Partida Rol por web

Tratando de aprovechar el máximo la sorpresa lograis reaccionar con una mñinima ventaja ante vuestros enemigos. Aunque sus armaduras, sus cascos redondeados en los que brilla un visor en T y la frialdad que demuestran resultan preocupantes.

Preocupantes para otros pero no para los cadetes que sobrevivieron a la caida del Batalla de Bothawui. Hartos de encajar golpes sabeis que ha llegado el momento de empezar a devolverlos.

Y con intereses.

Apunto al de la torreta ya que pienso que es de los más peligrosos. Desde el pozo no se ve bien y el tiene algo de cobertura, por lo que no disparo no acierta, está cerca y eso lo desorienta un poco.

Con la seguridad que da la experiencia veis como el cazarrecompensas que parece al mando gesticula algo al de la torreta antes de sacar algo de su cinturón y arrojarlo frente a él. Una pantalla de luz azulada, un generador de escudo personal, aparece frente a él mientras el sujeto prepara un rifle blaster y permanece a la espera de cazar nuevos ojbetivos.

Apostado en su nido Balon intentó determinar cuál era el riesgo más inminente. No resultaba muy complicado llegar a la conclusión de que era el tipo de la torreta, de modo que se tomó un segundo para apuntar mientras centraba su objetivo en la mira de su rifle. Aguantó la respiración y disparó. 

La lluvia seguía cayendo torrencialmente, pero al igual que era un impedimento para ellos, también lo era para el enemigo, por lo que estaban en igualdad. Desde su posición en el pozo no podía ver a todos los enemigos por lo que solamente podía elegir entre el "Líder", la torreta o la moto. Se decidió por este último, había que tratar de reducir efectivos lo antes posible.

Apuntó con rapidez y efectuó un disparo bastante limpio que impacto en el rival con la precisión que estaba demostrando desde que los habían enviado a misiones reales.

Nada mas disparar el lanzamisiles portátiles, aun con el humo del impacto, lo dejo caer hacía atrás. Inmediatamente me situó detrás de la barricada y enarbolo mi fusil blaster activándolo en fuego letal. Antes de que pueda disparar nuestros enemigos demuestran su nivel de entrenamiento desplegándose sin ninguna muestra de aturdimiento ni desconcierto pese a haber caído en una emboscada.

Abro fuego sin apenas apuntar contra el enemigo que aparece en la torreta. En mi precipitación impacto en la torreta en lugar de en el enemigo.

Adriera apuntó al tipo de la torreta. Estaba claro que era el más peligroso. El que parecía el líder había desplegado algún tipo de escudo, así que no había duda de a quién abatir primero.

Tras disparar se dio cuenta que estaba demasiado lejos. Debería acercarse para poder tener un mejor blanco. Vio la oportunidad y salió de su cobertura corriendo entre los árboles que la rodeaban, se deslizó por el suelo para golpearse el hombro contra una roca que le daría una buena cobertura para probar un nuevo disparo...

Los cadetes abren fuego tres de ellos contra el mercenario apostado en la torreta y Nox contra el que cabalga la moto speeder. Los tres disparos contra la torreta no logran más que hacer agachar al mercenario pero logran desequilibrar su disparo. El disparo de Nox es más acertado y logra acertar al de la moto. Su disparo debe haber logrado superar su blindaje pues este se contrae aparentemente dolorido.

El enemigo que ocupa la torreta aprieta el gatillo y el arma empieza escupir una andanada blaster contra la barricada tras la que se guarece Albrecht. Astillas incendiadas saltan por los aires cuando el cañón turbolaser abre fuego contra la posición del cadete. Aunque no logra alcanzarle si que destroza abundantemente la barricada y hace que varios puntos de la misma empiezen a prender y aunque la lluvia incesante apaga algunos fuegos la barricada queda gravemente dañada y pierde su utilidad como parapeto.
 

Por su parte el otro cazarecompensas se pone de pie y tras toquetear algo que parece un mando en su cinturón sale disparado en dirección a los pozos donde se ocultan Balon y Ethan. Surcando el aire a medio metro del suelo gracias a una mochila propulsora avanza hasta quedar a corta distancia de las posiciones de los cadetes.  El mercenario apunta a Balon con su rifle y abre fuego contra su posición.

El aire crepita con el olor de ozono cuando el arma lanza un rayo de brillante luz blanca, un haz disruptor dispuesto a calcinar carne y metal. El rayo impacta en el lateral del casco de Balon haciendo que su vista se nuble de dolor, la sensación de un millar de agujas candentes perforando su craneo.

Aún así el movimiento de apuntar y disparar le hace perder parte del equilibrio y le obliga a poner pie a tierra.

Los enemigos a los que se enfrentaban eran mucho más mortíferos de lo que Wexley hubiera podido esperar, demostrando una habilidad con las armas muy superior a la de los fanáticos y maleantes a los que habían hecho frente mientras defendían el Batalla de Bothawui.

Sabiendo que necesitaban reducir el número de sus adversarios cuanto antes, el joven cadete se decidió a abrir fuego sobre el cazarrecompensas que iba en la moto, con la esperanza de que sus disparos lograsen como mínimo aturdirlo.

El certero disparo de Wex impacta  en el costado del mercenario, ahora si que estais seguros que habeis oido un grito de dolor. Dos marcas negruzcas se intuyen a la luz del fuego ahí donde impactaron los dos disparos de los cadetes. Durante unos segundos la figura se tambalea antes de volver a enderzarse en la moto.

El cazarrecompensas herido baja de la moto, con paso algo tambaleante pero al parecer no dispuesto a rendirse, y con actitud decidida avanza hacia la posición de donde vinieron ambos disparos, los de Nox y Wexley.  Veis como levanta a la altura de la cadera el fusil y tira del gatillo. Pero para vuestro terror no surge un disparo de blaster si no un chorro de llamas.

El cono de fuego es cegador iluminando la noche oscura mientras Nox y Wex tratan de esquivar el devastador ataque. Aun así notan como las llamas abrasan las partes expuestas e incluso prenden parte de su equipo. Juraríais que ois al tipo reir con risa maníaca mientras barre con el cono de llamas vuestra posición.

Balon se retuerce de dolor cuando uno de los disparos consigue acertarle provocándole una herida bastante fea. Pero intentando aguantarse el dolor y aprovechando que para alcanzarle su atacante se ha puesto en una situación comprometida, abre fuego contra él. 

La calurosa noche de Vendaxa se llena con el sonido de las explosiones, los blasters y las horribles llamaradas del lanzallamas. Por el momento parece que los misteriosos enemigos se creen lo suficientemente poderosos como para dividirse y enfrentarse cada uno a un grupo distinto de cadetes. 

¿Encontrarán estos una tumba sin nombre en el barro de Vendaxa?