Partida Rol por web

El Señor de los Anillos: Excursión al Orthanc

ESCENA 1: El inicio de toda grande aventura

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25/04/2014, 17:50
Nasred Blaquiazul

Jajaja. Río fuertemente tras las palabras de Romard, al tiempo que casi antes que deposite el plato, introduzco el trozo de queso más grande que había en la boca. Escucho como mis compañeros dialogan y discuten pero sin quitar ojo a los platos de comida.
Tras la pregunta de Eradan sobre Bilbo, intento responder pero con la boca llena de pan, apenas suelto algo entendible ni por un Troll. Continuo escuchando y comiendo con pequeña ligereza, hasta que escucho las palabras que apremuran a abandonar el lugar.
En ese momento muevo las manos cual prestidigitador y comienzo a introducir cantidades de comida en mi boca dignas de elogio.
Continuo sin hablar y me golpeo el pecho disimuladamente para hacer bajar todo ese bolo alimenticio.
Me levanto ante las palabras de mis compañeros pero simplemente para ayudarme aún más a que la comida continúe su curso.

Notas de juego

Debemos ir un poco más lento, ni siquiera había venido la comida y ya habíais cenado y apenas han posteado el resto de compañeros y ya habeis decidido a donde se debía ir.
Es cierto que al principio siempre se tiene muchas ganas y se quiere ir rápido, pero si observais que solo sois 2-3 en una conversacion, es mejor cesar de postear porque sino los demás (que ni tan siquiera 24horas tarde llegan) se encuentran totalmente desfasados de la situación
No se, es una opinión

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25/04/2014, 18:58

Berguess conocía a un tal Gandalf por muchas historias y canciones en la cuales se lo nombraba. Sabía que Gandalf significaba Elfo del Bastón o Elfo Errante y que así lo llamaban los hombres hacia el norte, y que recibía de nombre Mithrandir entre los elfos, que significaba El peregrino gris. Tiene fama de infatigable y viajero frecuente, de gran conocedor de la Tierra Media  y de hombre muy sabio tiene buenas relaciones con muchísimas criaturas como énts y águilas gigantes. También sabía que era aficionado a los fuegos artificiales.

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25/04/2014, 19:13
Tom el Alto

—¿Ya os vais? ¿tan pronto? —dice Tom el Alto que estaba sentado en la barra hablando con un grupo de hobbits— Son en total unas 22 monedas de plata por el servicio.

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25/04/2014, 19:28
Eradan

- Ya pago yo

Notas de juego

Me quité yo las 22

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26/04/2014, 20:40
Dúnhere

Dúnhere observó a sus nuevos compañeros, si ese era el nombre que debían darse. Y habló. Con su voz lenta, carrasposa y desagradable al oído, musitó palabras apenas inteligibles.

- Quiero agradecer a Eradan que pague por todos. Pero también quiero añadir algo a lo dicho. Ignoro historias de Thorin, ignoro quien es ese Bilbo del que habláis, ignoro incluso que aquel quien llamáis Gandalf, pues el Peregrino Gris se le llama en mi tierra. Sin embargo, algo debo decir. Saruman es aliado de mi gente, aliado de Rohan, de donde provengo.- Y acompañó estas palabras con un movimiento de sus manos, abriendo su túnica y mostrando el caballo corriendo sobre fondo verde que llevaba dibujado en la armadura.- Por tanto, estas sospechas, estas conjuras... se me antojan peligrosas para mi gente. No, no desconfío de Saruman, pero ahora me inquieto, pues estas noticias se unen a otras muchas que en... Cough... a otras muchas que en mi... Cough... en mi país... ¡Cough, cough, cough!- Tuvo que detenerse, pues tosió con fuerza. Hacía años que sus pulmones se ennegrecieron, y hablar tanto tiempo seguido se había convertido en una titánica proeza.- Quiero decir que estoy con vosotros. Solo eso.

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27/04/2014, 21:58
Artamir

Escuchando las palabras de Dúnhere..  Dices que este tal Saruman es aliado de tu pueblo... Se que pensando un rato... De que otras noticias hablas??? Que sabes que nos pueda ayudar...

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28/04/2014, 08:21
Bergess

Se levanta de la mesa

- Vamos, va siendo hora de ir saliendo.

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28/04/2014, 14:50
Artamir

Artamir se levanta de la mesa para emprender el camino a la casa de Eradan... Como bien dijiste Eradan, acá no es bueno hablar. Hay muchos oídos acá y no sabemos que puede ocurrir.. Lo miro a Eradan luego... Después te doy la mitad de lo que salio la cena... En marcha compañeros...

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28/04/2014, 15:58
Eradan

Por el camino... :

-Artamir, no creo que sea necesario

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28/04/2014, 21:03

El variopinto grupo sale de la taberna y se encuentra ante una noche agradable, sin indicios de lluvia y con una luna que dejaría absorto a cualquiera, el movimiento a estas horas de la noche en Bree es muy escaso, limitándose a uno que otro borracho que o está cambiando de taberna o que simplemente salió a estirar sus piernas.

Caminan por unos cuantos minutos, en una monótono recorrido hacia una de las zonas residenciales de la ciudad, en donde casas de piedra de una solo planta son la constante a ambos lados del camino. Caminaron hasta llegar a una que tampoco se direfenciaba de las demás.

Eradan—Hemos llegado, sentiros a gusto.

La casa en cuestión si bien era pequeña, era muy acogedora y tenía un ambiente encantador, con muebles vetustos y un tapete de piel de oso que relucía ante la luz de las velas recientemen encedidas. El grupo se dispuso en la sala circular y ocuparon los sofás y sillas que habían. El tema a tratar era sobre Isengard, muchos de ellos ni siquiera lo conocían, y incluso los que lo conocían sentían las ganas de conocerlo más para la misión; qué rutas usar, qué fecha partir, si partirían ellos sólos o reclutarían a más gente, etc.

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28/04/2014, 21:30
Artamir

Una vez que se acomodo Artamir, miro a Eradan... Si no le molesta a nuestro anfitrión, quisiera arrancar diciendo algunas palabras. Se detiene un momento para ver que dice el dueño de casa (Supondré que no hay problema, así sigo con lo que quiero decir).. Primero que nada, tendríamos que buscar mas información sobre Isengard y el mago que allí habita... Se toma un nuevo descanso... No sabemos que tipo de criaturas se encuentran en sus inmediaciones y si no tiene criaturas a su servicio para informar de nuestro avance.. (Siempre refiriendome a Saruman). Podríamos pedirle información a Elrond, en Rivendel. Y de allí marchar a Isengard. Va a ser un viaje duro y largo según entiendo y necesitamos estar lo mejor preparados posibles. Y me quedo en silencio para oír la opinión de mis compañeros y las alternativas que plantean para arrancar el viaje...

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28/04/2014, 21:49
Eradan

-Como me va a molestar

-Mi mujer vive cerca de Rivendel. Me presento, mi verdadero nombre es Haldbarad pero no lo desvelen por favor.

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29/04/2014, 00:49
Elan

Me habia quedado por atras con este grupo variopinto, mis pisadas quedaban marcadas al salir de la taberna y caminar por Bree, era un gran pueblo que habia tenido muchas ocasiones en pisarlo.

- Perdonen que no he hablado mucho por ahora me pueden llamar Erk.

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29/04/2014, 09:02
Bergess

- Sería una buena idea ir a mirar en la biblioteca primero y que algún erudito nos diera información adicional, pero los que venimos de ahí abajo podemos arrojar un poco más de luz a este asunto, y montar un plan de acción desde ese punto - sonríe sobradamente -. No creo que sea necesario desviarnos tanto para obtener información, y creo que mi compañero Beledur y el caballero de Rohan aquí presente, estarán de acuerdo conmigo.

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29/04/2014, 14:21
Artamir

Una vez que termina Bergess de hablar, me levanto y empiezo a hablar nuevamente. Con respecto a Rivendel, me gustaría conocerlo, pero bueno sera en otra oportunidad. Aunque sigo creyendo que allí obtendriamos muy buena información. Hago una pausa para respirar. Cuando habra la biblioteca me voy para allá para ver si consigo algo de información sobre Isengard. Si alguien me quiere acompañar bienvenido sera. Y mañana a la noche.. hago una pausa... podemos trazar el camino que vamos a seguir y que estrategia vamos a usar... Que opinan??

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29/04/2014, 14:55
Eradan

-Creo que antes tendré que mandar un mensaje a Aragorn. Mi rey. Pero mañana iré contigo y haremos los preparativos para partir pasado mañana. ¿Que me dicen?- me levanto y traigo de beber y de comer.

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29/04/2014, 15:37
Agonar Barada

Permaneció sentado en su taburete terminando la jarra que ya tenía mientras el viejo de poblada barba les hablaba. Después aceptó gustoso la nueva cerveza que aquel grupo le ofrecía. Su mirada distraída iba recorriendo la habitación e iba siguiendo la conversación de los que hablaban alternando la mirada entre los que llevaban la voz en cada momento. Era ésta una mirada pesada, adormilada más bien, cuyos párpados entrecerrados se esforzaban por no terminar cerrándose del todo. Parecía escuchar, aunque no con mucha atención, y no pronunció palabra alguna ni siquiera para decir esta boca es mía.

Al Vagabundo, como lo conocían por aquellas tierras, siempre se le podía ver en la puerta Sur de Bree pidiendo una limosna. Incluso alguno de ellos había colaborado con una pieza de plata o bronce en formar el variopinto montoncito de monedas que ahora estaban en la barra junto a él y que se empeñaba en fundir a base de largos tragos de alcohol. Seguramente ahora más de uno se estaba arrepintiendo de haberle dado una moneda para que gastara en beber y emborracharse.

Su rostro y su cabellera oscura ya empezaban a mostrar las secuelas de la edad, y en su pelo podían verse largos mechones canosos que metalizaban el color de su pelo. También su salvaje barba, la cual crecía sin ningún control, mostraba ese pelo blanco en la zona de la barbilla. Su rostro era enjuto, con unos marcados y angulosos pómulos que, junto a su delgadez, demostraban que aquel hombre bebía más que comía. Era alto y muy delgado, estaba muy desmejorado y su mejor etapa había quedado atrás hacía mucho tiempo, eso si es que alguna vez había llegado a tener una buena etapa...

Vestía ropas gastadas y ajadas. Y bajo una capa con capucha oscura de color parduzco, que en otros tiempos mejores había lucido como verde, llevaba ropas marrones o verdes e igual de gastadas y remendadas. Mientras que en sus pies calzaba unas botas altas de cuero blando muy usadas y cubiertas de barro.

Cuando el grupo se levantó para seguir la velada en la casa de Eradan, él ya había terminado su cerveza y pareció que aquella idea le animaba. Se levantó para seguir a los demás pero sus pies tropezaron por la escasa coordinación que el alcohol de su sangre le permitía desarrollar. Arrastró con un brazo las jarras de la barra que estaban cerca de él y el cristal se hizo añicos contra el mismo suelo al que fue él a parar de bruces.

Se escucharon algunas risas en la taberna y algunas voces burlándose de él. Los parroquianos que se congregaban en la vieja taberna del Barril Borracho ya conocían al Vagabundo de sobra como para saber que aquel espectáculo era algo habitual. De hecho una de las bromas más socorridas era comentar que el Barril había dejado de estar borracho desde que el Vagabundo le robaba la cerveza.

El hombre se levantó a duras penas después de que las risas llegaran a su momento cumbre. Se puso en pie con ayuda del taburete y se mantuvo con las piernas flaqueando durante unos segundos hasta que volvió a perder el equilibrio y se tambaleó hasta que sus posaderas fueron a dar con una de las sillas de la taberna. Eso pareció hacerle gracia a él mismo y sonrió con una etílica sonrisa. A continuación se dejó caer sobre la mesa contigua a la silla y allí se quedó dormido. El grupo decidió prescindir de él y salieron de la posada en dirección a la casa de Eradan. Era poco lo que un borracho como aquél podría aportarles en su nueva campaña y por ello a nadie le pareció mal contar con un hombre menos para llevar a cabo aquella aventura.

Sin embargo, cual fue su mayúscula sorpresa cuando al llegar a casa de Eradan se lo encontraron allí mismo sentado en uno de los sofás de la casa de su compañero con tal naturalidad que parecía parte del decorado.

-¿Ir a Rivendel decís?. -Exclamó con un tono de incredulidad en su voz. -¿A la Rivendel oculta de los elfos?. ¿La ciudad secreta escondida entre los Valles y páramos de las Montañas Nubladas?. ¿Aquella a la que nadie llega si no es invitado y guiado por sus habitantes incluso aunque ya haya estado allí antes?. Me temo que la cerveza os ha afectado a vos más que al infame Vagabundo. -Sonrió jocoso. Sus parpados ya no pesaban y sus ojos grises ya no estaban apagados, ahora mostraban un brillo perspicaz y cierta audacia en ellos. -Elrond podría darnos toda la información que quisiéramos acerca de las tierras que queremos visitar, incluso se comenta que allí en Imladris hay mapas que nadie más posee. Pero el viaje hasta allí es igual de peligroso y desconocido para nosotros como lo sería el otro. Tendríamos que cruzar el Bosque de los Trolls y todos los peligros que lo habitan para acercarnos al río que custodia la ciudad. Y como ya digo, nos perderíamos cien veces antes de dar con un camino que nos llevara hasta ella. No en vano, antiguos sortilegios la protegen y ha sobrevivido a todas las guerras de las dos últimas edades.

Se puso en pie con una agilidad insólita en él hasta el momento y se sostuvo firme sobre sus piernas, al contrario de lo que había mostrado minutos antes en la taberna. Sacó un mapa de uno de sus bolsillos y lo extendió sobre una mesa, allí podía verse representado todo Erador. Señaló con el dedo índice su posición en el mapa, el punto que representaba la ciudad de Bree.

-Mi propuesta es otra: cruzar el Camino Verde hasta Tharbad y una vez allí tomar el Camino del Norte-Sur cruzando las Tierras Brunas de los dunlendinos hasta llegar a los Vados del Isen. Finalmente sólo tendríamos que remontar el cauce del río hasta llegar a Isengard. -Hizo unas rápidas cuentas mentales para si mismo y después anunció con seguridad: -Tendríamos ocho jornadas de viaje hasta Tharbad y unas quince desde allí a los Vados.

Espero la reacción a sus palabras. Todavía no les había dicho ni su nombre pero debían estar algo perplejos después de haberle dado por un vagabundo demasiado borracho como para tenerse en pie siquiera.

Notas de juego

Estoy de vuelta al 100%.

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29/04/2014, 15:50
Eradan

-Buena idea, vagabundo- sonrió un poco- tú siempre tan audaz.

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29/04/2014, 16:18
Nasred Blaquiazul

El pequeño Hobbit salió tras el equipo a casa de Eradan, y a pesar de tener la boca llena de comida, su estómago aún rugía de hambre. Tras pasear por Bree, aquella pequeña ciudad que él tanto conocía, se alegró mucho en entrar en un nuevo hogar, dónde seguramente habría una buena despensa.

Nada más entrar cogió el asiento más cercano a la mesa. Tras su asombro de observar allí sentado al Vagabundo, nombre por el que él también lo conocía. Un señor al que nunca miró con asco, pero tampoco con pena, sino siempre con curiosidad y tal vez un poco de respeto, por eso nunca había cruzado palabra con aquel hombre.

Pero las palabras debían esperar, ya que la prioridad de Nasred era terminar de saciar su poderoso apetito. Sin embargo su cara de asombro se tornó en tristeza cuando comprobó que la reunión allí acontecida no sería un gran banquete y se tornaba nuevamente en dimes y diretes sobre posibles y desconocidas rutas, hacía lugares más deconocidos aún, por motivos que nadie conocían y visitando a gente de la que no había escuchado hablar. Todo era tan vacío como su estómago

Solo se atrevió a interrumpir un momento la conversación cuando hablaban sobre viajar al sur.
¿Habéis dicho Huargos? Los Huargos son esos lobos grandes grandes ¿no? Preguntó con cierto temor en su voz. Yo creo que deberíamos evitar toda ruta que tenga Huargos. Dijo firmemente. No es que les tenga miedo. Ni mucho menos. Intentó decir convencido. Pero sí he escuchado que son muy peligrosos y no me gustaría que nadie en mi  grupo resultase dañado bajo mis órdenes. Dañaría bastante mi buena reputación.

Tras las palabras de Eradan sobre la comida, el pequeño Hobbit se levantó como un resorte, casi tirando las pocas cosas que había sobre la mesa. Muy buena idea Eradan, ¡yo te ayudo!

Finalmente, tras las palabras del Vagabundo, el pequeño Hobbit le observó con sus pequeños ojos con asombro. Ese hombre podía usar su boca para algo más que beber cervezas. Qué confusa es esta aldea.
 

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29/04/2014, 16:54
Dúnhere

Tras salir de la taberna, Dúhere detuvo un momento a sus compañeros, mientras se acercaba a los establos. Unos breves minutos después, reapareció sosteniendo por las riendas a un enorme caballo, de aspecto imponente, pero a la luz de la luna, parece difícil apreciar su belleza. Sin embargo, el suave pelo de su crin y sus poderosos muslos dan a entender su velocidad.

- Siento el retraso.- Dijo, con su carrasposa voz.

Acompaña a los demás hasta la casa del tal Eradan, atando el caballo en el exterior de la casa, susurrándole palabras suaves y canturreandole en voz baja. Una vez dentro, oigo lo que dice el tal Vagabundo. Ignoro qué es o donde está Rivendel, sin embargo, las tierras de los dunledinos es algo que si conozco.

- Amigos. Si puedo hablar, os diré algo que quizá os haga pensar en la ruta propuesta del compañero Vagabundo.- El sureño se detuvo un segundo.- Eradan, espero no ser un mal invitado si te solicito algo de agua. Me es imprescindible...- Cuando Eradan le alcanzó algo de agua, continuó.- Concisamente, las tierras de las Dunledinos son una zona hostil para cualquier pueblo libre. El camino hasta aquí desde el sur tuvo que ser...- Se detuvo bruscamente, justo antes de toser. Tras dar un breve y sonoro sorbo.- Tuve que hacer un rodeo, llegando cerca de las Montañas Azules. Un viaje, por otro lado, no exento de peligros, pero mucho mejor que acabar con la cabeza clavada en una pica. 

- Tal vez peque de prejuicios, inherentes a la gente de mi país, pero los Dunledinos siempre han sido un pueblo de violentos y belicosos. Y de un tiempo a esta parte, son incluso peor; se dice que están en pie de guerra. No quiero cruzar por ahí. Propongo marchar al oeste, descender hasta el borde occidental de las Montañas Blancas y cruzar Rohan. Es lo más largo, sí, pero también lo más seguro.

Notas de juego

Eradan, he presupuesto que tu personaje no se iba a negar a darle agua, espero que no te importe =S