Me froté con disimulo el brazo dolorido, mientras sonreía como un bellaco:
- Cierto, querida... ¡Andrew, ayúdales en todo lo que te pidan!. Que no se diga que somos unos desagradecidos, después de que aceptaran nuestro pasaje de manera tan repentina...
El capitán lanzó una mirada fugaz a Ander y continuó dando órdenes.
- Venga, partimos en unos minutos.
Minutos más tarde, la caravana atravesó las puertas reforzadas y comenzó a dejar atrás la ciudad. Un tímido sol iluminaba la calmada mañana y sus rayos apenas calentaba. La caravana se conformaba de 6 carretas tiradas por bueyes y una escolta de doce hombres sin contar el capitán. Los carruajes más lujoso se hallaban delante mientras los carros que trasnportaban suministros iban al final.
Gorzan, un mercader muy amable se había ofrecido a compartir su carruaje con vosotros. Estaba muy animoso y os contaba historias de todo tipo, desde sus viajes hasta las transaciones más sustanciosas. Se notaba que era un individuo solitario deseoso de compañía.
Buen fin de semana a todos
- No tenéis mucha pinta de aventureros - afirma el comerciante, como para inicicar una conversación - ¿comerciantes, quizás?
Le dediqué una sonrisa radiante:
- Estamos viajando, viendo mundo, nunca hemos salido de la ciudad y mi cariñín y yo nunca hemos salido de la ciudad...
Me acerqué a Mara y, sin ningún reparo, le dí un pico en los labios... Sabía que esto me lo haría pagar, pero valía la pena hacerla rabiar...
Ante la sorpresa de Darvin, Mara le devolvió el beso profundizando más aun, su lengua buscaba la de su"esposo".
- Por supuesto, cariñín - replicó con sorna.
Durante unos instantes me quedé sin habla... Luego sonreí, tratando de mantener el tipo como podía....
- Sois una pareja muy peculiar, ¿de dónde decís que venís?
- Somos de aquí, de las afueras de Aguas Profundas. Mi padre es un antiguo aventurero que se estableció aquí y se casó con mi madre. Con el dinero de sus aventuras se compró una hacienda y se convirtió en comerciante de ganado y otras cosas...
- ¡Otras cosas! - el comerciante sonrió - entiendo.
El tiempo transcurrió sin incidentes. Dejaron atrás la ciudad y tras la *solana hicieron un breve descanso de 15 minutos y continuaron el viaje. Gorzan no paraba de hablar. En cuestión de horas los magos sabían que era hijo de un comerciante de sedas y telas exóticas, y se dedica a la compra venta de antigüedades.
El capitán vociferaba dando órdenes a sus hombres y el grupo que conformaba la guardia protegían la vanguardia y la retaguardia. De vez en cuando el capitán enviaba exploradores para inspeccionar el camino. Todo parecía transcurrir con normalidad.
Hacia la tarde, cerca la caravana se detuvo. Los guardias iban de un lugar a otro y el capitán mostraba expresión grave, más de lo acostumbrado. Un comerciante calvo de caros ropajes hablaba con el capitán. Lo reconocéis os lo han presentado, es Marek, el comerciante más importante.
* Periodo comprendido entre las 11 de la mañana a las 14 horas
- ¿Que sucede?. - Pregunté confuso desde la ventanilla del carromato.
Durante todo el trayecto permanecí callado, como buen sirviente que no se entromete en los asuntos de su señor, viendo el extraño juego que Darvin se traía con Mara. El muy truhan estaba disfrutando de todo esto, se le notaba en la mirada.
De repente la caravana paró y parecía que fuera había algo de revuelo. Me asomo por la ventanilla de la carreta para ver que sucede.
Los soldados iban y venían. Algunos miembros de la caravana salieron y los soldados les ordenaba educadamente que regresasen a sus carromatos. El comerciante, que fue presentado como Marek regresó hacia su carromato de lujo. El capitán habló con dos de sus hombres y acto seguido éstos cabalgaron hacia el resto dando instrucciones.
Mire a mis acompañantes, preocupado, y les dije:
- Creo que hay problemas, pero no me dicen nada...
Esto no me gustaba, si había problemas, puede que tuviéramos que usar nuestra magia, y si así fuera, seríamos descubiertos y nuestra tapadera se iría al traste...
Esperemos que no sea nada grave. Comento mientras sigo mirando fuera, por la ventanilla, atento a los movimientos que hace la gente.
Mara se incorpora y aparta bruscamente a su hermano, que estiraba el cuello fuera de la ventanilla.
- Oye, guapo puedes acércarte - dice a unos de los soldados a caballo, cerca del carruaje donde estaban temporalmente instalado - ¿que ocurre? ¿Tengo que preocuparme? - pregunta coqueta, mirando descaradamente a Darvin.
- Cada hora, dos exploradores se adelantan por el camino y vuelven con informes - responde el soldado acercándose a la ventanilla - hace dos horas que se adelantaron y no han vuelto - y añade agachando la cabeza para poder contemplar la belleza de su interlocutora - Igual no es nada pero...no pinta bien. El capitán ha ordenado detener la marcha por razones de seguridad.
- El tramo que hay a partir de ahora es un sitio propenso a las emboscadas y el capitán no quiere arriesgarse sin asegurarse que el camino está despejado - responde nervioso por si alguien estaba observándolos - ¿Puedo ayudarla en algo más?
Ante la negativa de Mara el soldado regresó a su puesto.
- Esto no pinta bien... - Dije preocupado. - ... ¿Es posible que vayamos a ser atacados?.