Partida Rol por web

Un leve rubor recorre sus mejillas al mismo tiempo que las palabras del pescador enfurecen a Marie, pero guarda la compostura y se limita a apretar los puños. No quiere verse envuelta en más líos.
-Tranquilo Julián -dice apretando los dientes-. Seguro que sus palabras no se referían a eso... El tono de su voz no parece muy conciliador.

La respuesta del pescador hace dudar a la mujer, que mira a Julián con un interrogante en la cara.

cuando iogo el nombre de Marie se me estremese el cuerpo

Marie tu diste la vida por nosotros y no te defraudare

que??? este tipo sabe algo del mapa ... Santos debio comentar algo???

cuando iogo hablar del mapa me pongo serio

algo valioso mmm no oi nada el que sabia algo de ese tuvo que ser el hombre que tenia el balazo en la pierna y el pecho ya que era el alguasil o usted sabe algo del barco ???

-No nos echaremos atrás. - responde cortante al pescador tras mirar a Marie - Somos gente de palabra, espero que tú también lo seas. ¿Nos vamos? - Julián parece convencido de zarpar en la barca, pese al mal pie con el que ha comenzado el asunto.

- Solo lo que se comenta en el pueblo y las cercanias... segun parece habia algo de valor en su interior y usted es el unico superviviente del mismo por lo que seria de gran ayuda que colaborase en lo que sepa.

Te mira intentando leer en tus ojos la veracidad de tus palabras.

- Esta bien - dice el marinero extendiendo la mano para coger el relog - partiremos en cuanto podamos levar amarras; suban a bordo si quieren y busquense un lugar donde reposar su culo.

la verdad yo fui al barco a cobrar lagunas cosas con un hombre y despues estuve en los sectores mas olvidados pero si logre escuchar algo sobre un objeto que seria de gran ayuda aqui pero despues de eso no se nada

digo mientras lo miro directamente a los ojos

bueno ya dije lo que se y si me acuerdo algo mas se lo hare saber ahora me podria decir donde estoy y desde cuando estoy aqui ???

despues de estar recostado un momento intento sentarme y mover un poco las piernas

Sin quitarle ojo de encima al pescador, ofrece su mano a Marie para ayudarle a subir.

-Sé que es peligroso, pero quedarse aquí lo es más. - le dice en voz baja, apenas un susurro. Da la impresión de que se estuviese disculpando por meterla en este embrollo.

Asumiendo que no habrá un lugar en la barca que no huela a pescado, se limita a tomar asiento en la zona que ve más segura, cerca de la parte trasera. Desde allí tendrá a la vista a casi todos los marinos durante el trayecto.

-Gracias -dice agarrando la mano de Julián para subir. Sólo de pensar que volvería a navegar el estómago se le revolvía. Los pescadores no le inspiraban confianza, había algo que no le gustaba de ese pueblo que en apariencia era tranquilo.

Marie se sienta junto a Julián y espera impaciente zarpar. -Espero que el viaje no sea demasiado largo-. dice casi suspirando.
La mujer se arrejunta un poco más al caballero, agarra su mano y la aprieta con delicadeza. Está un poco nerviosa.

-No lo creo. - responde sin mucha convicción.

Sus ojos recorren el oscuro litoral y en su rostro aparece una expresión de desprecio.

-Con la luz del sol, este lugar parecía el paraiso. Pero al caer la noche parecen haber salido todas las alimañas de sus guaridas. - comenta en un susurro como si hubiese leido la mente de su compañera.

Como compensación a sus inquietante palabras, pasa el brazo sobre los hombros de ella para reconfortarla.

Con la mirada, e intentando que no resulte muy obvio, Julián busca algún cuchillo de limpiar pescado o alguna navaja que le pueda servir de arma en caso de necesidad.

- Tranquilo, esta usted a salvo y con cuidados medicos suficientes para mejorar su salud al cabo de un tiempo, claro esta. No se preocupe por nada mas... el caso... es que hay mas supervivientes del barco que quiza, con su ayuda, nos pudiesen ayudar a encontrar aquello de lo que usted escucho. Incluso... podriamos recompensarle con mucho dinero... ya me entiende...

El hombre se acerca a la puerta de la estancia y te mira.

- Espero que pueda ayudarnos mas en ello... señor...

Los marineros continuan con la labor de desamarre de la embarcacion cuando os llama la atencion el ruido de caballos acercandose hacia el puerto.

Cuando vuestras miradas se encuentran con los recien llegados no podeis evitar un estremecimiento.

Tres jinetes con pinta de pistoleros acompañan a un hombre ataviado de trajes de monje y se acercan hasta la embarcacion.

- Detengan a esos hombres!

Los pistoleros se recuestan sobre sus sillas mientras uno de ellos descabalga, todos dejando ver claramente los revolveres en su cinturones.

- El Alcalde no da su permiso para que abandonen el pueblo y mucho menos a estas horas... por su seguridad, claro esta. Por favor, salgan de la embarcacion.

No parece una invitacion muy cortes.

Poniéndose en pie, pero sin abandonar el velero, Julián examina con gélida mirada a los recien llegados y sus revólveres.

-No necesitamos su permiso. - replica con desdén, medio riendo - ¿Y qué hace un fraile ejerciendo de recadero del alcalde? ¿No será usted quien no quiere que nos marchemos, "pater"? ¿Qué pasará si nos negamos a dejar la barca? ¿Ordenará a sus sicarios que me disparen? Resultaría algo...paradójico que estos pueblerinos se hayan tomado tantas molestias para salvarme la vida y después me la arrebaten.

Aunque se esfuerce en aparentar una total sangre fría y un profundo desprecio por la autoridad del alcalde y el temor que pretende infundirles, el cordobés no puede evitar fijarse en si los pescadores van a odebecer o si se mostrarán firmes y no dejarán perder la oportunidad de ganar un dinero extra.

hare todo lo posible para ayudarlo

digo dandole a entender que ya no quiero hablar y me recuesto en la cama esperando que alguien de los monjes venga a darme comida ya que tengo mucha

este tipo no me cae para nada... pero dijo que hay mas supervivientes puede que alguien mas sepa del mapa

me recuesto mirando al techo

y que es del mapa??? si murio Marie alguien debio tomarlo o acaso lo escondio donde estabamos mmm

Te quedas nuevamente solo en la sala acompañado tan solo por tus pensamientos sobre el mapa y la gente que aun puede estar interesada en el.

Tras un largo rato de descanso en la que te has quedado dormido debido a tus heridas escuchas como alguien llega hasta la puerta y entra denuevo en la sala.

- Buenas noches señor. El alcalde ha decidido que le acompañe a ver a algunos de los supervivientes del barco para poner en comun algunos puntos... poco claros.

Se acerca hasta ti para ayudarte a levantarte y a vestirte preparandote para salir de la lugubre estancia en la que estabas sumido.

- Haganos el honor de acompañarnos en esta pacifica visita al Señor Alcalde, por favor. No quiseira verles llevados por la fuerza.. sobre todo a la hermosa dama.

Los marineros parecen dispuestos a colaborar y dejaros a su merced e incluso diriais que alguno arremeteria contra Julian de un remazo con agrado. Los pistoleros parcen esperar pacientemente y sonrien complacidos ante la expectativa de que Julian pueda hacerles "frente".

Uno de los pistoleros, el que ha desmontado, habla con una voz firme:

- Quiza el caballerete querria un revolver para acompañar sus palabras.

Acaricia su revolver en el cinto y desenfunda otro que tenia a la espalda, un viejo colt army, cogiendo por el cañon como para lanzarlo a Julian.

-No soy idiota. - replica rechazando el arma - Cuando te matase a tí, el resto me acribillaría sin piedad.

Tragándose el orgullo pero sin rebajarse en exceso, desciende de la barca y se dispone a seguir mansamente al siniestro fraile. Con una media sonrisa especialmente irritante, musita unos versos de Lope de Vega que le recuerdan a Villalobos pero bien se podrían aplicar a su situación actual.

Gente de este vil lugar,
que ya es razón que aniquiles,
pues en nada te da gusto,
a nuestras armas se atreve.

dejo que me vistan y con la ayuda de ese tipo salgo a ver a los supervivientes

este tipo quiere algo de mi y creo que sabe muco del mapa o si no no estaria tan interesado en mis recuerdos

disculpe despues de ir donde los supervivientes podriamos ir a las tumbas de mis amigos Marie y Julian por favor

digo aprovechando que salgo de la cama y que tengo a alguien que me ayude

Marie se pone en pie al ver llegar a los hombres del alcalde. -No Julián... -musita cuando ve que el caballero pretende hacerles frente.

Al ver que no pretende enfrentarse a nadie, sino que su intención es bajar de la barca, Marie suspira más aliviada. Acompañar al fraile no es de su agrado, y visitar al alcalde duda que sea una agradable experiencia, pero quedarse ahí con los pescadores y los hombres del alcalde podría ser peor. Un escalofrío recorre su espalda al recordar la mirada lasciva con la que le habían mirado antes.

-Será mejor que les acompañemos -dice en voz baja y sigue a Julián para bajar de la barca.

Siges los pasos de tu acompañante y salis de la sala para encaminaros por un pequeño corredor hasta una puerta. Todo parece indcar que os encotnrais en una gran casa o mansion aunque no tienes idea de por donde te han llevado o donde se encuentra la misma.

La puerta se abre introduciendoos a ambos en un pequeño salon...

Dandoos por vencidos ante la insistencia de vuestros "captores" les acompañais de vuelta, alejandoos del puerto y dejando que la dama monte en el caballo del monje mientras que el pistolero que habia desmontado se mantiene a pie vigilando los movimientos de Julian y el resto siguen sobre sus monturas para encaminarse mas alla del pueblo, en direccion a la mansion del Alcalde de la que hace tan solo un rato os habiais marchado.

Tras un rato de camino sin que nadie diga nada llegais a la misma y uno de los pistoleros se encarga de llevaros junto a Anselmo hasta el interior. La opulencia no os es del todo desconocida hasta que finalmente volveis a dar con vuestros huesos en el salon donde anteriormente tuvisteis la grata conversacion con el Alcalde.

Os fijais que el pistolero cubre una de las puertas de la sala que conduce a la entrada principal del edificio mientras que la unica otra puerta que queda parece mantenerse libre. De repente esta comienza a abrirse...