Partida Rol por web

[ELdG] Heironeus "el Invencible" contra Hextor "el Azote"

La Guarida de los Kobolds

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22/08/2012, 19:41
Director
Sólo para el director

Sala 1

Investigáis el final de aquel camino y descubrís que un antiguo mecanismo abre una puerta secreta. Cuando atravesáis el lugar alcanzáis una cueva que no está para nada edificada. Las estalactitas y estalagmitas inundan el lugar y la humedad puebla el ambiente. Habéis hecho un largo recorrido por ese camino pero no como para acceder a una cueva de esas características. El suelo estaba inundado y lleno de charcos un limo brillante iluminaba la zona permitiendoos ver en el interior. 

Era extraño pero aquella cueva no daba signos de presencias de kóbolds, aunque quizá tuviese algo escondido, una abertura en dirección oeste hacía que vuestro camino pudiese continuar.

Sala 2

En aquella sala no había ni rastro de nada, ni de tesoro, ni de trampas, ni de objetos mágicos, ni de kóbolds ni nada. Tan solo podíais avanzar y continuar hacia delante por la abertura de la cueva.

Tras ella encontrasteis otro lugar muy parecido al anterior, lleno de estalactitas y estalagmitas, con el suelo húmedo y alguna que otra gotera. Pero esta vez ya no había ni rastro de nada por donde seguir avanzando.

CD Puerta Secreta 20
CD Tesoro escondido: CD 24

Tesoro1: VD 2
Un pequeño cofre en cuyo interior hay 150 po
Poción de CHL
Poción de Gracia Felina
Varita de reparar daños leves (10 cargas)

Sala 3 (Pasillo)

Os adentráis por la puerta con total naturalidad y entonces todo cambia. El material de las paredes es distinto al anterior y la luz no está formado por limos florescentes sino por antorchas que hay en las paredes, aunque la luz es muy tenue y prácticamente toda la estancia está en penumbras.

Aquel lugar estaba algo desolado y no había rastros de vida, pero desde luego que si había de civilización, es decir, la cueva secreta que habían dejado atrás quizá fuera un lugar que ni los que habían contruido estas mazmorras lo conocían.

Ahora dos caminos se presentaban ante el grupo, podrían tomar el camino del norte o bien el del sur.

CD Puerta Secreta 20

Pasillo3 a Puerta a Sala 5.

Tomáis todos el pasillo de la izquierda y avanzáis varios metros por él hasta que llegáis a una puerta de madera, algo desvencijada.

De Pasillo 3 a Sala 4

La habitación en la que os adentráis está impregnada de olor de extraños inciensos y aromas embriagadores. Probetas, botellas de pociones, morteros y sus respectivas manos, jarras, rollos de pergamino y otros elementos arcanos están esparcidos desordenadamente por las mesas que abarrotan la sala.

Una cortina divide la zona principal de la habitación y separa la parte oeste donde se encuentra un camastro y algunas túnicas de color verde.

En la pared este se encuentra otra puerta de las mismas condiciones que la que acabáis tratado de abrir anteriormente pero que no conseguisteis.

En la pared del sur hay un hongo amarillo pegado.

Sala 5

Cuando atravesais la puerta os dais cuenta que ante vosotros se encuentran las cocinas de la mazmorra. Todo estaba provisto de despensas, almacenes, un fogón y algunas estanterías donde había restos de alimentos secos.

Junto al fuego había un gran perolo con un líquido en su interior y un gran cucharón dentro. A pocos centímetros de ellos había, al menos, media docena de platos. Varios elementos de cocina estaban colgados de las paredes, entre ellos algunas hachas y unos cuantos cuchillos. Encima de una de las encimeras también había una llave.

Y un poco más allá había una puerta que conducía hacia la izquierda de la sala.

Sala 6.

La primera cueva estaba iluminada por la luz del exterior, más adelante un camino continuaba hacia el interior de la cueva, parcialmente iluminado por antorchas en las paredes, las paredes de aquel pasillo estaban hechas de mejor manofactura que la primera cueva.

Pasillo Sala 6 a Sala 7

Avanzáis por aquel corredor y empezáis a notar algo de murmullo un poco más allá, está claro que al final del camino hay otro grupo de kobolds, pero de pronto Maximus da una patada a una piedra sin querer y entonces todo las criaturas se callan alertadas por el sonido.

Sala 7

Cuando llegáis al final del pasillo llegais a una sala en cuyo centro hay una mesa con cuatro sillas y varias monedas esparcidas por encima de ella así como también unos extraños huesos.

En aquella sala había un par kóbolds que habían tomado posesión de sus lanzas al escuchar llegar a Maximus, cuando os vieron comenzaron a proferir extraños ladridos en señal de alerta.

Sala 8

La primera cueva estaba iluminada por la luz del exterior, más adelante un camino continuaba hacia el interior de la cueva, parcialmente iluminado por antorchas en las paredes, las paredes de aquel pasillo estaban hechas de mejor manofactura que la primera cueva.

Sala 9

Cuando llegáis al final del pasillo llegais a una sala en cuyo centro hay una mesa con cuatro sillas y varias monedas esparcidas por encima de ella así como también unos extraños huesos.

Esa sala tiene signos de agitación, sin duda los kóbolds contra los que recién os enfrentásteis parecían estar montando guardia allí. Esa sala tenía dos salidas, podíais continuar hacia el frente o bien tomar el camino de la izquierda.

Tesoro: 12 po, 43 pp y 25 pc.

Sala 10

Optáis por tomar el camino de la izquierda. Avanzáis por un largo pasillo que dobla noventa grados a vuestra derecha para continuar de frente.

A los pocos metros llegáis a una nueva sala. Sin duda este lugar ejerce de dormitorio de los kóbolds, pues aunque no hay nadie allí, está lleno de camastros y nidos donde las criaturas descansan. Algunos sacos, pequeñas bolsas y cofres llenan el lugar. También hay algunas jabalinas pequeñas dispersas por el suelo. Por no hablar de los agujeros que hay en los rincones de la sala a modo de letrinas.

De nuevo las posibilidades eran amplias, en la sala había dos puertas, una a cada lado de la habitación y otro pasillo que continuaba hacia el interior de la cueva.

Sala 11

Aceptáis el consejo de Corbis y continuáis hacia el interior de la cueva por el camino del frente. Ante vosotros se abre una gran sala provista de varios pilares en el centro de ésta. La sala está llena de mesas y estanterías repletas de libros escritas en algún idioma antiguo que quizá no conozcáis.

A juzgar por el polvo de la habitación, los libros parecen llevar años o incluso décadas sin usar. Esa sala parece haber quedado de tránsito entre un lugar y otro.

El libro que habíais tirado ya no estaba en el quicio de la puerta sino de nuevo colocado en su sitio.

Nuevamente, la sala tenía dos salidas, hacia el frente o de nuevo por la izquierda.

CD BUSCAR 20:

Después comenzó a revisar los libros, parecían estar escritos en varios idiomas, pero principalmente parecían textos religiosos escritos en común y enano, aunque ninguno parecía de utilidad, pero cuando tocó uno de aquellos libros una de las estanterías se movió para dar lugar a un nuevo corredor por el que se podría continuar.

A juzgar por las telarañas que contenía a simple vista parecía que nadie había cruzado aquel pasillo en mucho tiempo.

Pasillo 12

Continuáis de frente por el pasillo de la biblioteca y tras recorrer algunos metros el camino gira a la derecha. Pero justo en ese mismo esquinazo hay una puerta en el lateral izquierdo. La puerta parece estar hecha de una madera más recia de lo habitual y posee una cerradura lo que probablemente indique que no resultará tan sencillo abrirla.

La otra opción era dejar esa puerta y girar a la derecha para continuar por el pasillo.

Encrucijada 13

Avanzáis por el estrecho corredor que os indica Jester y recorréis varios metros a través de él. No había rastros de trampas por ninguna parte por lo que el camino parecía lo suficientemente seguro.

Os movisteis hasta llegar a una encrucijada, el pasillo continuaba de frente, pero también se dividía en otras dos soluciones posibles, el camino de la derecha o el de la izquierda. Para avanzar habría que tomar una decisión entre aquellas tres posibles.

Sala 14

En el centro de aquel lugar podéis ver la estatua de un gran kóbold de un tamaño bastante superior al real. Alrededor de ella se pueden apreciar restos de piedra rota, parecen fragmentos de alguna extraña estatua que había sido eliminada y cambiada por aquella.

El gran kóbold vestido con una túnica negra y en una de sus manos un bastón apuntaba con él hacia la pared oeste del lugar.

En esa misma pared se podía apreciar un telar en cuya imagen se apreciaba el triunfo de una banda de kobolds contra una tribu de enanos.

En la pared del este se apreciaba lo que podía ser un altar con algunos objetos que parecían pertenecer a algún tipo de rito. Alrededor de él se apreciaban montones de maderas y pajas a modo de sillas. Sin duda aquel lugar representaba una pequeña capilla que hacía honor a algún dios kóbold como el que estaba representado en el centro de la estancia.

De frente hacia donde ibáis, en dirección norte, podías apreciar la salida de aquella pequeña iglesia, un lugar por donde podrías continuar en vuestra investigación.

Pasillo 15 proviene de Sala 14

Salís de la capilla cuando de pronto escucháis un montón de ladridos y aullidos. Junto al pasillo al que habíais accedido había lo que parecía una especie de sala de carcel, al menos a juzgar por las apariencias. Pero en lugar de que en aquel sitio hubiera presos, en la sala había cuatro lobos que se peleaban por un trozo de comida. Más allá había algunos jirones que hacían a modo de cama de los canes.

Los lobos os miraron a través de la puerta con barrotes y por un instante dejaron el trozo de comida y os miraron y empezaron a gruñir. Segundos después volvieron a ladrar, afortunadamente aquellos ladridos no parecían ser muy distintos a los que estaban emitiendo antes, por lo que quizá tendríais la esperanza de no haber llamado demasiado la atención.

Podías entrar en la sala de los lobos, o bien continuar avanzando por el pasillo.

Pasillo 16, proviene de la encrucijada 13

Avanzáis por el pasillo de la izquierda, el que según había dicho Maximus se escuchaban sonidos metálicos y aullidos de kóbolds. El pasillo terminaba en una sala abierta donde media docena de kóbolds estaba distraída comiendo algo de carne. Los kóbolds estaban armados pero no estaban prestando atención al lugar donde estabais, por lo que podríais pillarles desprevenidos si queríais. El origen de los sonidos metálicos era tan simple como el sonido de los platos y los cubiertos. Aquellos kobolds daban muestra de tener algún tipo de razocinio. No parecía las criaturas salvajes a las que estabais acostumbrados a enfrentaros.

Pasillo 17, de la Sala 4 a la Sala 10

Lylith inspecciona profundamente la puerta, tratando de no dejar ni un solo resquicio donde mirar, cuando llega a la conclusión de que no hay ningún tipo de peligro mete la llave que encaja perfectamente con ésta. La puerta, se abre dando paso a un largo y profundo pasillo cuyas sombras y penumbras ocultan lo que puede haber más al fondo.

-- Post de los aventureros --

Avanzáis guiados por vuestros compañeros que ven algo mejor en aquella situación. El pasillo recorre varios metros para terminar en una puerta de madera muy simple y sencilla.

Sala 18

Continuáis avanzando por el pasillo hasta llegar a una nueva sala. Allí hay cuatro kóbolds sentados al rededor de una mesa. En ella hay varias monedas y algunos huesos de animales. Parece que están jugando algún tipo de juego. La distracción les ha impedido veros llegar y la jauría que habéis dejado atrás no les permitió escucharles

Sala 19 (Viene de Sala 10)

Os adentráis por la puerta que había en aquel dormitorio para acceder a otro muy similar al anterior. En este caso había dos nuevas puertas, una que continuaba de frente y otra que giraba hacia la derecha.

Salvo por esa excepción la sala era prácticamente idéntica a la anterior. Sin duda esta era la zona donde aquellas criaturas descansaban.

Pasillo 20

El pasillo por el que os adentrábais era alargado y tenía varios recovecos, por eso os imposibilitaba el hecho de avistarlo bien. A cada esquina que girabáis os dabais cuenta que no sabíais lo que os podíais encontrar después, lo que hacía bastante pelilgroso aquel camino.

Tras avanzar varios metros encontráis una puerta de madera oscura. El pasillo continuaba internándose en la cueva.

Sala 21

Continuais por la puerta que hay frente a vosotros para comprobar que en aquella nueva sala hay un extraño kobold vestido con ropajes religiosos pero que yace en el suelo completamente inerte con un profundo corte a la altura del pecho. Sus ropajes blanquecinos estaban tintados del rojo de su sangre.

Aquella sala, en la que además había dos puertas más, una hacia el frente y otra hacia la izquierda. Estaba provista de un camastro, con una pequeña mesa al lado y un pequeño altar con una reproducción exacta de la misma estatua que encontrasteis en una de las salas anteriores.

Sin duda, aquella estatua era el símbolo de alguna deidad de los kobold.

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