Partida Rol por web

La zona donde se levantan las tiendas de los caballeros participantes es mas variada, colorida, ruidosa y frenética que el castillo con sus banderines festivos y multitud de caballeros y criados.
Por aquí y por allí se pueden ver a escuderos de distintas edades cepillando caballos, limpiando armaduras y espadas o remendado trajes. Los escudos y banderas a la puerta de las respectivas tiendas (los caballeros mas modestos) o pabellones (los mas adinerados) con el azul y el verde, amarillo, rojo, negro, plata, con dibujos y símbolos todos distintos variados y diversos, convierten la zona en una algarabía de colores y formas.
Un pabellón tiene un poste gigante clavado a escasos metros de la puerta, y sobresale por encima de todos con una bandera partida en blanco y azur con un aspa partida en colores invertidos. La reconoceis al instante, es el escudo del Conde de Lonazep y por lo tanto su pabellón. Delante del cual pajes y sirvientes se afanan en colocar tableros de madera de roble sobre troncos cortados a la misma altura a modo de patas. Un herrero clava los tableros a los troncos para hacer una mesa alargada y enorme.

Hemos tenido suerte , nos ha dedicado el minuto entero y parecía entusiasmado hasta que a aparecido la voz del deber . 

Comentó Sir Lenox una vez entró el conde y su consejero en la tienda . 

Estamos a su sevicio mi señor conde concluí cin una reverencia

Me aproximo a la mesa improvisada, y le digo al conde:

-Mis saludos señor, a su servicio y al de dios.

Las presentaciones concluyen cuando el Conde entra de nuevo en su pabellón, y a la vez, un alboroto de gente se arremolina en torno a dos desconocidos que cabalgan directos hacia la tienda del conde. La gente les abre paso e incluso alguno se inclina ante ellos siguiéndoles como embelesados y muchos con cara de asustados.
Al llegar ante el pabellón desmontan de sus corceles y esta vez, los dos guardias entran en la tienda para avisar al Conde.

Uno de ellos os saluda.-Buen día caballeros.-

Tras una inclinación ante el caballero que nos habla procedo a contestarle . 

Buenos días Sir Lancerot , un placer volver a verlo , si vais a participar en el torneo las posibilidades de muchos se verán drásticamente mermadas . 

Sir Lancelot! si que es joven. Buf, lo vamos a tener dificil en el torneo. Pienso, mientras me adelanto a saludar.

Hago una pequeña reverencia y digo: - Sir Geigen de Southport, un placer poder cruzar la lanza con vuesa merced.

-Parece ser que nuestro amado senescal te ha soltado de una vez.-Una voz familiar suena detrás tuyo y te tiende una mano amistosa. Mientras mira al resto de caballeros y continúa.-No teneis que preocuparos, Sir Lancelot y yo no participaremos, solo venimos de paso. Otro destino nos aguarda mas al norte.-Oís un suspiro generalizado y la tensión se evapora de los rostros de todos los caballeros.

El Conde sale a toda prisa de su pabellón.-Mis señores-acompaña con una reverencia-podríais haber enviado a vuestros escuderos para avisarme y os habría recibido en el castillo.- 

-No hubiéramos podido.-Sir Gawein mira hacia atrás y os dais cuenta que viajan solos.-Solo necesitamos alojamiento esta noche para proseguir viaje al norte.-

Sir Gawein . 

Dijo a la vez que hacía otra reverencia , apenas un segundo después apareció el conde que los recibía , y aunque iba a hablar sobre mi instructor unos momento , preferí callar para que ambos caballeros y el conde hablaran más tranquilamente . 

-Ah,no.-La cara de asombro de todos los presentes es unánime. Gawein se extraña de la respuesta y Sir Lancelot casi se pone rojo de la ira.-Me niego rotundamente a que dos de los mas altos caballeros del Rey mi señor pasen una noche como cualquier otra. Será la mejor noche que recuerden en sus vidas, JAJAJAJA. Sereis mis invitados de honor.-Veis como el conde recupera la vigorosidad enseguida.-Colgad sus escudos junto al mío, disponed sillones....-Una voz llena de "cortesía y amabilidad" corta como un cuchillo la alegría del momento. 

-Perdonadme mi señor Conde, pero los preparativos pueden ser llevados a cabo por... 

La frase es interrumpida por una voz con autoridad que parece veinte años mas joven.-Por San Jorge y San Andrés Dennis, ocúpate de esos condenados campesinos y déjame en paz.- 
El consejero pierde la sonrisa ante la respuesta, pero hace una reverencia y los labios vuelven a curvarse. 

El conde comienza a dar órdenes para la fiesta de la noche que se celebrará delnte de su pabellón, en la explanada donde han preparado la gran mesa. Los fuegos comienzan a arder y carros de comida y vino empiezan a llegar desde las bodegas.

Viendo la impertinencia de Dennis no puedo controlarme y le hablo en tono fuerte

Dennis vos sois consejero del conde no el conde y vuesto deber es obedecer sus ordenes, si os atrevieseis a replicar a todas las ordenes de mi señor el Conde Robert de Salisbury yo mismo os despellejaría y colgaría vuestra piel de una almena para que nadie más se atreviese a hacer lo mismo

-Y he aquí a otro caballero salido de los mismos salones de Camelot.-Sir Gawein estrecha tu mano y se queda pensativo al ver la reacción de Sir Lancelot.-Puede que Sir Lancelot no os reconozca, llegó apenas hace un año a la corte como recordareis, son los discípulos de Sir Key y Sir Lamorak, ambos caballeros de la tabla redonda.-

Doy la mano a Sir Gawain mientras hago una ligera inclinación de cabeza

Saludos nobles caballeros, es un honor para mi que recordéis mi nombre, pues a pesar de ser discipulo de Sir Lamorak solo soy el más humilde de los caballeros del rey nuestro señor

Ambos hemos coincidido para participar en el torneo convocado por el Conde , aspiramos alto al igual que aquellos que nos instruyeron , aunque por ahora son otros los favoritos del torneo y no sin motivo Sir Gawein ; Sir Lancerot , permitid que me presente formalmente ante vos , Sir Lenox de Hampshire , discipulo de Sir key caballero de la mesa redonda y senescal del rey y fui criado por el conde Sir Robert de Salisbury , gran amigo de nuestro bien amado Rey . 

Dice orgulloso de haber sido criado en Camelot y entre tantos y tan buenos caballeros . 

-Un placer conoceros. La próxima vez no olvidaré vuestras caras.-