Partida Rol por web

Notó como una mano lo agarró fuerte y eso provocó que maullara un poco de dolor. Mientras se alejaba hacia el carro dijo adiós a Kya con cara triste. Llegaron al carro, Arthur y Bucky, tras lo que el minino dijo. - Oye. Si estás celoso dímelo y dejo de hablar con ella. Aunque hablar... lo que se dice hablar tampoco me dejaste. ¡Mal educado! - Tenía una voz que reflejaba un poco de enfado por su parte. - ¿Es que tus padres no te han enseñado modales? - Todo esto lo dijo mientras era arrastrado hacia la jaula cual muñeca de trapo. - Y además no sabes quien soy... El lider de "Los zarpitas". Suéltame ahora y no te pasará nada. - Tardó un poco en seguir hablando tras coger aire. - Tal vez no nos conozcas pero eso es porque vivimos en las sombras. - Hizo un gesto como si quisiera entrar en sigilo, por decirlo de alguna manera.

Desvió la mirada hacia un lado y vio a Kya con una cara de pena que hasta casi la arrastraba el carro mientras ponía una zarpa en un "barrote" de la jaula. De repente obervó que Yukari se tiró encima de ella haciendo que bucky se preocupara por Kya más que por su compañera. - Yukari si ella quisiera hacerme daño, ¿No crees que ya lo habría hecho? - Dijo con un tono un poco de tristeza. Era arrastrado en contra de su voluntad y alejado de lo que él consideraba sus amigos, aunque ellos no lo tomaran así, ni mucho menos.

Las preguntas que le hizo al mercader no fueron para nada respondidas pues precisamente solo buscaba una cosa, a Bucky. Era extraño que alguien quisiera a un gato tan...especial y cansino como era aquel minino pero no se quejaría...a fin de cuentas él había intentado ayudarlo a escapar de una manera pacifica de aquellos grilletes hasta que el elfo intervino con su flecha quizá no muy certera.

Pudo ver las actuaciones de Alzag por lo que sabia que iría a por el gatuno y él debería hacer algo a mayores. Se acercó a Yukari y sacó uno de sus cuchillos para luego levantar a Kya y ponerle la hoja en el cuello - Suelta al minino o tu amiga pagará las consecuencias - Fue lo único que dijo, las demás palabras sobraban.

El elfo, viendo la situación, hizo caso omiso a las palabras del mercader y sacó su arco dispuesto a usarlo contra él. Por otro lado, Vilko, intentando ser más listo decidió ir hasta donde se encontraban las dos chicas y tomó a la pequeña zorrita como rehén a cambio de Bucky.

Desde lo alto del carro, Arthur no hizo ademán alguno por preocuparse por la chica.

-¿Mi amiga? Si eso fuese así todo esto habría sido más fácil...¡que le den!

Y acto seguido, saltó sobre el elfo haciendo girar el bastón sobre él a una increíble velocidad para luego bajándolo en vertical asestar un golpe al elfo con una increíble potencia.

Poco a poco vas notando como tu cara se va enfriando cada vez más, un fuerte viendo te azota.

Sin saber porque, te imaginas rodeado de agua, en alta mar, surcando las olas...pero a medida que vas abriendo los ojos, volviendo en ti, lo primero que ves es blancura, todo blanco, al fijarte un poco más de das cuenta de que es nieve, pero se ve lejana, a metros, tal vez kilómetros... notas una fuerte presión en tu abdomen. Estás en el aire, en el cielo, estás volando, la nieve que ves a lo lejos pertenece a la de una montaña, una gran montaña nevada.

Cada vez notas más el frío y por ello estás algo entumecido. Al mirar tu cuerpo ves como algo te está sujetando y al mirar hacia arriba, una gran masa de piel se extiende sobre ti, aleteando fuertemente, tus oídos empiezan a escuchar.

Y aun fue peor cuando de pronto empezó a rugir.

Hace frio, mucho frio, puedo notar como poco a poco este se adhiere a mi cuerpo, a mi rostro... el viento me golpea y azota sin compasion. Es una sensacion similar a cuando estaba en alta mar y eso es bueno, mas cuando lentamente soy capaz de abrir mis ojos ante se extiende un paisaje completamente blanco. Parpadeo un par de veces antes de volver a fijarme en el paisaje y darme cuenta de que es nieve, todo esta cubierto de nieve... pero esta se ve lejos, lo suficientemente lejos para darme cuenta de que estoy en el aire. La impresion de darme cuenta donde estoy golpea con fuerza mi abdomen... ¿estoy volando? ¿Pero que jodida majaderia es esta? Mas entonces mis ojos consiguen vislumbrar la montaña sobre la que vuelo, una enorme montaña completamente nevada. ¿Como cojones he ido a parar a aqui? ¿ Y donde se supone que es aqui?

Caigo en la cuenta de que hay algo cogiendome, veo sus garras sobre mi cuerpo y al alzar la vista toda la extension de la bestia queda ante mi. En ese momento recupero el sentido del oido y un tremendo rugido llena mi mundo. Dejo que el ruido pase y coloco mis garras sobre las suyas, sin hacer daño, solo para tener un punto de apoyo en caso de ser necesario. Miro a mi alrededor para ver si hay algun lugar, alguna marca en tan nevado paisaje que me oriente de donde estoy...

Entonces alzo mi voz con fuerza. - !!!Ehhhh¡¡¡¡ Jodido cabron alado, mas te vale bajarme suavemente al suelo antes de que decida usar tus jodidas tripas de desayuno.

Seguías volando a ras de las nubes, cuando gritaste intentando llamar su atención, aquella criatura giro levemente la cabeza mirándote de refilón con sus ojos, unos ojos azules, brillantes, intensos, pero a la vez petrificaban de terror. Entonces, volvió a mirar al frente y empezó a descender en picado a una velocidad increíble, parecía que quisera matarte con tal frío, menos mal que gracias a tu pelaje te cubría un poco.

Estabais cerca de la cima, o eso parecía pues la montaña se alzaba por encima de las nubes. no puedes ver muy bien pero parece que estáis bajando hasta lo que parece un enorme templo de piedra y no es hasta en el último instante antes de tocar tierra que con un fuerte aleteo, frenó en seco impidiendo que os estrellaseis.

Te dejó en el suelo, parecía la parte de atrás, una especie de patio.

La criatura voló cobre el templo desapareciendo casi al instante, no lo viste muy bien debido a la niebla, el mareo y la ventisca que había.

Llegado el momento, perdido como estabas, por fin te das cuenta, ni si quiera recuerdas quién eres, o de donde vienes, no recuerdas nada.

De una de las puertas, salé una especie de hombre encapuchado que se dirige a ti lentamente, apoyado con un bastón. Y cuando llega ante ti puedes ver que se trata de un viejo con una gran barba.

-Pareces perdido...

El jodido bicho me hace caso tras gritarle, mas tras ver la mirada me planteo muy mucho mis palabras. Aun asi murmuro para mi mismo. - Si piensas que voy a serte un desayuno facil estas muy equivocado. - Una vez devuelve su mirada al frente, el muy cabrito se lanza en un picado brutal y el unico pensamiento que acude a mi mente es la mala pinta que tendre como cadaver estampado contra la montaña... bueno estampado y jodido de frio. Menos mal que mi pelaje es grueso sino a estas alturas esaria con hipotermia como poco.

Cuando por fin consigo volver a centrar mi vista en el paisaje me doy cuenta de que estamos cerca de la cima y que la bestia se acerca hacia lo que parece un templo. ¿Quien narices construye un templo en una montaña helada? Hay que estar majaderos perdidos...

La bestia vuelve a su picado, lanzandose contra la parte de atras del templo. La velocidad es abrumadora y cuando ya creo que intenta matarme estrellandome contra el suelo, abre sus alas con fuerza, frenando de golpe y soltandome no muy suavemente contra el suelo de piedra. Ruedo como puedo antes de clavar mis garras en el suelo y encarar en direccion a la bestia... para darme cuenta de que se habia ido. Me levanto sobre mis patas traseras y miro como la silueta se aleja sin que yo pueda hacer nada. - Tu, maldito cabrito tienes suerte pero... pero yo... yo... . - ¿Como me llamo? En ese instante caigo en la cuenta de que no se quien soy, ni como me llamo... ¿ Es mas como narices he acabado en las garras de esa bestia?... ¿Que coño esta pasando aqui?

Aun estoy con esas ideas en mi mente cuando escucho como una puerta se abre. Me giro lentamente mientras flexiono los dedos de mi garra derecha... y ante hay un humano con una barba demasiado larga y cubierto por una capucha. "Pareces perdido"... esa simple frase casi le cuesta la vida...

- ¿En serio? Anda no me jodas. Un jodido reptil acaba de lanzarme contra tu patio trasero. No recuerdo ni mi nombre ni se que coño hago aqui y me dices que estoy perdido. Eres el rey de la obviedades macho. - Me golpeo suavemente la cabeza con la palma de mi garra antes de volver a mirar al hombre. - Esto... igual no he empezado con buena garra... pero si, estoy bastante perdido... como tirando a no tener ni puta idea de nada de lo que pasa.

El viejo empieza a reír hasta el punto en el que casi se ahoga y debe más que nunca apoyarse en su bastón para no caerse. Se lleva la mano a los ojos secándose las frías lágrimas antes de que se le congelasen.

-Auch-ch-ch...hacía tiempo que no me reía tanto...no lo tomes con Aicha, es buena chica, un poco borde a veces pero hay que conocerla y sinceramente...-se dio la vuelta caminando hacia la puerta por donde había salido- tienes suerte de que te haya encontrado. Deberías agradecérselo cuando la vuelvas a ver.

Al llegar hasta la puerta se vuelve a girar-¿No vas a venir? Hace un poco de fresco...

Al entrar, avanzáis por unos pasillos hasta llegar a una gran estancia, enorme, el techo seguramente estaba a la altura más alta del templo, perfectamente podría estar un gigante en ella(pero tu no sabes que tales seres existen :P) En el centro, en un hueco cuadrado del suelo, una gran hoguera ilumina y calienta, haciendo realmente acogedor el lugar.

De un pasillo lateral , otros 3 individuos muy parecidos al primero aparecen, igualmente encapuchados y con barbas, pero de distintas maneras.

Al llegar al centro, junto a la hoguera, el primero de ellos te mira, y extendiendo los brazos hacia arriba dice en un tono bastante alto que resuena por todo el templo.

-¡Bienvenido a Alto Hrothgar! Soy Makarov y estos son Muten Roshi, Oak y Hiruzen. Somos los barbas grises de la Garganta del Mundo.

El viejo empieza a reirse, pero ademas de verdad hasta el punto de que le saltan las lagrimas... no tengo muy claro porque pero de pronto viendole reir me entran a mi ganas tambien y empiezo a reirme tambien. Entonces se pone a hablar y viendo su constitucion entiendo que no se ria mucho, un par de carcajadas como tocan y se partira como una ramita seca... entonces es cuando meciona Aicha.

- Espera viejo, ¿me estas diciendo que conoces a esa bestia escamosa? ¿Es mas que ella me ha salvado y tengo que darle las gracias? - Mi cara de incredulo es todo un poema. No tengo claro si ahora me esta tomando el pelo o va en serio pero durante un segundo recuerdo la mirada de esos ojos y asiento levemente... supongo que si estoy aqui vivo en cierta manera sea gracias a ella. - Esto... tengo que pensarlo...

Mas el anciano me esta haciendo mas bien poco caso, se acerca a la puerta y me invita a entrar. Con un encogimiento de hombros y sin tener muy claro que hacer avanzo hasta entrar dentro del templo. El lugar huele a viejo... mas bien antiguo. Avanzmos por un corredor todo de piedra hasta una sala donde cabria todo un jodido galeon casi... y en el centro una hoguera enorme a la que nos acercamos. Justo en ese momento, como si estuvieran de alguna manera pensando en hacerlo asi aparecen tres individuos mas que se acercan con nosotros a la hoguera. Tres que visten igual que el que me ha recogido ahi fuera... algo me dice que si el mio esta chalado, estos tres van por su mismo camino.

Uno de ellos alza sus brazos y con una fuerte voz anuncia donde estamos y quienes son ellos. Me giro para mirar a mi alrededor y darme cuenta de que efectivamente estamos solos. ¿Alto Hrothgar? ¿Garganta del Mundo? Ha dicho que se llamaba Makarov, sin tener muy claro que espera de mi avanzo mientras miro al que me ha recogido. - Sabes que estamos solos aqui ¿verdad? - Espero por si tiene algo que añadir. - No hacia falta intentar que te oyera toda la maldita montaña. - Coloco mis brazos delante con mis biceps claramente marcados. - No tengo ni idea de que es eso de la Garganta del Mundo o del Alto Hrothgar y si vuestros nombres tienen que sonarme... tampoco lo hacen. - Señalo al que me ha recogido. - Como le decia a vuestro colega de barba. No tengo ni idea de quien soy, asi que menos aun que hago aqui o donde es "aqui"... aparte de que parece que sois amigos de la criatura voladora que me ha lanzado a vuestro patio. Asi que un poco de informaciona  ese respecto iria de maravilla.

El elfo quedó sorprendido ante la gran habilidad del joven que se precipitaba sobre el con un bastón propinándole un duro golpe a pesar de que lo intentó esquivar.
Ese estúpido había hecho que Alzag se pusiera más serio y más alerta a los movimientos del joven que frente a él se encontraba.

Ante la pregunta de si sabía que estábamos solos, Makarov respondió- ¿Solo por que no puedes ver nada más? A pesar de tener un solo ojo, no te limites a ver solo la mitad de las cosas.

Luego, dejaron que desahogase sus preocupaciones.

-Pareces impaciente joven....-Empezó uno de ellos.

-No te preocupes, estás en el lugar indicado, como ya dije, has tenido suerte-Continuo Makarov.

-Estás en la provincia de Skyrim, La Garganta del Mundo es esta montaña donde nos encontramos, y este templo es Alto Hrothgar.-Este hablaba con un tono serio, completamente opuesto a Makarov.

El cuarto se te acercó poco a poco en voz muy suave y baja-Si no sabes quién eres, ni de donde vienes, tan solo debes buscar dentro de ti...-Se paró justo frente a ti, cerró los ojos, y levantó las manos a la altura de tu cabeza, parecía concentrado, empezó a bajarlas por tus laterales hasta llegar a un punto en tu cintura donde las pegó a ti, abrió los ojos de sopetón-Aquí esta....-y abriendo su puño dejó ver en el un pequeño papel algo envejecido-Lo tenías en un bolsillo.

"Adrak ThunderClaw, 26 años,

Jefe de abordaje de El K..."

El papel estaba algo mojado, posiblemente por la nieve o quién sabe por que y no podía leerse del todo bien.

-Y eso no es todo, tu primera misión está por empezar.

El bastón golpea a Alzag, quién hace un intento de esquivarlo evitando que le de en la toda la cabeza, pero este ñe da en un brazo y cae al suelo.

Arthur se quedó de pie mirándote.

-He visto elfos más rápidos, parece que será fácil.-Su tono era burlesco y volvía a quedarse jugando con el bastón, dándole vueltas

Makarov me responde con acertijos, que ¿por tener un solo ojo no me limite a ver solo la mitad de las cosas? Estoy a punto de soltarle una bravuconada o un chiste para romper la tension pero mi mente se queda en blanco. No puedo mas que ladear ligeramente la cabeza y mirarle con atencion antes de levemente asentir con la cabeza... sin tener muy claro porque lo hago.

Uno de ellos me llama impaciente... si él supiera... o ¿mejor dicho lo se yo? Desde que me he encontrado con el primer barba la verdad es que he ido directo al grano con chistes y mala leche pero ahora ante este grupo, algo me dice que debo escuchar atentamente que ya habra tiempo para las gilipolleces despues. Estoy en la provincia de Skyrim. La garganta es la montaña donjde estoy y el Alto es el templo... bueno, al menos ya me se los nombres de el lugar donde estoy... sigo sin saber mi propio nombre pero bueno por algo se empieza.

Estoy a punto de preguntarlo cuando el cuarto se adelanta y levanta sus manos sobre mi, diria que esta haciendo algun tipo de baile extraño y espero que no. No me van los hombres aun asi de pronto mete su mano en mi cinturon y saca un papelito enrollado y me lo tiende. El papel esta mojado y parte del mismo es ilegible.

- Adrak ThunderClaw, 26 años. Jefe de abordaje. - Dejo que mis labios pronuncien las palabras a la espera de que mi cerebro diga algo... mas todo sigue igual. - Mi nombre es Adrak ThunderClaw, tengo 26 años y soy o era jefe de abordaje. - Miro a los cuatro ante mi y uno de ellos dice una frase extraña. - ¿Mi primer misión? ¿A que te refieres?

-Tu primera misión, si. La misión del por qué estás aquí, pero antes que nada debes bajar la Garganta, una vez allí buscar a alguien llamado Vilko y a la gente que le acompaña y luego  guiarles hasta aquí. Creo que es algo bastante sencillo para empezar.-Marakov señala una gran puerta situado en el lado contrario al que llegaste-Esa es la entrada principal, sal por ahí y ten cuidado por el camino, nuestra paz aquí arriba no es solo por la lejanía sino por los peligros que hay que atravesar para llegar aquí, puedes resbalarte y hacerte daño.

Dos de los barbas abren las puertas de par en par entrando una fuerte oleada de frío y nieve hacia el interior que hace que la gran hoguera se estremezca y balanceé de un lado para otro.

-Ve y tráelos.

Estoy tios estan majaras y no hacen mas que dar ordenes, hasta el punto que dos de ellos ya han abierto la puerta para que me largue a hacer lo que mandan. Quieren que baje la maldita montaña para traer a otro grupo de personas, asi sin mas. Y con el puto frio que hace ahi fuera...

- ¿En serio creeis que voy a bajar la maldita montaña para ir a buscar a nosequien y despues volver a subirla porque vosotros lo digais? Teneis que estar de broma. Eso o tanto tiempo aqui arriba os ha jodido el cerebro. - Pongo mis brazos en jarra mientras una sonrisa aparecen en mis fauces. - Si quereis que baje tendreis que darme algo con lo que cubrirme del frio y algo de dinero. Estoy sin blanca y encontrar gente en una ciudad, ademas de comer y demas cuesta dinero. Asi que si quereis que me pire por la puerta que habeis abierto, tendreis que poner de vuestra parte tambien. Y yo os traere a los que estais buscando, para que me digais que narices pasa...

El ver cómo despreciaba a Kya, la chica que lo acompañaba, le pareció de lo más triste del mundo además de que lo enfadó en parte ¿Cómo era capaz de hacerle eso a quien pasó con él seguramente cierto tiempo? Parecía que no tenía escrúpulos algunos - Veremos si has conocido hombres tan rápidos - Pensó mientras corría hacia él.

Analizaba sus movimientos, el cómo rotaba el bastón y con qué mano en cada lugar intentando encontrar su lugar más débil aunque lo hizo rápidamente. Mientras lo hacía girar con una mano paró el bastón en seco mientras la tonalidad de su piel tornaba algo negruzca. Respiró por un momento hondo - Fro... - Fue lo único que susurró casi como si su aliento fuera el aliento en pleno invierno. Acto seguido y en un rápido movimiento le golpeó con una patada en la rodilla que usaría como apoyo para luego voltear sobre sí mismo golpeando con el otro pie su cabeza y desarmándolo casi al momento pues soltaría el arma tras el golpe.

-Pareces impaciente joven...-Volvió a decir el mismo de antes tras tus palabras.

-No te preocupes, cuando vuelvas tendrás una explicación para todo esto entre otras cosas...materiales por así decirlo. Pero recuerda, la respuesta siempre está en tu interior. Anda, ve, ve...

Y se quedaron quietos, algunos sonriendo, otros serios, esperando que abandonases el lugar y cerrar las puertas, entraba fresquete.

En serio pero que pesao que es el viejo con lo de impaciente... pues claro que soy impaciente maldito majara. Quiero respuestas. Y asi sin mas vuelven a echarme, dejo escapar un suspiro entre amenazador y de hastio hasta que me pongo en marcha hacia las puertas, para rugir al pasar al lado de ellos sin perder el paso. - Al menos decidme que jodidas pintas tiene ese tal Viktor y sus amigos o donde empiezo a bucarlos.

Sigo caminando hacia la puerta, esperando alguna pequeña porcion de informacion que pueda ayudarme con esta "mision" como esos malditos viejos ermitaños la llaman. Mision, mis peludas pelotas, lo que no quieren es hacer el gilipollas subiendo y bajando la puta montaña. El aire frio me alcanza y aunque soy capaz de notar el frio, mi pelaje blanco ayuda a que no sea para tanto. Bajar toda la puta montaña, encontrar a un grupo de paletos y traerselos a los majaras... no puede ser tan dificil...

Mientras te dispones a salir, unno de los que esperaban en la puerta de respondió.

-No te preocupes, llamarán la atención, sabrás distinguirlos. Deben ser unos cuatro.

Por fin saliste de aquel lugar y mientras cerraban las puertas te pareció oír algo más que decían aquellos viejos, pero no lo oíste muy bien.

-¡Oh!...ya has vuelto...Aicha, acércate a la hoguera...-y las puertas se cerraron.

Y ahí estabas tu, rodeado de nieve y roca, sin poder ver mucho más allá de tu posición. Al mirar al suelo, puedes ver como una vieja y medio rota escalinata de roca se extendía cuesta abajo permitiendo que pudieses bajar reduciendo la posibilidad de resbalarte.

Tardaste bastante en llegar al final de la escalera pero todo seguía igual, al parecer no habías descendido mucho con respecto a lo que te quedaba por delante. Ahora dificilmente puedes seguir el sendero, cubierto en gran parte por nieve y hielo, aunque unas pequeñas estatuas o lugares de ofrenda marcan el camino hasta el templo por lo que simplemente debes seguirlos en sentido inverso.

Los viejos me echan mientras sus palabras no hacen mas que carecer de todo sentido. Asi que el grupo de idiotas que tengo que encontrar sera facil identificarlos, no tengo claro si eso es bueno o no. Doy un par de pasos por la escalinata cuando de pronto detengo mi zarpa, una pequeña pelicula de hielo recorre el siguiente escalon... si llego a pisarla acabo en el fondo de la Garganta antes de tiempo.

Las ultimas palabras de los viejos se pierden cuando la puerta se cierra por completo, pero algo me dice que estaban hablando con la bestia de antes. Esto es condenadamente estupido y sin sentido. Se cual es mi nombre por un trozo de papel, una bestia alada me lanza contra un templo y ahora tengo que buscar a otro grupo mas numeroso para traerselo a los viejos de las barbas. Sigo bajando la escalera atento a todo loque ocurre a mi alrededor, dudo mucho que esta montaña este exenta de peligros y estoy seguro de que me tocara lidiar con ellos mas pronto que tarde.

Realmente espero que ese grupo de cuatro individuos sea facil de encontrar, no me gusta ir dando vueltas como un gilipollas buscando gente que no conozco.