Partida Rol por web

La oscuridad ha regresado.

Han pasado dos semanas desde que finalizáses el curso en Hogwarts, un primer año repleto de aventuras desde principio a fin. Un fin que no podía ser más sombrío.

Lord Voldermort, el mago tenebroso más fuerte de todos los tiempos ha vuelto y el mundo mágico, por desgracia, se ve amenazado una vez más.

Encima, nadie cree ni a Dumbledore ni a Potter, que afirman que ha regresado. El miedo en Cornelius Fudge le nubla la vista y ahora hay una propaganda anti Potter y anti Dumbledore que se extiende más allá del país.

¿Qué ocurrirá? ¿Cómo afrontaréis este cambio de rumbo en los acontecimientos?

Liss ha huído con Cedric aunque sabes que pronto les darán caza, porque los seguidores de Voldermort no dejarán a nadie con conocimiento de que ha vuelto con vida, y de Eris no sabes absolutamente nada. Huyó también junto a su familia pero es muy improbable que continúe con vida.

Y tú... llevas dos semanas en casa de tu tío, Pierre, desde que te fueron a buscar y te anunciaron una gran noticia: habían encontrado a tu madre. ¡¡Estaba viva!!

La primera vez que te llevaron, hace una semana, no pudiste entrar, pero supiste lo que le había ocurrido. Su antigua pareja, quien vivía con vosotras dos, la hechizó. Ella no quería abandonarte, quería quedarse y luchar, pero François, que así es como se llamaba ese hombre, le echó un encantamiento desmemorizador y le cambió los recuerdos, haciendo que se olvidase de su propia identidad, de sus seres queridos, de ti y de la magia. Aún no han podido recuperar su memoria y su estado era tan confuso que Pierre no quiso que entrases. Aún no.

Por otro lado, Sirius ha estado haciendo misiones para Dumbledore, pero te ha enviado una carta en la que te anuncias que irás a vivir con él. Pierre también y tu madre, de quien está seguro que se recuperará, lo mismo.

Hoy has recogido tus cosas y las has metido en el baúl, las cartas de Harry donde no te cuenta mucho y tu Saeta de Fuego 2.0.

Partiréis a Grinmauld Place, el número 12, en Londres. Leiste eso antes de que tu tío quemase el pergamino. Pero antes... antes toca visita a tu madre.

Pierre:-¿Preparada, Karen?

Durante dos semanas, sabiendo quemi madre estaba viva, no he podido verla. Eso en ocasiones me ponía de los nervios. Solo recordar que he pasado ya tanto tiempo sin verla que...un poco más no me matará. He hecho de todo, desde hacerme un nuevo corte de pelo a teñírmelo de otro color. Al estilo muggle ya que no puedo hacer magia. Pasando por manicura, pedicura...sesiones de mil abdominales y horas de tirar una pelota contra la pared como si fuese un quaffle.

Pero se me acaba la paciencia. ¡Quiero verla! Espero poder hacerlo en ese "Grimauld Place".

También tengo muchas ganas de ver a Harry, y a Sirius. PEro antes al fin la visita a mi madre. ¿Cambiará eso algo?

-Preparada, Pierre. Siempre lo estoy.

Avanzais un poco más por el pasillo, pasando la mitad de la extensión de este, algo que no pudiste hacer la última vez y ahora según os vais acercando escuchas en un perfecto francés los gritos furiosos de una mujer:

- ¡¿Dónde está mi hija, François?! ¡¡¿¿COMO TE ATREVISTE A SEPARARME DE ELLA??!! Mi hija... ¡Mi Karen!- la voz de un hombre intenta imponerse sobre la de ella intentanto excusarse, comentando que tú estabas a salvo, pero ella no le escucha y se escucha hasta cómo empieza a tirarle cosas.- ¡¡NO TENÍAS NINGÚN DERECHO, MALDITO!! ¡Secuestrador! ¡Largo de aquí!

Un jarrón se estrella en la pared en el pasillo haciéndose añicos. Acaba de salir de la habitación de donde provienen los gritos. Un hombre hecho un desastre sale y con él dos guardias magos; seguramente está condenado a ir a Azkaban y solo le han dejado venir a despedirse.

Los gritos de tu madre continúan y él se larga, histérico y nervioso. Al parecer se culpa por todo. Pasa a vuestro lado, fijándose unos segundos en ti.

Luego Pierra te agarra del hombro y te insta a continuar.

- Mi hija... Karen... Espero que Pierre la haya cuidado, que esté a salvo...

Y ahí está. Desconsolada y triste, pero al fin y al cabo llena de energía.

Tu madre.

Pierre permanece en silencio ante la puerta abierta. Espera tu reacción.

Fuera llueve a cantaros cuando me asomo y la veo. Irradia energía, como si deseara recuperar muchísimo tiempo que le ha sido robado injustamente. Medio sonrrío al ver el desastre que ha armado.

-Siempre y cuando no me tires jarrones...estaré bien. Pierre me ha cuidado....mamá.

Digo desde la puerta, mirándola, tratando de bromear un poco.

Mamá...que raro suena. Es muy guapa...¿Me recordará? No...no puede...era muy pequeña y ya hace mucho...

-Incluso ha conseguido mantenerme viva pese a lo que me gusta volar. Eso unido a mi mala suerte debería ser mortal...- me encojo de hombros.

Observo ciertos rasgos, su labio inferior, el color de ojos, las aletas de la nariz...nos parecemos un poco.

Mira enseguida a la puerta, donde estás y cuando dices mamá... esas palabras resuenan en su mente una y otra vez. Sus ojos se abren de par en par y su boca intenta emitir algún sonido.

- Ma cherie...- aunque le han prohibido levantarse, lo hace y mira a Pierre unos momentos, que no ha cambiado nada.- ¿Karen?

Pierre asiente, medio sonriendo. Ella se agacha y te coja una mano. Empieza a llorar.

- Pardon moi, Karen... pardon moi... no me di cuenta de lo que estaba pasando. Yo no quería...

-No lo elegiste tú, ahora lo sé. Lo siento...yo...me siento mal. Te odié tanto tiempo. No...no es exacto, nunca te odié pero...pero me dolía mucho que me hubieras abandonado. Era lo que yo creía. Y ahora...sé que no. Lo siento, perdoname. Mamá...te he echado de menos...tanto.

Pongo mi otra mano sobre la suya, sentándome junto a ella, llorando en silencio. AL poco, la muevo para acercarla a mi, para consolarla.

Te sujeta la cara unos momentos.

- ¡Pero qué guapa eres! ¡Y estás enorme!- se sienta contigo y no duda en abrazarte con fuerza y besarte en la mejilla.- Oh... mi Karen... estás sana y salva... cuanto me alegro.

Ya estais toda la familia. O no... faltaba alguien.

¡Un perro gigante entra en la habitación y se lanza sobre vosotras dos a la vez! Contentísimos, lamiéndoos a las dos.

Pierre:- ¡Canuto! ¿Cómo se te ocurre escaparte? ¡Estás loco! ¿Y cómo has entrado?

Pero Sirius continúa a lo suyo.

Rosalin, al escuchar el nombre y observar a Sirius, no puede evitar sonreir y abrazarle también.

¡Se alegra muchísimo de verle con vida!

Yo, aunque menos, sigo teniendo bastantes reparos con los perros. Al menos ya no hiperventilo. Pero que ese perrazo se me tire encima, aun sabiendo que es Sirius...hace que me tense.

-Se van a mosquear contigo por escaparte así...- solo lo comento, no se lo reprocho. Lo cierto es que es apropiado que esté ahí.

Me alegro muchísimo de ver a mi madre. Pero a la vez...¿Qué digo? No sé de que hablar, que tema sacar...así que no hablo. Le acaricio la cabeza a Sirius.

El perro se sienta, para no asustarte más, y deja que le acaricies mientras Rosalin no te quita ojo.

Es guapísima...

- Dime, Karen. ¿Qué tal estás? ¿Cómo te va? Cuéntame cosas de ti... yo... me da rabia no conocerte.

Se echa de nuevo y se tapa con las sábanas.

- Y perdón por el desastre...- Pierre se encarga de arreglar los jarrones y los vasos rotos.- Y me gusta tu estilo de pelo. A mí también me gustaba usar diferentes colores.

-Hasta hace una semana era azul oscuro y morado. Aparte del negro natural que se me ve ahora un poco también. He sacado el pelo de mi querida tita Bella. Estará todo lo chalada que queráis, pero he buscado en periodicos viejos y tal y tenía un pelo precioso.

-Y bueno...cosas sobre mí...pues, estoy en 5º de Hogwarts, aunque debería ser 6º de Beauxbatons. Perdí un año por el idioma. Me encanta el quidditch y soy pasable jugándolo. Soy cazadora en Gryffindor. Me encanta volar, aunque como ya te dije...no sé si me maldecirían de pequeña* o algo pero Pierre te puede confirmar que me persigue una mala suerte que lo flipas...así que dedicarme a volar es como tentar al destino.

Río.

-Pero me encanta. Tampoco se me dan mal los duelos, gané el torneo en el colegio a chicos de séptimo. Los torpes supongo. Que más...¡Ah! Hace casi un año que tengo novio. Se llama Harry Potter, no sé si lo conocerás...

Va sonriendo según le vas contando cosas mientras Sirius continúa sentadito y tranquilo, escuchando. No termina de creerse que seas pasable en quidditch porque ella y Sirius eran buenísimos y lo de la mala suerte le hace gracia. Cree que estás exagerando, seguro. Luego, eso sí, cuando dices el nombre de tu novio, abre los ojos un poco más y mira a Sirius que asiente con un ladrido.

- El hijo de James y Lily, ¿eh? Interesante. Mi hija es una persona de lo más curiosa. Y dime, ¿te metes en muchos líos como lo hacía tu padre? Y veo que sigues haciéndolo, Sirius. En cuanto a lo del quidditch... algo me dice que eres mucho mejor de lo que dices.

-No sé...no tiro bien. Es verdad que no hay quién me tire de la escoba pero si no marco los goles...no estoy a nivel profesional...sería quizá una suplente pasable. Pero no buena...aunque si te refieres al colegio, supongo que sí, que soy bastante buena.- me encojo de hombros. -Y yo no me meto en ningún lío mamá. Soy una chica buena.- pongo cara de angelito que no ha roto un plato. -Pero claro...no voy a dejar a mis amigos y mi novio meterse ellos solos, tendré que sacarlos de los lios...en realidad soy una mártir...- suspiro teatralmente.

-Y...no digas su nombre en alto...es el criminal más buscado de la historia reciente a ojos del mundo después de todo...aparte de Voldemort claro. Pero creo que eso es otra liga. Mejor Canuto.

-¿Cuánto vas a tener que estar aquí?

Tu madre asiente ante la inforamación sobre Sirius.

Así que criminal, ¿eh? La de cosas que me he perdido...

Acaricia a Sirius que se pone más contento, antes de volver a mirarte.

- Creo que me quieren tener en observación unos días más solo. Por si recuerdo algo más, aunque creo que ya está todo. Después, por lo que he leído en el Profeta, habrá que volver a la Orden.- su tono es serio pero decidido. Piensa en Lily, en James...- Y seguro que se puede mejorar ese tiro.- te guiña un ojo y se te queda mirando. Te admira. Admira a la mujer en que te has convertido. Te abraza de nuevo.- Te quiero mucho, Karen. De verdad. Y nunca más dejaré que me separen de ti. ¿D'accord?

-Oye oye...no te pases. Que una aprecia su intimidad, ya sabes...- río, bromeando de nuevo, pero le devuelvo el abrazo antes de levantarme. Parece que es la hora de marcharnos.

-Sal pronto de aquí ¿Vale?

Agradezco a Pierre con la mirada el haberme traido.

Te asiente. Es una promesa.

Mira a Sirius que se levanta de nuevo dispuesto a marchar.

- Cuídala, ¿eh?

Él ladra de nuevo y junto con Pierre marcháis. En cuanto salís a la calle, algo que ha sido bastante complicado porque Sirius tenía que ocultarse como bien podía entre mesas, camillas y habitaciones,  vais hacia un callejón donde Pierre te explica que os desapareceréis. Es como usar un traslador, aunque algo más peligroso, pero él sabe lo que hace.

Te sujeta de la mano con fuerza y al momento los tres aparecéis en una plaza.

Pierre:- ¿Recuerdas el papel que te pasé?- y señala al complejo de casas que tenéis enfrente. Instantáneamente ves cómo una casa, la que tiene el número 12, va haciéndose hueco entre el 11 y el 13, sin que nadie más de los muggles se dé cuenta.- este es nuestro lugar secreto. O cuartel, como quieras llamarlo.

Sirius ladra de nuevo y corre hacia la casa. Pierre te insta a seguirle.

La casa, en su interior parece como si estuviese abandonada y un olor entre cerrado y suciedad llega a tu nariz. Hay telas de araña por todas partes.

Sirius se transforma al fin en humano y te sonríe, emocionado, mientras Pierre se asegura de cerrar bien la puerta.

Sirius:- ¡Bienvenida a casa!

-Así que ¿Esta es tu casa? Me paguece que hace falta limpiag bastante pog aquí. ¿No, Pierre?

Se lo pregunto a él, bromeando, porque es bastante escrupuloso.

-Pego paguece pegfecta.- le devuelvo la sonrisa. -¿Dónde está mi cuagto?

Dejo de hablar en francés para que me entienda con más facilidad.

-¿Hay más gente pog aquí?

Si es el cuartel general debe haber más gente, creo yo...

Sonríe.

- De momento no hay nadie más. En unos días irán llegando los demás. Hablé con Dumbledore y este será el cuartel general de la orden del fénix. Por cierto, no puedes decirle nada a Harry sobre esto. Es demasiado peligroso y este es el único lugar que tenemos para reunirnos y que yo esté a salvo. ¿Lo entiendes, verdad? Sé que costará, pero no puedes hablar de nada de lo que está pasando.

Avanza por el pasillo y vais viendo las habitaciones.

- Tras esta cortina está el retrato de mi madre, tu abuela, y te recomiendo que no la despiertes. No me tenía en mucha estima y se pone a gritar como una loca.

- Puedes elegir la habitación que más te guste. Ya la arreglarás a tu gusto, pero ten cuidado, puede haber bichos. Elige una y acomódate, nos veremos en la cocina. ¡Ah si! Y si ves a un elfo doméstico... ignóralo. Es Kreacher.

-Vale.

Llevo mi maleta hasta una habitación el tercer piso, no muy grande. Per oeso se debe sobre todo a la gran cama con dosel que hay en medio. La cama no me gusta demasiado pero si el escritorio que hay en una de las paredes. De esos antiguos con miles de cajones y compartimentos secretos. Me encnatan desde que vi una pelicula de misterio muggle.

Dejo la maleta y cuando voy a salir me doy cuenta de que hay un elfo en la puerta.

-Tú debes seg Kgueacheg...Hola, soy Kaguen. La hija de Siguius. ¿Nos llevaguemos bien vegdad? Me gustaguía que limpiagas el cuagto. Sobgue todo la cama.

Mi tono es de orden más que de petición. Como si tuviera todo el derecho a ordenar y el la obligación de obedecer. Cosa que...es cierta si ahora vivo ahí siendo descendiente de Sirius. No soy dura pero tampoco amable por que por la mirada de ese elfo...es de los que están chapados a la antigua. Les encanta obedecer. Se supone.

Voy hacia la cocina.

Kreacher, que parece no estar dispuesto a escucharte ni mucho menos, te insulta bajo un "otra amiga de sangres sucia más en esta casa... ay... si mi ama se enterase... qué desgracia..." y se marcha arrastrando los pies. Al parecer vas a tener que limpiarla por tí misma.

Según bajas a la cocina, procurando hacer el menor ruido posible por la zona del retrato, escuchas voces femeninas y una vez que llegas observas a la señora Weasley hablando con Sirius y Pierre.

- Fantástico, fantástico.

Se gira al escuchar tus pasos y te sonríe ampliamente.

- ¡Karen! Querida, cuanto me alegro de verte.

Cubre la distancia que queda entre vosotras y te abraza de forma muy fuerte.

- Has crecido. ¿Qué tal? ¿Todo bien?

En la habitación hay varias personas más además de tu padre y tu tío. Está el señor Weasley, un mujer de pelo lila que se te presenta como Tonks, el verdaderos Moody y... ¿Snape?

- Siéntate, querida. Vamos a cenar pronto. Los chicos están a punto de llegar.

Sirius parece feliz de tenerte ahí, con él, pues te guiña un ojo desde su asiento, presidiendo la mesa.

Sonrío a todos. Y señalo a Tonks, asintiendo.

-Mola tu pelo. Un colog guay.

Pero la ver a Snape tuerzo el gesto, medio gimiendo. No por desagrado hacia el que tampoco me cae TAN mal. Sino para medio hacer una broma.

-¿No...igá amandagme más debegues no? Le estoy cogiendo asco a las gaices de mandgagoga con el "mini" ensayo que nos mandó...

Y al ver a Moody sonrío.

-Me alegga vegle con mejog aspecto...¿Pgofesog? ¿Seguigá este año? Debo admitig que Bagty Cgouch disfgazado de usted fue el mejog pgofesog de DCAO que he tenido...me enseñó a sopogtag las...impegdonables. Ups...cgeo que no debí decig eso.

No creo que les haga gracia a ninguno saber que me hicieron imperius y cruciatus...sobre todo a Sirius...metedura de pata..

-Bueno, quigo decig que si el Ojoloco Moody que nos dió clase, con el oguiginal apguendeguíamos aún más.