Partida Rol por web

La tienda era impresionante. Ares observó sorprendida el interior, mucho más amplio de lo esperado. Tal vez lo más llamativo fue el suelo de madera. El techo alto era de agradecer, y por supuesto, el aire acondicionado. Lo cierto es que estarían la mar de bien allí.

Escogió uno de los cubículos vacíos. ¡Estaba fenomenal! ¡Incluso tenían escritorio! Y enchufe, nada menos. Ares dejó sus cosas y salió de la habitación con una gran sonrisa. Tenía ganas de cambiar impresiones con sus compañeras, y fue entonces cuando vio a la chica nueva, que en realidad, era la que más tiempo llevaba allí.

-A mi el fútbol también me aburre -sonrió a Mónica-. Soy Ares -se presentó-. ¿Llevas mucho tiempo trabajando en el proyecto Djehuty? -preguntó con curiosidad.

Mónica quería saber tres cosas: qué especialidad tenían, si los chicos eran guapos y si ellas tenían novio. -Yo soy arqueóloga -respondió-. En nuestro equipo, el egiptólogo se llama Enzo -explicó, suponiendo que tendría interés en él por compartir la misma trayectoria-. El otro chico es Borja. Si son guapos o no, mejor júzgalo por ti misma -rió de un modo simpático-. ¿También vienes a la sorpresa que nos tienen preparada? -Ares pensó en un principio que era algo solo para su equipo, pero tal vez iban todos los que estaban allí, estaría bien para irse conociendo y comenzar con buen pie la convivencia-. A mi me gustaría que fuese una cena y un té o lo que suelan tomar después, junto a alguna maravilla de Egipto iluminada. ¿Y si tienen montado algo en plan chill out?

Anteriormente Mariona había comentado que los chicos le parecían majos, y que conocía a Borja. ¡Lo sabía! Bueno, era evidente desde que le preguntó por su hermano y le dijo todo aquello de los Stuart, de lo que Ares no se enteró muy bien. Lo que no sabía era que su hermano era su ex. -¡Menuda casualidad, Mariona! ¡Coincidir con el hermano de tu ex! -Uff, aquí había tema para largo, pero no quería comenzar un interrogatorio ahí mismo.

-Yo no tengo novio, pero tampoco pretendo tenerlo -se encogió de hombros y rió-. Aquí no tenemos escapatoria. Imaginad empezar algo y que se tuerza. Semana tras semana trabajando juntos. Uff. Puede ser terrible. Eso sí sería una maldición y no lo de las tumbas -bromeó.

Miró de soslayo a Ayalga, de un modo disimulado. No sabía si salía con alguien o no, ni tampoco si quería hablar del tema, así que Ares estaba dispuesta a llevar la conversación por otro lado para rescatarla si veía que los segundos pasaban y la asturiana no respondía a eso en cuestión.

Menudo patinazo había pegado Mariona. Debía ser el calor, el ajetreo del viaje, o que no estaba tan concentrada en el proyecto como las demás compañeras. Después de todo ella estudiaba periodismo, y sobre historia sabía lo que sabía. No era un tema que le disgustase, todo lo contrario, pero, no era su punto fuerte. Para eso tenían a otros compañeros. -eso. - miró hacia Ayalga, quien confirmó a Mónica que eran del proyecto de las reinas. -y se me había olvidado decirlo, yo estudio periodismo, Mónica. Digamos que aparte de picar, me han contratado para sacar fotos bonitas y hacer un buen reportaje. -porque si era por lo demás, Mariona estaba más perdida que un egipcio en una tienda de aire acondicionado. 

Sonrió a la chica después de su saludo y dos besos. 

-vaya, de ses Illes, no, no te he notado el acento, o más bien no he sabido ubicarlo. Es que ya sabes, hay mucha variedad dentro dels països catalans. Jo sóc mig catalana, mig valenciana -madre mía, esto de hablar castellano y catalán a la vez quedaba fatal. -ah, mola, pues cuando quieras pon música rock si estás con nosotras. Así tendremos la sensación de no estar tan lejos de casa. - comentó ampliando su sonrisa. Ayalga no se enteraría de nada, pero tampoco hacía falta, la música no entendía de idiomas. 

Escuchó el resto de indicaciones, como funcionaba la caravana-ducha y cuando era mejor ducharse. 

-es lo bueno de ser chicas en este caso, si estamos en número de inferioridad respecto a ellos. Alguna ventaja teníamos que tener, en el resto de la civilización los baños públicos funcionan más rápido para los tíos que para nosotras. -una verdad universal. Los baños de las mujeres acababan con colas interminables. 

A ella ni italiano intelectual, ni nada, Mariona pasaba de ligues. Su Patxi que no se lo tocaran. Miró a las chicas para sondear un poco sus reacciones. Fue entonces cuando escuchó a Ares y le tuvo que dar toda la santa razón. -es que sería una faena, porque como dices no hay escapatoria, si algo sale mal, tienes que ver a esa persona todos los días, y trabajar poniendo buena cara. - desde luego ella si estuviera soltera se lo pensaría. Tendría que ser un tío muy fuera de serie para que se le cayeran las bragas. Y la verdad, ni a Borja baby ni a Enzo los veía así. El segundo le daba la impresión de que era más espabilado pero que perdería rápido la fuerza por la boca. Igual se equivocaba, pero bueno, que no era su negocio averiguarlo. Se giró hacia Ares cuando comentó con sorpresa lo de Borja. 

-si, tía, Borja era el hermano pequeño de mi ex, Polo. Estuvimos saliendo una temporada, acabamos un poco mal y yo a este chico apenas lo conozco. Cuando lo vi en el chalet de la familia era un enano. Ha crecido y tal, lo que no sé es si seguirá siendo igual en otros aspectos. - su gilipollez pija, que por otro lado era herencia inequívoca de la familia Stuart. -es guapo como el hermano, y el otro chico tampoco está mal. Si es por guapos, están potables los dos. - comentó a Mónica con naturalidad, a ella no le daba vergüenza señalar a un guapo y a un feo tampoco. 

—Yo soy estudiante de Historia —contestó Ayalga a la pregunta de Mónica. A la asturiana le gustaba la naturalidad que la joven mostraba, sobre todo cuando le había dado el par de besos de manera tan espontánea, eso significa desde su punto de vista que la chica era maja—. Quita, quita, nada de novios. Acabo dejalo con el mozu —recordar a Xurde en esos momentos era lo último que ella quería—, así que no quiero pensar en ligues en una buena temporada.

Prefirió no hacer comentario alguno sobre la posible «guapura» de los componentes masculinos del grupo. Ninguno de los dos era del estilo de Ayalga, pero eso solo era una apreciación personal y ya se sabía que sobre gustos no había nada escrito así que... Quizás lo que para ella eran chicos sin interés, para Mónica eran el culmen de la belleza.. Así que mejor mostrarse prudente en ese sentido.

Abrió los ojos como platos al escuchar lo que Mariona decía sobre Borja. No podía estar más de acuerdo con la pelirroja al decir que aquello era una auténtica casualidad. Por lo menos no parecía que hubiera mal rollo entre ellos, porque eso solo serviría para crear mal ambiente durante el par de meses que iban a esar allí.

—No sé si decir que eso ye mala suerte o que el destino te quier decir algo —dijo con un claro tono de broma para meterse un poco con Mariona. Después se giró hacia Ares con una sonrisa al escuchar su comentario sobre cómo le gustaría que fuera la sorpresa de esa noche—. Ares y su bohemian style new age —añadió con un macarrónico inglés.

Aunque no podía negar que la idea no era mala, sobre todo si iba a ser algo parecido a una cena bajo las estrellas, pero cuando Mariona hablo de rock... Bueno, eso ya eran palabras mayores y un poco de marcha cañera no iba a estar tampoco nada mal.

—No tengo ni idea qué pueda ser. Pero seguro que sea lo que sea que nos tengan preparado va a estar guay, porque sino, con el cansancio del viaje y tal, yo me puedo quedar frita en cualquier rincón.

Enzo aceptó ir al lugar de los conocidos de Abyr, el lugar de las cosas nuevas de trinki. No estaba demasiado lejos, y las calles se habían vaciado mientras la mayoría musulmana se dirigían hacia las mezquitas para realizar el último rezo del día. Según avanzaban por las calles se podía oír a los muhecines recitando versículos del Corán en modestas mezquitas, mientras algún que otro turista despistado se afanaba por llegar a la motonave para su turno de cena.

Llegaron a un almacén en las afueras, el típico sitio donde nadie con dos dedos de frente se pararía, oscuro, desvencijado y con altas posibilidades de derrumbamiento. Había un señor mayor en la puerta con un gran turbante y una larga barba, sentado junto a un perro que rivalizaba con él en ver quien estaba más delgado. Abyr le sonrió e intercambió con él varias palabras en algún idioma que debía ser árabe o bereber. El viejo miró a Enzo con atención, y su examen resultó convincente puesto que hizo un gesto a su guía y a él para que se acercaran. Entraron por una puerta y entraron en el interior de un almacén, que hacía bastante mejor aspecto que por fuera. Parecía un taller de coches, con modelos a medio montar, pero en la oficina el viejo abrió una trampilla que les llevó a un sótano húmedo.

Allí en cajas estancas tenían cierto equipo de dudosa procedencia. Abyr dijo dos palabras en inglés al viejo - Photo... computer...

Y el viejo empezó a buscar entre sus cajas. Dos minutos después le acercó 4 cajas para que eligiera. Tenía un ordenador pequeño, monitor de 13", hp, con cargador, y un mac air sin cargador, ambos estaban encendidos y funcionaban, no parecían tener golpes. De las dos cajas restantes aparecieron una cámara compacta sony, y una cámara reflex con un teleobjetivo, por su tamaño más adecuado para las fotos de lejos que para cerca. Abyr preguntó por los precios y el anciano señaló un ordenador y una cámara y dijo -

Pide 500 euros por un ordenador y una cámara, los que quieras. No tienes que preocuparte, Mohammed es de confianza, es quien nos consigue el equipo informático normalmente, aunque si vas a pagar con tarjeta te conviene mirar que no aparezcan cargos en tu tarjeta después. Entonces, 500 está bien?

Monica estrechó a Ares y cuando le dijo si llevaba mucho tiempo trabajando en el proyecto Djehuty dijo - No tanto como me gustaría, 6 meses más o menos, pero en dos temporadas de excavación. El proyecto Djehuty está centrado en el Egipto prefaraónico, 3000 antes de Cristo más o menos  y lleva aquí en Dra Abu El-Naga 20 años. El profesor Galán, nuestro líder, siempre bromea con que le queda trabajo solo para este año, es algo así como una tradición decir que este año acabamos, pero, cada vez salen cosas más interesantes de un periodo del que no hay tanta información como del Egipto faraónico. Arqueóloga, guay, creo que vamos a ser buenas amigas entonces - le dio con una sonrisa cálida antes de volver su atención hacia Ayalga y Mariona - Historiadora, mmmmm, creo que te va a tocar el tema del catálogo, es un poco aburrido, pero es muy necesario, poner etiquetas, guardar las piezas de forma que se puedan encontrar, pero a veces se encuentran cosas raras y necesitan a alguien con una visión más amplia, igual tienes suerte - le dijo con una sonrisa amistosa pero que la compadecía un poco - En cuanto a ti, vas a tener mucha libertad, hacer fotos, hablar con unos, con otros, escribir artículos, organizarte con la prensa, no te vas a aburrir. Oye Mariona, y si nos sacas una foto a todas? Yo también quiero ser reina per un dia... saps que noltros ens diem de rei i reina? Això és molt típic... - Se quedó mirando a Ayalga y Ares y dijo - perdón, pero se me escapa el mallorquín a veces, le he dicho que en las islas nos solemos llamar de rey y de reina, te has hecho daño rey? donde vas reina?, ese tipo de cosas...

En cambio pareció un poco contrariada con las explicaciones sobre los chicos de la expedición. Con una sonrisa les dijo - No los estáis pintando muy bien, pero bueno, si acabáis de salir de una rotura con el mozu es normal que no los miréis con buenos ojos. Yo también lo dejé hace poco con mi chico, era un cabrón y me puso los cuernos antes de que saliera para Egipto, pero, igual me hizo un favor, porque he encontrado alguien que me gusta... pero, bueno, para que confiese creo que me vais a tener que emborrachar - Dijo riendo con franqueza - Aunque lo de la escapatoria es verdad, pero no sé, yo siempre he sido de tirarme en plancha. Me he llevado hostias muy grandes pero quan cou cura i quan pica madura... que diga, pues eso, que lo que no te mata te hace más fuerte. Pero lo fuerte, fuerte es lo de Mariona, que mira que es casualidad que de todos los sitios del mundo te lo hayas tenido que encontrar aquí, pero, estás de mal rollo con él? Vaya marrón, yo creo que Ayalga tiene razón, esto o es una conspiración judeomasónica o es que estáis predestinados.

Sonrió con malicia y dijo

- Tenéis un montón de suerte, Charly se lo curra un montón. Yo no tuve sorpresa, pero es que nuestro director es un poco más serio, es muy buena gente, pero no tiene el mismo toque que Charly con sus becarios. Ya me gustaría ir pero, es vuestra noche.... Yo sé lo que es pero..... dejaría de ser una sorpresa. Venga, si ya estáis instaladas venid conmigo para que os enseñe un poco el lugar.

El profesor Masfurroll asintió, satisfecho de que Borja fuera una persona dócil y fácil de llevar. Por un momento había temido que pudiera ser como su padre, pero Borja se mostraba como alguien respetuoso y que sabía cual era su sitio. Sonrió al ver que estaban en la misma sintonía y le dijo

- Y no olvides decirle a tu padre lo durísimo que has trabajado, y remarcarle el trabajo tan importante que hacemos para que no se pierda el legado de los faraones. Si me disculpas tengo que hacer papeleo, es lo peor de las excavaciones, pero mucho mejor que las clases.... por cierto, te pareces un montón a tu madre, supongo que te lo suelen decir.

Andrea parecía que tenía ganas de seguir hablando con él pero captó que en ese momento quería estar solo. Sonrió y le dijo - Va benne, domani comentaremos sobre proyectos propios, pero ya te digo, no hay mucho sitio para ese tipo de cosas, a no ser que que el profesore te haya dado otras instrucciones. Ci vidiamo en la cena. Ciao.

Y se marchó dejando pensativo a Borja. Una ducha, siempre se pensaba mejor en la ducha, así que hacia allá se dirigió. La ducha, por llamarlo de alguna manera, estaba incluida en una caravana, donde habían 2 lavabos, 2 urinarios y dos duchas. Las instalaciones eran estrechas, pero estaban limpias, impecables, y al abrir el agua caliente, afortunadamente, salía caliente. Se dio una buena ducha y se cambió de ropa y volvió a su tienda. Vacía. Se asomó fuera y vio que en la hoguera del campamento se empezaba a arremolinar gente, y allí estaban sus compañeras de expedición, incluyendo Mariona. El mundo era un pañuelo, y a veces te gasta bromas crueles, aunque, las bromas crueles de la casualidad otros lo podían interpretar como un destino del que no se podía escapar.

Seguí al guía por las calles de aquel desconocido lugar. Llamaba tanto la atención como un turista más. Pero al ir acompañado de Abyr, me sentía seguro y tranquilo. - Tengo que dejar de ver tantas películas de secuestros y terroristas musulmanes. - Pensé para mí al darme cuenta de como me habían afectado sobre la opinión de aquella gente.

Cuando llegamos al almacén, creí que o bien me estaba tomando el pelo o que iba a secuestrarme y pedir un rescate a mi familia. Con decir en la expedición que hice "de las mías" y había desaparecido... ya lo tenía todo hecho. Confiaban en él. ¿Debía hacerlo yo también? Observé al "guardia" de la entrada, un hombre con un perro que entre los dos no sumaban ni medio hombre ni medio perro, pero que era evidente que si estaban ahí era por algo. Así que lo mejor era no hacer el idiota.

Al entrar todo cambió, por dentro estaba restaurado, al menos para que no se les cayese encima y pronto vimos a un amigo de Abyr que nos guió a un sótano. - Ya está... el zulo donde me tendrán metido... la cagaste Enzo. - Me dije a mí mismo bastante acojonado, hasta que vi el almacen de suministros que tenían allí abajo.

Hablaron un rato y minutos después tenía lo que quería delante. Un portátil sin cargador no valía para nada y el otro... 13" de mierda, pero menos daba una piedra, así que opté por el HP, señalándolo con el dedo. Luego miré las cámaras. De eso no entendía nada, salvo que el objetivo era para hacer fotos de lejos y yo no quería sacar imágenes panorámicas del campamento, sino de objetos cercanos. Así que señalé al hombre la que se suponía que era de cerca.

- Asegurarme que no salgan los cargos en la tarjeta. ¿Y cómo se hace eso? - Pregunté al guía. - ¿Una cajero cerca no tendremos, verdad? - Le pregunté serio. - Es la única manera de que no salga que he estado aquí. Eso o denunciar mañana que me robaron la cartera a primera hora del día con la tarjeta... - No se me ocurría nada más en ese momento. Podría llamar a Madrid y que un colega colgado con los ordenadores se encargase de la tarjeta, falsificando el lugar del gasto o algo así. - Ya podía haber avisado antes de que aquí era mejor pagar en metálico. - Me quejé para mí, pues había visto algún cajero mientras caminábamos hacia allí y si no lo eran, eran algo muy parecidos...

Mónica le enseño al grupo de chicas el campamento. No había mucho que enseñar, 2 caravanas que hacían las veces de letrinas, duchas y aseo separadas por sexo, un comedor con largas mesas corridas, un círculo con bancos alrededor en forma de semicírculo en cuyo centro había amontonado una pila de leña, las cabañas de los profesores y el estudio. Mónica les guió hasta la tienda que hacía las veces de lugar de reunión y estudio. La estructura de la tienda era parecida a los barracones donde iban a dormir, aunque los camastros habían sido sustituidos por estanterías, donde cientos de piezas esperaban su catalogación. Mónica les dijo alegremente

- Aquí pasaréis las horas centrales del día, porque hace demasiado calor. Yo estoy acostumbrada al calor de Mallorca pero este es mucho peor, es como estar en una sauna, todo el día. Os recomiendo que los primeros días os lo toméis con calma, porque el calor es distinto al de Barcelona, este es muy seco, y parece que lo puedes llevar, y cuando te despistas te da un parraque y te desmayas. Me pasó a mi y es algo que suele pasarle a los novatos... Venid, os voy a enseñar lo último que hemos descubierto en el proyecto djehuty

Los guió hacia una mesa al fondo de la carpa y les mostró una mesa donde reposaban varios fragmentos de una tablilla y les dijo

- La llamamos la tablilla del aprendiz, porque es una tablilla en borrador probablemente de un escriba o escultor, aprendiendo como trazar la imagen de un faraón, veis? ese tocado de la cabeza se llama tocado nemes y es propio de los faraones. Creemos que se trata de una representación de Thutmosis III, y estamos excavando para conseguir más trozos del puzzle. - Sonrió satisfecha aunque aquello parecían solo pequeñas piezas, nada tan impresionante como un obelisco, una pirámide o joyas de oro. - porque esta pieza es completamente única, nunca se había encontrado material que explicara como hacían sus pruebas antes de tallar la piedra o escribir el pergamino. - Miró a Mariona y le dijo - Nada de fotos eh? El profesor Galán se pondría loco, no le gusta anunciar descubrimientos hasta el final de la excavación.

Salieron de la tienda multiusos y se dirigieron a la hoguera, donde empezaba a reunirse la gente. Vieron al profesor Masfurroll al lado de la entrada de su tienda y, extrañamente, casi milagrosamente, les dedicó una corta sonrisa antes de entrar.  Mónica se acercó a ellas y les dijo

- Es un poco gruñón, pero cuando le tratas no es tan malo, aunque tiene cierta leyenda que...bueno, ya os contaré. Es hora del té de antes de la cena, hoy toca comer en la hoguera, comida de esas que puedes comer con las manos, humus, sish kebabs, ese tipo de cosas, la verdad es que Kalina y Amina son unos cielos y cocinan como los ángeles. - Se encaminaron hacia la hoguera y nada más sentarse vieron como Borja salía de las duchas y se dirigía hacia ellas. Mónica las miró con una risita y silbó apreciativamente. El muchacho era mono, siempre que no la cagara al hablar estaba algo más que potable, aunque podía entender que dada la experiencia no le gustase. Un chico joven se paseaba con dos jarras enormes y unas tazas mientras iba ofreciendo - Té, Karkadé?.

Poco a poco todos los miembros de la expedición se fueron concentrando en la hoguera, Andrea, el joven italiano encargado de las estructuras, Charly, el profesor Galán y otros miembros de la expedición de distintas edades que todavía no se los habían presentado. El único que no aparecía era Masfurroll, y tampoco había señal de Enzo ni de su jefe y guía Abyr.

Resultaba bastante gracioso el hecho de que aunque se acababan de conocer, tenían conversación para horas. Las noches que no las dejase K.O el cansancio, serían apoteósicas. A Ares le gustaba quedarse hasta las tantas hablando, aunque claro, con los madrugones que se tendrían que pegar, esas noches serían las menos.

Asintió a Mariona cuando coincidió con su opinión acerca de los novios, y escuchó atenta cuando habló de su relación con Borja.

-Mariona... igual sí es cosa del destino -apoyó la teoría de la asturiana-. Antes hablaste de comer helados y tu ex se llama Polo... -bromeó divertida sonriendo y alzando las cejas cómplice.

-Ouch! -puso cara triste al escuchar que Ayalga acababa de dejarlo con su novio, pero no hizo ningún comentario. En cambio sí rió con el comentario del bohemian style. Ares no creía que les esperase ningún plan marchoso, pero igual les sorprendían. En cualquier caso, si su compañera se quedaba dormida iba a ser bastante gracioso. -Ninguna es sonámbula, ¿verdad? -estaba bien saberlo para evitar posibles sustos.

-¡Caray 6 meses! Si han vuelto a llamarte es que trabajas muy bien -opinó en voz alta. Luego correspondió con otra sonrisa cálida a su comentario sobre ser buenas amigas-. Yo soy de Barcelona -dijo a Mónica-, així que també t'entenc reina -le guiñó un ojo en plan simpático.

Mónica también había roto con el novio. Cuernos nada menos. -Te emborracharemos para que nos digas quién te gusta. Ahora mismo abro el minibar -rió. Por lo que tenía entendido, no lo tendrían fácil para tomar alcohol.

-Charly sí es muy majo. Es una suerte tenerle de profe. ¿AsI que sabes cual es la sorpresa, hm?

No insistió para que lo contase. Si a Mónica le parecía guay es que lo era. Asintió cuando dijo que les ensañaba el campamento y se dispuso a salir con sus compañeras.

Lo que más le gustó del campamento, a parte de su habitación, fue la zona de la hoguera y el estudio. Precisamente allí se dirigieron, concretamente a una mesa en el fondo de la carpa.

-¡Qué interesante! -comentó acerca de la tablilla mientras la observaba con atención atendiendo a las explicaciones-. Me gusta cómo utilizan la cuadrícula para guiar el dibujo y las proporciones. Nunca había visto algo así. En algo tan antiguo -sonrió.

El profesor Masmussol se asomó de su tienda y sonrió queriendo aparentar ser simpático. ¿Para qué, si ya lo tenían calado? Aunque no todos, al parecer. Miró extrañada a Mónica, con un gesto denotando desagrado. Le costaba creer que este hombre cayese bien a alguien, y menos a una mujer. -¿El profesor Masmussol? -se le escapó el mote que le había puesto ella misma, aunque por fortuna el hombre no lo escucharía desde allí. Sobre la leyenda no sabía si quería saberla. Nada bueno, seguro.

Se sentó junto a la hoguera y vio salir a Borja de la ducha. ¡Y nosotras sin duchar! Borja 1 - Chicas 0. Es que ni se les había pasado por la cabeza ir en ese momento. Xerra que te xerra...

El silbido que Mónica le dedicó hizo reír a Ares por lo espontáneo e inesperado. ¡Es que no lo conocía de nada! Desde luego la chica era atrevida y esto era bastante divertido, siempre que el chico no lo tomase a mal, claro. Ares le miraba con curiosidad mientras se acercaba a la hoguera, sin atreverse a hacer predicciones.

-Karkadé, gracias -sonrió amable al chico que servía el té. No lo había probado nunca y ¿qué ocasión mejor que esta para hacerlo?

Salió de la ducha, algo aliviado por la limpieza del recinto, se vistió con un sencillo chándal de Diesel y unos sneakers de Rossignol y salió de la tienda.  Mamá había insistido allá en Madrid que no se llevara ropa demasiado cara o podría ser víctima de un secuestro, como aquella vez en que (Su madre no perdía la ocasión para contarlo) a su padre lo intentaron secuestrar en Yucatán unos del Cártel Jalisco durante el viaje de bodas.

Allá fuera ya estaban las chicas reunidas junto con otra que tenía pinta de coordinadora o capataz, así que sonrió con viveza y se acercó al grupo. 

—Hola, soy Borja — fintó acercarse hasta la nueva, se retractó y le ofreció la mano, ya le había quedado claro que lo de los dos besos no era apropiado, pero su cuerpo se había movido por refrejo. Soltó una carcajada al darse cuenta que había parecido un atontado.

Aún resonaban las palabras de Masfurrol en su cabeza, lógicas y razonables al cien por cien aunque, en lo más profundo de su conciencia, algo, una chispa de honradez que debía haber aparecido por un improbable accidente genético ( ya se sabe que para ser muchimillonario no hace falta tener de eso) se rebelaba contra ellas.

—¿Habeis visto algo interesante?¿Enzo no ha venido todavía? — algo le decía que mientras él se duchaba, ellas habían estado empapándose de los misterios egipcios y viendo cosas que uno no tenía la oportunidad de ver normalmente. Chicas 1, chicos 0. 

Pero parte del encanto de Borja, su actitud cool y relajada, provenía  de no darle vueltas a las cosas.  Así que dejó de lado el resquemor que la misión le provocaba y se sumergió en el ambiente cómplice y cálido que había alrededor de la hoguera.

—Yo también kardadé, chukran. - dijo tímidamente.  Se había quedado empanado mirando el brillo ígneo que las llamas despertaban en el cabello de Ares.   Se repuso antes de que la catalana se diese cuenta y preguntó al aire:

—¿Ya sabemos cual va a ser la sorpresa?

-claro que si. - sonrió a Mónica acercándose a su mochilita pequeña donde guardaba la cámara de fotos y les pidió a las tres que se juntasen para echar un par de fotos. -decid, ¡cheeeese! - pidió sonriente. Flash, flash. -pues ya está, inmortalizadas para el recuerdo. Dentro de muchos años cuando veáis esta foto os acordaréis de este momento de llegada y presentación. Las fotos tienen un poder maravilloso para ayudarnos a recordar momentos, ya sean especiales o no. Son como un diario personal. 

Le brillaron los ojillos al pensar en las posibles entrevistas que realizaría. Un buen personaje a entrevistar sería el señor Salah. También sería interesante conocer de primera mano la experiencia de los estudiantes becarios. 

Escuchó a la chica mallorquina con atención, el tiempo que llevaba en la expedición, y un poco sus aventuras y desventuras en el campamento y con su novio. Parecía que el tema novios había polarizado un poco su conversación de chicas. No es que a Mariona le molestase, en absoluto, ella tenía claro donde tenía puesta su fidelidad, aparte de Cataluña. Quería a Patxi y no se iba a fijar en ningún otro chico. Asintió a Ayalga entendiendo su situación. 

-es normal que tras una ruptura amorosa no te apetezca nada de ligoteo. Depende de la relación, lo profunda que fuese y el tiempo que hayas estado con esa persona. El corazón necesita curar. - había de todo por supuesto, gente que se deprimia y gente que se sacaba la pena liandose con otro. Lo de un clavo saca otro clavo.

Rio por la broma generalizada que le gastaron sus compañeras respecto a Borja. -me da que ha sido una casualidad pudiente, porque la familia Stuart es bastante rica, así que supongo que papá Stuart habrá tenido algo que ver con la presencia de Borja en este tinglado. Yo creo que a Borja le gustas tu, Ares. - Mariona sonrió pilla. Ella como mucho trataría a Borja como a un hermano pequeño, pensaba que a Polo le gustaría saber que su ex, a pesar de haber acabado mal con él, no le tendría rencor al hermano pequeño. -no, que va, yo no tengo nada contra Borja. Su hermano y yo éramos de ideologías distintas, y cuando eso no se pudo sostener, rompimos. Uno de derechas no combina bien con una de izquierdas indepe. -soltó una carcajada. 

A la pregunta de Ares, negó con la cabeza, Mariona era de las que adoraba dormir sola y le molestaba todo ruido de ser viviente, así que sonámbula no, pero búho nocturno si. -yo puede que esté despierta las primeras noches hasta que me habitue al colchón y los ruidos nocturnos de la tienda. Por lo demás no habrá sustos por mi parte. - sonrió mirando a su compañera pelirroja y luego al resto. 

A la chica le entró un poco la risa al ver la tablilla de los faraones que les mostró Mónica. Una risa que contuvo paseando sus dedos disimuladamente por sus labios. Es que el dibujo le parecía como, un dibujo hecho para niños pequeños, como el típico libro de colorear infantil. Pero enseguida se recordó a sí misma que debía mostrar un respeto hacia aquello con miles de años de antigüedad a sus espaldas. -nada de fotos, oído cocina. - asintió a Mónica. Por si acaso ella llevaba su pequeña mochilita a mano, así si querían o no querían, daba igual, lanzaria unas cuantas fotos a la pandilla cenando alrededor de la hoguera. Era su primera noche, y aquello le recordó a Mariona mucho a la típica fiesta de San Juan que se celebraba cerca del mar. Sólo que allí sólo tenían arena en vez de playa.

Elevó una ceja al escuchar a las chicas. -¿Masfurroll o Masmussol? ¿Estáis hablando del mismo profesor, no? ¿Qué me he perdido? Recordad que estudio periodismo, no conozco a los profes del departamento de Egiptologia. - la verdad es que ella estaba perdida respecto a habladurías y cotilleos varios sobre esos profesores. Durante su entrevista personal fue el señor de gafas quien puso más interés en contratarla, y Charly en cambio parecía sostener más dudas respecto a ella.

-Si, hemos visto algo "súper", la tablilla del aprendiz. - vale Mariona, no te rías. Respondió a Borja de lo más cordial, o al menos lo intentó. Tenía un poco de malestar por no haberse cambiado de ropa ni tener tiempo para ducharse, tendrían que comer así... ¡Pero bueno, que remedio! Lo de comer con los dedos no es que le hiciera mucha gracia. -¿aquí se come con cubiertos, no? Porque lo de meter todos la mano en un plato grande como en la India me parece una guarrada. - lanzó la pregunta en el aire, sin mirar a nadie en particular. Cuando pasó el chico de las bebidas se pidió un té. -té, yo un té, que espabila. Total esta noche no voy a dormir. 

Tomó lo que le sirvió, y saludó con la mano y una sonrisa al profesor Charly y los demás que se fueron sentando alrededor de la hoguera. El chico de aspecto intelectual suponía que sería el italiano que había comentado Mónica. -bona nit, buenas noches. - dijo en ambos idiomas saludando educadamente. 

Ayalga arrugó un poco el ceño al escuchar, de boca de Mónica, que seguramente le tocaría el trabajo más pesado y aburrido. Clasificar, catalogar, ordenar… La perspectiva no era muy halagüeña precisamente. Pero era lo que tocaba y quizás la joven estuviera equivocada.

—No te creas, en Asturias también se dice aunque… —dijo a Mónica, después de soltar una risita, cuando explicó lo que había dicho en mallorquín—. Más el reina que el rey. Yo no —apoyó sus palabras con un movimiento enérgico de cabeza— ni se me ocurriría hacerlo. Soy antimonárquica —explicó, sin dejar muy claro si estaba hablando en broma o muy en serio. Aunque cualquiera que conociera mínimamente a Ayalga sabría que sus palabras iban muy, pero que muy en serio.

Lo que le resultó una casualidad fue escuchar a Mónica hablar de su ruptura. Parecía estar oyendo su propia historia. Si es que llamarlos cabrones era poco, aunque las cornudas fueran ellas. De todas formas Ayalga prefirió no seguir hablando del tema; su idea era pasárselo bien esos meses, si aparecía un rollo bien y sino… no se iba a comer la cabeza y mucho menos iba buscando meterse en una relación. Y lo último que haría sería hacerlo con un madrileño. Si ya lo decía Nuberu: Dios te llibre de Castiella…

—Entonces, como dice aquí doña bohemian style, habrá que emborracharte. O mejor —dijo, echando por tierra su pretensión de mantener la boca cerrada cuando hablar de relaciones se trataba— nos emborrachamos todas.

Se tuvo que reír con la ocurrencia de Ares sobre Mariona y su ex… La pelirroja era la caña y con ella la diversión estaba asegurada.

Por supuesto la idea de hacer una foto de chicas tuvo aceptación por parte de todas. Esos eran los mejores recuerdos que uno podía conservar, porque Ayalga estaba convencida que esos meses iban a ser inolvidables. Le hizo gracia escuchar en la voz de Mariona sus propios pensamientos.

—Te seguimos Mónica.

Ayalga ya se imaginaba que en Egipto hacía mucho calor, tampoco había que ser adivino para saber tal cosa. Pero cuando Mónica habló de forma tan exagerada de que aquello podía ser una sauna, a la asturiana casi le da un patatús solo con pensarlo. Esperaba poder aguantarlo pero… Joder, que cuando en Asturias hacía veinticinco grados ella ya estaba por los suelos… Y que la joven confirmara lo de los desmayos… Definitivamente Ayalga lo iba a pasar muy mal en ese sentido.

Pero al menos el campamento estaba bien, mucho mejor de lo que ella había esperado. Incluso le gustó la carpa donde se catalogaban las piezas, el lugar donde probablemente ella pasaría mucho más tiempo que el resto. Observó con curiosidad la tablilla que Mónica les enseñaba y, aunque no fuera su especialidad, sintió un arrebato de reverencia ante lo que veía. Siempre le había alucinado poder tocar las piedras antiguas, los objetos, y cuando viajaba a algún lugar con historia le gustaba apoyar las manos en los muros para sentir el paso del tiempo en ellas. Para muchos serían tonterías, para ella era una especie de catarsis.

Lo que le pareció una pasada fue lo de cenar alrededor de la hoguera, eso tenía que ser lo más, comiendo bajo las estrellas y escuchando historias interesantes. Eso sí solía molar. Cuando se dirigían allí Ayalga vio al profesor Masfurroll sonriéndoles… Apenas lo conocía pero ese gesto le resulto extraño, quizás porque estaba influenciada por todo lo que se contaba sobre el hombre. Pero quería darle el beneficio de la duda y hacer caso a lo que Mónica decía.

—Oye, que igual en las distancias cortas no es tan malo como dices —dijo a sus compañeras.

Cuando vio aparecer a Borja recién duchadito se quedó parada, mirándose las pintas que ella llevaba y dándose cuenta que ellas también deberían haberlo hecho. Aunque desde luego Ayalga no se hubiera vestido de manera tan pija como el más pijo del lugar, que incluso de chándal se le notaba el pijerío. Se acercó a Ares.

—Deberíamos haber tenido la misma idea ¿no crees? Una ducha nos hubiera venido de perlas —le susurró, sintiéndose de repente sudada y llena de polvo y arena.

La cena iba a ser compartida, de esas que daban más pie a las charlas y las confidencias y no de mesa fina con plato y cubiertos. Sin lugar a dudas iba a ser como volver a los campamentos a los que iba de pequeña y que organizaba el Montepío. Aunque parecía que no a todo el mundo le gustaba esa idea.

—Mariona, tampoco ye pa tanto. Ya verás como presta un güevo. Y sino seguro que tienen algún plato para que lo puedas separar… Pero comer con la mano ye la ostia, ho.

Ayalga observó con curiosidad a los que iban llegando y sentándose alrededor de la hoguera. Aparte de a Charly no conocía a nadie más y tenía ganas de saber quiénes eran. Tampoco le pasó desapercibido las miraditas que Borjita le dedicaba a Ares… ¡Ah! El amor flotaba en el aire…

Estaba mirando para ellos cuando un chico les ofreció bebidas, se quedó pensando un rato antes de decidirse.

—Yo también Karkadé, gracias. —Nunca lo había probado pero sí había oído hablar de esa bebida refrescante. Si no le gustaba siempre podría pasarse al té.

Enzo no tenía demasiadas opciones pero al menos lo que se le presentaba tenía una mínima calidad, el precio no era desorbitado y no lo habían atracado, raptado o anestesiado para vender sus órganos en el mercado negro. La situación era mucho mejor de lo que podía aparentar pero el pago podía ser un problema. Cuando le preguntó como podía hacer eso dijo

- Banca electrónica Enzo, tenéis de eso en España, verdad? Si aparece un cargo que no es tuyo se puede devolver dentro del mismo mes. - Sonrió como si le estuviera explicando a un niño pequeño algo básico en el mundo moderno. Negó con la cabeza y dijo - Cerca no hay cajero, pero lo puedo cargar a la cuenta de la expedición y luego pasamos por el cajero. - Miró al viejo y empezaron a discutir en árabe, el viejo parecía molesto, incluso hizo el amago un par de veces de llevarse la mercancía, pero Abyr no cedió, sonriente, fue diciéndole algo que parecía lo mismo, con firmeza pero sin perder el sentido del humor. Cinco minutos después sonrió, bufó y le dio una palmada en el hombro, empujando la mercancía hacia Enzo y riendo entre ellos.

Abyr miró a Enzo y le dijo - Le he conseguido pagar en libras egipcias, así que perderá en el cambio, pero así no saldrá nada en tu tarjeta. Iremos a un cajero, sacarás el dinero, unas 9500 libras y se las entregaremos a los profesores. Hemos hecho alguna vez este tipo de operaciones así que no hay problema.  Se ha enfadado un poco, pero los egipcios disfrutamos del regateo, si no se puede con el importe, se intenta con la moneda, es más, a veces hasta nos enfadamos si no hay ese tipo de regateo.

Salieron del almacén con la mercancía y subieron al vehículo y se internaron en el centro de Luxor hasta que llegaron a una pequeña plaza cerca del río. El ambiente allí era más alegre, las calles más iluminadas, y la presencia de turistas mayor. Abyr paró junto a una sucursal del Bank of Egypt y le acompañó al cajero, cubriéndole las espaldas, por si acaso. El lenguaje corporal lo decía todo, mejor darse prisa y Enzo así lo hizo. Extrajo 9500 libras egipcias y se las entregó a Abyr. La transacción se completó correctamente, un mensaje de actividad de la tarjeta entró en un móvil y un padre controlador y sobrado de dinero desactivaba la tarjeta simplemente deslizando un control en una app de móvil. El siguiente intento de cargo no funcionó, y cuando preguntó a Abyr que ponía en el cajero el guía le dijo

- Tarjeta Cancelada, llamar a banco de origen

Recuperó su tarjeta y subió al vehículo. El viejo había sido rápido, ojalá lo hubiera sido para dedicarle algo más de tiempo.

Monica siguió charlando con las chicas con confianza. Se le notaba que era simpática y abierta, y que igual todo aquello que decían de los mallorquines de ser cerrados no era tan verdad. Sonrió y dijo - Yo no soy sonámbula, y salvo que seáis más no hay más mujeres que nosotras en el campamento... y como aparezca un tío por la noche le abro la cabeza, que de los árabes no te puedes fiar cuando se hace de noche.

Se hicieron unas cuantas fotos, hablaron de novios, cuernos y de estar o no preparadas para volverse a subir al caballo, pero cuando hablaron de la experiencia de Mónica en la excavación la chica sonrió y dijo - Bueno, es que soy la primera de la promoción y he currado mucho, y el profesor Galán es súper fiel a los estudiantes que trae. Es una verdadera suerte, la verdad es que me encantaría que al acabar la carrera pudiera seguir viniendo, pero ya cobrando de verdad, como miembra de pleno derecho, 300 euros, menuda miseria...- sonrió a Ares cuado dijo que era de Barcelona y le dijo - Català, català, si no t'he la fet te la farà. - Rió alegremente antes de decir - Pero creo que eso solo aplica als al.lots.

Escuchó atentamente la explicación de Mariona sobre Borja y silbando dijo - Ares le gusta? Bueno, se puede entender, Ares casi me gusta a mi y todo, menudo pibonazo, pero, si no le gusta igual le tiro los trastos. Estoy harta que todos mis ex hayan sido pobres y vagos, auténticos perdedores, es que parece que tengo imán, hay un loser a 10 kilómetros? Ese es el que me gusta...a ver si es guapo, si es guapo, me lo pienso.

Rió a carcajadas cuando Ayalga habló de doña bohemian style y cuando Ares habló del minibar. Asintió y les dijo - Conozco un sitio en Luxor para vuestro primer día libre, auténtico egipcio pero sirven alcohol y pinchan música guay, aunque hay que liar a los chicos para que vengan. Venga, vamos a conocer a esos chicos... que os guardáis lo mejor para vosotras...y sí, tenemos que emborracharnos. Sábado noche de chicas!

Mariona asintió y sonrió a Ares con camaradería. Se notaba que entendía lo que se traía entre manos, y eso las acercaba mucho porque estaba segura de que con ella podría hablar de los descubrimientos, e igual con Ayalga y Mariona un poco menos. Con una sonrisa le dijo - La pieza es única, en cuanto la hayamos catalogado va directa a un museo. - Todo iba bien hasta que apareció el profesor Masfurroll y a Ares se le escapó su apodo. Mónica se llevó una mano a la boca de forma muy graciosa, tapándose la boca por la sorpresa y mirando en dirección del profesor por si los había oído. Bajando la voz dijo

- Pero que dices? Como te oiga te mata.... - Miró en dirección a Mariona y le dijo - Masfurroll, le gusta que le llamen profesor. Mussol es un buho, es un juego de palabras supongo, igual lo llaman así en vuestra facultad. Yo no sé como es allí, pero aquí siempre está dispuesto a ayudar a todo el mundo, gruñon, sí, como él solo, pero si lo que cuenta Charly es verdad sin él no existiría el proyecto XVIII reinas. Ayalga tiene razón, no es tan malo como parece....i en sap un ou, de veritat.

Se sentaron haciendo piña de chicas en torno de las hogueras y fueron pidiendo sus bebidas. Entonces llegó Borja, enfundado en su chandal de diseño, de esos con los que vas arreglao pero informal. En cuanto se presento a Mónica la joven rió y dijo
- Que no muerdo eh? Ni que fuera Sekhmet, un par de besos, no me seas panoli que nos vamos a ver todos los días. Me llamo Mónica y estoy trabajando en el proyecto Djehuty, pero como compartimos campamento nos veremos por aquí - Monica le lanzó un guiño cómplice a Ares y luego le planto dos besos sonoros a Borja - Ves? No va a venir la policía Egipcia por cosas como estas, relájate hombre, que esa carita de niño bueno no me engaña, menuda pieza debes estar hecho timidín.

El anuncio de que la cena iba a comenzar congrego gente alrededor de la hoguera. Los profesores, los técnicos, pero parecía que Mariona iba a tener problemas por la falta de higiene, pero parecía que todo estaba pensado. Les instalaron frente a ellas unas pequeñas mesas bajas para contener su plato, una servilleta y poco más. Las bebidas fueron servidas y aparecieron los primeros platos, unas brochetas de cordero, una especie de croquetas egipcias llamadas Taamiya y humus para poder comer con palitos de zanahoria, apio y tostadas

La calidad de la comida era asombrosa, la limpieza aceptable y el marco incomparable. Estaban comiendo en el desierto y frente a ellos el templo de Deir El Bahari, el templo de la reina Hastshepsut se alzaba en toda su majestuosidad, el templo de una mujer que había mandado en un mundo de hombres.

Un tipo con aspecto de intelectual de pelo largo y gafas les dijo con claro acento italino

- Esto es solo el primer plato, guardad un poco de espacio porque Amina se enfada con quien no come.

Los profesores parecían estar manteniendo una conversación animada mientras la cena se desarrollaba con alegría. El ambiente era distendido, pero se notaba el salto generacional, y los jóvenes trataban de juntarse entre ellos y hablar de otras cosas que no fueran Egipto, faraones y pirámides. Iban a servir el segundo plato, un kebab de carne de camello cuando Abyr y Enzo llegaron al campamento. Abyr le dijo a Enzo que guardara sus compras en la tienda y que fuera a cenar si no quería pasarse la noche en blanco y se dirigió directamente al profesor Garau, cuchicheándole algo al oído. El profesor asintió, manoteó al aire quitándole importancia a lo que había dicho y dijo

- Es tradición que antes de pasar al segundo plato alguien cuente una historia, y hoy me toca a mi. Os contaré una de mis favoritas, la de la estela de los sueños. - Aquello pareció captar cierto interés entre los más jóvenes, aunque los veteranos se sonreían como si aquella historia no fuera la primera vez que la oían. El profesor empezó a entonar, con su voz bien timbrada y haciendo pausas para captar la atención, tal y como hacía en clase. Era bueno, y rápidamente se gano al auditorio

- El rey Tutmosis IV, antes de ser rey, durmió bajo la esfinge, pero no como la conocemos ahora, sino cuando estaba casi cubierta por la arena. Según la tradición se dice que la esfinge le prometió ser faraón si la liberaba, y Tutmosis no era el primero en la linea sucesoria. Tutmosis lo hizo y llegó a ser faraón y en conmemoración de ello escribió la siguiente estela que se puede visitar a los pies de la pirámide "Ahora la estatua del muy grande Khepri descansa en este sitio, grande en fama, sagrado de respeto, la sombra de Ra descansando sobre él. Menfis y cada ciudad en sus dos lados vienen a él, con los brazos en alto en adoración su cara, con grandes ofrendas para su Ka. Uno de estos días sucedió que el príncipe Tutmosis vino de viaje a la hora del mediodía. Descansó a la sombra de este dios grande. El sueño se apoderó de él en el momento en que el sol estaba en su cenit. Entonces descubrió la majestad de este dios noble que habla por su propia boca como un padre habla a su hijo, y le dice: "Mírame, obsérvame, mi hijo Thutmose. Soy vuestro padre Horemakhet-Khepri-Ra-Atum. Te daré la realeza sobre la tierra de los vivientes....He aquí, mi condición es como una enfermedad, todas mis extremidades arruinándose. La arena del desierto, sobre la que solía estar, ahora me cubre; y es para que hagas lo que está en mi corazón que he esperado." - Sonrió y dijo - Buen provecho!!! Bon profit a tothom!!!

Sirvieron los kebabs y aquello no se parecía a los de a 4 euros de la esquina. El pan casero, la carne cortada con mimo y la salsa cremosa y fresca. Abyr cuando recibió al suyo le dijo a Amina - Marry me -  y recibió un empujón que le hizo caer de su asiento provocando las risas del campamento y del afectado. Cuando estaban acabando con la comida un coche llegó al aparcamiento de la excavación, un coche lujoso y oficial. Bajaron de él 3 tipos, 2 con el tipo que esperas encontrar en una película de espías y otro vestido con una larga chilaba y llevando un Fez en la cabeza. Se dirigió a la hoguera con una sonrisa y en cuanto lo vieron los profesores salieron disparados. Se abrazó con Jose Manuel, el líder del proyecto Djehuty, y con Masfurroll, en cambio con Charly solo estrechó la mano , sonriendo pero de forma algo rígida. El recién llegado ocupó la posición de honor de la hoguera. Era alto, entrado en carnes, con barba en la que aparecían las primeras canas y una sonrisa contagiosa. El profesor Galán se levantó y dijo

- En nombre del equipo del proyecto Djehuty y del proyecto XVIII reinas queremos dar la bienvenida al señor Ramzi Mubarak, ministro de antigüedades egipcias, antiguo director del museo del Cairo y uno de los mejores guías y amigos que he tenido aquí. Nuestro pan es el vuestro, señor ministro - dijo con cierta sorna mientras el recién llegado explotaba en una carcajada ruidosa.

  El ministro en un perfecto castellano miró en dirección a los más jóvenes y dijo - No os creáis ni una palabra de José o Albert, si supierais las veces que he tenido que sacarlos de líos estaría hablando hasta que las pirámides sucumbieran al tiempo. - Sonrió, alzó una taza de té que rápidamente Amina había puesto en sus manos y dijo - Es un honor estar entre amigos. Brindo por el éxito de ambos proyectos  y mis mayores deseos para que estos jóvenes estudiantes se enamoren de mi país como yo me enamoré de su idioma.

Las explicaciones de los programas de misterio son pelegrinas. Desde que Ramzi pudiera ser un extraterrestre, un faraón reencarnado o, la más plausible, un oportunista que lo inventó todo para pasar de ser un simple guía al personaje más influyente en el mundillo egiptológico.