Partida Rol por web

Reto a Bacis, El Mata Hombres, hijo de Alteo a Cunning (astucia).

Os capturaron con la guardia baja y ahora plantean venderos como esclavos. Cae la noche y os encierran en unas jaulas de madera...

Cae la noche en el campamento. Vettias y Bacis están encerrados en una jaula tan pequeña que dificilmente pueden ponerse en pie mientras cenan un estofado de carne seca. Sus captores discuten alrededor del fuego en como se van a repartir el oro que les darán por ellos. Por dos griegos jovenes les darán mucho dinero.

Durante la noche Vettias se entretiene en cazar un ratón de campo. Con la sangre del ratón manchan las ropas de Bacis. Acto seguido llama al guardia.

¡Tsch! ¡Oye!.- el guardia se acerca.- Mira, he estado escuchando a tus compañeros. Ese gordo de allí y sus amigos planean mataros. Si me dejáis libre te ayudaré a matarles y te daré el oro que escondimos en la caverna...

Me engañarás.- dice el guardía.

Y entonces tú me matarás, siendo tan grande y fuerte, yo sólo soy un eunuco desarmado...

¡Sucio traidor!.- dice Bacis.- ¡No les darás mi oro!

Venga rápido.- dice Vettias apremiante.- dame un cuchillo para que mate a este sucio animal antes de que alerte a todo el campamento.

El guardia le da el cuchillo inseguro. Bettias y Bacis fingen la muerte de éste. El guardia menos desconfiado, creyendo muerto a Bacis a la vista de la sangre, abre la jaula de la que sale Vettias, quien, antes de que pueda reaccionar, mata con el cuchillo al guardia y ambos escapan corriendo.

Una vez ambos héroes han escapado, Bacis mira al ágil Vettias y toma su mano.

- Como hace meses juraste, también yo ahora te presto juramento de apoyarte cuando mi ayuda sea precisa, puesto que no es Bacis tan indigno como para ignorar que ha sido tu rápida mente, que bien se diría digna del propio Ulises, legendario rey de la hermosa Ítaca, la que nos ha librado de sufrir indignidad y cautiverio. Así que pídeme la ayuda, que te la daré.

Reto a Phoenix el poderoso, hijo de Alcmeon a athletismo.

Vettias vuelve de la ciudad maldita de Aegina, la ciudad suspendida en los cielos, después de haber acabado con las criaturas infrahumanas que la habitaban. A su lado camina Phoenix, compañero de aventuras y amigo. Ambos descienden por la escala de mármol que comunica la ciudad con la tierra cuando se escucha un siniestro crujido y la superficie de la escala comienza a agrietarse...

Descendían victoriosos de las escaleras de la maldita Aegia, Vettias, el de ligero paso, y su valeroso compañero, Phoenix, el poderoso, cuando un siniestro crujido recorrió el mármol. Una agrieta enorme se abrió  transversalmente sobre la escalinata allí donde los mortales se hallaban, amenazando con lanzarles al abismo. Vettias, presto en reflejos, saltó al otro lado de la grieta. Sin embargo, Phoenix quedó al otro lado mientras la grieta se agrandaba azuzada por el peso del propio hombre.

 Reto a Medea de Tracia, señora de las bestias, hija de Xenia a Orate (Oratoria).

El rey de las montañas acuerda el sacrificio de un joven para apaciguar a los espíritus de la roca. Mas el joven es el hijo de un amigo vuestro y Vattias se adelanta para convencer a aquellos bárbaros de detener semejante locura...

Habiendo partido de Arattras con sus manos manchadas con la sangre de un rey Vettias, conocido como en aquellos días como el  maldito de los Dioses, llegose a la región de Tracia, el lugar de las yeguas de Diomedes. Allí se encontró con un gran gentío que atormentaban a un muchacho al que iban a ofrecer a los espíritus de la montaña.

 Reto a Stalicos el asesino de monstruos, hijo de Tratius a Sword (espada).