Partida Rol por web

Don Julián mira la cabeza estoico y susurra de forma audible - Virgen Madre de Dios... - levanta la vista hacia el jinete que se aleja - vamos a ver que es lo que esta pasando aqui... - da varios paseillos, toca la cabeza y la coge, la ata a su caballo, se monta y con una parsimonia aplastante dice - bueno sigamos ya ha amanecido... parece que hay tipos que no saben tratar con caballerosidad a sus visitantes, seguro que le huele el aliento a ajo... que mal educado... vamos prosigamos nuestro viaje... no creo en - dice incredulo con total racionalidad, llevandose la cabeza como prueba de aquel crimen. Vamos a probar suerte, vayamos... por alli... - señala con el dedo una zona por donde cabalga parsimoniosamente.

Miro extrañado a mi señor, al parecer el golpe lo ha trastocado.- ¿Que decís sobre el ajo mi buen señor? Quizás sería conveniente abandonar si no os encontrais en plenas facultades mentales. Si hemos de proseguir, necesitaremos todo nuestro potencial.

Pues claro que estoy en plenas facultades, yo no creo en fantasmas... no puede ser... ha sido fruto de nuestro nerviosismo... debemos averiguar lo que esta pasando y detener al asesino del merino... no creeis? no os dejeis intimidar... no hemos de dejarnos llevar por fantasias estupidas... - dice racionalmente señala la cabeza - esta es la unica prueba de que el asesino anda suelto... debemos apresarle y que la justicia determine un veredicto, nuestra labor es salvar a los inocentes, recuerdas? si nosotros no somos valientes quien lo sera?

No se, pero lo que no quiero ser es un valiente muerto, muerto, y ahora que el merino ha muerto, muerto y pobre. Lo mejor será dejar esta cháchara y seguir, discutir no nos ayudará de mucho hoy. Si queremos seguir vivos sin morir de hambre, lo mejor será moverse. Dicen que solo te puedes adentrar en un bosque hasta la mitad, luego empiezas a salir. Y ahora, con el beneplácito de mi señor, movámonos.

Con todos mis respetos, Señor, si ha sido fruto de nuestro nerviosismo... ¿Por qué tenemos una cabeza ante nosotros? Dicho esto doy un golpecito a la cabeza del Merino, como para enseñar a Don Julián que es real.Ésto no ha sido fruto del nerviosismo. ¡Sino de brujas!¡Esto es brujería!

Os poneis en marcha pero la niebla es tan espesa que no importa la dirección pues estais totalmente perdidos y una y otra vez os parece estar pasando por los mismos sitios.
Sin agua y sin comida totalmente agotados andais y andais hasta que al atardecer la niebla abre un poco y distinguís a lo lejos una estructura de pieda. A medida que os acercais lo veis con claridad, es un puente de piedra , al otro lado no hay niebla, es increíble es como si la niebla se detuviese a mitad de camino y una barrera invisible impidiese que pase al otro lado.

Creo que deberíamos cruzar. Estamos perdidos, y, aunque parezca brujería, deberíamos cruzar el puente. No veo otro camino que no implique seguir andando en circulos cual borregos

la niebla nos impedia llegar a la salida del bosque, solo nos queda seguir por el puente y atenernos a las consecuencias de esa accion.
-como dice serapio, hay que cruzarlo, pero debemos estar atentos a todo lo que suceda, ya que la niebla es la que nos lleva y no vamos por nuestra decision-

Guillem mira a Don Julián: ¿Seguimos mi señor?

Pues... si! sigamos! yo no tengo ningun miedo... quien quiera enfrentarse a nosotros y grita un poco - QUE DE LA CARA Y NO SE ESCONDA COMO UNA RATA!!! - vuelve a bajar el tono - compañeros no dejemos que nadie nos quite nuestro valor, somos dueños de nuestro destino... somos aventureros... hemos pasado por miles de guerras y batallas, hemos tenido peligros mayores!! mi deber es salvar a los inocentes!! y para eso estamos aqui! ea! pues! sigamos adelante!! no renunciare por un fantoche!!! y menos aun defraudaros! - habla calmado y arengando a sus amigos.

De repente y como respondiendo a las palabras de Don Julián , de la niebla surge el extraño jinete con dos criaturas que reconoceis como profanadoras de cementerios, necrófagos, gules...
El Jinete empieza hablar!! pero no tiene cabeza . Es más un conjunto de sonidos que viajan a través del viento que una voz real.

Dadme el cáliz o morid!!

El jinete y las dos criaturas se acercan al puente ( por el lado de la niebla ) a toda prisa.

Juro que yo no cogí el candelab...

A no, que habla del caliz. ¿No fue el merino quién cojió el caliz?

Ahora el viento trae palabras, pero no son de buen augurio. Son las palabras de aquel que no tiene cabeza. Busca el cáliz, causa por la que Felipe y otros han muerto, seguro en sus manos o por el filo de su espada. Espada maldita parece que ahora nos persigue.
Es entregarle el cáliz o morir, pero cualquiera de las dos opciones significa muerte; prefiero dejar este mundo sin tener que arrepentirme porque le di al demonio el cáliz, que utilizara vaya a saber con que propósito.

Mi corazón late rápidamente, todavía no me había recuperado del susto anterior y ahora...

-Mi arco y mi flecha a su disposición, Don Julián. Pero Ud. sabe, por la tensión de la cuerda mi arco, cual es mi respuesta a la pregunta del jinete- dije mientras tensaba el arco y ubicaba una flecha en posición. Mis ojos no se despegaban de aquellos sujetos parados al frente del grupo. Pero el arco seguía apuntando al suelo, porque en un simple moviendo, todo podría pasar.

Don Julián observa al jinete sin cabeza que va a galope tendido hacia el grupo y el hidalgo ordena a Bizen Martí de Daroca - Dispara tus flechas contra el caballo y derribalo! - mientras grita esto corre con el zurrón con el caliz dentro hacia donde esta Fray Serapio y le dice - ve al rio bajo el puente, llena el caliz de agua y bendicelo padre!

Llenar el cáliz. Vaya, espero que estos engendros no se den cuenta.- Está bien, pero rápido, no quiero tener este cáliz mucho tiempo entre mis manos...

Guillem maneja las riendas de su caballo y se situa al lado de su señor con la intención de protegerlo, y a la espera de una orden, mientras observa al cazador como se prepara con sus flechas.
Mano izquierda dirigiendo al corcel y mano derecha empuñando la maza con el brazo completamente relajado, preparado para cargarlo y asestar un golpe.

Bueno, se acerca el momento de la verdad. Dios nos asista.

A los caballos Guillem! dad a los caballos... - ordena mientras se monta sobre su caballo con lanza en ristre preparado para el golpe.

El extraño jinete y los dos gules permanencen en posición, quietos observando. No se acercan al puente sino que os esperan en el lado de la niebla. También a ellos hay algo que les detiene.
En vuestras manos está enfrentaros a ellos o rehusar el combate y adentraros en lo desconocido.
No sabeis si da más miedo la niebla o el lado misterioso donde no la hay.