Partida Rol por web

Freddy terminó de abrir esa puerta que Stu había forzado.

—Buen trabajo muchacho, ponte detrás de mi —ordenó colocando su mano en el pecho del muchacho para colocarlo detrás de él.

Observó la habitación con cuidado, atento a cualquier sorpresa.

Stu abrió la puerta que, efectivamente, daba a una especie de estudio. Había algunas cajas de madera en el suelo, abiertas y vacías, como si se hubiera desempaquetado su contenido y trasladado a otro lugar. Sobre una mesa central había un gran mapa mundi con una serie de chinchetas clavadas por toda su superficie a lo largo de los cinco continentes. Algunas tenían pequeños papeles de color: rojo, azul, amarillo, verde. Seguramente era algún tipo de codificación: ¿envíos? ¿recepciones? ¿puntos de interés? Eran demasiadas —fácilmente contarían unas cien— como para encontrar un patrón sencillo en sus ubicaciones.

Había otro plano sobre la mesa, a un lado. En este caso se trataba de un plano de la red de alcantarillado de Londres. Había una zona rodeada por un trazo rojo con una flecha incluyendo una frase garabateada con prisa: punto de entrega. Parecía un punto al que concurrían varios ramales, como si fuera una cámara central. Y por la ubicación parecía situarse en algún lugar del East End. Había una carta a medio escribir sobre el plano:

Es de vital importancia que entregues la figura que acompaña este plano en este punto que te marco. Sé que es un lugar extraño pero yo no lo he escogido. Espera a quienes llegarán y simplemente entrégasela. No hagas preguntas y por la noche te pagaré 90 libras por este servicio, nos veremos en tu barcaza. No le comentes a nadie de este...

La nota estaba incompleta, como si Hobston —pues no cabía duda que él era el autor— hubiera tenido que parar en plena redacción.

Mientras tanto, en el exterior de la casa, Maude y Donovan cruzaban la calle para acercarse a una barandilla que se asomaba al Támesis. Allí la contaminación del río provocada por los desechos de las barcazas que lo cruzaban era evidente y desprendía un mal olor. A través del río navegaban barcos de distintos tamaños por entre los cuales se deslizaban hábilmente las barcazas de mercancías. Maude se asomó y comprobó que bajo aquella parte de la barandilla pasaba uno de los múltiples túneles que desembocaban en las alcantarillas londinenses. A un lado de la misma había una escalera que descendía hasta una pequeña cornisa a la altura del río que permitía a los técnicos de mantenimiento revisar el acceso a dichas alcantarillas.

Freddy cogió la nota y la leyó entre susurros para que Stu la escuchara y acto seguido la guardó en el bolsillo interior de su chaqueta.

—Y aquí tenemos una nueva pista... punto de entrega —el dedo índice de su mano derecha planeó por encima del gran mapa que estaba sobre la mesa hasta colocarse encima de aquella frase garabateada—. Muchacho, si tuvieras que ponerle fecha a esta nota, ¿qué fecha le pondrías?

El policía tenía una idea en la cabeza pero quería confirmarla con la intuición del muchacho. Lo que era claro es que había un mercado oculto operando en las alcantarillas. Eso podía interesarle a Saúl.

Con cuidado despegó el gran mapa mundi de la mesa y lo enrolló tratando de no descolocar los papeles y las chinchetas colocadas.

Stu detuvo la mano del poli solo por un momento.
-No, las chinchetas están clavadas a lo que hay detrás del mapa, no se sostienen por si solas al mapa. Se van a caer- Le explicó mirando si había mas agujeros en el mapa de otras chinchetas que se hubieran puesto y quitado reiteradamente - Los agujeros del mapa, además nos pueden decir cuales son otros lugares con que ha trabajado... los colores igual son agrupaciones, cliente 1 azul... cliente 2 rojo ... Antes de retirarlo anota donde están cada una de las chinchetas para poder reconstruirlo.
Tras decir aquello le dejó hacer, estaba claro que Stu no era el poli y Freddy haría lo que quisiera, luego siguió ojeando la habitación. Las cajas, si había más documentos en la habitación.
La pregunta de Freddy le pillo por sorpresa "¿Me pone a prueba?" pensó
-La nota, si la escribió nuestro fiambre fresco y algo le sobresalto como para no acabarla... Bueno, como muy tarde tuvo que ser esta mañana o ayer por la noche(cuando ocurren la mayoría de los allanamientos). Cuando le vi yo parecía muy nervioso y está claro que no le faltaban razones. - Añadió Stú
- La nota parece ser para nuestro estibador, el que no aparece y su barco esta llena de cajas vacías(90 libras, tengo que hacerme con un bote y un amigo anticuario...). Lo cual nos deja un margen entre que amarrara el estibador con un cargamento que no han sabido manejar y la mañana de hoy.
Daba vueltas por la habitación observándolo todo minuciosamente pero sin tocar nada.
-La huella de la puerta trasera estaba bien conservada, nada ha pasado por encima de ella... así que es reciente, pero puede tener tiempo, sin embargo el agua de abajo no se ha secado, así que también es reciente, seguimos un rastro fresco...Así que apuntaría a antes de que despuntara el sol de hoy, de madrugada....
Suspiró.
-Mas importante que la caja es donde está la figura y por que este lio por una figura... Yo no le vi cargar nada y la nota no llegó a nuestro contrabandista, ergo o está por aquí o desapareció en algun punto entre este lugar y cuando yo lo encontré, lo lógico es pensar que la nota iría acompañada de la figura así que la figura se guardaba aquí... ¿Lo habrá escondido al sentirse acorralado? - Miró a Freddy y se encogió de hombros.
-El tipo de abajo, tiene tratos con este tipo, el correo de abajo nos puede decir con quien trataba, igual alguno de sus colegas le hace el favor de guardarle su preciosa figura... Igual podemos rastrear a sus socios...

Donovan siguió a Maude hasta el rio y no dudo en sacar un pañuelo del bolsillo interior de su chaqueta para taparse la boca y la nariz, teniendo que prescindir de la delicioso aroma de su tabaco, que a fin de cuentas, debido al perfume del rio, no podria disfrutar.

- ¿No estara pensando en entrar ahi dentro, señorita?No es lugar para una Dama que digamos... y me temo que yo no estaría en condiciones de protejerla... ademas parece resbaladizo y peligroso. -espero su respuesta pacientemente mientras miraba hacia la tienda y luego hacia ella- a lo mejor deberíamos avisar al detective y a su amigo...

Obviamente Clive no tenia ninguna intención de bajar hacia aquellos sucios y resbaladizos túneles, y si Maude lo hacia, lo haria sola.

Freddy sonrió. El muchacho era listo y tenía recursos para desenvolverse.

—Buena idea... quizá entre sus libros de clientes podamos descifrar esas siglas: L.P. O quizá ese tipo de ahí abajo. Aunque mi instinto me dice que el lugar de la entrega nos puede arrojar alguna pista interesante. Es importante moverse rápido ahora que el rastro está todavía fresco.

Volvió a echar un nuevo vistazo a la estancia mientras el niño recorría minuciosamente todos los rincones de la misma. Al final decidió esperar a Stu en la puerta recién abierta de esa sala.

Stu miro confundido a el poli

-¿L.P.? - Preguntó desconcertado sin saber a que se refería.

—Oh sí, la firma de la carta que había sobre la mesa de abajo. Alguien hablaba de una estatuilla y pretendía que el señor Hobston se la entregara a ellos y solo a ellos, por contra de lo que Hobston parecía pretender. Firmaba un tal L.P. He pensado que quizá fuera cliente de Hobston y estuviera en alguno de sus libros de cuentas o cartas recibidas. ¿No crees?

Stu se quedó un instante con el ceño fruncido pensando en quien podría ser el señor L. P. O a que se podía dedicar, desde luego parecía una persona que se movía por fuera de la Ley

Stu se quedó con la disposición de las chinchetas. Freddy, por su parte, siguió el consejo del chaval y anotó también las ciudades y colores. Quizás más adelante pudiera valerle de algo. Luego recogió el mapa como había pensado hacer antes para llevárselo consigo.

En aquella habitación no parecía haber nada más de interés así que ambos bajaron mientras el chico le daba vueltas a las iniciales. Por desgracia no le sonaban a nadie que pudiera encajar en los barrios bajos, al menos nadie que él mismo conocieran.

Cuando llegaron a la tienda se encontraron con que Maude y el misterioso individuo habían desaparecido. Se asomaron a la puerta abierta y tuvieron tiempo de ver como el viejo bajaba por una escalera que había en el puente al otro lado de la calle, hacia la zona inferior del río. ¿A dónde iban?

Maude sonrió al ver la expresión en el rostro de aquel tipo al llegar al borde del rio y respirar el olor que despedía. Echó un vistazo a lo que podía ver desde allí y miró de nuevo hacia la puerta principal del negocio del señor Hobston, apoyándose en la baranda.

-Pues no lo sé, realmente. Lo único que sé son dos cosas. Que usted no suele frecuentar estos sitios -dijo con picardía- y que lo que sea que dejó agua en el suelo de allí dentro salió de ese túnel. Para eso he venido aquí, era una posibilidad que quería comprobar. Porque si hubiera venido en barca, ¿por qué se habría mojado? Saltaría de la barca aquí arriba o a esos escalones. Tenía que haber otra explicación, y ahí abajo la tiene. A usted no le atrae, a mi tampoco, pero es un buen sitio para huir y esconderse si es necesario, o para llegar sin ser visto...

Miró de nuevo lo que podía ver del túnel desde allí y negó lentamente con la cabeza. ¿Bajar allí? ¿Qué conseguían Stu y ella con entrar allí? Porque claro, estaba segura de que el poli querría investigar.

Asi que no tardará mucho en venir... o mejor voy yo y le aviso de lo que hemos visto aquí.

Se cruzó de brazos y miró al señor Clive.

-Supongo que el poli querrá venir aquí a comprobar por lo menos la entrada de ese túnel. Si quiere esperenos aquí. Iré, se lo comentaré y volveré con usted lo antes posible... pero, antes de eso, puede ser más interesante si olismeo yo antes de ir en su busca -repitió con la misma sonrisa pícara que al principio con la intención de bajar los escalones e investigar sola el comienzo del túnel sin darle opción al señor Clive de protestar. Pero justo en ese momento, por encima del hombro del anciano, vio salir a Stu y al policia y mirar en su dirección. Agitó su brazo, animándoles a que se acercaran -Ahí vienen. No se preocupe por mi, sé cuidarme sola. Voy bajando antes de que el poli me lo impida... por no ser adecuado para una señorita...

Inclinó levemente su cabeza en un saludo divertido al señor Clive y, sin más, bajó los escalones hasta el comienzo del túnel deseando ver si había alguna otra pista que confirmara su teoría.

Donovan masculló algo ininteligible mientras se tapaba la boca y la nariz con el pañuelo negando con la cabeza. El era un caballero, y jamas negaría su ayuda a una señorita, pero entrar en aquellos túneles resbaladizos no era una buena idea a su edad.

- No se aleje demasiado, señorita, sus amigos ya casi han llegado, ademas, nos vendria bien una lampara de aceite para poder ver algo ahi abajo, ¿no cree? -sonrio tras el pañuelo- los cementerios estan llenos de valientes impetuosos que no pensaron en sus limitaciones...

Clive no llevaba bien el hecho de que la Dama llevara la iniciativa y se adentrarse en aquel lugar, pero estaba empezando a llegar a la conclusión de que quizas Maude, no fuera tan respetable como debiese, podría ser una sufragista con ese comportamiento, valgame Dios... y el joven Stu... en fin, era bastante avispado, lo cual no era malo... quien seguía siendo un misterio para el arqueólogo era el detective. Esperaría con a dias su llegada para recibir algo mas de información sobre su difunto contacto.

- Caballeros...

—¿Qué tal señor Clive? ¿Alguna novedad? —preguntó cortésmente antes de echar un vistazo por donde había entrado Maude. Podría ser un acceso a las alcantarillas, lo cual tendría mucho sentido conforme a la información que tenían.

—Tenemos varias cuestiones que aclarar —desplegó el mapa como pudo para tratar de situar la entrada—. Muchacho, ¿te importa ir a buscar a tu amiga y decirle que venga? Aquí tenemos un mapa y, si esta es una entrada a las alcantarillas, es fácil que se pierda sin él.

Durante unos segundos estuvo echando un vistazo al mapa pero pronto se dio cuenta de que el señor Clive aún permanecía ahí.

—Señor Clive, ¿por casualidad no le sonarán las iniciales L.P., verdad? Quizá por un cliente común o quién sabe que coincidencia.

Stu llegó detras del poli caminando unos pasos por detrás con cara extrañada ¿Que hacían allí esos dos? Sonrió al comprobar que Maude no se quedaba quieta. No mucha gente tenía esa cualidad que la impulsaba a ir hacia adelante todo el tiempo. Era lo mejor de Maude y lo peor.

- Con eso nos perderemos ahí abajo de todos modos. - Rezongó Stu para el cuello de su camisa observando como sacaba el mapa mundi sin entender el propósito de sacar aquello en ese mismo momento, luego rectificó  sus palabras.

- Creo que no entiendo que quiere decir, de todos modos sin luz se perderá, como bien dice, voy a por ella. - Bajo los escalones con cuidado de no caerse, pero de prisa. 

- Maude ¿A donde vas? ¿Tienes lampara? ¿Al menos un encendedor?- Susurró al acercarse a la entrada sabiendo que el ruido rebotaría en el estrecho corredor - No vas a ver 3 en un burro. - Protestó nervioso por la idea de tener que meterse tras ella a buscarla sin tener el tampoco foco de luz alguno.

-¿Un encendedor? ¿Desde cuando me has visto a mi con un encendedor en el bolsillo? -la pregunta hizo eco a lo largo del túnel.

Maude estaba justo en la entrada, mirando con detenimiento aquella parte, donde aún la luz del exterior alumbraba sin problema.

-No voy a entrar más allá. Mi teoría es que quien dejase esas marcas de agua allí arriba vino por aquí o de una barca-dijo señalando con un rápido movimiento de su cabeza al exterior-Solo busco alguna otra señal de que mis suposiciones son ciertas, aunque no sé que puede ser. ¿Alguna otra mancha de agua? Va a ser dificil... -se encogió de hombros y miró de nuevo alrededor-¿Quien querría entrar ahí dentro? Seguro que nadie con buenas intenciones, quizás alguno de los que mataron al señor Hobston

Las palabras de Maude tranquilizaron a Stu de forme evidente. Cambió de actitud y trató de ayudar a Maude agachando se para observar el terreno y buscar mas huellas como las que había visto.

- Necesitaríamos luz para buscar rastros en esta entrada, oscuridad, agua y piedra... - Se quejó. Lo tenía difícil. Chasqueó la lengua y miró alrededor de la entrada siguiendo el camino evidente desde donde habían ido hacia las escaleras.

Maude y Stu habían tomado la inciativa. Y habían encontrado algo: un rastro en la suciedad cubría la cornisa de piedra que sobresalía en la boca del túnel. Alguien se había arrastrado por allí en dirección a la escalinata por la que ambos habían bajado. Pero para sorpresa de Maude su teoría no era del todo correcta. Quien hubiera pasado por aquella cornisa para alcanzar la escalinata —pues se veía claramente un rastro de detritus arrastrados de la cornisa al tunel por unos pasos que se habían arrastrado— había comenzado su viaje desde el río. O bien desembarcando de alguna chalupa pequeña o bien directamente nadando. De eso último ya no podía estar segura¹.

Y Stu no podía estar más de acuerdo. Sobre todo porque esa sección del alcantarillado, como muchas de londres, estaba cerrada por una verja que alguien había asegurado por un candado. Y la suciedad y óxido que cubrían el candado determinaban que no se había abierto recientemente².

En las escaleras Freddy había desplegado el plano del alcantarillado³. Aquella vía cerrada con llave conectaba con varios túneles y, pese a lo que el niño había dicho, se veía capaz de trazar una ruta hasta el punto marcado como 'de encuentro'. Siempre y cuando estuvieran dispuestos a adentrarse en las alcantarillas y tuvieran una fuente de luz.

Donovan permaneció pensativo divagando entre la gente que recientemente habia conocido. Llevaba apenas dos dias en la ciudad y habia tratado con al menos tres personas distintas y tenia citas pendientes con otras dos. Sumemosle a eso que no habia podido dormir muy bien la moche anterior y llegamos al actual estado del anciano arqueólogo.

- Deme un segundo detective... soy pésimo para las caras, pero aún peor para los nombres. -extrajo un pequeño tarjetero del bolsillo interior de la gabardina el cual empezo a examinar negando con la cabeza- La verdad es aue las iniciales me suenan muchísimo, pero mi memoria ya no es lo que era antaño. La edad no pasa en vano...

Guardo el tarjetero en el bolsillo, suspirando resignado mientras se llevaba los dedos al puente de la nariz en un intento de concentrarse. Al no conseguirlo, echo mano al bolsillo exterior donde guardaba el tabaco de la pipa y se dispuso a sacarlo para rellenarla cuando su gesto se torció, extrayendo de este la carta que le escribio Abbendor con gesto extrañado y desplegandola. Clive juraría que no debia estar ahi. Al llevar a cabo una lectura rápida no pudo sino sonreir con ironía ante aquel propicio acontecimiento.

- Ya sabia yo... L.P., "Sir" Lucas Penford, futuro director del museo... Me reuní con el caballero ayer mismo.... -hizo especial incapie en su titulo y torcio el gesto- Es extremadamente extraño que gente de su clase este relaccionado con este acontecimiento con ladronzuelos y asesinos... debe haber un error. No creo que sea quien ustedes buscan. Sera una mera coincidencia.

Ni por un momento Donovan podria aceptar que gente de alta sociedad como Penford o Abbendor pudieran estar relaccionandose con asesinos y mafiosos, porque en ese caso le estarían poniendo en una situacion muy delicada a su persona.

A continuacion vio que Maude y Stu intentaban internarse en el tunel. Negó con la cabeza sin separsrse del detective mientras se recolocaba el sombrero, guardaba la misiva, y se prendía de nuevo la pipa para apoyarse de nuevo en el bastón.

- Si necesitáis luz, puedo dejaros unos fósforos... Deberia haber algún candil o quinqué cerca de la entrada supongo -tendió la cajetilla a los curiosos- ... pero este anciano no quiere romperse las piernas caminando por esos túneles, salvo que sea completamente necesario.

Dio una larga calada observando el mapa buscando[1] entre sus marcas alguna que pudiera identificar que accesos estaban abiertos o no. Prestando especial atencion a la s marcas que tenis el acceso en el que estaban y si habia otros aue no las tuvieran o que tuvieran otras distintas.

—Ah no, señor Clive, no creo que ese tal Penford esté involucrado en nada. Encontré una carta remitida por ese L.P. que instaba al señor Hobston a venderle cierta figura a él y únicamente a él. Al parecer el señor Hobston tenía más mercado al que ofrecer la figura y el tal L.P. parecía molesto por ese hecho. Si ese Penford va a ser el director del museo, puede que esa pieza fuese clave para completar alguna colección o algo similar. Usted ha hablado con él, ¿podría decir que es un tipo obstinado con su negocio? En cualquier caso, salvo que me diga otra cosa, creo que una conversación con el director del museo podría alumbrar ciertos detalles, ¿no lo cree?

Stu miró desconcertado a Maude, todo encajaba... las huellas y el rastro hacia el río tenía un extraño sentido, uno grotesco incluso, pero no exento de cierta lógica retorcida.

- Alejate del agua... - Dijo Stu conforme sus pensamientos se hacían un nudo alrededor de lo que había visto en las últimas horas, al juntar las pintaban un cuadro extraño. Habían venido en barca, tenía que ser eso, pero esa huella y todo el agua hasta llegar a la tienda de antigüedades sugerían otra cosa. - Esto no tiene sentido... A no ser que quieras nadar ¿Subimos la escalera?  - Sugirió Stú con el ceño fruncido sin saber que veía exactamente asegurando se de que su gorra estaba en su sitio.