Partida Rol por web

Bien Eldrith, cuando estés listo haz lo que quieras que hagas con tu cristal. A ver si tenemos suerte y los kobolds lo siguen hasta ponerse a tiro. - dicho esto se preparó con su escudo en una mano y su hacha en otra, para salir al encuentro de las lagartijas.

Asiento a Rob y a mi señal el cristal empieza a moverse mientras los demas nos escondemos y buscamos cobertura. Espero que los kobolds sean tan estupidos como creo que son y mi plan no me deje en ridiculo.

A Eldrith le cuesta guiar al cristal puesto que no sabes bien donde están pero cuando el pequeño cristal con patas se echa a andar desde donde está el lobo no tarda en salir de la cueva y ponerse a seguirlo como si de un perro juguetón se tratase. Los kóbolds no le dan más importancia y siguen a lo suyo mientras el lobo está distraído con el objeto a las fueras de la cueva siendo visibles ahora para todos*.

¡Maldita sea! - masculló Rob - Parece que tu cristal solo ha atraído al lobo. No importa, era lo que mas mala espina me daba. Llenemosle de flechas. Los kobolts vendrán después.

Volvió a coger el arco, colgando su escudo a la espalda y su hacha al cinto. Se levantó de detrás de los arbustos e hizo volar dos flechas en dirección al lobo, esperando que ambas acertaran, y que sus compañeros le imitasen.

Al ver salir al lobo le disparo desde el lateral con mi ballesta, intentando apuntar a sus puntos vitales y esperando que estubiera desprevenido. Tras realizar el disparo no lo dudo y vuelvo a cargar la ballesta.

Rob y Milus ponen fin a la vida de aquel lobo antes de que pudiera dar la alarma. Los cuatro kóbolds que estaban haciendo guardia toman sus armas y salen fuera de la cueva en busca de los que han sesgado la vida de su compañero, miran a todos lados y comienzan a buscaros*.

El clérigo se mantuvo oculto mientras sus compañeros acababan con la vida del lobo que guardaba la entrada. Inmediatamente después los kobolds salieron de la cueva y comenzaron a buscar las causas de lo acontecido. El clérigo esperó a que pasasen de largo respecto de su posición algo más alejada que Rob y Milus y una vez le superaron intentó pillar por la espalda a uno de las criaturas.

Milus aprovechando su escondite decide disparar otra vez con la ballesta ya cargada para eliminar a uno de los kobolds. Tras el disparo vuelve a ocultarse en su escondrijo y vuelve a recargar su ballesta, con la esperanza de que no lo hayan visto y seguir sorprendiendolos el asalto siguiente.

Bueno, el plan no fue tan mal...

No le habia dado tiempo a disparar contra el lobo, ya que sus compañeros lo habian abatido rapidamente, pero ahora habia objetivos de sobra y aunque no tenia muchas esperanzas intento permanecer oculto.

Una leve sonrisa se dibujó en el rostro de Rob al ver como caía el lobo y los kobolds salían de la cueva buscando a los culpables. Sus compañeros volvieron a disparar, Milus y Elendar trataron de esconderse de nuevo, pero Eras no lo hizo. Rob negó con la cabeza.

Colgó su arco a su espalda, cogiendo su hacha y el escudo. - Manteneos ocultos y disparadles por los flancos. - murmuró. Se levantó dando un par de pasos adelante al mismo tiempo que gritaba. - ¡Aquí estoy lagartijas!, ¿me buscabais?

Sin duda trataba de atraer la atención, intentando que sus compañeros siguiesen pasando desapercibidos.

Eras decide salir de su escondrijo y atacar a uno de los kóbolds por la espalda pero comete un pequeño error y le golpea en el lado de la armadura revelando así su posición pero también atrayendo su atención.

Milus al ver el objetivo de su compañero decide disparar al que está más alejado de él y así logra clavarle una de sus flechas poniendo fin a su pésima vida. Eldrith trató de hacer lo mismo pero no tuvo buena puntería.

Rod también salió al campo de batalla con la esperanza de llamar la atención, una de las criaturas fue contra él, mientras que las otras dos que quedaban vivas decidieron flanquear a Eras con tan mala suerte que una de ellas logró clavarle su lanza en un costado. Rod, en cambio, tuvo más suerte y logró esquivar el ataque que le hicieron.

Intento recargar la ballesta rapidamente, pero se puso nervioso perdiendo un tiempo precioso y a punto estubo de tirar la ballesta al suelo, por suerte se recompuso, volvio a colocar el virote en su sitio y apunto a uno de los kobolds que estaba luchando con eras, pero tubo miedo de darle y su tiro se desvio mucho.

¡Maldita sea! Parece mas facil cuando lo hacen ellos.

El clérigo dejó caer su arma a distancia y sacando su espada se prepara para un combate en cuerpo a cuerpo.

Milus aprovecho que ya tenia la ballesta recargada para realizar un nuevo disparo desde su posición, en este caso a uno de los kobolds que amenazaban a Eras. Tras realizar el disparo se vuelve a ocultar rapidamente para que no ser descubierto, suelta la ballesta y saca su estoque para apoyar a sus compañeros en el combate cuerpo a cuerpo atacando por la espalda a cualquier enemigo distraido.

Oyó el grito de dolor de Eras y pensó en ir a socorrerlo, no por compañerismo, sino por pura conveniencia. Cuantos más entrasen a la cueva, más posibilidades tenía de salir vivo. Un kobold se le abalanzó y tuvo que desechar la idea, levantó el escudo y detuvo el golpe de la criatura.

Intentó devolverle el golpe con violencia, tratando de separar su cabeza de un solo tajo. Enseguida notó que su ataque no era nada bueno, pues no había calculado bien la altura de su enemigo.

¡Vosotros dos! ¡Ayudad a Eras! Este es mio - bufó.

Rob dio órdenes de como actuar a sus compañeros y mientras tanto atacó a la criatura contra la que se estaba enfrentando pero en un ágil movimiento logró esquivarle.  La flecha de Milus se desvió algunos metros de la trayectoria contra el enemigo de Eras, así que no tuvo mucha suerte y falló el blanco. Mientras tanto las criaturas seguían atacándoles, Rob continuaba su racha de esquiva de golpes pero Eras no tenía tanta suerte y mientras esquivaba al que tenía de frente el que le atacaba por la espalda lograba clavarle su arma volviendolo a herir y dejándolo muy grave. 

Eldrith se ponía nervioso ante lo que estaba sucediendo y Eras fallaba el ataque debido al dolor de las heridas causadas. Aquella situación no empezaba a pintar nada bien, al menos no para Eras Elendar.

Eldrith dejo caer la ballesta y cargó con el baston a la espalda de uno de los kobolds esperando asi al menos darle un respiro a su compañero, ya que no tenia ninguna esperanza de darles por lo menos seria carne de cañon.