En esta escena se jugará el tercer y último capítulo de la partida.
TODOS/CERCANIAS DE MAFARM
El grupo sigue el camino cuyo destino es Mafarm, según os acercáis a vuestro destino podéis observar numerosos campos de cultivo. Estos campos de una extensión a tener en cuenta lucen en perfectas condiciones como si la desgracia que asola otras regiones del gran reino de Aerdia del Norte fueran un asunto completamente ajeno.
Delante de vosotros en el camino podéis observar un hombre joven, con los típicos ropajes humildes de campo, desaliñado y algo sucio. Parece que vuestra presencia le pone nervioso. Detenéis momentáneamente vuestro avance cuando empieza a gritaros:
FORASTEROS IROS A OTRA PARTE, VUESTRA CALAÑA NO ES BIENVENIDA, DAD MEDIA VUELTA Y VOLVED A VUESTRAS TIERRAS.
Antes decir nada quiero mirar por si veo a alguien mas que pudiera estar observandonos o observando al campesino.
ARN/CERCANIAS DE MAFARM
Arn hecha una ojeada rápida a los alrededores, a lo lejos ve a algún hombre y mujer más trabajando en el campo con ciertas prisas. Parecen ignorar los acontecimientos por completo, incluso da la impresión que se esfuerzan en ello.
Aranel se siente algo mal cuando van por el camino, ya que estan viendo que todo no esta del todo bien.
Cuando el campsesino les grita Aranel se asusta un poco y se coloca cerca de Arn cuando esta cerca de el se siente protegida.
Despues de eso espera la reaccion de sus compañeros.
Arn se quedó mirando al hombre unos segundos y despues rebusco en su zurron. Saco una moneda y se la lanzo a los pies al campesino. Mas que por limosna como engaño, asi sabría que clase de pensamiento tenian las gentes de por alli. Puede que solo fingiesen odiar a los extranjeros, lo había visto otras veces en los reinos mas oprimidos, solo lo hacian por miedo. O quizas fueran fanaticos y ni loco cojeria aquella moneda y los despreciaria. Tambien podría ser que no fuera ni lo uno ni lo otro...
Arn sigió a trote lento, sin quitar la vista, de manera disimulada, de las reacciones del aldeano.
TODOS/CERCANIAS DE MAFARM
En respuesta a tu acto el joven campesino pega una patada a la moneda lanzándola unos metros y sigue gritando:
-TU DINERO NO TIENE NINGÚN VALOR, SERA MEJOR QUE VUELVAS DE DONDE HAS VENIDO FORASTERO.
Arn no hizo caso del campesino y siguio cabalgando lentamente hacia las puertas de la ciudad. Aquello sería un problema, si todo el mundo se comportaba como él les pondrían las cosas aun mas dificiles.
Norion escucho al campesino, luego lo miro fijamente, en ese momento el preferia seguir con sus compañeros, pero estaria atento a lo que hiciese el campesino.
Aranel ve la reaccion del campesino y siente que esto se esta poniendo feo.
Ella cree que podrian tener problemas cuando entren en la ciudad visto lo visto y la reaccion de campesino.
Sigue cabalgando cerca de sus compañeros algo intranquila.
TODOS/CERCANIAS DE MAFARM
Seguís cabalgando por el camino lentamente, el joven se aparta de tu camino farfullando. La gente os mira preocupada, mientras la distancia hacía la pequeña villa se acorta. De repente una joven campesina se para en mitad de vuestro camino sollozando.
-Por favor- suplica entre lagrimas -dad media vuelta y marcharos, no queremos problemas-
Norion vislumbra a la humana, luego detiene su caballo y se dirige a ella, Norion le dice:
-no nos marcharemos, pues no estamos aqui para atacaros, solo queremos salvar a alguien.
luego observa atentamente a ver que sucede, sin perder de vista a la mujer.
Arn estaba en lo cierto. Aquellas personas tenian miedo, no miedo a ellos, si no a algo mas... estaba claro que en aquellas tierras nada era lo que parecía.
-De que problemas nos hablas mujer? No vamos ha haceros daño...-dijo secundando a su compañero.
TODOS/CERCANIAS DE MAFARM
Intentando calmarse pero sin demasiado éxito, pues sigue sollozando la joven os explica lo que sucede.
-Estas tierras son del mago y todos nosotros hemos jurado servirle. Los forasteros no deben entrar en ella y si lo hacéis todos nosotros seremos castigados. Por favor, por favor os ruego que os marchéis por nuestro bien.
Norion escuhaba aquellas palabras, era curioso saber como el mago tenia siervos a su servicio, pero no podia rehusar de aquel deber, Norion esperaba a que Arn se decidiese para saber cual era su opinion sobre esta decision, por lo que esperararia pacientemente.
Arn miró a su alrededor y despues volvio a mirar a la mujer.
-Esta bien mujer, no os deseamos ningun mal.
Y diciendo esto, dio la vuelta con su caballo y les hizo una seña a sus compañeros para que lo siguiesen ante la estupefacción de estos.
Siguio a Arn esperando a averiguar cual seria su opinion al respecto, pero estaria espectante a lo que sucediese a su alrededor, permanecio atento a que Aranel no los perdiese de vista a ambos.
Una vez se hubieron alejado unos metros del lugar, lejos de oidos indiscretos, Arn contó los pensamientos que pasaban por su cabeza.
-No podemos entrar allí de cualquier forma y menos en un lugar tan hostil como este. ¿Veis aquella pequeña arboleda de allí?-dijo señalando con la mano a un pequeño grupo de arboles, lo bastante denso como para que no se viera entre ellos-creo que deberíamos esperar allí hasta que caiga la noche y después tratar de cruzar el pueblo y entrar en el castillo a pie, sin ser vistos.
Arn los miró inquisitivo, aquel plan podía salir bien pero, como siempre, era muy peligroso.
Norion escucho el plan de Arn, por lo que medito lo que habia propuesto, parecia un buen plan, aunque supuso que no seria facil, por lo que dijo:
-Por el momento es un buen plan para acercarse, pero tendremos que estar atentos, el unico inconveniente sera entrar en la torre, ¿alguna idea?
Esperaba a que Arn o Aranel opinaran al respecto, por lo que espero pacientemente.
El paladin sonrrió. Sonrreía de una manera especial, era algo que hacía a veces, como si fuera un niño que había echo una travesura y estuviera a punto de confesarla.
-La verdad es que no. Creo que lo mejor sería dejar aqui los caballos y lo que no vayamos a necesitar. Entraremos a pie y...bueno, supongo que una vez estemos allí sabremos que hacer-dijo sin borrar aquel gesto de su cara.