Un tipo grande, de constitución atética pese a su edad- calculáis que rondará los sesenta- habla en tono autoritario
- Señores, sean bienvenidos a mi barco El Darlena. ¿Han visto que maravilla ? , este barco les aseguro que es de lo más robusto y resistente, no hay nada que pueda hundirlo. Esta será su casa los próximos meses, así que acostúmbrense a ella. Les voy a presentar a mi tripulación mientras terminan de subir su equipaje. - pasea la mirada por el grupo - ¿ dónde están los franceses ?
- Parece que esos esquiadores se han perdido en un bar- lanza una carcajada - muy típico de ellos.
-Es un placer conocerle, capitán Voorheim, con un hombre de su historial al mando nuestras vidas están en buenas manos. Soy Sam Marlowe.
Parece que Marlowe es del agrado del capitán, que contesta - El placer es mío caballero, voy a presentarles al resto de mi tripulación mientras vienen esos franceses - ahora os dáis cuenta de que el hombre tiene acento germano.
- Este tipo de aquí es mi segundo, el teniente Andrew Mott.
Un tipo también muy fuerte, por sus gestos diríase que es norteramericano , bastante joven en comparación con el capitán, debe rondar los treinta
- Es un placer, cualquier cosa que necesiten por favor encoméndenmela a mí. Dejemos al capitán capitanear el barco.- sonrie - Mi labor es entre otras cosas, hacerles el viaje todo lo agradable que pueda, somos conscientes de que no son ustedes marineros y una semana en un barco para gente que no está acostumbrada...
Negando con la cabeza pero sin acritud dice - No se enrolle tanto Mott, esto no es el Mauritania.- señala al siguiente - el que está al lado de Mott es nuestro querido Contramaestre. Mi segundo en navegación y el verdadero timón de este barco: el señor Maxwell.
Tipo fornido y corpulento, realmente un hombre enorme y musculoso
- A mandar - al ver que alguno ya se está mareando sonríe y bromea - no se preocupen, intentaré mantener los motores a toda máquina para llegar antes.
Lanza una carcajada
- El Contramaestre además de ser un tipo grande- obvio - tiene un sentido del humor también muy grande. Además de manejar el barco, si se lo encuentran ustedes en cubierta quizás pueda contarles un chiste o amenizarles la cena... es contramaestre y cabaretera todo en uno!
Señala al último de los oficiales, un mulato -Nuestra perla del sur, Louis el Sobrecargo, se encarga de cocinar , lavar y bueno.. será nuestro camarero.
Un mulato pequeño
- ¡Tienen que probar ustedes mi cóctel de gambas. Muchos dicen que es el mejor de Nueva Orleans! - dice casi gritando - si tienen ustedes hambre a cualquier hora, por favor díganmelo. Siempre tengo preparado algo de comida para emergencias.
Levantando las manos y mirando al cielo - ¡ Por Dios que esté chico nos deja sin provisiones a mitad del viaje ! - bromea a lo que la tripulación y varios de los marineros sueltan carcajadas.
- Esta es mi tripulación, a los ocho marineros que suben su equipaje a bordo ya los irán conociendo.- mira a algún lugar del puerto - Allí llegan dos coches, esperemos que sean nuestros queridos franceses- dice con sarcasmo.
Afable y cortés - Encantado de conocerles a todos, como jefe de la expedición les doy mi palabra de que les incordiaremos lo mínimo posible y desde luego si hay algo que necesiten de nosotros no tienen más que pedirlo.- Ahora ya más serio -Es honor viajar con ustedes.
Edward sube apresurado la pasarela, acarreando parte de su equipaje. Una vez a bordo sonrie un poco con cara de tonto.
-Ah! realmente es una nave estupenda.- dice mirando hacia todos los lados un poco embobado. Mientras va estrechando la mano a todos los miembros de la tripulación que están lo suficientemente cerca para poder hacerlo...
Me presento a todos de forma afable y cortés. Me gusta esta gente, el viaje cada vez promete más. Sí señor, este cambio de aires era lo que necesitaba. Una aventura de verdad, pronto dejaremos la podredumbre de la ciudad atrás.
-Louis, ese cóctel seguro que es estupendo, en cuando haya ocasión tengo que probarlo. Personas como usted en viajes largos son como un mesías.
-Encantado.
Dijo Collins, secamente. No podía evitar sentir que la broma sobre el mareo iba por él...esperaba verdaderamente no dar un espectáculo.
"Bastante poco aprecio me tienen ya como periodista, para ir redecorando los pasillos a mi paso..."
Me uno a la pasión por los cócteles. Espero poderle ver más a menudo de lo que le gustaría a usted.
Louis hace una reverencia y muestra una amplia sonrisa, como si agradeciese que por fin atener a alguien más para lucirse con sus guisos y demás. En efecto, vienen tres tipos: los tres lucen barba y son delgados y de constitución atlética y por lo afeminado de sus gestos no cabe duda: son franceses.
El tipo más mayor de los tres , pues los otros dos no son más que dos críos. Este tipo es alto y delgado
- Bonjour caballeros, disculpen la tardanza - tiene un claro acento francés, pronuncia mal las palabras y su vocabulario es escaso - je... fuimos tout le bar.- ¿?
Os dais cuenta de que al subir a bordo lanza una mirada de asco a Louis - Bonjour.
Se muestra sonriente y cercano, os mira y os saluda uno por uno - Bonjur mon amis!
-Bonjour, je suis le jornaliste de l'expédition.