Partida Rol por web

Esta vez, el mediano ha tenido más suerte. Parece que lo que quiera que lleve esa petaca le sienta bien. Eso, o que los vaivenes de la puerta, han aflojado el mecanismo de la cerradura.

La puerta se abre hacia un oscuro pasillo. Al abrir, Alupo respira una bocanada aire viciado que sin lugar a dudas, es indicativo de que aquella puerta hace mucho, mucho tiempo que no ha sido abierta.

-¡Bravo!-se le escapó a Wildra cuando Alupo tuvo éxito en su intento de abrir la cerradura.

Tras comprobar que lo llevaba todo, la enana se encaminó hacia la entrada del nuevo acceso con determinación y curiosidad.

-Aunque allí se ve una antorcha que podríamos encender, también puedo convocar un sortilegio de luz sobre algo, si queréis.

- Yo me pido detrás de Arthur.

Arthur seguía frotando sus manos sobre la hoguera notando como el calor le iba reconfortando en su interior.  Cuando escucho a Alupo nuevamente trastear en la puerta negó con la cabeza suavemente pensando en cuan juguetón era aquel pequeño hombre y no le faltaron voces curiosas en busca de nuevas sensaciones.

- Un olor espeso y viciado recorrió la gran estancia dando a entender que aquel pasadizo llevaba mucho tiempo cerrado.

La idea seguía sin parecerle buena al paladín aunque finalmente se levanto

- No hay nada, ¿suficiente para vuestra curiosidad?

dijo mientras esbozaba media sonrisa.

El pasillo que habían abierto había resultado ser un tanto decepcionante. Nada de tallas, estatuas, tumbas o inscripciones misteriosas. Sólo un pasillo vacío.

-Bien, ya que hemos llegado hasta aquí, bien podemos al menos ver lo que hay al final del pasillo, ¿no? Lleva bastante tiempo cerrado, así que tampoco debería haber nungún bicho demasiado peligroso, como lobos u osos o mofetas.- Le dijo al paladín, a ver si lo animaba a seguir un poco más. La verdad es que después de todo, no quería dejarlo estar sin llegar a ninguna de las partes interesantes.

Sacó del fuego la antocha que habían puesto en la hoguera y se la pasó a Wildra.

-Yo puedo encender aquella la antorcha de la pared con un hechizo, y luego ya vermos si es suficiente en cuanto a luz.

Arthur asintió sin cesar la sonrisa que había esbozado con su pregunta.

- Esta bien, pero sigo pensando que no es buena idea

El hombre de la gran armadura se dispuso por delante de los demás y comenzó a andar por el pasillo mientras el resto le seguian.

Aunque realmente pensaba como Arthur, la gran curiosidad que le provocaba lo desconocido y lo inexplorado le impidieron expresarlo en voz alta. Se limitó a esperar a que entrara el resto, invitando a la maga a cerrar él la comitiva.

- Te acompaño, si te parece bien - en la naturaleza, solía ser tan peligroso ir último como primero, si no más, por lo que prefirió cerrar él la comitiva, si la chica mostraba estar de acuerdo.

Elti asintió a Sam y, dejando que cerrara él la fila, se dispuso a entrar tras los demás.

Desde la posición en la que os encontráis en el oscuro pasillo, eres la única que puedes ver lo que para otros no es más que oscuridad. Sólo unos 15 pies más adelante el pasillo termina en una sala. Al fondo de la sala distingues lo que parece ser un antiguo sarcófago.

-Cuidado-dijo Wildra alzando una mano-más adelante el pasillo se abre a una sala, y desde aquí diviso un sarcófago. No es inusual, teniendo en cuenta dónde nos encontramos, pero podríamos correr el peligro de perturbar a los muertos.

Dicho esto, la enana siguió avanzando con cautela.

La palabra sarcófago hizo que Arthur levantarse una ceja, aquello comenzaba a tornarse en algo macabro y no le hacía especial gracia molestar a los muertos.

El paladín se encaminó hacía el final del pasillo para tener una mejor perspectiva de la sala.