Partida Rol por web

Tras asearme un poco, con algo más de prisa que de costumbre me visto y me dispongo a bajar sin perder tiempo alguno para desayunar. ¡Se habrán levantado ya mis compañero . Estaba deseando ver ese monolito. No olvido por supuesto un block de notas y mi cámara de fotos Kodak de lujo. Quería sacar unas buenas fotos de esa construcción y de los alrededore.

Cojo mi mochila de expedición que contenía: Cámara de fotos, Revólver, linterna, entre otras cosas menos importantes. Mientras salgo me sacudo el traje algo informal, como es de acostumbrar en los parapsicólogos y miro al único que parecía estar fuera y listo, el señor Harper.

- ¿Los demás señores suelen ser siempre tan informales?.- Pregunto mientras me aproximo al señor Harper.

 Yo ya me había levantado y desayunado hacia una hora, así que me encontraba sentado en una esquina apartada, lejos de la vista de los demás. Cuando Johnson hace su pregunta, respondo se improviso, como si mi voz saliera de la nada, usando un tono seco y de pocos amigos:

 - Por lo visto si...

 Estaba claro que su comentario no me había parecido oportuno, ya que, entre otras cosas, ponía en duda mi profesionalidad, ya que era obvio que ninguno de los dos me había visto, pero no añadí nada más...

Camináis por un estrecho sendero que serpentea por las cercanas colinas hasta llegar al lugar donde se alza el monolito. Éste es de forma octogonal, de unos 4,80m de altura y unos 45 cm de grueso.

En algún tiempo parece que estuvo pulido pero ahora las caras son ásperas , como si se hubieran hecho esfuerzos salvajes por lijarlos pero poco se ha conseguido excepto desconcharlo ligeramente y mutilar los caracteres que antiguamente ascendían en espiral hacia lo más alto.

Caminé alrededor del monolito haciendo fotos desde todos los ángulos. Fotografiaba hasta el mínimo detalle. Tenía el carrete totalmente nuevo y estaba vacío. No quería quedarme corto con las fotos. Una vez satisfecho me acerqué a las inscripciones para examinarlo de cerca, pero sin tocarlo.

Esperé mientras Harper examinaba para ver si era verdad eso de que tenía poderes sobrenaturales y si podía canalizar la mala suerte que desprendía en suerte, en algo que me diera una pista sin yo hacer nada, o simplemente que me sirviera en mi misión. Las fuerzas místicas eran así... te satisfacían cuando más lo necesitabas.

 Examino la zona, esperando descubrir algo, pero no tengo ningún éxito. Miro a mis compañeros y les pregunto, frustrado:

 - ¿Habéis encontrado algo?.

Todo el mundo comienza a repasar el monolito, que más que monolito parece una columna, espigada y oscura. Acaricia su superfici esperqando notar algo de esa magia de la que le han hablado. 

Mientras haces las fotografías notas algo extraño y maligno en el monolito, es sumamente desconcertante y un terror irracional invade hasta lo más hondo de tu ser.

No obstante logras dominarte y examinar la piedra de cerca, las marcas te suenan a las encontradas en una piedra en el Yucatán, que se tomaron como arañazos aleatorios de un indio aburrido, ahora según ves, parece que las marcas son de un antiguo idioma.

La piedra es realmente extraña, amenazadora y maligna a la vez. Un temor irracional os invade, alguno comienza a temblar de miedo y el que menos espera perderla de vista cuanto antes.

las marcas de la piedra  te suenan , crees haber visto unas marcad parecidas en una fotografía de una piedra en algún lugar de centroamérica ¿ o era suramérica?

las marcas de la piedra  te suenan , crees haber visto unas marcad parecidas en una fotografía de una piedra en algún lugar de centroamérica ¿ o era suramérica?

Con el gesto desencajado aparto la mirada del visor de la cámara y me aproximo con pasos despacios al monolito

- ¡No puede ser! 

Me acerco con los ojos abiertos como plato. Me acerco más aún, hasta el punto de pegar la cara en la superficie de la extraña piedra. Quedo estupefacto. Permanezco con la mirada fija inmóvil. De no ser porque la cámara está sujeta por una correa alrededor de mi cuello ésta hubiera caído al suelo. Afortunadamente la cámara de fotos se mece sobre mi pecho.

- ¿Cómo? ¡No es posible!

Al observar el monolito me recordó a alguna vivencia en américa latina... y de repente el miedo comenzó a inundar mi cuerpo. Era como si la piedra se quisiera meter en tu mente.-¡Ah!.- Grité mientras retrocedía sin apartar la vista de la piedra... mi mente comenzó a perturbarme...

- ¡Noooooooo!.- Volví a gritar.

Esos extraños símbolos parecían cobrar vida cuando fijaba la vista en ellos, cómo burlandose de su interes, y la oscuridad de la piedra comenzó a rodearlo. Nunca había experimentado nada parecido y no pudo soportarlo mucho así que girándose se alejo unos metros para respirar entre jadeos.

 Observo el monolito, la piedra es realmente extraña, amenazadora y maligna a la vez. Un temor irracional trata de invadirme, como ya esperaba, pero logro mantener la compostura... Por desgracia, mis compañeros no parecen tener tanta suerte o fuerza de voluntad:

 - ¿Estáis bien?. - Pregunto, mostrando algo de preocupación.

Me separo del monolito y agachándome me sujeto las pìernas y vomito. Luego me tambaleo y me sujeto los tobillos manteniendo precariamente el equilibrio. Me vuelve una arcada y vuelvo a vomitar. Luego perdiendo el equilibrio caigo de culo.

- Lo siento, caballeros - me disculpo algo incómodo - Me he impresionado.

Miro al suelo jadeando como un perro y después miro a mis compañeros aún con el susto en el cuerpo.- Vaya... parece ser que... no... soy el único.- Digo entre jadeos mientras miro encorvado a los demás.