Partida Rol por web

A pesar de las heridas de su señor, Maximus optó por seguir combatiendo. Si más kobolds presentaban batalla, cuanto antes acabaran con éstos más posibilidades tendrían.

Alzó la espada y describió un arco descendente sobre un kobolds, al que golpeó, ya que no pudo esquivar su ataque

Revan se acercó a los kobols que estaban con las lanzas y se puso junto a los dos guerreros de primera línea. había visto como su señor quedaba herido por su propio virote, y juró que los kobols pagarían tal afrenta, habían visto a su señor realizar un error y por tanto debían morir.

-Mierda.-Grito mientras siento como el virote se clava en mi cuerpo.-Desde luego mi maldito hermano se reiría mucho si me viera en este estado. BoB, continúa atacando. Avanzaré detrás de tí para que me sirvas de cobertura. Los demás, acabemos primero con esos antes de que lleguen los demás. Deprisa. 

Dicho esto, me arrastro por el suelo detrás de bob mientras recargo la ballesta.

Al escuchar las órdenes del amo, alzo mi espada de nuevo, avanzo hacia otra de esas detestables criaturas y ataco una vez más. Procuro interponerme entre ellas y mi amo, tal y como me ha ordenado.

¡Vaya!, ten cuidado - le dije a Heironeus.

Me situé a su lado y desde ahí lancé un rayo de escarcha contra uno de aquellos bastardos...

El Silencioso continúa atacando a los kóbolds pero estos le esquivan sin ningún problema. Nut lanzaba un rayo de escarcha contra otro de los enemigos y lo dejaban completamente congelado e impedido para seguir luchando.

Vuestro líder se posicionaba detrás de su compañero Bob y cargaba su ballesta, mientras tanto Maximus y Revan eliminaban a otros dos enemigos más. Ya solo quedaban dos kóbolds del primer grupo, pero instantes después y por detrás de vosotros aparecía un nuevo grupo de kóbolds formado por siete enemigos más. 

Las criaturas hacían ya un total de nueve, así que todas ellas descargaron de nuevo una lluvia de jabalinas, que practicamente todos lograron esquivar salvo Revan que se le clavaron dos, y a Maximus que le clavaron una en pleno pecho. 

Los kobolds daban gritos parecidos a ladridos tratando de asustaros y atemorizaros, os superaban en número y pretendían que tarde o temprano abandonáseis la estancia para que les dejaráis en paz.

¿Que vamos a hacer, mi señor? - ​pregunto Jester que se había quedado paralizado al ver tantos enemigos.

Ví, intranquilo, lo que se nos avecinaba a todos...

Hemos de actuar rápido y pensar en lo que hacemos, porque de lo contrario seremos pasto de estos seres...

-El miedo no es una opción.-Digo gesticulando desde el suelo.-Todavía podemos superarles. La retirada no es una opción. No temáis, compañeros, les superaremos. Continuad con el ataque.

En ese momento, empiezo a recitar las palabras de mi conjuro e invoco algunos guerreros que puedan servirnos de apoyo y cobertura.

Al escuchar las ordenes de mi amo, continúo combatiendo. En esta ocasion, descargo un golpe sobre cada uno de los dos kobolds que tengo a mi alcance tratando de acabar con ellos lo antes posible.

Asentí sin más...

Las órdenes son las órdenes, vine a defenderos y así lo haré. 

Tras estas palabras dirigí un ataque contra uno de los kobolds que se aproximaban hacia nosotros.

Jester se coloco a unos 30' los kobolds que acababan de llegar y disparo contra uno de ellos. 

Revan se puso nervioso al ver como les estaban rodeando, intentó matar a un kobol que tenía delante pero este se defendía demasiado bien y las prisas hicieron que Revan no consiguiera ni acercarse a la piel del kobol.

Los dos esqueletos tratan de atacar con sus garras a los kobolds recién llegados nada más aparecer.

-Adelante, matadlos.-Grito desde el suelo.-Los demás, usad a los esqueletos como cobertura. Bob, acaba con esos dos.

A pesar de la herida que había sufrido, Maximus se arrancó la lanza sin problema. Todavía le quedaba energía de sobra.

Sorprendido por la presencia de más esqueletos, Maximus decidió centrase en el combate. Tenía dos enemigos frente a él y esos serían los primeros en abatir, pero el kobold esquivó sin problema su golpe

Bob elimina al kobold más cercano que tenía en aquel momento, mientras que Jester y Nut preferían ir atacando a los enemigos que venían por la espalda. El primero no tuvo tanta suerte como Nut que lograba eliminar a otro lanzándole una salpicadura de ácido.

Maximus prefirió centrarse en el enemigo que quedaba junto a Revan, Bob y él, pero no tenía tanta suerte y el kóbold lograba esquivar su envite. 

Vuestro líder aprovechaba aquel instante para convocar un par de esqueletos vivientes, una energía oscura notásteis que empezó a invadir la zona cercana a los kobolds que atacaban por detrás, pronto dos muertos serían llamados a las órdenes de Heironeus*

Revan se ponía nervioso por la cantidad de kóbolds que estaban apareciendo, tan solo quedaba un ágil enemigo frente a él, pero media docena se encontraban en la parte trasera de la sala enviando sus jabalinas contra vosotros, aquello evitó que el muchacho lograra acabar con el enemigo que tenía al lado.

Como era de esperar una nueva lluvia de jabalinas cayó sobre vuestras cabezas, una de ellas alcanzaba de nuevo a Maximus, dos a Jester, y otras dos rebotaron contra el cuerpo de Bob, una última se clavó en el cuerpo del kobold que estaba junto a vosotros, cuya herida evitó que os pudiera atacar.

Dolorido y a punto de desmayarse Jester disparo otra flecha contra los kobolds que venían confiando en acertar.

Veamos qué tal aguantan el frío estos indeseables...

Parece que se reproducían por momentos...deberíamos acabar ya con ellos pues nos estamos retrasando demasiado...

Revan se dió cuenta de la situación crítica en la que estaban y escuchando las palabras de sus compañeros cogió fuerzas. Fue ayudado por una javalina que se había clavado en el pobre bicho y con el descuido volvió a intentar matar al último kobol de los que se habían encontrado por primera vez. Le atravesó con el estoque y la daga. A punto estuvo de acertar en el corazón pero las heridas provocadas manaban sangre y el humano esperaba que fueran suficientes para haber terminado con el pequeño monstruo. Al hacer el ataque, una punzada le recorrió el cuerpo, estaba bastante herido aunque no quería que el resto lo notaran.

-Adelante, compañeros.-Grito mientras veo formarse los esqueletos.-Bob, ataca a ese grupo nuevo de kobolds. Dirige a los esqueletos recién formados a la victoria. Yo os apoyaré.

En ese instante, ambos esqueletos se lanzan sobre los recien llegados kobolds y descargan sus garras sobre ellos.

Por mi parte, retomo mi ballesta, recargada hace unos instantes, y disparo contra otro de los kobolds, aunque mi disparo sale bastante desviado.