Partida Rol por web

Al conocer por boca de Julián que no hay peligro por fieras Marie suspira aliviada y sus músculos se destensan ligeramente.
-Gracias, Julián -dice al ver que se ofrece para acompañarla.
-Bien, pongámonos en marcha. No sé exáctamente cuánto tiempo tenemos antes de que caiga la noche...

Conociendo que aun os quedan mas de cuatro horas de luz Dish se aleja hacia la costa mientras que Julian y Marie se alejan de ella adentrandose con precaucion entre la vegetacion de la isla.

Te mueves por la costa en busca de alguna agrupacion de piedras donde encontrar cangrejos y animales similares que puedan serviros de alimento.

Llevas ya un pequeño rato entre las rocas cercanas con el agua empapando tus pies hasta las rodillas cuando escuchas un ruido mas alla, detras tuyo, como de alguien chapoteando en el agua.

Cuando te giras ves una figura que se acerca por el agua, cerca de la costa, que se dirige hacia ti...

La figura, empapada y con la ropa echa jirones, parece haber "caido" a la isla hace ya horas aunque mantiene su aspecto de naufrago y su mirada fria.

- Dish, maldito hijo de puta. Nunca pense que TU sobrevirias a esa maldita tormenta.

Desenfunda un revolver que llevaba metido en el pantalon y te apunta precabido.

- Que coño haces?

Os alejais entre la vegetacion dejando atras a Dish y moviendoos mas alla de la simple playa. La exhuberancia y frescura de la selva os abruma y pronto os veis rodeados de multitud de plantas que desconeis hasta que, finalmente, salis a un pequeño claro desde donde se ve una pequeña cordillera montañosa y la gran cantidad de selva que la rodea pero no parece haber rastro de vida por ningun sitio (a parte de los mosquitos).

El entorno es muy distinto al de su tierra natal, pero Julián intenta combinar las habilidades adquiridas durante las largas jornadas de caza con lo que ha leido en novelas y tratados sobre botánica o exploraciones en el trópico.

Comienza por una inspección para buscar árboles frutales o algún manantial a simple vista, mientras él y Marie caminan entre la exhuberante vegetación.

-Tengo guardado un as en la manga para no dar tumbos innecesariamente en caso de no encontrar comida en un tiempo razonable.- dice muy seguro de si mismo - Los animales suelen seguir siempre la misma ruta en sus desplazamientos, por lo que crean pequeños senderos en el sotobosque. En ellos es fácil encontrar excrementos coloreados o que contienen las semillas de los frutos y bayas de los que se alimentan. - termina mientras se agacha a coger una par de ramas secas que vendran bien para cocinar el pescado que espera que Dhish consiga.

Pese a sus modales aristocráticos, se desenvuelve con soltura en la naturaleza. Hasta parece que empieza a prestarle menos atención al lamentable aspecto con el que le ha dejado el naufragio.

tu que crees lo mismo que tu sobreviviendo viendo el rostro de santos y la pistola solo me quedo quieto y lo veo directamente

que haras estamos solos en esta isla si me matas moriras atrapado aqui hago un abreve pausa intentando tragar saliva

si me dejas vivo te ayudare a salir de aqui o por lo menos te ayudare en los peligros que podria haber que dices

- JAJAJAJA!! oyete! intentando salvar el pellejo... como siempre. Ahora yo te voy a proponer algo; dame el mapa y te dejare vivo para intentar saber como regresar a la civilizacion o mienteme y acabaras con una bala en la cabeza. Tu decides.

Amartilla el revolver.

Os moveis por la vegetacion con las indicaciones de Villalobos como guia y rapidamente encontrais un rastro como el dijo donde se ven claros signos de que han pasado por alli animales. Sin duda se trata de un sendero por el que los hervivoros se dirigen a abrevar porque despues de un corto camino llegais a un cristalino lago bien provisto de agua por una gran casacada que discurre entre rocas a unos diez metros de altura. Todo es hermoso, tranquilo, calmado... todo hasta que el sonido de un disparo lejano os alerta.

LA PLAYA! DISH!!

-Tenía razón, Julián, los animales nos guiarían -Marie contempla el lugar con una gran sonrisa en los labios. No había pensado en la falta de agua hasta que lo habían nombrado antes y le había creado cierto temor, pero ahora todo eso parecía disiparse-. Podremos incluso asearnos -dice mirandose las vestiduras y llevándose una mano al enredado cabello.

La calma del lugar desapareció cuando el sonido de un disparo impregnó el lugar. La mujer agarrá instintivamente a Julián por el brazo y le mira penetrante -¿Qué hasido eso?

La satisfacción de haber encontrado ese lugar es efímera. Julián parece más molesto que alarmado.

-Espero que esa no sea la ayuda que esperábamos.- piensa en voz alta mientras acaricia tranquilizadoramente la mano con la que Marie le coge el brazo - ¿Conserva la Derringer? - como explicando el motivo de su pregunta, se palpa el ahora vacio cinto - Yo perdí mi arma.

Viendo que no van a tener tiempo de ingeniárselas para recoger agua, sacia su sed en la fresca y dulce agua del lago y echa a andar con paso apresurado hacia la playa.

-Seamos cautos y no salgamos de la selva hasta que no veamos lo que ha pasado en la playa.

-Espero por tu bien, desharrapado, que no estés pescando a tiros. Me has arruinado un momento muy...sugerente. - sus malhumorados pensamientos se dirigen al tercer superviviente del barco. - Un lugar idílico y una dama impresionada. ¡Maldito disparo!- se lamenta.

Dirias que Dish no llevaba arma alguna a no ser que la llevase muy bien oculta lo que te hace sospechar que, quiza, no esteis solos en la playa.

Marie se palpa para comprobar si aún conserva su arma. Se sentía estúpida por no haberlo comprobado antes después de todo lo que había pasado y un leve rubor subre sus mejillas.

-Intentaré no hacer ruido- la mujer asiente con la cabeza y sigue los apresurados pasos del caballero intentando no caerse ni tropezar con la maleza.

Te das cuenta de que no tienes el arma lo que te provoca cierta sesacion de inseguridad ante lo que pueda pasar.

Al comprobar que su arma también fue engullida por el violento mar, Marie mira a Julián con pocas esperanzas -Lo siento -dice insegura-, ¿qué vamos a hacer? No podremos defendernos... -la alegría que momentos antes le invadía se había tornado, de nuevo, en desesperación.

-No hará falta si no nos ven. - dice en voz baja mientras avanza intentando no hacer demasiado ruido. De todos modos, de manera inconsciente, dejó caer toda la leña que había recogido menos una rama gruesa y equilibrada.

Avanzais a prisa por la selva de regreso a la playa intentando que vuestros pasos no sean escuchados demasiado hasta que esteis demasiado cerca de ellos.

La vegetacion se revuelve a vuestro paso acercandoos cada vez mas a la costa hasta que llegais a lo que parece ser las ultimas hileras de palmeras.

Asomados entre ellas os parece ver la figura de Santos frente a Dish. Santos parece apuntarle con un arma pero desde la distancia desde donde estais no lograis distinguir mucho mas.

me toco por todo lado mostrandole que no traigo nada

el mapa se me perdio si quieres buscame yo no lo tengo pero creo que podria ubicarme un poco creo que recuerdo algo del mapa

- Si no tienes el mapa no me sirves para nada.

Aprieta el gatillo y el disparo resuena en tu cabeza sin tiempo a que puedas tirarte al suelo para intentar evitarlo.

De repente notas un dolor lacerante, hirviente, abrasador, en tu pecho y caes sobre la arena de la playa con la sangre surgiendo a borbotones de la herida en el.

Escuchas la voz de Santos.

- Pudrete, escoria...