-¿Dónde están mis modales? Soy Julián, Julián de Villalobos. - dice ofreciéndole la mano. - Tenerife será un buen sitio desde el que proseguir nuestra ruta.
Un suspiro de alivio deja escapar Marie al escuchar al calmado marinero. Por fín podrían salir de esa maldita isla; mas el semblante de la mujer cambia cuando el nombre de Pedro, el médico, resuena en sus oídos.
Pensativa, Marie espera a que Julián se presente. -Marie Jones -dice tendiéndole también la mano-, le estaré eternamente agradecida si consigue sacarnos de este lugar.
-Ha mencionado usted a un hombre llamado Pedro -continúa tras una breve pausa-. ¿Se refiere al doctor Pedro Olmos? -Tras lanzar la pregunta, Marie mira a Julián intentando decirle con la mirada lo que no se había atrevido a decir ella de golpe.
Julián mira a Marie sin intentar ocultar su disgusto acerca de la mención de Olmos.
Parece a punto de decir algo, pero se contiene con una mueca rígida en los labios.
Bah, que se enterera era cosa hecha. Ese muerto nos lo van a cargar a nosotros...
- Si, claro, el Señor Olmos, a caso le conocen?
Marie se extraña ligeramente por el gesto de Julián. ¿Acaso no sería mejor aclarar que no iba a volver? Esa gente iba a esperar hasta que regresase, y eso no iba a ocurrir. Podrían irse ya de esa isla.
Algo contrariada Marie se dirige a Julián. -Tarde o temprano se enterarán, y ocultárselo sólo nos puede traer más problemas. De seguro que ellos -dice refiriénose al alcalde y demás-, tergiversarían la historia.
-Lo siento señor Martínez, pero el doctor Olmos no partirá hoy en este barco -baja la mirada un momento y prosigue-. La última vez que le vimos, se hundía en las aguas de las mazmorras.
Dicho esto, la mujer calla y observa la reacción del marinero, así como la del caballero, que poco parecía gustarle esa situación.
-Tienes razón. - suspira y se relaja - Tienes toda la razón. Albergaba la absurda esperanza de que aquí, nuestro buen anfitrión, se refiriese a otro Pedro distinto. Estoy agotado y ya no pienso con claridad. - reconoce a regañadientes.
-¿Qué va a hacer al respecto?- pregunta al propietario del barco - ¿Qué clase de relación les une a usted y al difunto doctor con gente de la calaña de "Don" - ironiza - Federico? Imagino que le mataría por lo mismo que intenta matarnos a nosotros, pero ya no sé que creer.
Su rostro queda consternado por la noticia pero reacciona con rapidez.
- Mazmorras? que mazmorras? y... por que han acabado con su vida??
Su mirada hacia vosotros se ha vuelto un poco mas nerviosa y os escudriña intentando entreveer cuales son vuestras intenciones y la verdad de estas.
- Todos conocemos al Alcalde y sus "juegos" aunque simpre nos hemos mantenido al margen y viviendo nuestra vida dado que viajamos mucho y el buen doctor era un conversador excepcional con puntos de vista interesantes sobre casi cualquier tema de la vida... la verdad es que es una gran perdida aunque aun no logro comprender el motivo de su muerte.
-Ya lo dijo el poeta: poderoso caballero, Don Dinero. Convierte a los hombres de moral frágil en bestias sanguinarias. - se atusa el bigote - O el señor Olmos se inmiscuyó en los negocios del alcalde, o se convirtió en una molesta voz de la conciencia. Nuestro asesino se cree por encima de la ley y, desgraciadamente, hay bastante de cierto en ello. La isla parece como si fuese suya.
-Es suya -corrije las palabras de Julián con cierto desdén al pensar en el alcalde-, y no estará contento hasta conseguir lo que desea.
Marie se dirije ahora al marinero -Señor Martínez, cuanto antes zarpe su barco, antes perderemos todos de vista a ese hombre. Ha dicho que toda la tripulación está ya a bordo, podría zarpar ya mismo... -su mirada suplicante se encuentra con la de él.
Devuelve la mirada a la mujer pero sacude la cabeza.
- No podemos señorita; aunque los motivos asi lo sujieran al menos tardaremos unas horas en poner todo en marcha en este pesado cascaron pero lo que si puedo asegurarles es que saldremos antes de lo previsto para evitar contratiempos inesperados.
Se pasea un momento inquieto y luego vuelve a mirarles como aun dando vueltas a las palabras de Julian.
- Puedes irse a descansar a uno de los camarotes de abajo mientras tanto, no son muy grandes ni espaciosos pero al menos tienen dos literas donde podran descansar... creo que les vendra bien.
-Si no es molestia, yo preferíría esperar aquí. Creo que no seré capaz de conciliar el sueño hasta que no estemos en alta mar, lejos de ávaros terratenientes y sanguinarios pistoleros. - declina el ofrecimiento con una diplomática disculpa. - Una vez más, le reitero mi agradecimento, Señor Martínez.
Pese al cansancio y a la aparente sinceridad de su interlocutor, una sana paranoia sigue manteniendo en guardia a Julián.
¿Me fijé en si la puerta del camarote tenía cerradura?
- Como quieran.
El marinero se mueve por la parte posterior de la embarcacion y pone en alerta sobre la partida apresurada a alguno de sus marineros que se encontraban alli descansando mientras os deja a vosotros solos dentro de la sala. Parece que aun queda un tiempo para que partais asi que podeis descansar aunque Julian no parece muy dispuesto a ello y sus nervios aun estan intranquilos...
No tienen cerradura ninguna de ellas ^^
-Quizá ya sea tarde para desconfianzas, pero... - comenta en voz baja a Marie una vez se han quedado a solas, dirigiendo una mirada hacia la puerta por la que Martínez salió.
//a la espera de noticias de Marie
-Ahora mismo no confío plenamente en nada ni en nadie... -responde Marie algo cansada ya por la situación-. Me resulta rara tanta amabilidad, pero este hombre pudo delatarnos y no lo hizo. Puede que pase algo raro, pero este barco es lo más seguro que tenemos hasta ahora.
Un pequeño bostezo escapa de la boca de la mujer. Estaba cansada, pero aunque quisiera no podría dormir, además, prefería quedarse ahí, con Julián, a la espera.
-Bueno, pensandolo friamente, parece claro que no siente demasiado cariño por el ilustre malnacido del alcalde, y sí, por otro lado, por el doctor Olmos. - dice con media sonrisa - Si ayudándonos a escapar le fastidia en algún modo, es posible y creible que vaya a asumir el riesgo. - añade tamborileando con los dedos sobre la mesa.
Las horas pasan en apacible calma mientras el barco va preparando sus quehaceres para partir cuanto antes. Poco a poco el sueño os va consumiendo aunque luchais por manteneros despiertos...
Necesito una tiradita... ya sabeis como va 1d10 + RESISTENCIA (sin modificar por heridas) a dificultad de 8. En caso de fallarla ya sabeis que Morfeo os ha vencido y podeis rolear que dormis como bebes jejeje
Un saludo y suerte!!
Pese a la compañía, la espera se hace eterna para Julián, quien tiene que hacer verdaderos esfuerzos para no quedarse dormido en su asiento.
Tirada: 1d10(+2)
Motivo: aguantar despierto
Dificultad: 8+
Resultado: 10(+2)=12 (Éxito)
-El tiempo pasa demasiado lento... -murmura Marie mientras se acomoda junto a Julián, la cabeza poco a poco va venciendo y se apolla sobre sus hombros. Un bostezo inevitable sale de su boca, está demasiado cansada. Por mucho que trata de evitarlo, sus ojos se cierran cada vez más y conseguir abrirlos es más costoso.
-Voy a cerrar los ojos un poco, para descansar -dice ya con poca voz-. Si me duermo despiértame...
Lo quería, pero sabía que iba a quedarse dormida, siempre le pasaba lo mismo. Nunca había conseguido mantenerse despierta a pesar de tener los ojos cerrados, y menos aún estando tan cansada. Los párpados se cerraron y su respiración poco a poco se fue haciendo más tranquila, serena, rítmica... al menos dormiría un rato tranquila, después de todo.
Tirada: 1d10(+2)
Motivo: ¿A dormir?
Dificultad: 8+
Resultado: 5(+2)=7 (Fracaso)
Julián dijo que la despertaría, pero no lo hace. En su lugar, le pasa delicadamente el brazo por los hombros y le besa el cabello mientras mira como duerme. De manera inconsciente, su respiración se acompasa con la de ella. Admirando que Marie haya podido conciliar un sueño tan aparentemente tranquilo, sonríe.
Más tarde, las voces de los marineros y el ruido que hacen al trabajar terminan acaparando su atención. No ve el momento en que se oiga "¡levad anclas!" y se alejen, por fin, de la isla.