Partida Rol por web

El grupo había salido de la capital rumbo a la ciudad de Terrion, lugar de cazadores, para encontrarse con Kaëm.

Apenas habían pasado diez minutos desde que partisteis de la capital cuando un mensajero a caballo se aproximó a toda prisa.

Dijo que tenía una cosa para el capitán, que al parecer era un objeto mágico que debía servir para paliar la salida de Zarek del grupo. El hombre no supo deciros nada más y se marchó.

Cuando Anioz desenvolvió la tela que cubría el objeto... sólo vio una esfera totalmente transparente.

Desde luego...
Si informaran un poquito mejor a la gente incluso puede que completáramos las misiones...
Guardo la esfera bien a cubierto en la alforja de mi caballo.
Esperemos que no sea peligrosa, igual es un arma...

Proseguimos de mientras.

- Mejor tener equipo que no sabemos utilizar que carecer de él -añade el elfo después de contemplar con curiosidad la esfera antes de que Anioz la guardara.

GMBPFHH . . . eso parece cosa de brujerías. Yo me desharía de él ahora que estamos a tiempo, antes que estalle en llamas quemándonos a todos. Ya visteis lo que hacía Zarek.

Me alejo prudentemente del artefacto y de Anioz, como si realmente fuera una pestilencia peligrosa.

Recuerdo una vez hace mucho tiempo, viajábamos como escolta de un noble mercader que establecía nuevas rutas comerciales. Nos topamos con una criatura que no he vuelto a ver nunca y que espero no volver a encontrar. Íbamos por un espeso bosque lleno de luciérnagas en un crepúsculo neblinoso. Todo el bosque adquiría en la oscuridad creciente un aspecto fantasmagórico.

Íbamos como decía seis guardias además de los sirvientes del noble y los porteadores. De pronto oímos golpeteo como de cascos en el suelo y todos nos pusimos alerta, sacando las hachas a pasear. Continuamos prudentemente y al poco ante nosotros apareció un animal . . . extraño. Parecía un caballo pero en su frente había un . . . cuerno. Un cuerno recto y enroscado. Y brillaba. Emitía unas pulsaciones luminosas.

Miro ceñudo a ms compañeros porque si se burlan de mi o se ríen de mi historia.

En cuanto el mercader vio aquello inmediatamente dijo: << ¡CAPTURADLO! >> y allá que va el capitán Freon empuñando una cuerda para enlazar al animal.

Todos nos relajamos mientras se aproximaba pero de pronto el capitán . . . empezó a flotar en el aire. Aquel ser bajó la cabeza, apuntó al capitán con su extraño cuerno y este empezó a flotar, se alzó hasta un metro del suelo.

Nos quedamos petrificados y boquiabiertos. Cuando quisimos reaccionar esa especie de caballo cornudo dio media vuelta y se alejó al galope. El capitán cayó y se dio una buena costalada.

Ese es un recuerdo capaz de hacerme reír.

¡JA, JA, JA! Menudo mamporro se dio.

- Que diversión os montabais antaño a costa de cervatillos -dijo alegremente tras escuchar al enano en silencio.

Bueno Görg,el día que nos entreguen un animal como ese sin ofrecernos una explicación prometo mantenerlo lejos de ti.
Rompo a reír.

Si nos han entregado esta esfera sera por una razón, cuando acampemos la estudiare, bien lejos de ti si eso te tranquiliza.

Prosigamos pues.

Las conversaciones sobre el pasado continuaron durante buena parte de la tarde. Una vez que el sol empezó a irse y las estrellas amenazaban con aparecer decidisteis parar en una pequeña fonda para mercaderes y viajeros.

Era un lugar bastante grande, desde fuera se apreciaba perfectamente el bullicio que hervía en el interior, al parecer había una fiesta.

La puerta se abrió de golpe, a vuestros oídos llegó una melodía de índole festivo. Dos hombres bien fornidos salieron con una jarra de cerveza en la mano, ambos estaban bailando como locos.

¡Adelante! dijo alguien desde el interior.

Borrachos...

Pasemos, pero tened los ojos bien abiertos, no sabemos quien puede estar buscándonos. Me da la sensación de que hemos adquirido cierta fama.

Camino hacia la posada tras buscar un mozo o poste donde guardar nuestras monturas.

Cargo conmigo la mayoría de los útiles de viajes que podrían ser tentadores.

- ¿Comenzaremos a recopilar información aquí o solo haremos noche? -pregunta al grupo en general con el pensamiento puesto en irse rápidamente a dormir o preparar con calma el equipo antes de cenar.

¿Recopilar información? Miro al elfo ceñudo. Luego lanzo una significativa mirada a los dos danzantes y vuelvo la mirada de nuevo al elfo enarcando solo una ceja. Solo hay que entrar ahí y escuchar. Quizá también podamos recopilar alguna cerveza, como han hecho esos ¿eh?

Busco lugar para alojar al caballo, una cuadra o similar, luego recojo mis cosas.

El viaje había comenzado de manera tranquila. Entre charlas y viejas anécdotas la compañía arribó a una pequeña fonda donde el ambiente parecía relajado y amistoso. A la elfa no le había llamado la atención el objeto mágico. Sabía que si se los habían dado era porque podrían necesitarlo en la misión y como el jefe era el responsable, no tenía sentido preocuparse por él.

Llevó su caballo al establo junto a los demás y tomó sus cosas antes de ingresar en el recinto.

-Muy buena idea enano. Busquemos una mesa discreta donde poder comer y beber y de paso enterarnos de los chismes que corren por la región.

Habían más de diez mesas, casi todas llenas. Anioz, que encabezaba el grupo, se fijó en una de las esquinas del lugar, allí había sitio para todos.

En la otra punta habían dos hombres de pie, eran los músicos. Uno tocaba una especie de piano, mientras que el otro tocaba un instrumento de viento extraño. Seguramente típico de la zona.

Todos comían, reían y bebían. La mayoría eran lugareños, campesinos, pero también habían comerciantes y algún viajero.

Enseguida se presentó una moza para tomaros nota, poco después vuestra mesa estaba plagada de comida, un guiso exquisito, y bebida.

La noche parecía transcurrir con normalidad, así que Elladan pronto se despidió de vosotros y se fue a la zona de los dormitorios. Los cuales habíais pagado rato antes al posadero. Esta zona no estaba en un piso superior, sino que había que salir a un patio para llegar a otra zona de la enorme propiedad.

Por el [modo ironía on] estricto cumplimiento de la misión [modo ironía off] permanezco eminentemente silencioso dedicando mi atención a la comida, la bebida y . . . las conversaciones ajenas. Procuro enterarme de como les van las cosas a los lugareños, cuales son sus temas de conversación, qué les preocupa, etc.

Ah . . . palabras. Siempre las palabras. Nexo entre razas y pueblos, vehículo del comercio y causa de disputas. Algún día he de estudiar las palabras de verdad.

Como copiosamente y embrutecido mas allá de mis modales usuales.
Un muslo de pollo por aquí, salsa de esta, un montón de puré de patatas.

Tras la copiosa comida me levanto hacia la barra en busca de algún tabaco que me ayude a bajar la inflamación y me ayude a dormir.

No es de mi interés la fiesta y me apetece disfrutar un lecho, ademas pretendo investigar nuestra nueva adquisición esférica.

No os acostéis tarde, mañana saldremos pronto y por el honor de la guardia, no os emborracheis.

Se que se me hará caso omiso pero lo pido.

Despido con un gesto a Elladan y observo desde la barra a la gente de la taberna en busca de algo que llame mi atención.

Siguiendo a sus compañeros Ireth se ubicó con ellos en la mesa y comió y bebió moderadamente. No era dada a los excesos y como al día siguiente les aguardaba una dura marcha, no quería tener que lamentar esta noche. Mientras transcurría la cena, discretamente aguzó los oídos para ver si lograba captar alguna conversación interesante. Los parroquianos tendían a soltar la lengua cuando bebían y si ella simulaba estar en sus asuntos, probablemente no se ocuparan de bajar el tono de voz.

Bien bien, veamos que se cuece en este pequeño pueblecito...

Permanecías atenta al mayor número posible de conversaciones al mismo tiempo. Y en una de ellas reconociste un tono de voz familiar.

¡Resultó ser Giler! Aquel asustadizo y misterioso hombre de la aldea de Nolvil.

Pero antes de pensar en saludarle escuchaste salir de su boca las siguientes palabras:

Esos malditos campesinos se lo creían todo. Y yo me embolsé un buen saco de monedas.

Alrededor de Giler habían dos hombres mal, ninguno de buen aspecto, sin duda gente dedicada a las fechorías.

Tras despedirte de tus compañeros sales al patio, desde allí se podía observar el cielo estrellado mientras se escuchaba la música y el reír de las personas.

El cielo estaba precioso...

Mientras va de camino, contempla las estrellas con la música de fondo. Este pueblo parece estar ajeno al problema del falso dios y la guerra, o quizá es simplemente esta noche. Eran lugares como este por los que valía la pena ser guerrero y luchar por su defensa...

De repente escuchas un ruido, pero antes de que puedas reaccionar notas un duro golpe en la cabeza. Pierdes el conocimiento.