Partida Rol por web

Jaali, sorbiendo su te, piensa un momento y despues, al ver que nadie toma la palabra, se dirige al resto del grupo

Bueno, me parece a mi que todos sabemos cual es la opcion mas probable: Omar se ha convertido en un licantropo. De ahi, hay dos opciones - mirando a Morbo dice -Morbo, tu no te preocupes. Si te pierdes me lo dices y te lo explico mas despacio

Da otro sorbo y continua, echandose hacia atras en la silla

Primera opcion: Odia su nueva condicion, se arrepiente de matar a su amigo y quiere deshacerse de la licantropia. Eso explicaria porque fue a hablar con el experto en criaturas magicas del Templo de Nethys. La otra, que este ebrio de poder, se cargase a su amigo por intentar detenerle y fuese al Templo a seguir los pasos de su tio, que quien sabe?, Quizas fuese un licantropo tambien.

Se gira hacia el enano

A mi la segunda opcion me parece mas realista pero aqui nuestro amigo Dorwas conoce a los Halcon mejor que nadie. Serian capaces de algo asi? Crees realmente que quieren encontrar a Omar?

Se bebe el resto del te.

De todas formas, veo dos opciones para no ir de acampada por el desierto. Confrontar a la clerigo de Palacio... Como se llamaba? Que mas da. Confrotarla diciendo que sabemos que es Omar. Y ver que pasa. O ir a por el Clerigo de Nethys con la misma cantinela, a ver si conseguimos sacar informacion.

 Jono permanece sentada en una esquina, acariciando a Jarael distraídamente mientras escucha y corrige a Bethel:

- Jaguar, es un jaguar y no un leopardo.

 Finalmente cuando Jaali expone sus observaciones ella, tras unos murmullos quedos comenta.

 - Todo parece apuntar que Omar ha contraído una licantropía. Y fue él mismo quien terminó con Safly, su difunto siervo. Eso explicaría que Jarael pudiera seguir el rastro tan facilmente. Y que lo perdiera de forma abrupta al llegar a destino, tal vez tras reverter a su forma humana. El emir, o algún delagado suyo, está al corriente de lo sucedido y por eso se sobresiguió el caso y se ha dejado sin estudiar. No quedaría bien que el sobrino implicara la familia en asuntos de asesinato.- Tras una pausa estudiando si comparten su visión añade.- El porqué decidió partir al desierto, tal vez encontrara una forma de liberarse de la malidción y fue en su búsqueda. O se largó al desierto por petición de la familia, para airear el asunto. O que siguiendo sus instintos licantrópicos fuera a buscar algo.

 La joven se encgió de hombros.

 - ¿Quién sabe? En cualqueir caso ir al desierto sin rumbo es una tontería.

Parece que al menos el Mahir no tiene gran interés en encontrarle o, por lo menos, en que se airee el asunto. indica Dorwas dando un gran trago a su cerveza.

Sobre la daga. se rasca la cabeza pensando. Estoy seguro que, por lo que dicen, el pequeñajo señala a Raffius sería capaz de hacerse con ella. Otra cosa es si nos merece la pena darsela a ese sacerdote o llevarla con nosotros.

Quiza... se detiene un segundo, frunciendo el ceño si sigue estando en la habitación, podríamos hacer un calco en un papel e indicarle al clérigo que está en nuestro poder, que nos indique el camino y a la vuelta será suya.

Ateela interviene:

- Los clérigos de Nethys parecen ser los únicos que tienen una idea de dónde está Omar... o tal vez van de farol. En todo caso sería bueno ir a hablar con ellos otra vez. No sé quién es más adecuado... es evidente que tú sabes mucho sobre la daga ---Ateela hace un énfasis algo burlón--- pero nuestra última visita al templo fue... digamos... poco honorable. No sé, tal vez si les muestras todo lo que sabes sobre la daga te hagan algo más de caso... pero nada de fanfarronadas de machos. 

Ateela dice estas últimas palabras inclinándose hacia adelante con el dedo en alto en todo autoritario y mirando fijamente tanto a Jaali como a Morbo. Bueno, a Morbo no le mira mucho, que le lloran los ojos. Luego se recuesta de nuevo en la silla:

- Por mi parte, me ofrezco a ir a hablar con I'timad... la clérigo de palacio que conocía a Omar. No creo que sepa dónde está Omar, pero tal vez nos pueda decir algo que no nos haya dicho aún. Creo que es mejor que vaya yo sola, o tal vez podríamos ir las dos ---dice mirando a Jonova---. Nada de media docena de burros entrando en una cacharrería. 

Dorwas, tu estarias de acuerdo en robarle la daga al Emir? - Jaali esta francamente sorprendido - Al sacerdote habra que darle algo, para que nos de informacion. Quizas una promesa le valdra? Las amenazas no han servido de mucho...

Ateela le corta con su perorata.

Como decia el tipo aquel de la taberna, a las mujeres hay que demostrarles quien es el que lleva los pantalones. - Piensa Jaali sin darse cuenta que el lleva una chilava.

Jaali mira a la clerigo de medio lado

Ateela! Si estas con nosotros. Habia dejado de notar tu presencia a partir de... Vaya, no creo que nunca hayamos notado tu presencia. - dice encogiendose de hombros. - De todas formas gracias por repetir lo que ya hemos dicho los demas. Impresionante. Tus superiores en la orden te han entrenado bien.

Jaali se estira la manga de la tunica, haciendo ver que esta totalmente despreocupado.

De todas formas, Ateela, quizas deberias ejercitar un poco mas la memoria. La situacion estaba controlada hasta que "Pulgares" Cannean utilizo sus magnificas dotes sociales. Pero si, seria buena idea que vaya contigo, ahora que lo pienso. Si es que no te importa sufrir la presencia de uno de nosotros, pobres burros. Seguro que si lees El Nacimiento de la Luz y la Verdad, veras que deberias tener paciencia con todos... incluidos los hombres - termina, con todo el sarcasmo que puede reunir.

Ante la -para él- despreocupada charla, Raffius se escabulle de entre sus compañeros sin aportar nada y se acerca a la barra de la tabernucha portuaria. Se sube a un taburete que encuentra por allí, con lo que su cabeza y su despeinada y desordenada melena asoma por fin por encima de la barra. Una vez sentado, mira al tabernero y en voz clara y audible dice:

- Me pone a mi un vaso de leche, por favor -y le recompensa con una sonrisa, esperando respuesta

- ¿Camella o cabra? - pregunta la camarera sin pestañear a Raffius.

Raffius arruga la cara. Nunca le han gustado demasiado los camellos. Lo único por lo que no los odia es por lo divertido que es montar sobre esas jorobas y sentirse importante desde tan arriba.

- De cabra, claro -replica sin mucho afán

- Lo siento... eh.. - gira la capa, baja la mirada - Jonova, trataré de recordarlo, jaguar, jaguar - repite en voz alta, pero como para memorizarlo.

- Creo que deberiamos distribuir esfuerzos, y preferiría evitar lo de robar. No creo que sea una buena idea robar en palacio. - por suerte parece que a Ruffius no le entusiasma la idea de Jaali, o quizás tiene sus propios planes. En fin, tan solo espera que los posponga para cuando no esté por ahí cerca.

Da un trago a su cerveza, no demasiado fresca, pero bueno, tiene sed y eso siempre ayuda. - La verdad es que la teoría de Jonova me convence, aunque quizás podriamos dar a su... jaguar alguna prenda del principe y su sirviente a ver si puede seguir el rastro donde lo perdió.

 Jono sonría levemente ante el gesto de Bethel ante la correción que le hizo. Luego mira la otra muchacha, Ateela, y tras rumiar un poco asiente.

 - Si esos sacerdotes tienen alguna idea de donde puede estar el muchacho deberíamos lograr que nos lo digeran. Es nuestra única posibilidad de dar con el joven. Irá a verlos.

Ateela ignora los comentarios sarcásticos de Jaali, como si no los hubiera oido. Luego escucha con atención lo que dice Bethel. 

La verdad es que la teoría de Jonova me convence, aunque quizás podriamos dar a su... jaguar alguna prenda del principe y su sirviente a ver si puede seguir el rastro donde lo perdió.

Recogiéndose el pelo con la mano de forma sugerente, Ateela añade:

- Eso es buena idea. Mientras Jonova y tú intentáis seguir esa pista, yo puedo hablar con I'timad. El resto podéis ir a hablar con los clérigos de Nethys... salvo Morbo, supongo. No creo que ayude que le vuelvan a ver por allí...