Partida Rol por web

Doy un respingo y un salto hacia atrás después del disparo.

- ¿Van a permitir que se lleven de esta manera a una persona que todos saben que no se movió de aquí?

Mientras camino hacia mi camarote, miro a mis compatriotas:

- Acabaremos todos igual, si dejamos que este loco domine la situación. Miro al teniente Stein echando chispas por los ojos : Camino sola, ni se le ocurra tocarme. Sabe perfectamente que no he hecho nada, y que su capitán me detiene sólo porque le he plantado cara. Usted me ha visto todo el tiempo aqui.

-Sin embargo parece indignada, protestando de forma efusiva, antes de los interrogatorios... Usted sabe algo, es evidente. Si no ha hecho nada, no hay motivo de alarma, luego su motivo de alarma es que conoce al culpable. Puede decir quien es, y vivir, o ser usted y morir, como prefiera. En cualquier caso, yo ya tengo al culpable.- Dice el capitán, mientras la mira, ahora con una expresión de satisfacción en la cara. Una vez más, las tácticas de las SS han dado resultado. El culpable se ha revelado por si solo. 

Sonrío con crueldad ante la reacción de Herr Stein. Ya iba siendo hora de que pusieran a esa chillona italiana en su sitio.

-¿Alguno más tiene algo que decir? -digo mientras me arrellano en mi asiento.

Matog no puede evitar encontrar divertida esta última escena (¿Sería el efecto de la bebida el responsable de aquello? Quién sabe).

- Jejeje, muy bien capitán... a esa mujer siempre le dió por sobreactuar. De tan histrionica su indiganación esta no resulta muy convincente que digamos... ay, en fin.

Señores, mantengamos la calma. Dejemos que el capitán realice el interrogatorio a todos los civiles, después de todo, cualquiera puede haber sido. Si después no llega a ninguna conclusión contundente sobre ninguno de nosotros, que pase a cuestionar la integridad de su equipo si lo cree oportuno.

Estoy convencido de las capacidades del capitán para resolver este entuerto y estoy convencido de que estará teniendo todas las variables en consideración. Por ejemplo, que para llegar a la locomotora hay que ir por el exterior del tren y atravesar el vagón del carbón; que es posible que tengamos un polizón a bordo que se esté ocultando por ejemplo en el mismo vagón de carbón; si de alguna forma se pueden haber colado en su compartimento a través de alguna entrada alternativa como por ejemplo su ventana si es que tiene y estaba abierta; que aquel que haya disparado un arma debería tener huellas de pólvora en sus manos y deben quedar restos de la misma en el lugar desde el cual fue disparado; la calidad de la herida de bala y si el que lo disparara debería tener conocimientos suficientes para poder hacer un disparo preciso o por el contrario es un disparo de novato; el hecho de que en ningún momento haya sonado un disparo que habría retumbado en todo el tren y todos hubiesemos sido conscientes de que habría ocurrido, con lo cual el disparo tiene que haberse realizado siendo acompañado de un sonido bien potente como por ejemplo uno de los pitidos del silbato del vehículo cuando pasa cerca de un pueblo o llega a un túnel; y, en resumen, cualquier otra conjetura que un aficionado a las novelas de Conan Doyle, como podemos ser cualquiera aquí, no haya pensado antes.

Debemos mantener la calma y confiar en que este entuerto sea solucionado por el capitán cuanto antes, ya que no hay que perder de vista que puede haber un asesino entre nosotros.

El capitán Stein mira al señor Alexandro, con una cierta muestra de gratitud. Al fin alguien con cierto razocinio. -Gracias, Señor Alexandro. La teoría del polízón, es interesante, aunque la pongo en duda. No es imposible, pero des de luego es del todo improbable. Ciertamente, parece usted saber del tema. Bien, quizás quiera usted exponer una hipótesis, y así quizás zangar esta investigación.-

Señor capitán. Tengo mis hipótesis pero creo contraproducentes exponerlas en público todas ellas, ya que el asesino puede estar escuchándolas. Además no son suficientes para concluir con el hallazgo de un culpable. Por otro lado es obvio que no tengo potestad para llevar a cabo esta investigación. Aunque le diré una cosa, mi capitán, si fuese yo quien tuviese que llevar a cabo la investigación, teniendo en cuenta que no conozco de nada a ninguno de su escuadra, mis sospechosos incluirían a todos los presentes en este tren, incluidos tripulantes habituales y incluido su escuadrón. Por supuesto, no todos los sospechosos tendrían el mismo peso, por ejemplo, tengo motivos más que suficientes para considerar que la señorita Macinni no haya podido cometer el asesinato.

Sea quien sea el asesino, cabe preguntarnos por su motivación. A mi entender, existen 4 posibles moviles:

El primero, un asesinato debido a motivación personal e intención de matar al maquinista en concreto.

El segundo, una motivación personal de tratar de inculpar a alguno de los presentes.

El tercero, que alguien tenga interés en que uno de los aquí presentes no llegue a Berlín, o al menos no llegue sin retraso. Cabe preguntarse quién, puesto que quien quisiera que no llegara uno de nosotros a destino, bastaría con que asesinara a aquel que no quiere que llegue. Si no lo hace así, hay que destacar la posibilidad de que se trate de retrasar a alguien ciertamente importante, como usted mismo o el conde, al que no puedan eliminar directamente.

El cuarto, que alguien tenga interés en que el cargamento de este tren, sea cual sea, no llegue o llegue con retraso, a Berlín. Esto apuntaría directamente a aquellos que conocieran la carga. He de añadir, señor capitán, que esto apuntaría como principales sospechosos a cualquiera de su escuadra.

Hace una pausa para tomar aire y que sus palabras lleguen con claridad.

Sea como sea:

Si la situación es la primera, tan sólo debemos encontrar al culpable. Sin embargo, esta situación es la más improbable, puesto que podrían haber elegido cualquier otro trayecto, en el que no estuvieran miembros de la SS, para acabar con el maquinista.

Si la situación es la cuarta, se hace necesario comprobar que todo el equipaje permanezca intacto tal y como fue metido en el vehículo, ya que hay que recordar que el tren ha realizado una parada inesperada a media mañana.

Si las situaciones son la segunda, la tercera o la cuarta y no ha habido robo del equipaje... Señores, me temo que pueda haber más víctimas puesto que la motivación no se haya logrado aún. De ser así, aquel sobre el que hay que tener continua vigilancia, será su hombre, el que se haya actualmente a cargo de la máquina, puesto que, al hacerse cargo de la máquina, pasaría a ser el principal obstáculo para el asesino.

Realiza una nueva pausa en la que mira a todos los presentes y nota todas las miradas centradas en él. Francesco tiene la decencia de ruborizarse. Y justificar:

Por supuesto, yo soy sencillamente un aficionado a las novelas policíacas, no un detective profesional...

Atiendo a la larga charla que se ha desarrollado a raíz del disparo y la amenaza del capitán Sten, cuando sugieren registrar equipajes pienso inmediatamente en las consecuencias.

Si desea seguir con los interrogatorios me parece que el siguiente soy yo, Aluccio, y no Crespi; interrogatorio por otra parte al cual me ofrezco voluntario.

Sin embargo me opongo abiertamente a que se registre mi equipajes no estando yo presente en dicho registro pues llevo objetos de gran valor, tanto sentimental como económico, y no me gustaría que dichos objetos se "perdiesen"

De todas formas capitán, le recuerdo sus funciones...y sus lealtades, Italia es su aliada y aunque tengamos un revés en Sicilia seguimos siendo una parte importante en el dominio de Europa, así que guarde esa arma pues no la necesita, nadie aquí está armado, excepto ustedes...

El teniente Senn abandona el vagón restaurante acompañando/escoltando a la señorita Macinni hasta su compartimiento (el de ella)

Hein escucha impavido las palabras de Alexando esperando a que termine.

Puede descartar la cuarta opcion caballero. NINGUNO de nosotros sabe que hay en esa caja, eran parte de las ordenes. Transportarlo hasta Berlin sin alterar lo que sea que haya.

Yo tambien habia pensado en que alguien haya entrado al tren durante esa parada... ¿pero donde se oculta? El tren no es demasiado grande...

Tal vez debamos registrar a fondo el lugar, ¿no cree Capitan Stein? Podiamos ir Walter y yo... asi no se quedaria aqui solo en el caso de que el Asesino estuviera aqui... ¿Que le parece? Por supuesto, necesitariamos las llaves de todas las habitaciones y compartimentos de este tren...

Dicho esto, acompaña a la señorita a su compartimento.

Capitán, no pongo en duda su lealtad, pero su comportamiento empieza rozar la paranoia, creo sinceramente en que debemos interrogarles, solucionaremos esto antes de la frontera alemana, no s epreocupe, y una vez dentro de ella podremos ejercer nuestro poder por conpleto.

Me acerco al Conde Aluccio y le susurro algo.

¿Qué lleva exactamente en su equipaje?

Senn acompaña a la señorita Macinni con la lugger en la mano hasta su camarote.

No es nada personal, solo son ordenes... no podemos permitir que alguien sabotee este Tren. Solo espero que el Capitan encuentre al culpable antes de que ocurra algo mas...

-No le he pedido su opinión como detective profesional, solo una hipótesis, que ha expuesto usted con gran behemencia. Como usted bien ha señalado, el hecho de que alguien quiera matar al maquinista por motivos personales, es absurdo pues lo habría hecho antes o despúes de este viaje, o fuera del tren, pudiéndo escapar más fácilmente. De querer acabar con alguno de los aqui presentes, como he añadido anteriormente, lo habría hecho en tierra, no hay necesidad de hacerlo en un tren en marcha con tan pocos tripulantes. Y no veo la necesidad para ello de matar al maquinista.- El capitán se meve algo a la derecha, hacia la ventana. 

-No obstante, yo me inclino hacia la "cuarta teoría". Alguien de los aqui presentes tiene especial interés en el cargamento de este tren. Solo yo, ni siquiera mis hombres conocen con detalle lo que se lleva aqui. No veo que motivaciones podría tener un agente de las SS para querer impedir que la carga del tren llegue a Berlín. Aunque me cuesta ver las motivaciones en un italiano. Pero hay un aspecto que usted no ha contemplado. Un espía. Quizás alguno de los presentes, ya sea por patriotismo, por oido al Reich, o por simple dinero, quiere que este cargamento caiga en manos aliadas. Quizás vayan a tendernos una emboscada, la resistencia francesa, o algún comando americano o británico. Es por ello por lo que temo por la seguridad de este tren si no averiguo quién es el culpable y el por qué del asesinato.- De nuevo, vuelve a pasear, hasta su posición original. 

-La señorita ha perdido los nervios. Ese es el mayor peligro de un espía, o de algún colaborador. De los presentes, ninguno ha perdido los nervios, salvo ella. Es por eso por lo que el teniente Senn la pondrá bajo arresto, y la interrogaré personalmente.- 

Se gira al conde Aluccio, con una sonrisa irónica. -No queremos robar su equipaje, solo registrarlo, para encontrar armas o algún objeto sospechoso.- Se gira de nuevo a sus hombres. -Me parece una buena idea, Senn, vaya con Walters a resgitrar los equipajes, en busca de indicios. Teniente Strags, ya he expuesto mis motivos.- 

Dicho tras lo cual, y la desaparición del teniente, baja el subfusil. 

Me pide una hipótesis y eso le he dado. Sin embargo, creo innecesario el arresto de la señorita Macinni y absurda la teoría de que ella pudiera ser culpable.

Permítame explicarle las razones en privado, capitán. Por favor.

¡Nadie tocará mis bolsas! Me levanto mientras protesto enérgicamente.

Me niego rotundamente a que mi equipaje sea registrado, llevo objetos personales y otros de índole íntima que ningún hombre debe ver. Esto es el colmo. Acepto que nos tengan aquí retenidos hasta que el tren llegue a Berlín, hay comida y un baño aquí atrás, es otra forma de pasar el viaje que no duden denunciaré ante las personas correspondientes, incluido mi marido.

Capitán su actitud como bien ha sugerido su compatritoa es la de un paranoico. Esa actitud ya está causando severos resentimientos entre nosotros los italianos, y le recuerdo, capitán, que usted, yo y todas las personas de este tren seguimos...en Italia, bajo dominio italiano y bajo leyes italianas; y no sé usted, pero yo no veo ningún ofical italiano por aquí...

¿Quiere llegar a Mayor, capitán? ¡Pues compórtese!