Partida Rol por web

 Su llegada al pueblo de Lock Heaven no fue precisamente muy calurosa. Los pocos habitantes de la región, en susurros, no se molestaron en cuchichear en donde no los pudiesen ver y apenas pusieron un pie en la única casa de huéspedes del pueblo.

 El pequeño recibidor (un pasillo de húmeda madera con el suelo cubierto por una apestosa alfombra que quizás hace 10 años hubiera tenido algún tinte de color) termina en la mesa de entrada, que no es más que, literalmente, una mesa con un libro abierto y una anciana mujer por secretaria.

 A un lado del recibidor están las escaleras (seguramente llevan al dormitorio) en igual estado que el resto del decrepitoso lugar; más atrás está una suerte de bar con 5 pequeñas mesas dispuestas uniformemente en el pequeño recinto. Unas once personas los miran desde allí y hablan en voz baja entre ellos.

¿Puedo ayudarles, señores? -Dice la mujer, con una pluma en una mano.

Mirando el despreciable lugar y su gente , ya teniendo idea William de los problemas que se le avecinaban ...

Mirando a la señora que atendia el mostrador , me dirigo cordialmente hacia ella : Buenos Dias , estoy buscando un lugar para poder hospedarme unos Dias , me gustaria saber cuanto costaria una habitacion en este "refinado lugar" y si hay una , por favor ...

   Con cigarrillo en mano y un precipitado pero elegante caminar, entro a la casa de huéspedes fiel a mi mentalidad de ignorar todo cuanto sea molesto a mi alrededor. Veo a un hombre hablando con la anciana y no dudo en acercarme, pues puedo notar que es tan extranjero como yo en este lugar. Agh, pueblucho de mierda con esta chusma! Gajes son gajes...

   Me coloco a un costado de aquel hombre con su descuidada barba; acto seguido, uno de mis codos se apoya en el mostrador para usar mi mano como soporte para mi barbilla mientras que mi otra mano levemente bailaba al son del humo de mi cigarrillo.

   Buenas a ambos. Al parecer la gente de este lugar se divierte con la llegada de extraños- sugiero con una encantadora ironía- si hubiera sido avisada de esto antes, y por lo menos hacía una entrada más glamorosa.- y acompaño mi usual expresar con una sonrisa picarona- Esperaré a que atienda al caballero aquí presente- y, en silencio, continúo fumando.

 Aquella mujer mira con desprecio a la recién llegada y dice algún insulto en jerga local que no llegan a entender. Luego, con un dedo flacucho hojea el libro de registro, anota algo en garabatos y le arroja la pluma al barbudo.

¡Firma aquí! -le dice, algo grosera - Un dólar la noche.

 Luego se queda observando a la mujer con algo de asco.

   Sonrío triunfante ante el cambio de actitud de la señora- Puedo apreciar que también la susceptibilidad es moneda corriente por aquí, porqué será?- digo inhalando religiosamente la nicotina- supongo que no somos los primeros que vienen por aquí, pero veo que usted y todos aquí conocen los rumores...-arriesgo a lograr un efecto en ella. Chusmas...Son todos iguales.

Mirando con una cara de gentileza a la Señora : Muchas gracias . Miro a donde esta parada la señorita y me agacho a firmar la hoja

"Dios , me hace acordar a mi hermana esta mujer " termino de firmar con un nombre falso para mantenerme seguro ante cualquier cosa (Roger Stern)

Al terminar de hospedarme le pagare todo y con intereses me giro a mirar a la dama que esta al lado mio . vaya vaya vaya que tenemos aqui ...

Rumores he ... porque mejor no se registra y le invito una copa haci hablamos mejor .
 

   Eso es algo que aceptaré, serñor...-y miro donde ha firmado- señor Stern- me giro y me dirijo a la señora de la recepción- también pagaré al final de la estadía, sólo para asegurarme que mis cosas no aparezcan regada en la calle por la mañana- anoto mi nombre junto a mi firma y continúo, esta vez con seriedad y pisando el último vestigio de mi cigarrillo- qué es lo que sucede aquí? Si no puede decirlo ahora, sabe cuál es mi habitación, pero me gustaría que al menos pudiese adelantarme un poco. Su rostro y la actitud de todos expresan más de lo que me querría decir.

La anciana les entrega una llave a cada uno y vuelve a gruñir entre dientes.

 La anciana te mira con cara de asco, pero contesta tu pregunta sin problema ni rodeos. La muerte ronda por aquí, "señorita" (le pone énfasis en la palabra). Todos en esta aldea sabemos que Robert King se ha levantado de su tumba para volver a caminar entre los vivos. - Revisa nuevamente el libro. -Sus habitaciones son la nro 1 y la 2. Tienen  los números grabados en las llaves.

 Luego de hablar, se retira por una pequeña puerta detrás del recibidor. Al cerrarse llegan a ver una mesa y una joven con delantal cargando una bandeja. Al rato aparece por el bar y le sirve algo a un grupo de hombres vestidos a tono local (campesinos, seguramente).

   Robert King...Un difunto caminando entre los vivos...-susurro de un modo imperceptible. Me dirijo hacia Stern y le digo mientras le tiro el humo del cigarrillo- Esto es curioso por donde se lo mire, pero estos detalles ameritan una botella de Whisky, si es eso lo que me invitará, señor Stern- camino hacia la mesa más alejada del lugar, y le hago señas con la mano, predispuesta a tratar el tema con unos buenos tragos- ¿Me acompaña?

Escuchando la palabra de la vieja mujer Robert King he... reacciono cuando el humo toca mi cara y mira a la dama irse a la parte del bar je , creo que ha aceptado mi propuesta me dirijo hacia la mesa donde se sienta . Sin olvidar mi Caballerisad me aserco a la mesa mas alejada y saco la silla para que la dama pueda sentarse sin problema  Por aqui señorita ...                                                     

En pocos segundos, la muchacha que vieron a través de la puerta llega y les pregunta qué tomarán. Entonces ambos se percatan de su belleza. Al ver que ninguno responde, vuelve a preguntar, ahora con algo de duda. ¿Qué desean?

   Creo que hablo por ambos al pedir una botella de whisky- digo mirando a Stern, quien estaba aplacado por la belleza de la muchacha, la cual me parecía algo extraño. No dudo en mirarla fijamente y tratar de ser lo más amable posible con ella al preguntarle algo; le hago señas con la mano para que se acercase a mí y, casi en un susurro, le digo- No quiero sonar descortés contigo, jovencita, pero podrías decirme si eres virgen?- casi sé que aquello causará una mala reacción en ella, pero necesitaba saberlo.

 Ante tal pregunta, la muchacha se queda boquiabierta. Bajo esas manchas de cenizas y tierra en sus mejillas puedes notar el débil color al sonrojarse.

 Algo dudosa, se acomoda el delantal con las manos mientras trata de decir algo coherente. Yo...yo...eh...¡enseguida traeré su pedido! Ni bien termina de hablar corre hacia la bodega, buscando refugio de tan sorpresiva pregunta.

   Miro cómo se va la joven y cambio mi rostro por una expresión pensativa; miro el centro de la mesa unos momentos sin darle importancia a cómo la vida de mi cigarrillo se agotaba y dejo el refinado "sostenedor de cigarrillo" (xD) sobre la mesa. Coloco las manos en mis piernas y fijo mi mirada en Stern- quién es usted?- le pregunto sin rodeos- si no me lo dice con franqueza, supondré algo y no sé si podría ser de su agrado, porque sé que estaré en lo cierto.- concluyo mientras apoyo los codos sobre la mesa, entrecruzando los dedos a modo de presionar por una confirmación.

Poniendo una exprecion mas seria y sentandome :

Que muchachita mas guapa no lo cree - busco en mis bolsillos un un pequeño paño , me saco los anteojos y me pongo a liampiarlos Creo que me equivo al decir que esta de paseo por aqui no  - guardando el paño en mi bolsillo y volviendo a poner mis anteojos - Me importa poco lo que usted suponga de mi , esta claro - entrecrusando los brasos y mirando hacia  la bodega donde corrio la chica - Mi nombre es William , y usted my lady ?

Miro a la mujer, me parece rara la forma en la que le habla a quien parece ser la recepcionista. Me vuelvo hacia la segunda y pregunto:

Buenos dias, necesito alojamiento ¿Tiene habitaciones disponibles?...¿Cuanto cuesta permanecer una noche?...

   Veo que usted y yo nos llevaremos muy bien, señor William. Me suponía que usaría un nombre falso, como la mayoría de los extraños que vienen por aquí- digo lanzándole una mirada cómplice; me parecía muy conveniente cruzarme con aquel hombre y, si mi intuición no me falla, sabía que él se dedicaba a algo más que a tomar un whisky conmigo. Sin embargo, todavía no me daba la suficiente desconfianza como para ignorarlo y me interesaba mucho otros motivos que llevasen a la gente a investigar en tal pueblo.

   Bajo mi mirada hacia mi instrumento para fumar y hago unos pequeños círculos imaginarios con mi gastado dedo índice, mientras soltaba una sonrisa pícara- Sólo llámeme Arleen y estaremos bien. Las formalidades no me van, salvo para casos excepcionales. Pero dígame, está claro y, como usted sugiere, no estamos de paseo por la zona. Imagino que los rumores lo trajeron hasta aquí y, como yo, ha sido enviado para investigar la veracidad de los hechos, ¿o me equivoco?- la perspicacia era lo que me permitía continuar en mi trabajo y era algo que debía aplicar a aquel extraño hombre; después de todo, estábamos conectados con el mismo propósito, o al menos eso era lo que se me cruzaba por la mente.