Partida Rol por web

Nada mas bajarte del coche, la puerta de la furgoneta se abre, dejando que la música se escuche mejor, parece que quien estuviera en su interior estaba escuchando AC DC definitivamente.

Se asoma por la puerta sin bajarse de la furgoneta, con los pies apoyados sobre el suelo del vehículo y las manos apoyadas en la parte de arriba de la puerta con la cabeza sobresaliendo por la misma...

¿¿¿ Blackmore ??? pregunto gritando sin al parecer intención de bajar la música, ¿¿Arthur Blackmore??

Me coloco en el asiento trasero al conductor, mirando todo el tiempo por la ventana. Estoy en silencio durante el viaje, recapacitando, huyendo de pensamientos que no sirven para nada en este trabajo. Lo importante es que la misión dure poco, que no pongamos en peligro a nuestros familiares, esas son las cosas que tenemos que conseguir. Si para eso tengo que trabajar en equipo con estas personas, con todas, lo harás Cris, así que nada de delicadezas como antes, objetividad.

Cuando Blakmore se baja me dispongo a hacer lo propio. Ya en el suelo me coloco la falda bien, disimuladamente, y me aliso un poco la camisa, de espaldas a mis compañeros. Cuando acabo, giro hacia donde suena la música y el "saludo" del nuevo hombre.

Me planteo un par de veces decirle a Blackmore que deje alguna emisora, tanto cambio me va volviendo loco, desde el asiento de copiloto, tengo acceso a la radio, pero no es cuestión de molestar al conductor, así que dedico el viaje a repasar mentalmente lo que sé del caso, ese era mi procedimiento habitual, aunque echaba de menos mi moto, la brisa del mar, en fin, echaba de menos Los Ángeles.

El desierto, la poca originalidad de los militares a la hora de elegir los lugares para sus bases secretas era exasperante, Joder, deberían replantearse lo de colocar “bases secretas” en los desiertos, todo el mundo saben que están ahí, ven la tele, sale en todas las películas bromeo al bajar del coche.

Avanzo hasta llegar a la altura de Cris cuando veo al tipo bajar de su furgoneta, La ostia, ese tipo me supera, menudo sombrero, a su lado debe parecer que voy de Arman digo sin bajar el tono de voz, aunque con la música a toda leche, dudo que me oiga, por lo menos parece conocer a Blackmore.

No he podido coger el asiento del copiloto, ¡que rollo!, porque ir atrás apretujada con Peetcher o el guaperas, no me apetecía nada. Al final, me ha tocado al menos ventanilla y a Peetcher a un lado. El viaje ha sido en silencio, al menos por parte de mis acompañantes, ya que la música no ha parado de sonar, lo cual me ha encantado. Me encanta escuchar música. He ido todo el tiempo balbucenando letras y tararenado ritmos. Además ha sido de lo más variada, con lo cual no ha sido pesado. No me he atrevido a cantar porque sé que lo hago fatal, aunque cuando voy sola en el coche eso no me importa. No me molesto en pensar en nada, para una misión larga y complicada ya habrá tiempo de ocuparse de ella in situ, preocuparse antes no sirve.

Cuando llegamos, doy un suspiro... que lugar tan genial!!! en medio de ninguna parte!!! ais... la que se va a liar aqui...

Bajo del coche tranquila y arreglandome la ropa, después estiro brazos y piernas con ejercicios de pilates, que son buenisimos para los músculos, después de estar durante horas entumecidos.

La furgoneta de al lado parece que nos esperaba.

Bueno! ya estamos aqui!! veamos que bienvenida nos han preparado!!! eso dirá mucho de lo que nos espera en esta misión.

El hombre al ver que no obtiene respuesta, apaga el aparato de música y baja de la furgoneta, se enciende un cigarrillo con una cerilla que tira al suelo y comienza a acercarse a vosotros... E ustedes !!, alguno de vosotros es Arthur Blackmore?

Bufa algo molesto por las prisas del tipo y se acerca caminando despacio mientras se lleva las manos a los bolsillos. Apenas habían llegado y ya comenzaban a aparecer molestias. El caso se presentaba bastante incómodo en líneas generales.
Soy yo. Agente Blackmore del FBI... ¿Hablo con el técnico que envía la oficina central?
No le tiende la mano para saludarle. De hecho, parece un poco hosco y bastante molesto.
Una de las cosas que mas molestaban a Blackmore eran las prisas. Y otra que no le dejaran hacer las cosas a su ritmo.

Te tiendo la mano para estrecharla, pero parece que hoy no será el día...

Claro... restriego mi mano por el pantalón dando media vuelta y caminado hacia la parte de detrás del vehículo... Vamos !!!, vengan les daré lo suyo y les dejaré... trabajar...

Abro el portón trasero y podéis ver por las paredes un montón de tipos de armas, cajas con cartuchos y granadas en la parte de atrás y varios gadgets catalogados y repartidos. Jess entra dentro y comienza a rebuscar.... Veamos, 5 transmisores por frecuencia... abre una especie de bolsa de deporta azul sin nada escrito en ninguna parte de la misma y va arrojando dentro cosas.

También querían... aquí tienen 5 discos duros de 250 Gb, ooo estos son una pasada, no pierden las revoluciones de un disco normal pero en el tamaño de una tarjeta de crédito, se conectan por Bluetooth a cualquier cosa... je, a si, y los móviles.

Empuja el asiento del conductor y coge una caja del del copiloto, aquí tienen cinco Nokias N1500, último modelo tiene de todo, incluso GPS integrado, y por supuesto interferibles por ningún sistema conocido, la señal no puede ser bloqueada tampoco por ningún tipo de aparato puesto que acceden directamente al satélite del GPS.

Bueno creo que esto es todo ¿verdad? se baja de la furgoneta de un salto y ya abajo coge la bolsa y te la da casi tirándotela al pecho... Que se lo pasen muy bien, agente Blackmore...

Blackmore observa el interior de la furgoneta con creciente interés. Armas, municiones y gadgets varios. No era un amante de la tecnología, pero si lo bastante curioso como para mirar esos trastos con sumo interés.
Se acerca un par de pasos, las manos aún en los bolsillos y echa una mirada por aquí y por allá.

Recibe la bolsa con los bazos abiertos y a caza en el aire una vez ha rebotado contra él. La mira con extrañado, pensando en si esa era la manera correcta de tratar esos aparatitos de avanzada tecnología.
Bueno, esto es todo. si. Philip, haremos lo que podamos... Aunque yo siempre me divierto cuando trabajo
Le contesta bromeando.
Recuerdame que a la próxima te de la mano al verte y cuando acabe todo esto nos vamos a tomarnos unas cervezas...
Algo le decía que ese tipo tenía que ser un compañero de cervezas impresionante. Y hacía mucho que no salía de cervezas.

El hombre sonríe a las palabras de Blackmore, y le da una palmadita en el hombro tras cerrar la puerta trasera... No dude que lo haré agente. digo mostrando una sonrisa... Vaya, parece que ya es hora de que yo me marche de aquí, je ahí vienen a buscarles supongo... levanto mi mano elevándola hacia el interior de la base.

Podéis observar una pequeña nube de humo tras las vallas, que se levanta tras el paso de lo que parece un transporte militar, una especie de camioneta cuatro por cuatro, pero con la parte de atrás totalmente cubierta... Viene del interior de la base.

En fin señores, un placer y espero volverlos a ver... tras lo cual me monto en mi furgoneta, enciendo de nuevo la música y arranco, saliendo a toda velocidad por la carretera, y sin parecer reducir la marcha... parece que en poco mas de un minuto el cuatro por cuatro llegará a vosotros...

Una mirada a sus ojos, a su nueva broma…. Un dedo vertical hacia mis labios, silencio Andrew, casi tapa del todo una media sonrisa. Firmeza en mis ojos, no empieces, por lo menos a mi no.

Observo el encuentro entre los hombres, me sorprende el gesto grosero de Blakmore. Que raro. Lo seguimos a la furgoneta, vaya “equipaje” que lleva el del sombrero. Gesto de admiración, aquí hay material del mejor, del que no se usa para nimiedades. No ofrezco mi ayuda para cargar los utensilios, es innecesaria.

Su tono pasa a ser distendido, mejor, correcto y formal sin ser mal educado. Así es como hay que trabajar, siempre que se pueda y te dejen. Asiento a su despedida. Encantada agente, buen viaje.Levanto la vista con la mano derecha a modo de visera, afilando la mirada hacia la carretera y el vehículo que parece que viene a nuestro encuentro.

No me terminan de gustar las maneras de Blackmore. Ah... suspiro será difícil tratar con él, y encima está al mando.

Sigo al tipo nuevo y veo el arsenal que lleva en la furgoneta. Vaya!!! cuando empezamos una nueva guerra??? no me había enterado. odio las armas así que paso de coger nada, solo me mantengo a su lado observando. No he venido a matar a nadie, solo a investigar sus muertes... espero realmente no tener que usar mi arma.

Despido al agente con una mano y una sonrisa, y me vuelvo hacia el vehículo que se acerca desde la base.

Parecen que no tendremos que esperar demasiado. Bien! aquí hace mucha calor.

Intento echar un vistazo a mi alrededor, pero dudo que vea algo más que arena y matorrales secos.

Pasados un par de minutos podéis ver que se trata efectivamente de una especie de camión 4 por 4, el vehículo se detiene a unos cinco metros delante vuestro y por el otro lado de la valla...

Los colores del mismo son en tonos verdes como es costumbre. Cuatro faros en el morro del mismo permanecen apagados. La parte de atrás está cubierta por una lona verde también con zonas transparentes a media altura.

La puerta del conductor se abre, y baja un hombre vestido de militar, con el nombre Lloyd en su pecho derecho de la chaqueta.

Buenas tardes, el equipo de la FBI supongo. os mira rápidamente Bueno, pues cuando gustéis podéis ir subiendo a la parte de atrás, os llevaré al centro.

Sin miraros mas, monta en el coche Vamos no os cortéis no se está muy cómodo, pero para un rato no creo que se os quede el culo muy dolorido

Sin apagar el motor espera a que os montéis y en cuanto estáis todos arranca...

Dios, pero para que queremos tantas armas !!! pienso mientras veo el interior de la furgoneta, y respiro un tanto aliviado, cuando observo que tan solo recogemos algunos objetos útiles.

Al parecer y no mucho mas tarde aparece un camión con un tal Lloyd, doy un suspiro y miro a mis compañeros, Para, dentro entonces? me agarro a algún sitio y de forma no muy agil me subo al 4 x 4 esperando que el resto haga lo propio.

Saludo con la mano, Buenas! y resignada me subo al coche por detrás.

Cuanto me alegro de llevar pantalones... miro a Cristine Felton y le sonrío. No es que me caiga mal, pero... si ella no es amable conmigo pq he de serlo yo con ella???

Nada en aquella furgoneta despertaba mi interés, lo único que me interesaba de la tecnología era los equipos de rastreo, y ya tenía a mi experto particular, así que simplemente le pedía lo que quería, no podía dejar de mirar el sombrero de aquel tipo, me parecía de mucha más ciencia ficción que los avanzados equipos que Blackmore recogía, la media sonrisa de Cris, por lo menos parece que también le parece estrambótico, o eso, o verme vestido de Armani, le sonrío de nuevo mientras cambio mi atención a Blackmore, Me apunto a esas cervezas le digo en tono cordial.

Se va una furgoneta y llega la caballería, Elisa tiene razón, hace un calor de la leche aquí, ni rastro de brisa, el militar llega, en su línea de amabilidad, un breve saludo y me dispongo a ayudar a subir al camión a las dos chicas, Veo que no le hace falta mi ayuda agente Brennan, la veo en buena forma, le digo alegremente mientras miro a Peetcher, ese si que la va a necesitar, no se le ve demasiado ágil, me giro hacia Cris, por si necesitara ayuda, aunque lo mismo se ofende si se la ofrezco, pero con ese modelito, uhm, sacudo un poco la cabeza, demasiado calor en este desierto.

Espero justo al lado del coche, a que entren todos.

Sí, lo estoy. Gracias. Acaso iba a ofrecerse a ayudarme, Andy??? escondo una sonrisa sin mucho reparo.

Me gusta hacer deporte además de contacto, asi que estoy ágil y fuerte, sin pasarse claro. Sigo siendo una mujer muy femenina, pero ir por la selva buscando restos mayas no es para señoritas repipis... asi que tengo que mantenerme en forma para no tener que pedir ayuda a los machotes como Andy o Blackmore. y menos para subir a un camión... si fuera a un árbol... no tampoco... recuerdo aquel viaje a Yellowstones donde... uffffff que calor.... mejor me concentro en hoy.

¡Por supuesto!
Responde Blackmore con una sonrisa.
Nos tomaremos unas cervezas a la salud del caso cuando lo demos por finalizado

Al ver llegar el 4x4 Blackmore observa el vehículo con ojo crítico. Le gustan los coches. Y por un extraño motivo le gustan los rápidos o los grandes. Y al parecer ese cumplía todas sus expectativas. Si había algo que reconocerles a los militares es que sabían donde poner sus culos para moverse por el mundo.

Se acerca al vehículo y pasea una mano por la carrocería, agachándose a observas las ruedas y otros pequeños detalles.
Sentarse detrás... Bueno, ya tendré tiempo de estudiar estas preciosidades mas adelante.
Espera a que todos estén dentro y cuando ya ha subido todo el euqipo al vehículo, le pasa la bolsa de deporte a Goer y entra él también, acomodándose cerca de la salida.

Respondo a su saludo cuando llega. Buenas tardes… Primer militar de la reunión. Estupendo, a montarse así vestida en el camión. Veo la sonrisa de Brennan, ¿De complicidad o riéndose de mi? Tengamos la fiesta en paz, es de complicidad Cris, venga vale. Suspiro.

Me coloco en el lado derecho de la entrada trasera y me agarro con ambas manos al borde lateral. No puedo tapar por debajo la faldita de las narices, esto se avisa joder. Cojo impulso y subo, bueno, ha ido bien. Arriba me siento al lado de Peetcher y ya sí, puedo poner las manos por debajo para que la tela esté lo más cerca posible de mis flexionadas y juntas rodillas. A la base.

¿Acaso dudaba de que fuera hacerlo? le devuelvo la sonrisa, las cosas empezaban a ir mejor, estoy seguro de que podremos tratar con este maldito asunto, trabajaremos bien juntos, si, espero que si.

Observo con una sonrisa las dificultades de Cris para subir con la falda, justo cuando iba a ayudarle, lo consigue, nunca fue demasiado buena para este tipo de cosas, y encima con ese traje, que no ayuda para nada, sigue teniendo buenas piernas, aparto la mirada, que empezaba a parecerse demasiado a la que Blackmore acaba de dedicar al coche.

La tranquilidad del desierto, si, eso dicen por ahí, los recuerdos vuelven a volar demasiado bajos, tanto que casi puedo alcanzarlos, se que seguirán haciéndolo, se que terminaré convirtiéndolos de nuevo en presente. Con un pequeño salto agarro el hierro que sujeta la lona al vehículo, y subo a pulso en su interior, mis ojos vuelven a buscarla, agarrando la bolsa que me tiende Blackmore.

Humedezco mis labios, desde que he llegado a Nueva York añoro el agua del mar, mucho más fría, sin playas en las que perderse, aunque, creo, que en el fondo, sólo hay que saber donde encontrarlas, empiezo a silbar una canción.

Creo que su amiga la necesita más que yo... susurré.

No quería mirar a ninguno en concreto pero mirar el techo o el suelo del vehículo eran completamente descartables... así que...

Supongo que tendremos acceso ilimitado a las instalaciones no? era una pregunta cuya respuesta deducía pero necesitaba hablar de algo antes que mirar los pies de mis compañeros o sus caras directamente sin producir molestias.