- Hmmpf. Muy bien Kassel, muy bien. Eseguida estoy listo.
Dicho esto, y retirado Kassel, se dirigio a sus colegas.
- Ustedes, calma. Aunque no creo los italianos que nos den problema los vigilaremos. En especial a Gario. Ese en particular nos odia.
- Gracias por el aviso. - Me pongo de pie, y dejo la novela en la cama. Frente al espejo me retoco el pelo, y me pinto los labios.
Oigo la voz de Francesco justo cuando me echaba un poco de perfume. Salgo sonriente de mi compartimento.
- Lista. Además de primero hay plato de pasta. Me encanta.- Tomo del brazo a Francesco para dirigirnos al comedor.
- Perfecto la comida, mi estómago empieza a rugir....
Me levanto de la butaca, termino mi copa y mi cigarrillo y dejo el periódico en la mesita de la radio....
-Ah, excelente.- Señala el capitán, ante una buena comida. Se acaba rápido la copa de licor y se incorpora en la mesa, esperando la comida.
¿Cuanto tiempo queda para la famosa "curva"?
Claro, estoy seguro que estara delicioso- me encamino ya hacia el vagon restaurante, para ver si ahay alguien con quien charlar hasta la hora de la comida.
¿Y a quién no le gusta la pasta? Sólo espero que la cocinera sea italiana...
Dice Francesco entre risas mientras acompaña a la mujer hacia el restaurante.
Los que aparecen en el post ya están en el vagón restaurante...todos menos el SS Walter.
Unos quince minutos, más o menos...
Buenas tardes a todos.
Dice Francesco cuando entra en el vagón restaurante con la señorita Macinni cogida del brazo
-Buendos tardes, caballeros.- El capitán, con una voz educada y galante.
Mi mirada se cruza levemente con la de Romina, y aprieto más el brazo de Francesco. Con mi sonrisa más seductora, saludo a todos los presentes:
- Buenas tardes a todos. Esperemos que el viaje se realice sin más contratiempos.- Me dirijo con paso resuelto a una de las mesas, y espero junto a ella a Francesco. - Veamos qué tal está ese plato de pasta.- Le digo en tono distendido, a pesar de sentirme algo incómoda.
- Buenas tardes capitán Stein, señores, señorita. dijo en un tono de voz traicionaba un posible dolor de cabeza, producto de la bebida.
Luego miro a su alrededor para buscar un lugar propicio para sentarse a la mesa.
Buenas tardes a todos dice Hein sombrio mientras se encamina a la mesa donde estan sentados los compañeros de las SS y coloca a su lado su maletin.
¿Que tendran de comer?
Avanzo hasta la mesa en la que espera mi acompañante y al llegar le susurro.
¡Vaya! Nunca me había sentido el centro de todas las miradas, pero hoy, gracias a su belleza me temo que aquí todo el mundo me envidia.
Después añade en un tono aún más bajo que sólo Sofía pueda oir:
Spoiler (Texto para Sofía, pero si tenéis curiosidad marcad el texto para leerlo, que no es trascendente):
-Buenas tardes -respondo y vuelvo a concentrarme en lo mío, pese a que resulta un poquito difícil después de ver a la mujer que ha entrado.
Compruebo la hora en mi reloj. La señora Kassel dijo que en 30 minutos más nos traerían la cena, han pasado algunos minutos desde eso y espero que los que restan pasen rápido, tengo apetito ya.
Hein se acerca a sus compatriotas y les habla mientras ojea por las ventanas el paisaje.
¿Donde esta Walter? ¿se habra quedado dormido?
- Francesco es un adulador nato. Cualquier mujer se sentiría el centro del mundo a su lado. ¿Qué tal ha pasado el resto de la mañana? Yo me he quedado medio dormida, con una novela en la mano-
Miro alrededor a la gente que nos rodea.
- Menos mal que le he conocido, sino este viaje iba a ser muy aburrido.
El señor y la señora Kassel disponen los platos en las mesas del vagón restaurante y colocan asímismo, vasos, cubiertos y botellas de agua.
Para los que aún no lo sepan he preparado unos espaguettis a la carbonara y pollo guisado de segundo, en una salsa de almendras. Espero que les guste. El primer plato se lo serviré enseguida. Cariño el pan, no lo he puesto, está en la bolsa marrón.
El alférez Berger entra en el vagón restaurante y se acerca al capitán Stein.