Partida Rol por web

-Supongo que tenéis razón, y espero que no me decepcionéis - Si su tono de voz fue amenazador, no era su intención - Quiero que la reina quede en ridículo, delante de toda la corte. Quiero que pierda su estúpido dinero, y sea tan humillada, que no volverá a pavonearse delante de todos como la noble que no sabe ser. 

La ira contenida en su voz era prueba suficiente de que se trataba de un tema personal. Tomó otro sorbo de vino para ganar tiempo, mientras se calmaba, y se encogió de hombros.

- ¿Y qué es lo que tenéis que hacer?, os estaréis preguntando. Muy sencillo, sólo quiero que ganéis la justa, y no creo que sea difícil para vos, teniendo en cuenta las habilidades demostradas en el combate de hoy - Le lanzó una mirada de sincera admiración, provocativa.

Se quedó a la espera de que él le respondiera, aunque se imaginaba varias de las preguntas que Jasper pudiera hacerle. 

- Ganar la justa... - sonrie - eso iba a hacerlo de todos modos - ríe

Volvió a rellenar su copa

- ¿Quizá que sea con vuestra prenda? ¿En vuestro honor? - curioseó

Si algo quedaba claro era que se deleitaba observando tus curvas y rasgos, sin molestarse lo más mínimo en ocultarlo. Porque no se levantaba y te tomaba allí mismo hubiera sido todo un misterio, de no ser por la obviedad de vuestra elevada compañia. 

- ¿Quizá sesgando la vida de alguno de mis oponentes? - más serio

-Al contrario. Nadie puede saber de esta conversación. El hecho de que os haya contado todo esto, es porque, a ser posible, intentéis no alardear demasiado de vuestras habilidades. No queremos que la reina apueste por vos, ¿verdad? - Con una sonrisa algo malévola, agregó - Estoy segura de que apostará por el dothraki, o por algún otro caballero sin posibilidades. Quizá apueste por el que lleve la armadura más brillante, de todos es sabido que la reina es algo corta en algunos asuntos.

-Si queréis acabar con alguno, es cosa vuestra. - Con un ademán, le quitó importancia al asunto - Yo sólo quiero que ganéis, el resto no me interesa. ¡Ah! Y si os trato con frialdad, ya sabéis por qué es. 

Sin esperar respuesta, se levantó, arreglándose las faldas con destreza, y le susurró al oído, rozándole la cara.

-Suerte en el combate. Y no bebáis demasiado vino, que mañana tendréis que estar con la cabeza despejada para recibir el dinero del rey, y las lágrimas de la reina.

Separándose, le guiñó el ojo, y se alejó con unas últimas palabras.

-Bueno, debo ir a bailar, y asegurarme de que todo marche según el plan...del rey. Ya nos veremos, escudero. Y si tenéis alguna pregunta, o queréis hablar del tiempo, podéis visitarme cuando gustéis.

Estaba de espaldas, así que no podíais ver su rostro, pero las carcajadas sonaban con claridad. 

Lord Edric tuvo que darse prisa para no llegar tarde al banquete, su pierna le estaba matado después de estar tanto tiempo sentado hasta que dio fin la contienda, ahora comenzaba la segunda parte de su plan y no podía fallar.

Apenas probó la comida y después de la entrega de trofeos se acercó al Dothraki.

Habéis combatido con bravura señor- le dijo.

Kaleon, con más ganas de marcharse a dormir que de otra cosa, observa a Lord Edric.-Parece que tengo compañía...mientras no me traiga una de esas asquerosas anguilas todo bien. Gracias Ser-sería difícil asegurar si el dothraki le llamó Ser en lugar de Lord por error o para incomodar a Doone. Kaleon entonces se acabó las fresas que tenía en el plato. Le encanta la fruta en general pero sobretodo las fresas, en su tierra natal eran muy escasas, encontraba en una de cada diez aldeas que arrasaban, si tenía suerte. He oído que os gusta apostar, Ser.-entonces puso sobre la mesa una pequeña bolsa de venados de plata.Hay 100 venados justos,¿se os ocurre alguna idea de como podría jugarmélos?

- No creo que haya persona en todo Poniente que no haya oído hablar de su familia y de su abuelo concretamente. En más de una ocasión hemos tenido el gusto de alojar a algún que otro Frey, de nombre Walder también, en nuestra fortaleza. Veo en sus ojos ese valor que ahora me explica y no dudo que se lo haya ganado a base de sudor y sangre... ¿Pero qué tiene que ver todo eso conmigo y mi casa?.- Estaba haciendo un esfuerzo ya que no era muy ducho a la hora de agasajar a alguien.

Edric escuchó las palabras del Dothraki con una sonrisa en la boca, haciendo un esfuerzo para no caer en una provocación tan evidente como la de dirigirse a él utilizando el apelativo de ser.

Entiendo- dijo sin  dejar de sonreir - Que os encontráis lejos de vuestro hogar y no conocéis las costumbres de Poniente, Si es que se puede decir que los Dothrakis tenéis un hogar.

Hizo un gesto con la barbilla hacia la bolsa que el salvaje había dejado sobre la mesa y dijo.- Os agradezco la oferta, pero en realidad soy yo el que quiere haceros una oferta que os puede hacer ganar el triple de lo que hay en esa bolsa.  ¿Os interesa escucharme?.

- No vuelvas a llamarme escudero, mujer... - recomendó, algo más serio

No obstante la dejó ir para volver a servirse otra copa

Daphnia puso un momento los ojos en blanco, ante una nueva demostración de la tozudez de los hombres. Pero enseguida su acostumbrada sonrisa volvió a resplandecer. Había estado en segundo plano hasta ese momento, en el que decidió unirse a la zona de baile. No es que le gustara especialmente, pero era uno de los sitios donde más se hablaba, y era precisamente lo que buscaba. 

Una vez estuvo bien situada, pero sin molestar a nadie, siguió el ritmo de la música, sin importarle no tener pareja con la que bailar. Lo que, por otra parte, implicaba a que su forma de moverse fuera muy distinta a la del resto. Casi sin pensarlo, movía su cuerpo al son de la música, dando varios giros, que hacían que su voluminoso vestido pareciera flotar. 

Bailar con tanta ropa es como ir al desierto descalzo, una tremenda tontería. 

Peter se encontraba picoteando algo de aquí, algo de allá, sin prestar demasiado atención al baile. Era del Norte, y allí los hombres eran poco dados a estas danzas. Sentía decepción por haber sido derrotado, pero tampoco era para lo que había venido, así que no se preocupaba demasiado. De repente vio entre la multitud a una doncella bailar sola. Se acercó, tormpemente, pues tropezó con una de las sillas sin darse cuenta. Procuró disimularlo lo mejor posible, pero no le dio muy bien resultado. Una vez cerca de la chica se dirigió a ella.

-¿Me concede un baile señora?

-¿Cómo no iba a concedérselo a uno de los bravos participantes del torneo? - Con una sonrisa alentadora, Daphnia le demostró su aprobación. Se inclinó levemente, y con un gracioso gesto de muñeca completó la reverencia. 

-Debo confesaros que, aunque llevo bastante tiempo en estas tierras, nunca le he cogido el ritmo a estos bailes. Demasiado tedioso - Levantó el brazo, y atrevida, lo puso en el hombro de Ser Peter - ¿Me podríais enseñar a llevar esta canción? Aunque otra opción sería improvisar, claro está.

Subrayando lo dicho con pícaro guiño, la sonrisa se le ensanchó, formando dos hoyuelos en la comisura de los labios. 

Al parecer Lord Edric tenía sus propios planes para sacar algún beneficio del torneo.

Me interesa, continua, Ser

A Peter le estaba gustando la sensación de bailar con una mujer. ¿Por qué siempre había sido tan tosco y había rehuído este tipo de acontecimientos? Ahora se sentía bien al sentir el tacto de la mujer en su hombro, el ritmo acompasado de ambos intentando bailar.

-Cómo puedes comprobar no soy ningún experto en esto-dijo algo tímido ante la bella muchacha-Así que improvisaremos, seguro que nos lo pasamos bien-Dijo devolviéndole la sonrisa, aunque mucho más insegura.

-¿Improvisar? Buena elección. - Bajando la voz, para que no sele escuchara, añadió - Espero que no les moleste que no bailemos como ellos. Aunque a lo mejor les gusta y también lo hacen - Divertida con la idea, la joven, tal y como había propuesto, dejó de intentar adaptarse, para seguir bailando de forma tan cambiante como antes, sólo que esta vez eran dos, lo que aumentaba la dificultad, y lo hacía más emocionante.

Mucho, mucho mejor.

Dejó que él llevara el peso, guiándose por lo que ser Peter hacía, pero si en algún momento lo veía indeciso, tomaba el mando, cambiando de nuevo la forma de moverse. En ningún momento se le borró la sonrisa del rostro. Se la veía feliz de poder bailar con alguien, libre de Yersinia. Aunque la apreciaba mucho, tenerla siempre al lado diciéndole cómo comportarse acababa agobiando a cualquiera.

Veréis- Continuó diciendo Lord Edric, mientras se acercaba a la oreja de su interlocutor para evitar que otros comensales le oyeran-He apostado una importante suma de dinero, con cierto caballero muy notable de esta corte, acerca de quien se alzará con la victoria en el torneo, he de deciros que este caballero os ha elegido a vos como campeón, aunque creo que más con el afán de insultar al resto de caballeros que estaban presentes que otra cosa, no os hagáis ilusiones. Es por eso que estría dispuesto a compartir mis ganancias con vos si aceptaseis evitar que su a puesta se cumpliera, no se si me explico.

Dejarse ganar. Sería más fácil que el Rey Robert Baratheon pasase un mes entero sobrío que Kaleon perdiese queriendo un combate.

No.-dice el dothraki al instante.-Pero te apuesto 5 a 1 esa bolsa de venados a que gano yo. ¿Qué dices Ser?

Edric volvió a mirar la bolsa que el salvaje había arrojado sobre la mesa y dijo.

-Disculpa salvaje pero solo apuesto dragones-

Sin esperar respuesta se dio la vuelta y se alejó.

Sonreí ante lo de la prenda, mientras me movía ágil y dulcemente al bailar.

- Por supuesto... Mañana mismo tendrás un pañuelo para ti. - Mis mejillas se sonrojaron levemente. - Has resultado increíblemente apuesto en la batalla, creo que mañana no podré apartar mis ojos de ti.