Partida Rol por web

Con la antorcha en la mano y las heridas en mi cuerpo, no hubiera sido muy sensato pasar a primer línea, por lo que en lugar de ello la dejo en el suelo mientras varios se adelantan en tanto agarro la lanza para intentar ensartar algún kobold desde la segunda línea.

Stephon que iba el primero, al encontrarse a los Guardias cargo espada en mano directamente contra ellos antes de que pudieran responder. -Cerradles las salidas, que no escapen.-

Mi lugar no estaba en el centro de la batalla y menos en un lugar tan estrecho, así que me quede cubriendo la retaguardia por si algún kobold quería atacarnos por la espalda.

Como la mayoria de sus compañeros no apreciaba las distancias cortas asi que simplemente espero junto con los demas "cobardes" y sacando su ballesta comprobo que estubiera preparada para disparar si fuera necesario.

Aun consiente de sus heridas, Cormac no podía dejar sus deberes al margen, se lanzó a la batalla al respaldo de sus compañeros.

Rob avanzaba junto a sus compañeros hasta una estancia en la que cuatro de esas asquerosas criaturas y les habían pillado sorprendidos. El guerrero apostó la rodilla derecha sobre el suelo y tensando el arco colocó una flecha sobre la misma y apuntó a la criatura que más cerca tenía, sin embargo la multitud de compañeros hacía difícil la precisión y el disparo. 

Salazar se queda sorprendido ante todas las dudas que tenian sus compañeros sobre atacar cuerpo a cuerpo a la criatura.

- Amigos, a Stephon no le vendria mal un poco de ayuda en primera linea...

Aún así él no podia solucionar nada por el momento por lo que busco un poco de angulo entre sus compañeros y disparo a las criaturas con la ballesta que ya tenia cargada. Tras el disparo volvió a cargar la ballesta.

Salazar reaccionó mucho más rápido que todos sus compañeros y disparó contra el kóbold más cercano. El primer virote quedó clavado en la criatura pero ésta no se derrumbó, el segundo tan solo rebotó contra las paredes de le cueva.

Los kóbolds no habían hecho más que empezar ante semejante ataque cuando los demás decidieron enfrentarse a ellos también.

Avanzo detrás de Stephon, asegurándome de que no puedan rodearlo y rematando a cualquiera con el que no pudiera acabar.

Sigo reservando mis fuerzas y disparo al primer kobold que vea, si es posible despistado o solo para no dar a mis compañeros.

Todavia no.... Hay que esperar el momento adecuado.

Viendo que mis compañeros se lanzan en tropel contra los kobolds me doy vuelta y cubro la retaguardia sin antes decirle a los que se habían quedado a mi lado Cuidado con los disparos, no tenemos un buen angulo! no lo hagan si no están seguros o nuestros compañeros quedaran como un puercoespín!

Cormac carga contra los sorprendidos kobolds con convicción. 

Stephon se beneficio del impulso que le había dado la carga para flexionar su brazo hacia delante y lanzar una estocada al Kobold mas cercano.

Rob agachaba su rodilla para tomar algo más de ángulo para atacar a la criatura que había más cercana, antes de que el resto de sus compañeros se interpusieran en su camino, pero a pesar de ello la flecha se quebró contra una de las paredes de la cueva.

Después, Korbis esperó a ver que es lo que hacia su compañero Stephon, estaba dispuesto a ayudarlo en todo lo que estuviera en sus manos, mientras tanto Khatano se limitaba a proteger la retaguardia y a vigilar que ningún kóbold les atacase por sorpresa.

Eldrith también falló en su puntería, no logró tensar bien su ballesta y el virote se perdió también. A continuación Cormac se adentró con convicción en la cueva, era el primero de todos ellos, pues había decidido que sus compañeros actuasen primero con sus armas a distancia, pero al ver que aquello no resultaba prefirió pasar directamente a un ataque más físico. A pesar de ello tampoco tuvo ninguna suerte y falló en su golpe.

Finalmente, Stephon y Korbis unieron sus fuerzas para combatir al kobold que estaba más cerca logrando así, quitárselo de en medio. 

Inmediatamente después los kóbolds se pusieron en pie dejando que los taburetes se cayeran al suelo y se lanzaron respectivamente contra Cormac, Stephon y Korbis, tan solo Stephon fue capaz de bloquear el ataque con su escudo, los otros dos pudieron sentir como las lanzas de los kóbolds eran introducidas en su pecho.

Korbis notó como el daño sufrido por todas las heridas acumuladas hasta ahora hacían mella en su cuerpo y sentía como si estuviera mareado. No debía hacer más movimientos bruscos o las heridas ya cicatrizadas podrían abrirse de nuevo.

Rob al ver que fallaba su disparo y sus compañeros se ponían en medio para atacar a aquellas criaturas suspiró. Nada podía hacer desde la distancia si quería evitar dañar a alguno de sus compañeros.

Maldiciendo, guardó el arco y sacó su hacha y escudo presto para el combate y se abalanzó hacia el mismo intentando ayudar a sus compañeros.

Empezó de nuevo el combate. Stephon consiguió abatir a uno de los Kobolds , afianzo los pies y cuando se preparaba para asestar otro ataque vio como Korbis se derrumbaba al lado suya. “¿Que está haciendo en la refriega? Le dije que se quedara atrás por sus heridas…” Un Kobold aprovecho la bajada de guardia del Paladín para atacarle, por lo que este tuvo que levantar de emergencia su escudo consiguiendo evitar el daño en el último momento.

-Cerradles las salidas, que no escapen.- Dijo a sus compañeros mientras pensaba que hacer con el malherido Korbis. El tiempo corría en su contra.

Luego de los primeros ruidos al comenzar la batalla, me giro para ver como va la cosa. La imagen no era lo que esperaba, el efecto sorpresa no les había servido de mucho y menos a Korbis.

Tenía que hacer algo pero con la ballesta tenían tantas posibilidades de matar a un Kobold como a uno de los suyos, tras pensarlo un poco suelto la balles y saco el estoque. Mientras me acerco para atacar al Kobold mas cercano a Korbis les digo a los que se quedan Cuiden nuestras espaldas, no queremos ser nosotros los que terminen sorprendidos!