Partida Rol por web

La noche comienza a posarse sobre el pantano, cubriendo la densa maleza con su oscuridad y volviendo negra la superficie del agua. De esta proviene una tétrica niebla parecida a un manto de vapor espectral. La niebla os rodea y parece como si quisiese agarraros con sus manos frías e insustanciales.

El pantano parece retroceder en la niebla, lo que anteriormente se podía contemplar ya casi no es visible, y los sonidos desaparecen en la distancia. Todo lo que se puede ver es la fría y densa niebla. No os veis entre vosotros, cuando en realidad no os encuentran  a más de un metro de distancia. Por un momento, todo está calmado.

Los pocos sonidos que puedes oír, amplificados por la niebla que os envuelve, son el sonido de vuestras propias respiraciones y el acelerado latir de vuestros corazones. Luego la niebla comienza a disiparse, desvaneciéndose tan rápido como apareció, abandonándoos en el deprimente pantano.

La noche transcurre tranquila y sin sobresaltos.

Sueño:

La gruta en la que te encuentras es larga y angosta pero al final de ella ves un altar con barias antorchas, en el centro de este hay un yunque y un martillo de planta que relucen ante el fuego de las antorchas. Avanzas por el pasillo, tus pisadas resuenan en la estrecha galería, justo cuando vas a entrar en la sala del altar una voz gutural te sobresalta.

¡AQUÍ TU DIOS NO TE PODRÁ AYUDAR!

El mal reina en esta tierra y los actos bondadosos no son más que velas condenadas a apagarse en la negrura inmensa.

Al girante ves al clérigo de Gruumsh, al orco que matasteis en el Paso de Duvik. Levantas el hacha para asestarle un golpe mortal, pero este se desvanece entre las sombras, y su risa se oye en toda la gruta.

Despiertas tendido en el suelo, ya has hecho tu guardia; Sestar y Tyfan están despiertos en sus puestos haciendo la ultima guardia.  El pantano empieza a iluminarse por la mortecina luz del sol.

Tras realizar mis oraciones matutinas, me acerco hasta Tyfan y Sestar que están haciendo su guardia:

- Buenos días, si se les puede llamr así. He tenido un sueño horrible, algo me decía que mi Dios no podía ayudarme aquí y ha aparecido el orco que matamos en las minas de Duvik...Ya digo yo que tanta agua junta no es buena. ¿Qué tal habéis pasado la noche vosotros?

 Etaliun tuvo que ser despertado, al dormir en la tienda, envuelto con la manta y sobre su petate, tras largas horas de darle a la pértiga, el guerrero quedó profundamente dormido.

 Pero una vez despertado parecía estar a punto para lo que fuera, comió con apetito el desayuno y recogió su tienda rápidamente, guardándola junto a su coraza cerca de la base del palo mayor de la lancha.

 - Hoy es el gran día.- Dijo sorpendentemente sonriente teniendo presente el peligro que aguardaba.- Cuando estemos cerca del cubil me pondré la coraza y a por la bestia. Espero que sea una buena pieza, me gustaría hacerme con un trofeo digno.

Después de una noche mas o menos tranquila, Fronchens se levantó con ganas de ponerse en acción. Desayunó con hambre.

Yo tambíen lo espero Etaliun, tengo ganas de acción. Tienes mala cara Bjorn, estás bien?

Los árboles cercanos se han convertido en retorcidas sombras, con ramas como garras que se alargan, y un hedor inmundo surge del agua estancada. Arriba a través de las enredadas ramas, el cielo parece diferente.  Nubes tormentosas comienzan a surcar el cielo como una cortina de humo negro. En unos pocos momentos, las nubes borran por completo la débil luz del sol. Una fuerte tormenta se empieza a formar en el cielo: preludio de una noche tenebrosa.

Dan media pierna organiza de nuevo la marcha, durante gran parte del camino no para de maldecir los arboles que se encuentra, ese tronco no estaba antes aquí. La marcha se hace mucho mas fatigosa que el día anterior.

A la hora de viaje contempláis un montón de tablas y cuerdas, parecen los restos de una lancha.

Contemplas cerca de la lancha dos ojos asomando por encima del agua, parece los ojos de un cocodrilo. A unos veinte pies del primer par de ojos se deslumbran otro par de ojos iguales, que se desvanecen en el agua.

Contemplas cerca de la lancha dos ojos asomando por encima del agua, parece los ojos de un cocodrilo. A unos veinte pies del primer par de ojos se deslumbran otro par de ojos iguales, que se desvanecen en el agua.

Tras las palabras de Dan, Bjorn le pregunta:

-¿Qué tratas de decir que no estamos en el lugar que tú conoces o que nos hemos perdido?

Cuando ven el naufragio, sin levantar demasiado la voz, aunque audible para todos dice Bjorn:

- ¡Cuidado, he visto unos ojos por encima del agua cerca de esos restos, y no sólo un par había más así que estad preparados!

 El guerrero se cubre con su manto verde mientras ve como va cambiando el cielo, apoyándose en la pértiga siguiendo las indicaciones de Dan, maniobrando el navío cuando escucha las palabras de Bjorn.

 Momento en que Etaliun deja la pértiga para encordar el arco largo y colgarse el carcaj del hombro.

 - Acerquémonos con precaución.

Gracias a la ayuda de Tyfan pude estudiar mis conjuros durante la guardia, así que no perdimos mucho tiempo en la mañana. Contesto a Bjorn cuando él se despierta. - Pues yo he dormido bien. Me ha pasado como siempre que estoy en un sitio húmedo, que se me moja la perilla. Pero creo que tú estás acostumbrado a tal efecto. - termino con una sonrisa.

Después de un rápido desayuno, nos ponemos otra vez en movimiento. El día se torna mucho peor que el anterior, y no sólo por la tormenta que se avecina, si no por el pútrido olor del agua estancada. Me recuerda al olor que había en la infecta mina, y al sumarlo al trabajo con la pértiga estoy a punto de echar el desayuno.

Cuando Bjorn avisa de lo que ha descubierto, dejo la pértiga en la lancha y cargo mi ballesta, para apuntarla luego a la zona en la que Bjorn dice haber visto los ojos. Yo mismo afino la mirada y el oído para ver si detecto algo.

Tyfan hizo su guardia subido a una rama del  arbol, como era delgado no sufrió mucho y por suerte no se precipitó al suelo. Una vez en la barca volvió a coger la pértiga y ayudó a mover el barco. Al poco unas tablas cubrían los ojos extraños salidos del agua un par que parecían vigilarnos. Tyfan dejó la ballesta en el suelo pero cerca suya y cargada. Si algo les atacaba al bote tendrían que dispararle para no tener que sumergirse en el agua. - Tranquilos sigamos, no todo tiene por qué ser un monstruo verdad?

-¿Qué tratas de decir que no estamos en el lugar que tú conoces o que nos hemos perdido?

El pantano cambia con mucha rapidez, es un territorio muy vivo. Las corrientes de agua pueden arrancar arboles, o llevar montones de tierra de un lado a otro. Pero… dice dubitativo, el pantano parece mas… oscuro que antes. Puede que solo sean bobadas de un viejo.

-Mmmmmmm, si tú lo dices, marinero, debe ser verdad.- Bjorn seguía nervioso entre tanta agua, el olor no er apeor del que había sentido otras veces, como en las minas de Duvik, pero el sueño de la noche anterior lo tenía preocupado y no podía reaccionar con velocidad al mundo físico dándole vueltas a si su Dios quería abandonarle por haber montado en un bote rodeado de tanta agua o que otra cosa podía significar aquel sueño.

Algo golpea la embarcación con gran fuerza, Dan se tambalea y cae por la borda, en ese preciso momento, cuando Dan cae al agua una masa verde con infinidad de dientes consigue apresar al marinero, pero este se zafarse de sus mandíbulas. El agua en torno a él empieza a teñirse de color rojo, mientras Dan grita desesperado y trata de alcanzar la barca chapoteando.

El mediano tan centrado estaba en buscar los ojos que cuando la barcaza golpeó algo, resbaló y se hundió en el agua detrás del marinero.

Todo ocurre muy rápido. Tan rápido que no soy capaz de recuperar el equilibrio, y caigo al agua oscura.