La fiesta, por fin, terminó, y la cebra se quedó, allí, mirando la roca, pensando dónde habría algún sitio donde comer margaritas. Ahora le apetecían margaritas.
- No puedo volver sola, es un camino largo y ahora hay demasiados animales por aquí rondando. Me quedo contigo, me esconderé bien. dijo aferrándose fuertemente a su pelaje. ¿Qué pasa? dijo susurrando.
-Ahí dentro...- olfateo el aire de nuevo -Huelo a león, pero hay algo extraño en ese olor, escóndete bien por si acaso- Dije mientras me adentraba en la cueva.
Me retiro lentamente de la escena, feliz de que nadie me haya visto caer tan torpemente. Me dirijo al arroyo mas cercano para beber agua y refrescarme, el calor era terrible aquel día festivo.
-Espero que sea algún día un gran rey como su padre - Digo a mi misma pensando en el hijo de Mufasa.
Kala vió como se alejaba Hunter y Dark detrás suyo "Probablemente haya visto él también por qué no se inclinaba..."
Decidió ir tras su amigo también, para apaciguar las cosas si era necesario.
No muy lejos de alli Kiburi decide ponerse a comer unas ricas margaritas que encuentra, no hay muchas pero son suficientes para el, Nugget lo sigue de cerca, y sheera parece que no se a decidio por nada y sigue contemplando al roca del rey asombrada.
Hey.. ¡¡si ya se han ido todos!!
Me había quedado tan ensimismada que no me dí cuenta de que cada uno tomaba una dirección.. aún se veía a lo lejos a los leones, y con ellos me encaminé, corriendo para poder alcanzarlos.
-Bueno, yo vuelvo a la cueva, ya que la fiesta ha terminado-dijo en voz alta, dándose importancia.
Sabía que nadie le iba a seguir, todos tenían un lugar adónde ir, excepto él...
Veo que Kiburi se larga a la cueva y miro a mi alrededor, al final no había nada mas que hacer y corro para alcanzarlo.
-Yo también me devuelvo, no me quiero quedar aqui sola – Sonrió para Kiburi mientras camino a su paso.
Llegais a la cueva que ahora os sirve de casa pero dentro podeis escuchar ruidos, no sabias de que, pero algo esta dentro.
Al escuchar los ruidos, la pequeña cebra se estremeció ligeramente. ¿Quién o qué podría haber en esa cueva? Pero no podría dejarse asustar por un ruido, sobre todo delante de ese impala, ¿qué pensaría de él?
-No se preocupe, señora, ya voy a investigar yo. Usted, querida, quédese a resguardo.-dijo hinchando el pecho.
Se dirigió a la cueva intentando que el temblor de sus patas no se notase demasiado.
Miro nerviosamente como Kiburi se interna en el lugar y comienzo a seguirlo desde muy atrás, aunque siento como las convulsiones en mis patas por el miedo.
-Ten cuidado - Le digo con un hilo de voz.
La cebra se gira y lanza una de sus "miradas seductoras de macho" (según él) y le dice:
-No te preocupes nena, sé lo que se hace.
- Llagais tarde- dice el estraño animal saliendo de la nada y saltando sobre los 2 antes de volver a pisar el suelo.
La pequeña cebra reconoció al instante a ese babuino de cara alegre.
-Usted es Rafiki, ¿verdad?-dijo.-¿Pero por qué llegamos tarde?
De repente, sintió un dolor en la boca del estómago.
-¿No habrá pasado nada malo, no?-su cara se transformó en una mueca de miedo, pensando en que no podría soportar otro momento doloroso.
- Por que tendria que pasar nada malo- digo dando saltos moviendo mi baston de forma alocada.
Perdonar, Rafiki se situa justo entre vosotros 2, asique solo vosotros podeis verle.
-¿Nos esperabas a nosotros? - Pregunto un poco mas tranquila, pero ante la posibilidad de que sea algo malo se me revuelve la poca comida que tenia en el estomago.
Si por eso pregunte en el off topic XD
Lo siento, se me olvidó quitar destinatarios... ¿Los podrías quitar tú? Es que no me deja modificar ya el post ^^U
- Yo no esperaba a Nadie, pero vosotros llegais tarde-
Trago saliva y miro a mi alrededor intentando pensar. Pero luego mi mirada se posa en Kiburi, y luego en Rafiki. No sabia lo que queria decir el simio al fin y al cabo, ni tampoco lograba hacerme alguna idea al respecto.
-Bueno... - Digo finalmente - Si, nos demoramos un poco en llegar aquí...