa de batalla se adelanta y se apresura a añadir.- Pero aceptamos tus condiciones. -Asiente varias veces y mira sonriente a Varuna

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21/06/2018, 15:59
Ridgern Cabezayunque

—Quinientas monedas quedan a cien por cabeza —calculó con cierto esfuerzo Ridgern, contando a los aventureros presentes—, el hacha de Ridgern piensa que es un precio justo por sus servicios. ¿Cuando empacamos?

La verdad sea dicha, sus existencias se estaban terminando, y sin dinero para comprar más cerveza su vida se convertiría en una mierda, por lo que habría aceptado cualquier trabajo, pero se olía algo raro en que alguien pagase una fortuna por trasladar un paquetito.

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21/06/2018, 19:34
Rurik

Rurik escuchó una voz ruda y le hizo volverse: no era un guardia, tampoco la clériga, por mucho tabaco y bebida que se hubiese metido en la gola, esa voz era demasiado grave. Por fin detectó de donde venía, era la del enano de la taberna.

-¿Y quién es este?

Inquirió en voz baja, mirando a Earwën primero, y a continuación a Lia. Ni se había dado cuenta de que estaba allí con ellos. Pero parecía ser buen negociante y sus palabras le gustaron, así que no protestó. Alguien capaz de hablar con su arma merecía todo su respeto.

-Quinientas monedas se ha dicho. No habrá preguntas por mi parte.

Claro que tenía dudas, pero su trabajo muchas veces era hacer las cosas, no preguntarlas, pues sus clientes tendían a ponerse nerviosos con los que tenían la lengua más afilada que su espada. Y en el negocio, mientras menos se sepa mejor, si fuera algo legal habría acudido a su propia guardia.

Asintió levemente a las palabras de Lia, aunque él lo interpretó como algo más serio.

-Eso es bien cierto. Mejor no pisar estas tierras si pasara, pero mejor que no pase.

Contestó. El gigante norteño se golpeó el pecho con el puño cerrado, en señal de respeto hacia el lord.

-Si no hay más que debamos saber, es momento de partir. Tenemos un largo viaje que planear.

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22/06/2018, 00:33
Earwën

Se encogió de hombros ante la pregunta de Rurik sobre el enano, parecía que se había juntado más gente al grupo que no conocían de nada. Eso sería más ayuda para hacer el trabajo, aunque luego tocara repartir el dinero. Sobre negociaciones, mejor que no hable ella, los demás parece que saben de ello y las monedas que dicen le parecen mucho, así que todo está bien, aún asi le dice en voz baja a Rurik.

- ¿Eso es mucho.. verdad?

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22/06/2018, 19:27
Camil de Hojafuerte

-Excelente- añade aplaudiendo una sola vez para acto seguido frotarse las manos.Abre un cajón de la mesa y saca un sobre ya sellado.La cera rojiza poseía el símbolo del roble, tan característico de aquella ciudad.Con el sobre el su mano, estira el brazo y se los ofrece a los aventureros, esperando que lo cogiesen.

-Este sobre es algo clave en la misión.Entregadlo en perfectas condiciones y con el sello intacto.El contenido no es de vuestro interés por si os lo estabais preguntando.Como dije, entregádselo a la anciana y todo ira bien- aclara rotundamente una vez le agarráis el sobre.

-Cuando estéis listos y partáis hacia la casa de la anciana, un guardia de vecería os aguardará en la linde norte de los vados para guiaros buen trecho hacia vuestro destino sin extravío alguno.Partiréis mañana, algo antes del alba.Descansad bien, será un largo viaje y pasado por agua- se levantó de nuevo esperando las últimas preguntas o palabras de los aventureros.

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22/06/2018, 22:19
Rurik

-Pues claro que lo es.

No era un genio de los números, pero de dinero, !ay! ahí era un lince aquel bastardo del norte. Por eso respondió afirmativamente a la elfa.

Estiró el brazo y cogió la carta el primero, porque ya lo había dicho: se creía el líder de aquella compañía (sin que nadie le hubiese propuesto tal puesto) y se iba a comportar como tal. La observó, como si supiera lo que contenía y asintió levemente.

-Bien. Pronto volveremos con lo pactado.

Masculló, en tono solemne, lo máximo que sabía y podía permitirse, pero mostrando respeto.

-Vamos.

Hizo un gesto al grupo para que le siguiera, moviendo la carta hacia atrás con la muñeca,  luego se volvió por donde había venido.

Nada más salir le entregó la carta a Lia, pues sospechaba que sabía leer.

-¿Dice algo?

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23/06/2018, 00:19
Varuna

Salió junto al grupo de aventureros.No los conocía aún de nada y temía que no congeniasen bien, pero era el grupo que su Diosa le había otorgado, y tendría que hacer un esfuerzo por conocerlos y entenderlos.

-Quedemos en la entrada de la ciudad, mañana, para partir todos juntos si os parece- aconsejó a sus nuevos compañeros de aventuras.No obstante, vio un acto entre algunos de sus compañeros, que chocaba contra sus ideales, y sobre todo contra su seguridad y su vida.

-¿Qué pretendéis hacer con la carta? El burgomaestre dijo claramente que la entregásemos intacta a la anciana.¿Sabéis lo que supondría abrir un sello real, y peor aún, desobedecer una orden del lord de esta ciudad?- con sus cejas arqueadas y su ceño fruncido, su rostro mostraba asombro y preocupación ante la ignorancia de sus recientes compañeros.Comenzaba a pensar que si dejaba su vida en manos de ellos, no llegaría lejos por mucho que su Diosa le protegiese.