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[ELdG] La Aldea de la Locura

La Aldea de la Locura - día 1.

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15/03/2017, 06:38
Leiath

La respuesta por parte de de la Aldea se hacía esperar y la bruja se convencía cada segundo más de que en aquel lugar no quedaba nada con lo que se pudiese razonar.

- No podemos volver a las brumas, nos perderíamos. Registremos las casa a ver si encontramos a alguien que no se haya vuelto loco.

Dispuesta a seguir hacia delante y no retroceder, Leiath atendió las heridas de su aquelarre por si tuviesen que enfrentarse a más como ese que le había atacado.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Leiath se pone a curar hasta que nos decidamos a ponernos en marcha. empezando por Flame, luego aire, luego Onfale.

Neutralizar veneno--- CHC Flame +27 PG

Quitar trampas -----CHM Aire +22 PG

Quitar parálisis ----- CHM Onfale +22 PG

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15/03/2017, 10:31
Onfale

- Lo primero que deberíamos hacer, si continuamos internándonos en el pueblo, es comprobar si Nueva Lechberg está rodeada completamente por las brumas. Si es así, eso explicaría, con bastante probabilidad, lo del ahorcado.- Desde luego estar en "tierra firme" era mejor que dentro de las brumas, pero el perfumista podía imaginarse lo que podría ser vivir aislado en una isla rodeada de un mar tan peligroso como eran las brumas. Bestias de todo tipo saldrían de estar para atormentar a los aldeanos, aullidos y gritos que perturbarían su descanso y, pro supuesto, gente que se marchara para cruzar las brumas y que nunca volvería.

Estaba de acuerdo con Aire. Temor o indiferencia era lo que mantenía a la gente en una actitud de no inmiscuirse cuando una inocente era atacada, como había sido Leiath  por el mendigo. La decisión parecía que estaba tomada. Continuarían su avance y con la verdad por delante. Al perfumista ya le daba igual pues, mintieran o no, también creía que el resultado sería el mismo. Recibió el cálido toque de Hala de nuevo y sonrió a Leiath como signo de su gratitud.

- Gracias. A las brumas no volveremos hasta que...hasta que hayamos descansado al menos.- En opinión de Onfale, y así se lo hizo saber a sus compañeros, de las tres opciones que planteaba Tangrem, la  tercera era la que más le gustaba.- ¿Os parece si Tamgrem se queda con los demás montando un campamento en la colina, en torno a los carros que nos quedan y un buen fuego, mientras nosotros nos internamos en el pueblo?- Leiath quería comenzar a registrar las casas y el perfumista no la contradijo. Era un punto tan bueno para empezar como cualquier otro. Con un poco de suerte encontraran una taberna y pudieran hacer llamar a los otros para descansar en cómodos colchones. Pero mientras, los que se quedaran atrás, podrían enterrar a Tosh y quemar el cuerpo de Fosco para que su cuerpo volatilizado se uniera a la Divina Esencia, disolviéndose toda su maldad.- Por precaución yo podría ir invisible. Aún me queda ese conjuro. Y alguno de nosotros quedarse en el campamento como guardián.

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15/03/2017, 13:24
1-Estado de los Personajes

Las puertas estaban cerradas, y a no ser que intentaran derribarlas por la fuerza, era muy complicado hacer que nadie saliese a la calle. Sin embargo, con un poco de diplomacia de Leiath, algún resultado se obtuvo... Una vieja voz desde el otro lado de la puerta contesto...

Por favor... No tratéis de entrar en mi casa... Os diré lo que queráis, si no tratáis de derribar mi puerta. Este pueblo... Este pueblo ha sido condenado. Este pueblo ha sido castigado por los dioses. ¡Estamos condenados a morir! ¡Todos moriremos!

- Tiradas (1)

Notas de juego

¿Sacáis los cadáveres de las bolsas de contención y se los dáis a Tangrem o le dáis las bolsas de contención y que ya rebusque él fuera del pueblo?

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15/03/2017, 20:13
Aire

Aire notó la magia curativa de Leiath, y su cuerpo sintió energía de nuevo. No para poder lanzar conjuros a diestro y siniestro, pero sí para que sus heridas sanasen y respirase con más tranquilidad. Era el momento de estar dispuesta a razonar con esa aldea y necesitaba encontrarse bien para que su mal carácter no saliese a la luz.

Estoy de acuerdo con lo de Tangrem. Creo que lo mejor es montar un campamento a las afueras de esta ciudad, vigilar las Brumas desde allí por si se las ocurre cubrir el terreno, y mantenernos alejados de este pueblo, al menos hasta que sepan que estamos aquí y veamos si podemos confiar en ellos. Habrá que mantener la vigilancia por si algún mendigo más nos ataca asintió con estas palabras a la sugerencia de Onfale. Tras ello, caminó detrás de Leiath buscando a alguien en aquel lugar, alguien que les contara por qué no se habían inmutado a sus gritos.

Puerta tras puertas, todas permanecían selladas. Como no contaba con su magia, se abstuvo de proponer su derribo. Si salía algún desquiciado más, de poca ayuda podría servir. Llamaban a cada una de las puertas, esperando que alguien hablara, tosiera o algo, para saber que no era un pueblo fantasma. Hasta que al final, una voz aterrada se alzó

Tranquilícese, por favor, no queremos hacer daño a nadie miró hacia atrás, donde acababan de matar al mendigo Acabamos de llegar, y no conocemos este lugar. ¿Nos puede dar información? No le estamos pidiendo siquiera que nos abra la puerta de su hogar, sólo queremos saber. ¿Qué le ha pasado a este pueblo? ¿Por qué dice que está condenado? miró de soslayo a Leiath. ¿Volveríamos a salvar a alguien en nombre de Hala? ¿O no estaba de humor para ello?

 

- Tiradas (1)
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16/03/2017, 07:30
Leiath

Y de repente le vino la iluminación; y si habían acabado en aquel pueblo precisamente para salvarlo? Y si no era un castigo sino otra prueba de fé?

El tono de voz de Leiath cambió al situarse al lado de Aire y dirigirse a esa asustada voz.

- Lo que dice mi compañera es cierto. No les queremos hacer daño, todo lo contrario.

Soy sirviente de la gran Hala. La mismísima diosa nos ha enviado para ayudarles! Juntos podremos salvar a esta aldea! No les pido que confíen ciegamente en nosotros, solo dennos la oportunidad de probarlo...

- Tiradas (1)
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16/03/2017, 13:05
Director

Las palabras de Leiath hicieron que el anciano tras la puerta hablase más calmadamente.

No puedo creer que Hala quiera salvarnos. Si fuera así... ¿porqué habría tardado tanto en prestar su ayuda? El meteorito va a caer sobre Nueva Lechberg. Todos vamos a morir. Eso es así. Es el pan nuestro de cada día. Y vosotros también moriréis, ya que ahora estáis aquí, atrapados. Como yo. Como todos. Las Brumas rodean todo el pueblo, y aunque intentes huir, las Brumas siempre te devuelven a los pies de la colina, para ser castigado por el fuego sagrado caído del cielo. Es una maldición. ¡Es un castigo divino!

Jadewo volvió a mirar a la luna en pleno día. ¿Será realmente una luna?

Tenéis hasta el atardecer para poner vuestros asuntos en orden. En el centro del pueblo está el templo si queréis rezar, y la posada si lo que buscáis es una última cena... ¿Una última cena? Qué tontería...

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16/03/2017, 18:08
Onfale

No había mucho más que hablar.

- Tangrem, vuelve a instalar el campamento a media pendiente de la colina. Montad guardia y vigilad las brumas por si acaso su límite no estuviese claro. Creo que no habrá problema en montar una hoguera. Si queréis enterrar a Tosh aquí podéis ir cavando una tumba.De este desgraciado nos ocupamos nosotros.- Dijo refriéndose a Zebulón.- Cuando regresemos quemaremos el cadáver de Fosco y el del suicida. ¿Algún voluntario para acompañarlos?- Dijo mirando a Flame, Jadewo, e incluso a Alice. Él iría a donde Leiath fuera y Aire parecía ponerse manos a la obra, junto a la Bruja de Hala.

Tras aquellas palabras se reunió con las damas para ayudarlas a aporrear las puertas y buscar algo de ayuda. Tras una de ellas llegó la angustiada voz de un anciano presagiando un final nada bueno para Nueva Lechberg.

- ¿Un meteorito?- Onfale elevó la mirada siguiendo la de Jadewo para observar la luna en pleno día. El viejo les confirmaba, sin necesidad de dar más vueltas, que todo el pueblo estaba rodeado pro las brumas.  Así que por eso la gente estaba así. Creían llegada la hora de si final y, su cercanía, los desesperaba y hacía a la aldea una ciudad sin ley. ¿Para qué respetar las mínimas normas de convivencia si el mundo conocido llegaba a su fin?- Todo esto no tiene sentido.- Dijo pero con tan poca convicción que incluso su voz, a él mismo, le sonó titubeante.- Sigamos avanzando hasta encontrar a alguien que pueda darnos más información. El templo puede ser un buen lugar. Pero no bajemos la guardia. La desesperación de la gente puede hacerla peligrosa, como acabamos de ver.- No se creía ni la mitad de lo dicho por el anciano pero, si fuese cierto, debían apresurarse. ¿Hasta el atardecer? Pues iban listos.- Me haré invisible antes de llegar para guardar un as bajo la manga.

 

Notas de juego

Nos quedamos los cuerpos pues. Menos el de Zebulón, ese por ahora se queda donde está por si hay alguna autoridad, que lo dudo.

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17/03/2017, 13:21
Director

Tangrem, Travis y sus dos compañeros se llevaron los dos carros, pendiente abajo, de nuevo hacia la base de la colina.

El Aquelarre al completo avanzó en dirección al centro de la ciudad. Jadewo seguía teniendo el tamaño proporcionado por el pergamino, pero al cabo de un rato volvió a su altura normal. Callejeando por partes más céntricas pudieron ver algunos cadáveres de campesinos y artesanos, hombres y mujeres, de todas las edades. Algunos estaban desnudos. Los cuerpos presentaban en su mayoría cortes de arma blanca. Algunos tenían marcas de ahogamiento en torno al cuello, o huesos rotos por aplastamiento. ¿Obra de Zebulón?

Llegaron finalmente a una gran plaza cuadrada, que al entrar desde una callejuela en uno de sus vértices era un rombo para ellos. Era en la plaza dónde encontraban un mayor número de cadáveres, unos quince o veinte. El centro de la plaza lo ocupaba un gnomón de diez pies de diámetro, sobre una peana de roca, casi como una mesa.

En el lado izquierdo más próximo estaba el campanario de un templo cuyas puertas estaban cerradas.

En el lado derecho más próximo, había un torreón de cuatro plantas de alto, enclaustrado entre varias casas bajas. Una placa de metal atornillada a la fachada de la torre rezaba: "Alcaldía de Nueva Lechberg".

En frente de la alcaldía, en el lado superior izquierdo de la plaza, se alzaban los establos y el negocio de una gran posada, con tres niveles de alto. El letrero del establecimiento estaba parcialmente oculto por un tomate estrellado contra la madera, pero se intuía que la posada se llamaba irónicamente "La Esperanza".

Frente a la iglesia, en el lado derecho más alejado de la plaza, había un edificio de dos plantas con varias ventanas rotas. Un dibujo sobre el dintel de una puerta abierta insinuaba una balanza, como si se tratase de un mercado o un juzgado, pero el letrero al lado de la puerta había sido arrancado mostrando una marca rectangular de óxido.

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18/03/2017, 09:30
Onfale

Mientras caminaban hacia el centro de Nueva Lechberg, Onfale no paraba de darle vueltas a la cabeza. Sería una broma muy macabra del Destino si lo que había contado el anciano fuese cierto. Si nadie pudiera escapar de allí porque, al internarse en las brumas, éstas volvieran a escupirte al maldito trozo de tierra donde se erigía la aldea. Sin la hipotética existencia de un meteorito que fuera a acabar con la vida de aquel "oasis" ya era bastante duro. Un lugar así aislado, enfrentado a los constantes peligros paridos por la niebla, y con un horizonte siempre en blanco, era algo desquiciante de por sí, sin necesidad de añadirle más dramatismo por una hecatombe como la que produciría un meteorito.

A medida que avanzaban el perfumista tuvo que dejar sus reflexiones para otro momento, pues la bienvenida que les volvía a regalar Nueva Lechberg era preocupante. Cadáveres desperdigados por doquier, al principio con cuenta gotas y, más tarde, al llegar a la plaza central del pueblo, a montones. Si habían albergado alguna duda sobre el peligro que pudieran correr en la aldea ya no quedaba ninguna. El caos se había instalado a sus anchas en la aldea. ¿Tan grande había sido su pecado o es que los dioses no se inmiscuían en lo que las brumas engullían?

Pocas esperanzas tenía ya el perfumista de encontrar personas amigables allí. Sin embargo, debían encontrar más información y, al ver el gran gnomón en el centro de la plaza, su curiosidad le hizo acercarse a examinarlo. Como habían pasado día y noche en las brumas no sabía qué hora era al salir. Por fin lo averiguaría.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Me acerco a examinar el gnomón. Dejo tirada pro si acaso hiciera falta.

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18/03/2017, 10:55
Aire

Si lo que había dicho el viejo era cierto, tenían un problema y muy gordo. Hacer frente a un meteorito no estaba entre los sueños de nadie, mucho menos de ella. Miró en su interior, y reafirmó que su energía mágica estaba cerca de su límite ese día. Si hubiese algo mágico que pudiera hacer, estaba muy lejos de sus posibilidades.

Estaba a punto de proponer intentar huir. Incluso, internarse en las Brumas, esperar un tiempo y salir de vez en cuando a ver qué ocurría, si la ciudad ya había sido arrasada por la bola de fuego o no. Pero eso era absurdo. Lo primero, porque seguramente las Brumas no se lo permitirían. Lo segundo, porque estaba convencida de que estarían más seguros luchando contra algo caído del cielo que contra lo que les preparase las Brumas.

Hubo algo que dijo el anciano que la hizo recordar el por qué de su misión. ¿Y si...?

¿Y si Viktor se encuentra por aquí? preguntó en voz alta Si ese anciano tiene razón, quizá las Brumas le hayan traído hasta este mismo lugar. Es posible también que nos encontremos con Gloria aquí, después de todo era un pensamiento en voz alta, pero que podía tener sentido.

El espectáculo de los cadáveres hizo que arrugara la nariz y pensara si había sido el mendigo loco quien había acabado con todos ellos. Era toda una suerte que hubiesen podido con él antes de que Leiath terminara de la misma manera. ¿O había sido saber que su muerte estaba acercándose lo que les había vuelto locos a todos y se habían matado entre ellos?

Llegaron a la plaza, y había más cadáveres. No le gustaba nada eso. Onfale se acercó a ver el gnomon, y se quedó cerca de él.

Deberíamos ir a lo que se supone que es la alcaldía. Y deberíamos quemar a todos los muertos. No me gustaría ver que todos se levantan y nos atacan.

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18/03/2017, 16:59
Alice

La maga paseaba por las calles contemplando la ciudad, buscaba los cambios con respecto a la ciudad que ella había conocido, la antigua Lechberg. Una cosa parece ser cierta, tanto la antigua como la nueva Lechberg tienen el mismo olor a muerte y destrucción. 

Si, puede que Viktor o Gloria hayan llegado aquí. Parece que este sitio funciona como una isla en mitad de las brumas. o puede que nunca llegaran a ese lugar, las brumas eran impredecibles. Pero la maga no quería destrozar las pocas esperanzas del grupo.

Alice asintió ante las palabras de Aire, parecía que la joven había recuperado algo de cordura. Puede que tanta muerte le hubiera sacado de su mundo de fantasía y la hubieran traído a la cruda realidad. Si vayamos a conocer al alcalde. 

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18/03/2017, 19:21
Leiath

Aquello que se vislumbraba en el cielo y que se referían a él como 'el meteorito que exterminaría a todo bicho viviente en Nueva Lechberg', dejó a Leiath con un montón de dudas en la cabeza. Sería de verdad un astro imparable? Se trataría de otro objeto o quizás un ente de otro plano?

Estaba claro que necesitaban hablar con alguien que hubiese tenido tiempo para observarlo, quizás estudiar las profecías al respecto. Con qué tiempo contaban? Parecía que bien poco, pero sin un descanso bien podría caer la piedra ahora mismo para evitarles el dolor de cabeza.

La bruja miró apesadumbrada el contorno del templo. Seguramente debería ir a él, ver si hubiese algún seguidor de Hala con vida, pero algo en ella le llamaba la atención hacia la posada. 'Esperanza', quizás fuese su nombre, o el hecho que fuese donde la gente con un poco de sentido común solía elegir para pasar sus últimos momentos.

La joven expresó sus pensamientos: - Chicos, a lo mejor deberíamos dividirnos para abarcar más terreno. Creo que iré a la taberna, quizás ahí haya más gente con la que hablar. Quién viene conmigo? Podríamos reunirnos en este mismo punto en digamos, una hora?

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19/03/2017, 18:43
Jadewo ap Janel

Alertado tanto por el encuentro con el mendigo como por las palabras del anciano, Jadewo ya no bajó la guardia ni un momento, prueba de ello fue el escudo que tomó de entre su equipaje y que se equipó, su diestra descansaba sobre la empuñadura de su cimitarra, presente de Lady Watcher.

El joven asintió ante la observación de Leiath, tal vez pudieran hacer algo en Nueva Lechberg, para ayudar a los desquiciados habitantes. Y, como bien apuntaba Alice, tal vez dieran con el padre de Lov o con Gloria.

-Este lugar se ha mostrado peligroso, y estamos cansado tras las últimas largas y agotadoras horas, no creo que separarnos sea buena idea.-Dijo mirando hacia el templo en busca de algún símbulo que le recordara alguna fe.- La taberna me parece un buen sitio por donde empezar a buscar más datos, incluso podamos dar con información acerca del padre de lady Watcher. O por lo menos, otras versiones acerca del por qué del destino de este pueblo.

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19/03/2017, 23:53
Director

 Entonces... Alice y Aire quieren ir a la Alcaldía... y Jadewo y Leiath a la posada. Y Jadewo prefiere que no nos separemos. Pues alguien deberá de ceder...

El grupo seguía remoloneando en el patio. Onfale se acercó al reloj de sol con fines científicos, pero se encontró con una mancha de sangre en el canto de la piedra. También se encontró con que el cadáver más cercano al gnomón tenía una brecha en la frente, y que un rastro de sangre indicaba que el cadáver había sido arrastrado para alejarlo unos palmos del reloj. En cuanto al reloj en sí, era de piedra, con el gnomón en bronce. Solo marcaba las horas diurnas, pero como dependía de la estación del año la hora del amanecer, parte de la numeración solo era práctica en verano, cuando los días son más largos. En el interior del círculo con las horas existía un segundo círculo con una talla de elementos geométricos, presuntamente decorativos.

Leiath se acercó a la posada para echar un vistazo desde la calle por la puerta entreabierta. No vió a nadie. Solo una mesa vacía y unas sillas volcadas... y, ¿qué era eso? Sí, definitivamente una gallina había cruzado en el interior del local de un punto ciego a otro.

Alice, Leiath y Aristóteles intentaron abrir la puerta de la torre de la Alcaldía, pero estaba cerrada. Al llamar a la puerta, nadie abrió. Sin embargo, tres pisos más arriba, una muchacha se asomó por la ventana de la torre.

¿Sí? ¿Quienes sois? ¿Qué queréis?

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20/03/2017, 12:46
Onfale

Onfale, abstraído en el estudio del reloj solar y con cuidado de no mancharse de sangre, pasó los dedos por la talla de elementos geométricos por si pudiera desentrañar algún significado oculto en ellos. Después, con el ánimo un poco abatido, volvió con sus compañeros.

Las palabras de Aire, cargadas de lógica, hicieron que el perfumista volviera un poco en sí.

- No es ninguna tontería, Aire. A partir de ahora habrá que revisar cada cadáver que encontremos. - Quizá Viktor Watcher fuera uno de ellos, o incluso Gloria. Mientras Leiath se metía en la taberna, a pesar de la opinión de Jadewo que él también compartía, Onfale se dedicó a estudiar el rostro de los muerto, volteando con el pie aquellos a los que no pudiera ver el rostro. No es que fuera determinante para salir de allí pero si daba con el cadáver del padre de Lovina podrían concentrarse en regresar lo antes posible. Aunque no tenía demasiados escrúpulos, cuando acabó la macabra tarea, Onfale se acercó a los demás con un gesto de asco en su rostro. Estaban reunidos frente a la alcaldía,cerrada a cal y canto, y se sorprendió de escuchar una voz de mujer en los pisos de arriba.

Onfale no estaba de humor ni era demasiado bueno hablando, así que dejó aquel papel a Leiath u a otro. Mientras él inspeccionaba la cerradura como un gato mira un trozo de comida que alguien distraído deja en el borde de una mesa.

- Tiradas (1)
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20/03/2017, 21:37
Alice

La primera reacción de la maga ante el movimiento en el piso superior fue lanzar una bola de fuego. Solo había visto muerte y destrucción en el pueblo que podía hacer pensar a la desconfiada maga pelirroja que había vida razonable y no malignos zombis. Pero solo llego a colocar las manos en posición y no llego a malgastar el hechizo.

eh. hola. Dijo la maga tratando de volver a una postura menos amenazante. Somos  viajeros que por azares del tiempo hemos llegado a este lugar. Soy Alice, ¿Qué es usted? ¿Qué ha pasado aquí? Dijo señalando la plaza llena de cadáveres.

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21/03/2017, 07:51
Leiath

Se sintió decepcionada al ver lo vacía que estaba la taberna. Se había imaginado a los pocos cuerdos que hubiese por ahí, emborrachándose para aliviar sus penas. En fín, a otra cosa mariposa.

Aire y Alice parecían haber tenido más éxito en su rápido vistazo; una voz emergía de la alcaldía.

La bruja se acercó hasta quedar visible.

Hola? - la palabras de Alice eran muy correctas, pero quizás ella pudiese aportar un poco más- Sí, bueno, en realidad ha sido Hala quien nos ha enviado. Soy Leiath, bruja de Hala- se presentó orgullosa- nos habíamos internado en las brumas para rescatar a un padre y devolverlo a los brazos de su desesperada hija, pero la mano de la gran diosa nos ha traído a este lugar, seguramente para ayudarles en esta hora tan sórdida. Queda alguna persona cuerda en esta aldea? Podríamos hablar con alguien?

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21/03/2017, 10:52
Virginia

Onfale no encontró signos de escritura en la piedra, y estaba bastante seguro de que las muescas eran meramente decorativas. Tampoco había caras conocidas entre los cadáveres.

Solo soy una sirvienta. Yo...-dió un vistazo a su espalda, al interior de la torre, antes de seguir hablando-Un momento...

Durante treinta segundos, la sirvienta se alejó de la ventana y desapareció de la vista. Tras ello, se reincorporó brevemente.

¡Esperad! ¡Bajo ahora a abrir!

De nuevo se ausentó de la ventana. Un par de minutos después, la puerta se abrió.

Mi nombre es Virginia, a su servicio. El Alcalde Hodvic dijo que conocía a una Leiath, y que os recibirá en sus aposentos. ¡Pasad!

Virginia señaló unas escaleras de piedra que subían a las plantas superiores. Curiosamente, la primera planta estaba ocupada por solo tres sillas, una mesa y un escritorio, como si habitualmente ese fuese el lugar para hacer audiencias, y no en los aposentos privados.

Al haber perdido Leiath interés en lo que podía encontrar en la posada, el Aquelarre accedió al completo al interior de la torre. En el segundo piso vieron dos puertas cerradas, y siguiendo a Virginia por las escaleras llegaron al dormitorio, que ocupaba toda la planta. Había un armario, un escritorio con tinta y plumero, con su silla, un baúl, un espejo, y una gran cama, esta última al lado de la ventana. Tumbado en la cama había un enano de barba cana, más vieja de lo que Alice, Onfale, Flame y Leiath recordaban.

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21/03/2017, 11:10
Alcalde Hodvic

La sirvienta se aproximó a la cama y ayudó al anciano enano a incorporarse. Le susurró a su amo unas palabras para avisarle de que los visitantes habían llegado.

Leiath, bruja de Hala... ¿eres la misma Leiath que conocí en Lechberg?

Los ojos vidriosos y la mirada perdida, enfocada contra la pared, en lugar de hacia sus interlocutores, sugerían que el viejo alcalde estaba ciego.

¿Hay algún conocido más contigo? ¿Lord Watcher? ¿Alice? ¿Flame? ¿Fosco...?

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21/03/2017, 11:18
Virginia

Una de las mujeres se presentó también como Alice, mi señor.