Partida Rol por web

El sol se ha puesto, y el frio empieza a hacerse notar, al otro lado del puente levadizo, os encontrais con una vieja torre a vuestra izquierda con el patio interior. La mayor parte del patio interior está pavimentada con adoquines, aunque con el paso de los años el césped y las malas hierbas han crecido por todos lados. Hay escombros de la pared derrumbada y de los pisos superiores que se han desplomado. Hay grandes manchas de color pardo en el centro del patio, en las escaleras y en la puerta que hay encima de ellas, hay dos puertas que llevan al interior. Una de ellas está abierta.

Un pequeño y pavoroso escalofrio me recorria la espalda. No por el frio ni la adrenalina de la batalla anterior, sino una tristeza peculiar que inundaba el lugar. Ademas la desconfianza cobro forma ahora en modo de ausencia de luz diurna. Era el lugar perfecto para una emboscada, las manchas parduzcas del patio me llamaban la atencion, y mi instinto de supervivencia me decia que debia quedarme lo menos visible posible.

Observaba detenidamente el lugar, posiciones elevadas, recovecos, aquellos angulos ciegos que albergaran algo mas que oscuridad... todo mientras buscaba el amparo del escondrijo, como si huyera de un mal escondido. Estaba seguro de que no ibamos a esperar a que algun fiel descuidado asomara su carnoso gaznate, e ibamos a entrar, solo era precavido...

- Tened ciudado de donde pisais susurraba.

Mira con dentenimiento la zona y compruebas que no hay nada extraño, no notas movimiento alguno y no esuchas nada mas que los sonidos de la noche.

Podeís comprobar como vuestro compañero magnus como por arte de magia se funde en la sombra hasta ser casi invisible para vosotros, solo su voz delata su posición.

Aunque no parecía haber nadie en los alrededores no había que confiarse y permanecer alerta.

Esa torre es un buen lugar para observarlo todo. Quizá deberíamos echarle un vistazo antes de cruzar el patio.

Los sigilosos del grupo desaparecieron y no les quedaba más a los demás que esconder las monturas y esperar.

Busquemos un lugar alejado de las miradas.

Se alejó Shafir y ató las monturas de las que estaba a cargo, las cuatro juntas (las dos que manejaba él, la de Aelin y la de Magnus). Luego regresó al lugar donde estaban antes de separarse.

Con un tono de voz más bajo de lo habitual en mí comente

A primera vista no he encontrado nada que nos pueda resultar... peligroso dije mientras volvía a donde se encontraba el resto visible de mi grupo.

Yo diría que sería bueno entrar por aquella puerta señalé la que estaba cerrada la otra parece una invitación y creo que no sería una buena idea tomarla en un sitio como este... sin embargo esa cerrada, ¿quién sabe lo que nos podemos encontrar? dije algo más convencida de ir a abrir la puerta antes de que ninguno me contestase

Había acompañado a Saphir a esconder las monsturas simplemente por asegurarme de que no había ni rastro del dragón que había mencionado aquel hombre. Pero el no encontrar ni rastro de él me hacía preguntarme dónde podría estar y si de verdad podría ser ésta su guarida, detalle para el tuve que reunir en mi cabeza todo lo que sabía sobre esos seres.

A partir de aqui empezarian los problemas, y mira, que casualidad, llegamos de noche, cuando las fuerzas oscuras de la tierra se vuelven mas poderosas, y estos cabezahuecas que no tienen ni idea de como son los dioses del mal, van a hacer que entremos, genial.

Samuel estaba indignado, se le notaba, pero iban a necesitar la ayuda de Kord y no iba a dejar a los compañeros tirados ahora. Aelin y Magnus eran los exploradores, así que les dejaria hacer a ellos hasta que algo necesitara de la intervención del clérigo. Aun así, aprestó su mandoble por si algo les emboscaba.

Tras acercarte mas a las manchas moradas, puedes comprobar que son marcas de sangre, y justo en la escalera junto a una de las manchas a una daga doblada. No escuchas ni ves nada que te hagan levantar sospechas

- Hay restos de pelea y mucha sangre.

Señalo el detalle al grupo indicando las manchas de sangre y la recogiendo la daga.

- Pero ni rastro de los cuerpos. Sería mejor que no nos entretuviéramos aquí.

Continuo mientras examino la daga por si tiene algún detalle en especial.

Intentaba mantener los pies firmes en un suelo que no me inspiraba demasiada confiana. En el terreno natural todo espacio es hostil, y aqui no iban a cambiar las cosas. Sin embargo no veia a nadie moverse, solo insinuar, y ya estaba cansado de esperar.

- Venga mas moverse y menos decir donde podriamos ir ... susurraba mientras caminaba. La idea de Shafir me habia gustado mas, y puesto que normalmente yo era la avanzadilla ese era mi lugar predestinado antes de entrar en la boca del lobo, mientras otros quizas, comprobaban la forma de entrar, y si era segura. Por el camino lo que decia Brannagh retumbaba en mi cabeza, a lo mejor si lo comprobaba yo sacaria algun tipo de informacion adicional.

Me agache sobre las manchas parduzcas que asumi como rastros de sangre, cualquier indicio que pudiera darme algun tipo de pista sobre lo ocurrido. Palpe el terreno, olisquee, y observe la posicion de los restos, su relacion. Fenrir olisqueaba junto a mi, como queriendo decirme algo, o quiza solo tenia hambre... - Que piensas chico le decia suave en la peluda oreja.

Mi trabajo de investigacion no terminaba ahi. Ya subiendo a al torre cabia imaginar las posibilidades ahi arriba. Poca luz iluminaba los alrededores de aquel cenagal, que incluso en su tetrica escena alardeaba de una verde belleza. El patio se veia desde otra persectiva una vez alli, quiza debi quedarme embelesado un momento con lo alli acahecido. Imagenes de una batalla se superpusieron en mi mente inventando una trifulca de la que solo las piedras caidas pueden dar testimonio

Bien, qué hacemos? Subimos a la torre, esperamos o entramos por la puerta. Dijo mientras lanzaba un conjuro de luz en una piedrecita, la cual podía guardar en la palma de su mano.

La sangre y la daga le dieron a entender otra posibilidad además de una batalla.

Camaradas, teniendo en cuenta que estamos hablando de una secta, no sería una barbaridad hablar de sacrificios. Esa daga puede ser el arma ritual, sobre todo si es de gran calidad y ornamentada. Permíteme examinarla, Bran, por favor. Ummm...

Observó la daga unos instantes.

El interior de esta vieja torre en algún momento tuvo unas escaleras de madera, un piso superior y un techo. Ahora casi todo ha desaparecido dejando un cilindro vacío ennegrecido en su parte interior por algún fuego de hace ya mucho tiempo. El suelo está cubierto de madera, piedras y hierros retorcidos, y la mayoría de estos restos están ennegrecidos o carbonizados.
 

Tras examinar las marcas de sangre del patio, puedes deducir que no son de hace mucho tiempo. Despues buscas en la torre pero no ves nada util y que pueda servirte de ayuda.

Pues no, no sólo no es de gran calidad sino que no vale la pena ni recogerla del suelo. Si a alguien se le hiere con ella, puede que se envenene o enferme, pero nada más.

Se asomaron a la torre y vieron que no era más que un cascarón vacío.

Creo que no queda más remedio que entrar. Por mí, adelante. Pero sólo para saber a qué nos enfrentamos. Quizá no deberíamos tener la intención de arrasar la secta esta misma noche. Quizá pudiéramos tantear el terreno y mañana rematar el trabajo. Al fin y al cabo el plan original era explorar primero.

Me desperece y me puse en marcha, era hora de abrir la marcha, aunque me hubiera gustado que comenzara Aelin, estos lugares suelen estar plagados de trampas, y ella era la entendida. Sin embargo, el tiempo corria en nuestra cuenta, la sangre era reciente, y no debiamos estar ahi durante la noche demasiado tiempo, lo principal era explorar por el momento.

Me prepare para entrar. La infiltracion debia ser perfecta, sin llamar la atencion en absoluto, decidi entonces teñir mi blanca piel con las cenizas y el ollin que cubria las paredes de la torre, negro sobre negro, oscuridad en la noche, sombra impia en la boca del lobo.

- Aceleremos el paso, venga. No quise desenvainar aun, pues no veia necesario que el brillo de los filos nos delatara. Me arrime pues a la puerta que parecia abierta. Y la abri con cuidado, mirando por la rendija antes de abrir del todo, observando el limite de mi angulo de vision.

Hombre Shafir...justo lo que dije yo en la posada tiempo atrás.

Secundo la moción del arcano, nunca es sabio enfrentarse a fuerzas del mal amparadas por la oscuridad.

Samuel seguía a sus compañeros, con la posible excepción de Brannagh era el que iba más protegido y preferia ir en vanguardia, aunque esta vez dejaba que los exploradores hicieran el trabajo.

- Entonces regresemos dónde los caballos.

Sugiero echando un último vistazo a los restos y a las dos puertas que nos quedaban para entrar a la antigua fortaleza.

Será mejor esperar esta noche a ver si hay movimiento.

Pienso mientras retrocedo por dónde hemos venido.

Extrañado ante los nuevos planes improvisados de mis compañeros, refunfuño en la oscuridad. - Estas cosas se planean con anterioridad, y ya dijimos de vigilar desde fuera, ahora entramos, ahora salimos... asi no hay manera... pensaba una y otra vez. Deje de manosear el pomo de la puerta, retirandome fuera de la fortaleza sin mirar atras.

- Supongo que cuando nos ataquen fuerzas oscuras de noche les diremos que nuestro protocolo es no entablar batalla... algo asi como... esperad al alba que no vale... refunfuñaba una y otra vez para mi. Parecia un viejo cascarrabias, y para cuando me di cuenta de ello cerre la boca de inmediato, tampoco queria que se me tuviera en cuenta de esa forma.

Cosa extraña en mí era que me estuviese callada más de dos minutos seguidos, pero aquel lugar no me hacía nada pero nada de gracia.

En un principio no había visto nada extraño, nada fuera de lo normal en un lugar como ese, pero sinceramente algo no me daba muy buena espina.

Entramos en la torre, y estaba demasiado oscuro para encontrar algo a simple vista... asi que decidi quedarme detrás de Shafir mientras se decidía de una vez qué hacer.

Una vez fuera de la torre cuando todos estaban haciendo planes...

Pues si nos atacan de noche les plantamos cara y les decimos que si una partida de escondite... seguro que les gano dije sintiéndome algo más aliviada en el exterior.

Mañana por la mañana antes de realizar cualquier movimiento intentaré buscar algo más que destaque fuera de este sitio dije y mientras lo decía miraba a mis compañeros como...si quisiese recibir una aprobación