Partida Rol por web

Mientras me equipo siguiendo las ordenes de la capitana aparece el holograma del traidor que dirige a los que nos han atacado asesinando a traición a casi todos nuestros compañeros.

Escucho atentamente sus palabras por si nos fueran útiles para hacerle lo mismo simulando que nos ha engañado, y después ejecutarlo.

Me giro de espaldas al holograma y de cara al que opera las comunicaciones intentando indicarle por señas que intente localizar desde donde transmite.

Si es un edificio aislado sería una buena idea entregarle a el personalmente la nave.

La técnico hace un gesto con el pulgar a Albrecht, localización fijada al parecer. Con un par de toques la hace aparecer en su pantala, un complejo en las afueras de una ciudad de tamaño mediano, probablemente la capital de Vendaxa.

Localización fijada pero al parecer es una zona poblada hace un gesto hacia donde la capitana convalece mientras aprieta la mandibula ¿Deberíais contravenir sus ordenes?

No te dejas obnubilar por el palabreo del gobernador y tus ojos vagan por las varias pantallas y en una de ellas puedes ver una imagen de la antesala del puente. Abres los ojos como platos al ver a un grupo de enemigos colocando alguna clase de voluminoso aparato contra la puerta. Cuando miras por encima del hombro te parece ver un punto, por vuestro lado de la puerta, brillando ¿están acaso tratando de fundir la cerradura?

Sin perder ni un instante, y saltándome completamente la cadena de mando doy una orden siendo un simple cadete mientras señalo la pantalla y la puerta.

– Es una trampa la transmisión, nos tenemos que colocar las mascaras inmediatamente. Están a punto de abrirse paso a través de ella.

Mirando a la capitana. – Señora creo que nuestra única opción es la descompresión del resto de la nave ahora mismo. Si abren son demasiados para derrotarlos.

Nada mas acabar de decirlo me ajusto mi mascara. Estoy a punto de volver a empuñar mi fusil blaster pero me detengo ya que podría interpretarse que amenazo a la capitana si lo empuño.

La capitán asiente mientras el escaso personal del puente se pone las mascaras y agarra con mano poco acostumbrada los blasters de los que pueden echar mano. La capitán avanza con paso tambaleante hacia la enorme cristalera por donde van pasando las nubes mientras la nave sigue con su descenso, de repente las nubes se abre y la vista del amanecer sobre Vendaxa aparece ante vosotros.

Cuando esa puerta se abra y empiece la despresurización la nave estará condenada. Ataquen con furia y traten de abrise paso hacia las capsulas de emergencia. Trataremos de ganar todo el tiempo que podamos. Dice de espaldas a vosotros antes de volverse Cadetes, el Imperio marcha con vosotros. Se que nos vengareis.

Y os dedica un último saludo antes de volverse hacia uno de los técnicos y hacerle un gesto para que abra la puerta. Las luces de la nave se atenúan al minimo, una potente sirena empieza a sonar y de repente la puerta del puente se abre a la vez que con un vendaval el sistema de regulación y estanquidad se colapsa empezando a dejar salir el aire de la nave.

La puerta se abre dejandoos ver al grupo de enemigos que estaban colocando la taladradora contra la misma. Sus caras de sorpresa rapidamente se tornan de agonía a medida que el bajo nivel de oxigeno hace dificil respirar. El plan ha funcionado y al menos hasta que descubran que pasa disponeis de una cierta ventaja. Aún así algunos de la media docena de enemigos tratan de oponerse pero caen bajo los dispares de los tripulantes del Batalla de Bothawui. 

Avanzais con ellos entre los caidos y llegados al punto donde los dos pasadizos se separan uno de los tripulantes os indica el de la derecha. Al parecer las capsulas están en esa dirección. Con un saludo se despide y trota para unirse al resto de tripulantes que ya doblan la esquina lejana. No tardais en volver a oir el ruido de disparos. 

Balon asintió y se preparó para actuar cuando se abriese la escotilla.

-Suerte, mi capitana. Su sacrificio será recordado. El Batalla de Bothawui no se rindió.

Se cuadró y se despidió con un saludo marcial antes de salir hacia su destino, siguiendo a su improvisado guía. Cuando éste se despidió le deseó suerte y apuró el paso para llegar hasta las cápsulas.

-Nadie olvidará que El Batalla de Bothawui y su capitán se mantuvieron firmes hasta el final -dijo Wexley, con amargura, dirigiendo una mirada entristecida a la capitán Elsin.

Se sentía mal sabiendo que estaban dejando atrás a su superiora, pero sabía que la decisión de Elsin era acertada. Si lograba sobrevivir, se encargaría de que en el Imperio nunca olvidasen el sacrificio del Batalla de Bothawui.

Sin querer pensar demasiado en lo que estaba a punto de suceder, el joven cadete se apresuró para dirigirse hasta las cápsulas de escape.

Adrieira siguió a sus compañeros en silencio. ¿Era necesario el sacrificio? ¿Acaso no podrían escapar todos? Quizá no hubiera cápsulas de escape para todos, puede que fuera necesario entretener a quienes quisieran interrumpirles. Fuere como fuere la soldado corrió junto con el resto de su equipo hacia las cápsulas, con el pensamiento y el sentimiento que quizá no hubiera sido necesario...

Me cuadro ante la oficial. – Capitana Delara Elsin, todo el Imperio conocerá su sacrificio y que no abandono su puesto.

Nos abrimos paso entre los enemigos que encontramos y de pronto sin que nos lo esperáramos los del puente se separan de nosotros. La sorpresa hace que me quede unos segundos desconcertados y finalmente corro junto a mis compañeros.

No, no esperaba este nuevo sacrificio por nosotros. Esos traidores lo pagaran, solamente debemos hacer algún prisionero si necesitamos información para ejecutarlo una vez conseguida.

Me preparé junto a mis compañeros con mi fusil en mano.
No pienso morir hoy, así que acabemos con esto lo antes posible digo de manera confiada para alentar ánimos a mis compañeros.

Siguiendo las indicaciones del modulo de datos navegais por el interior de la nave en dirección a las capsulas de escape. Vuestro plan a resultado eficaz y vais encontrando algunos grupos  de enemigos jadeando tratando de respirar en la atmosfera enrrarecida de la nave. Acabais con sus padecimientos con disparos directos a la base del craneo. No hay piedad ni socorro para los traidores al Imperio.

Vuestra mayor preocupación es el hecho de que os dais cuenta de como la nave, en rumbo de colisión, empieza a escorar hacia lo que suponeis proa por lo que al cabo de pocos minutos estais corriendo por una pendiente hacia abajo cada vez mas inclinada.

Finalmente alcanzais la subcubierta donde se encuentran las capsulas suspendidas sobre una enorme escotilla abierta a traves de la que ruge el viento y por la cual veis la cada vez más cercana superficie del planeta. Estas son tres pequeños habitaculos cilindricos en los que apenas caben tres personas en cada uno. Entendeis ahora que la capitán ha querido ahorraros la penosa escena de discutir quien escapa y quien cae con la nave. La tripulación del Batalla de Bothawui ha escogido el honor aun en la derrota.

Os dividiis en las dos capsulas, los mandos son sencillos apenas un par de controles para manejar los pequeños retropropulsores y una radio de corto alcance. En la consola de mando brilla el indicador de que la capsula está lista para empezar su viaje sin retorno.

Nox fue el primero en llegar a las capsulas, seguido por el resto de sus compañeros. El tiempo para saltar en la cápsulas de escape se agotaba por lo que debían actuar con presteza.

Colocó el fusil blaster a la espalda y comenzó a introducirse en la cápsula de escape con el código 452A.

-Vamos dos más conmigo, si alguno tiene conocimientos especiales para pilotar este cacharro será bienvenido. Las coordenadas para encontrarnos en el planeta son las 32.912595,10.2624314,3 . Si por cualquier motivo nos dispersamos, ahí será el punto de encuentro. Nos vemos en el planeta.

Sin más preámbulos se introdujo esperando por sus dos acompañantes.

Wexley llegó a las cápsulas después de Nox y decidió acompañar al joven cadete en la misma cápsula que este viajaba. Mientras entraba en la cápsula, se colocó el bláster a la espalda, aunque no hizo ademán para pilotar, esperando que fuera otro de sus compañeros, con mejores capacidades que Nox y él mismo, quien se encargase manejar la cápsula de escape. Wex no se consideraba mal piloto, aunque prefería no arriesgar las vidas de dos de sus compañeros en comprobarlo.

-Necesitamos uno más a bordo en esta cápsula -indicó, en tono seco-. A ser posible, que haya un buen piloto en cada una de las cápsulas. Nos veremos en Vendaxa. Suerte a todos.

Adrieira asintió y entró en la otra cápsula. Por lo que había practicado con sus compañeros sus habilidades eran muy parejas, por no decir que casi idénticas[1].

- Ya sabéis que como pilotos somos igual de malos. Si ninguno tenéis habilidades me ofrezco a pilotar yo misma. - 

Al entrar activó todos los sistemas, listos para salir disparados hacia la salvación y espero a que el resto de sus compañeros decidieran cápsulas y puestas...

Vamos avanzando y ninguno tenemos la más mínima piedad con los traidores que encontramos a nuestro paso. Alguien podría pensar que es apiadarnos de ellos evitándoles la agonía de ahogarse poco a poco, pero, no. Así nos aseguramos de que no nos disparen por la espalda con sus últimas fuerzas.

Al llegar a la zona de las capsulas constato que tres de los tripulantes de la cabina podrían haber venido también, seguramente la capitana se lo habrá sugerido con mensajes a través de las pantallas, pero ninguno habrá querido abandonar a sus compañeros que se sacrificarían por ellos.

Abro la segunda capsula preguntando a Balon y Ethan. – Yo no sé pilotar, ¿vosotros?

Espero al lado de la escotilla para que entre primero uno de ellos si sabe pilotar, sino ya asumiré personalmente la responsabilidad.

Veo que una de las cápsulas se llena por tres de mis compañeros. Así que compartire l otra con Albrech y Balón.
No soy un experto piloto, pero creo que ninguno lo somos. Y como no hay tiempo que perder yo pilotare. Vamos, sube Balon - comento mientras me aproximó y acomodo a los mandos para tomar el control.

Os separais en dos grupos: Nox, Wexley y Adrieira en una capsula, Albrecht, Ethan y Balon en la otra.

Divididos en dos capsulas apretais el botón de desacople y con un ruido mecánico vuestro mundo, ahora reducido al interior de la capsula apenas iluminado por la luz que entra por un ojo de buey, se sacude al entrar en caida libre. Apretando la cara contra el ojo de buey veis la forma del Batalla de Bothawui alejarse hacía arriba mientras la linea del horizonte acude a vuestro encuentro.

La capsula tiembla como si estuviera hecha de papel, suenan alarmas que no sabeis a que se deben y la pantalla de control relampaguea con decenas de mensajes de alerta. El vertigo de la caida solo se interrumpe con una fuerte sacudida cuando se encienden los retropropulsores y el angulo y velocidad de vuestra caida varían, aunque levemente.

Finalmente uno de los mensajes de alerta parece agrandarse para ocupar casi todo el monitor ALERTA ALERTA ALERTA. NECESIDAD DE INPUT MANUAL. SUPERFICIE DE IMPACTO NO ADECUADA.

O tratais de corregir el curso o vuestro impacto contra la selvática superficie de Vendaxa puede ser de todo menos agradable.

Sujetaros compañeros, trataré de controlar este chisme. Tomo los mandos de la capsula e intento hacerme con ella y evitar que acabemos estampados contra Vendaxa.

Le cedo el honor de pilotar a Ethan sin ningún problema. – Adelante Malcovich, gracias por presentarte voluntario.

Nuestras armaduras de combate están bien pensadas, al llevar la cabeza completamente cubierta parecemos inmutables sin rastros de emociones. Yo por lo menos ahora estoy completamente lívido al no parar de sonar alarmas.