Partida Rol por web

Durante todo el trayecto, el cordobés camina muy erguido, con la cabeza alta y conteniendo su ira tras un telón de flemático orgullo.

Cuando sus captores se retiran, se apresura a tomar las manos de Marie entre las suyas a través de las rejas y fija su mirada en los oscuros e hipnóticos ojos de la mujer.

-No moriremos aquí. No de esta manera. - le dice con voz firme pero cálida mientras le acaricia.

Cuando la nota algo más tranquila, se separa de ella y examina las celdas y la pedregosa y escarpada orilla que se extiende más alla de los barrotes. Tras esa rápida inspección del terreno, se gira hacia la otra celda.

-Dhish, ¿se vería con fuerzas para dar algunas brazadas y escalar unos metros?- le pregunta a su compañero de desventuras con una media sonrisa en el rostro.

Falsas esperanzas aparte, es consciente de que la fuga parece casi imposible. Al menos, sin herramientas y sin la posibilidad de colaborar los tres.

-Olmos no es como los otros dos. Hay muchos vividores que ingresan en el clero huyendo del hambre y el trabajo, pero conozco pocos médicos sin vocación. Y el juramento hipocrático les obliga a salvar vidas. Tengo la esperanza de que su conciencia le impida quedarse de brazos cruzados y dejar que nos ahoguemos. - expone antes de que cunda el desánimo.

De todos modos, y por si el buen doctor tuviera la conciencia domesticada a base de oro, Julián sigue cavilando sobre una salida alternativa.

tras estar en la reja y viendo la menera de escapar veo a Villalobos con mi cabeza medio cabisbaja

la verdad me duele un poco cuando camino pero no se preocupen hare todo lo posible por ayudarles

veo toda la celda y la reja de de arriba mientras intento idear un plan

ahora que haremos alguno de ustedes tiene algun plan para salir mmm

me acerco a puerta y veo si los barrotes estas cedibles o si se puede sacar alguno usando mucha fuerza

Un disparo asesina el silencio por un momento mientras el agua del mar comienza a inundar las catacumbas. Tras el momento de incertidumbre finalmente unas risotadas son el claro testigo de la veracidad de las sensaciones de Julian pues al momento entran dos pistoleros arrastrando el cuerpo maltrecho de Olmos con sangre manando de su pecho y la mirada descompuesta.

- Maldito bastardo! eso por llevarle la contraria a nuestro Alcalde jajajaja!

Uno de los pistoleros abre la celda de Maria mientras el otro arroja el cuerpo aun con vida pero jadeante y con febriles espasmos, al interior y vuelven a cerrarlo.

- No habla mucho pero es un buen hombre! jajajaja!!

Los dos pistoleros se alejan entre risotadas y las pocas esperanzas que aun manteniais vivas parecen disolverse en la noche...

Te das cuenta de que uno de tus barrotes que dan a la costa pedregosa y el mar (que va inundando cada vez mas la estancia) esta un poco suelto y que quiza, con todas tus fuerzas, podrias intentar desencajarlo aunque no cabrias entre el hueco que deja...

Olmos esta en las ultimas, medio muerto, acabado...su rostro se encuentra desencajado y la bala ya ha hecho el suficiente daño como para salvar al pobre doctor. Pese a todo Olmos te mira como intentando darte a entender algo con sus ultimos alientos de vida y lucha por mantener la cabeza sobre el agua.

-Esperaba verle entrar por esa puerta, pero no lo imaginé exactamente así. - pese al comentario jocoso y de mal gusto de Julián, la tensión en su cuello y manos delata el impacto que ha tenido todo ésto en él.

-¿Ha terminado así por nosotros? ¿O se ha tratado de un desacuerdo en el futuro reparto del oro de la misión? - el caballero chasquea la lengua, baja la cabeza y mira para otro lado, como si de unas mudas disculpas se tratasen. - Las opciones se van acabando...

Si cada subida de la marea hiciese entrar agua en los calabozos, ésto debería estar lleno de ella hasta los barrotes. Debe de haber algún tipo de desague o algo así. Un lugar por donde el agua escapa poco a poco. Una grieta tal vez.

Julián se agacha y palpa con las manos bajo el agua.

-El agua no se queda estancada del todo. Ayúdenme a buscar por donde se pierde. - pide a Dhish y a Marie. El doctor no parece estar en condiciones de obedecer. - Marie, si todavía puede hablar, pregúntale si sabe algo que nos pueda ayudar a escapar.

Marie se deja acariciar por Julián, en estos momentos no tiene fuerzas ni ganas de nada, tan sólo le mira y trata de serenarse. -Eres demasiado optimista... -le contesta entre suspiros.

La mujer se acerca todo lo posible a los barrotes que unen su celda con la de Julián cuando escucha el disparo y a los dos pistoleros acercarse. -¡Dios mio! -exclama al ver el cuerpo del doctor. Rápidamente se acerca a Olmos y le sujeta para que pueda respirar y no se ahogue bajo el agua. -¡Bastardos! -grita a sabiendas de que es inútil y nadie va a escucharle.
-Tranquilicese, trate de respirar -le dice intentando calmarle. La situación es demasiado complicada y Marie no sabe qué hacer. Le habla nerviosa-. ¿Hay alguna forma de salir de aquí? ¡Moriremos ahogados! Debe haber algo que podamos hacer. Hábleme doctor, dígame lo que sabe!

Te pones a palpar bajo el agua mientras te percatas por el rabillo del ojo como Dish acaba de arrancar uno de los barrotes que dan al exterior de su celda y Marie parece empeñada en salvar del infierno al doctor.

De repente tu expresion se torna exaltada y tu mismo te sorprendes de palpar algo, quiza un sumidero o algo similar de grandes proporciones que se encuentra bajo las algas y tierra arrastradas por el mar... es grande... muy grande... e incluso dirias que metalico pero se guarece bajo el agua y no hay posibilidades de verlo mejor aunque dirias que podria tratarse de un enrejado o quiza una estructura similar. Eso si, es impensable que puedas moverlo aunque parece que discurre bajo parte de tu celda, la de Marie y parte de la estancia fuera de ellos.

Arrancas de cuajo el barrote y caes al agua que se acumula tras de ti y ya os llega a las rodillas. La bertura que has logrado no es suficiente para que cupieseis ninguno de nosotros pero al menos tienes la barra de medio metro de largo.

La sangre brota de su boca y sus ojos, ya vidriosos, parecen apagarse por segundos mientras el agua de mar sige colandose desde el exterior luego coje tu mano como suplicandote para susurrar entre estertores:

- Esperanza.

Su vista se apaga dejando ya atras este mundo.

estoy en los barrotes y me dispongo a arrancarlo asi que me preparo y logro sacar un barrote mientras que me voy al agua suavisando mi caida

con la barra en mi mano se la doy a villalobos

intenta palanquear otro barrote mientras descanso un poco me dolio el esfuerzo que hise y sera mejor que te des prisa ya que no tardamos en estar nadando por nuestras vidas

intento ver si algun barrote cercano al que saque este un poco suelto para que pueda ser mas facil sacarlo mientras descanso del esfuerzo que hise

-Se le va a abrir la herida. Tómeselo con calma. - reprende a Dhish mientras agarra el barrote que éste le ofrece.

Julián lo examina y lo sopesa, sorprendido por la relativa facilidad con la que ha sido arrancado. Haciendo caso de los consejos del que fuese polizón, alza la improvisada palanca y la prepara para intentar hacer un hueco en su parte del enrejado que da a la playa.

-¡No, espere! Aguante un poco más -insiste Marie con el cuerpo ya inerte del médico en sus brazos-. No nos deje así... -dice ya casi en un susurro, dejando que el doctor se hunda lentamente en el agua.

-No ha podido aguantar. Esperanza -repite la mujer para que sus compañeros le escuchen-, esperanza fue lo único que pudo decir antes de morir. Esperanza... -dice con un deje irónico. Es entonces cuando escucha cómo cede uno de los barrotes. Marie se acerca rápidamente a los barrotes que separan su celda de la de Julián-. ¡Lo habéis conseguido! ¡Es posible que podamos salir de aquí! -exclama con un súbito entusiasmo.

Tal vez el doctor no se equivocara...

La barra metalica no parece demasiado endeble por lo que quiza pudiese funcionar. El agua ya os llega casi por la cintura mientras el cadaver de Olmos flota como fiel recordatorio de lo que os espera ademas de que Dish parece muy cansado por el gran esfuerzo realizado y no sabeis si, en su estado, eso es muy recomendable.

Julian se prepara para hacer un ultimo esfuerzo y quitar una de los barrotes de su celda aunque eso tan solo serviria para que el pudiese huir (en caso de poder quitar al menos dos de ellos)... Julian se cuelga casi completamente ayudado por el creciente nivel de agua y utiliza la barra con gesto de sumo esfuerzo y todos conteneis el aliento.

Entre el agua, la tension y demas te percatas de que las ropas de Dish se han calado de lo que podria ser sangre, sin duda de las heridas aun no cicatrizadas y del esfuerzo realizado aunque el parece contener su gesto de dolor en una mueca forzada.

Sientes como todo te duele y apenas logras mantenerte en pie; un escozor recorre rapidamente tu cuerpo y notas como el agua salina se entremezcla con la sangre que vuelve a brotar de tu herida aun sin cerrar. El esfuerzo te ha causado una hemorragia que podria ser tu final definitivo aunque si lograseis escapar quiza esto valdria la pena...

-Oh no, oh no... -empieza a decir Marie señalando a Dish-. ¡Dish! ¿Está bien? Sus ropas están manchadas, ha hecho demasiado esfuerzo! Apriete la herida!

La mujer agarra con fuerza los barrotes que le separan de la celda de Julián y contiene el aliento mientras éste realiza fuerza para quitar uno de los barrotes y Dish parece recobrarse por el esfuerzo.