Partida Rol por web

Tu padre te mira a los ojos, feliz y triste al mismo tiempo. Sin contestarte vuelte a entrar en la casa y tras varios minutos sale fuera con un pequeño cuenco en las manos -Estas cenizas pertenecen a una hoja del libro de nuestra familia, una hoja que nos representa a nosotros y a nuestro dios, Amotken -te explica mientras te marca la frente con las cenizas para, a continuación, hacerte varios dibujos en el pecho y brazos -que la sabiduría de Amotken te guie y que nuestros antepasados te protejan. Rezaré porque encuentres el significado a tus sueños y que cumplas con tu destino. Ten cuidado hijo mio, volveremos a vernos -te dice dándote un poderoso abrazo, algo que no había hecho desde que eras un niño.

A unos treinta metros esperan los dos hombres de los que debió hablar tu padre, un humano delgado armado con dos pequeñas espadas y una ligera armadura, y un alto morgol de un brillante color azul, armado con un pequeño escudo de mano y un hacha.

Ambos te miran fijamente mientras te despides.

Me lleno de orgullo cuando mi padre me unge en las cenizas de la familia. Eso me daba muchisimo aliento, aunque no era muy deboto de Amotken.
Le devuelvo su extraño abrazo con mas fuerza y al terminar la digo:
"Asi sera padre, volveremos a vernos. Honrare a nuestra familia."

Mientras me dirigo fuera de la casa, para encontrarme con estos mercenario.
Al llegar al su encuentro, me sorprendo al ver a un Humano y un Morgol, pensaba que el grupo iba a ser un poco mas numeroso.
Me dirijo a ambos, saludandolos a cada uno agachando mi cabeza y me presento:
"Soy Garuk, Hijo de Uralk. Sandak Guerrero. Con quien tengo el gusto de compartir esta mision?"

Me alegro de conocerte Garuk, hijo de Uralk. Mi nombre es Visur, de las tierras más allá del desierto. Este es mi compañero Seros, un gran guerrero cuyos musculos son más inteligentes que su cerebro -te responde el humano mientras palmea al alto morgul en la espalda -será mejor que partamos cuanto antes, pero primero haz todas las preguntas que debas.

Me sorprendo al escuchar el humor del humano, parecian ser buenos amigos, asi que supongo que harian un gran equipo.
Saludo a ambos estrechando su mano, agarrando el antebrazo.
Cuando el humano termina de hablar, le digo:
"Si, tengo muy pocas, seguro que las demas se responderan a la marcha.
¿Tenemos tiempo limitado para cumplir la mision?
¿Hay mas gente en el equipo?
¿Este es el rollo que debemos mostrarle al Jedit, o es solo una copia y alguno tiene el original?"

No existe un tiempo limitado ya que no sabemos donde encontrar al jedit, tal vez lo encontremos a la primera o tal vez estemos varios años tras él. Sabemos que él y su banda se dedican a atacar a esclavistas cerca de Ciudad de Sangre pero nadie sabe exactamente donde se encuentran -te contesta Visur respondiendo a tu primera pregunta -para la misión solo estamos nosotros tres, si fueramos menos poco podriamos hacer ante los peligros que nos acechan pero si fueramos más nos podrían tomar como una amenaza y que cualquier grupo nos ataque sin más, entre ellos el grupo del jedit. Y si, ese es el rollo que presentaremos al jedit, firmado por la persona que nos contrató -finaliza el guerrero -si no tienes más preguntas podemos irnos.

Asiento la cabeza, en signo de agradecimiento por contestar mis dudas y le digo:
"Perfecto, entonces salgamos." Digo mientras me dispongo a seguirlos para cumplir esta empresa.

Una última cosa -te detiene el guerrero antes de partir -para poder encontrar con más facilidad al jedit y a su grupo y que confie en nosotros debemos hacernos pasar por esclavos. Para ello un contacto nos venderá a un mercader de esclavos real y este nos llevará hasta Ciudad Sangre. La banda del jedit es demasiado dificil de encontrar, se esconden por los bosques y solo salen a la luz cuando atacan alguna caravana de esclavos -te aclara el guerrero -si no los encontramos seremos liberados por otro contacto en la Ciudad Sangre y volveremos a empezar hasta que finalmente lo encontremos a él y a su banda -concluye el hombre, dándote los últimos detalles de la misión -¿todo claro?

Asiento otra vez con la cabeza y respondo:
"Todo perfectamente claro. Iba a sugerir que sigamos una carabana de esclavos hasta que el grupo de Jedit decida actuar, pero hacernos pasar por esclavos es mucho mejor."

Estupendo, partamos pues -concluye Visur dando por finaliza la conversación.

Salís de la ciudad montados en una pequeña caravana junto con mercaderes, soldados y otros mercenarios.
Los minutos se convierten en horas, las horas en días y los minutos en semanas.
Finalmente llegais a un pequeño pueblo donde os poneis en contacto con un hombre que se hace pasar por mercader de esclavos y os vende a un verdadero mercader.
Desde ese momento pasais varios días caminando tras una desvencijada caravana junto con una docena de esclavos, sin poder hablar y bebiendo y comiendo solo los que os dan, caminando durante largas horas de sol.

16 de Ken del segundo año de Coir. 3027

Llevais ya varios días en la caravana de esclavos viajando sin parar, tantos que has perdido la cuenta. Os encontrais en un viejo camino en las inmediaciones de un pequeño bosque.
Los esclavos estais descansando en el suelo mientras que los cuatro guardias que os vigilan siguen todos vuestros movimientos, aunque al estar atados de pies y manos no sois una amenaza demasiado grande.

Era la primera vez que sentia en primera persona el trato de ser esclavo. Otra vez repudiaba a quienes comerciaban con este sucio negocio, pero ahora solo tengo que concentrarme en la mision.
Veo a mi alrededor tratando de buscar a mis compañeros de mision, que aunque pasado varios dias ya no creo que el Jedit se presente, para saber sus posiciones y estado, asi si el momento de actuar llega saber donde estan.

Trato de descansar lo maximo que puedo, haber comido casi lo justo y esforzarme a caminar sobre el calor del sol me tiene agotado, pero tengo energias todavia. Debia cumplir mi deber y eso mantenia a mi espiritu de pie.

Observas al resto de los esclavos y a tus compañeros, Visur y el morgol.

El morgol está sentado en el suelo, cerca de la caravana, mirando fijamente el horizonte dándote la espalda sin hablar con nadie ni hacer caso a nada.
Visur está cortando leña con un hacha en sus manos, vigilado por un guardia armado con una ballesta que apunta directamente a tu compañero.

El resto de esclavos, cinco mujeres y 4 hombres, se encuentran desperdigados por el sendero, algunos comiendo, bebiendo agua o simplemente tirados en el suelo descansando. Nadie habla.
La mayor parte de estos esclavos son humanos, tres mujeres y un hombre, y kunjer, una hembra y dos varónes. Todos ellos están desnutridos,cansados y su aspecto es de total debilidad.

También se encuentra entre vosotros un gigantesco Jedit albino, de un extraño color nieve y de edad avanzada. Su cuerpo muestra numerosas cicatrices de lucha y sus ojos siguen fieros, agresivos, aunque ya no sea un guerrero joven.

La otra mujer es una enigmática Basajarau,una habitante de los bosques, que permanece acostada sobre un árbol, prácticamente desnuda salvo por unos pequeños ropajes en su pecho y cintura.

Ves como uno de los soldados se adentra en el bosque mientras que los otros tres continuan con su guardia, uno apuntado a Visur, otro en el carruaje y el último junto al maduro y fiero Jedit.