Partida Rol por web

Yo opino que sigamos revisando la casa; tal vez sea útil saber si Harkor anda por aqui, o su mujer...tal vez ambos están encerrados en la caja, o tal vez la gente que estaba haciendo ruido antes de que entremos terminó en esa caja...

digo pensativo mirando la puerta que va hacia las habitaciones

La planta de la casa es cuadrada. Se compone de un salon principal a modo de patio interior y luego los pasillos describen un cuadrado en torno a esa sala central. Los pasillos no tienen nada a destacar que no sea el típico mobiliriao (hortera de cojones) y hay una escalera en cada esquina. Todas van al piso de arriba, salvo una (es irrelevante cual de las 4) que va a un piso por debajo de donde estais. 

El semielfo miró a un extremo y otro del pasillo en el que se encontraba. ¿Escaleras hacia arriba o escaleras hacia abajo? No eran los sótanos parte de sus miedos. Al contrario, de niño el sótano de casa era uno de los escondrijos en el que esconderse de su padre alcohólico, así que las escaleras que descendían no le producían especial inquietud.

Fälkeborg hizo una seña a los enanos para que le siguiesen escaleras arriba. Además de lo que pudiesen encontrar, el guerrero quería aprovechar la altura del segundo piso como mirador para contemplar el pueblo. Tal vez, mientras aún estaban aquí, por las ventanas se pudiese divisar algún otro suceso extraño en el exterior. El hombre enmascarado seguía ahí fuera, en alguna parte.

Parche camina tras Fälke en segunda posicion dejando a Kheros vigilar la retaguardia.
Sube despacio tratando de no hacer ruido y estar atento a cualquier ruido que se oiga en la casa

El piso de arriba esta sin un sólo ruido, por lo que las pisadas de los dos enanos y del semielfo parecían un estruendo ensordecedor en comparación. El piso de arriba se compone de un pasillo largo que no se distingue el final, pues está sin iluminar tampoco, y tiene la misma disposición que el de abajo, con la diferencia de que en donde abajo está el salón, aquí hay varias puertas, que deben de dar a habitaciones pequeñas, a juzgar por la cantidad de puertas que hay. 

Subo detrás de mis compañeros con mucho cuidado e intentando hacer el menor ruido posible.
Al llegar arriba encojo los hombros y miro a mis compañeros extrañado ante todas las puertas que se nos presentan.

Y ahora?

Ahora a abrir las puertas una por una-susurró envainando su espada.

Qué extraño que el pasillo no tenga ventanas...

Tampoco la distribución de las puertas le tenía sentido en una gran mansión. Era como si el espacio estuviese adulterado mágicamente. El semielfo sacó de su mochila una linterna sorda y la encendió.

Caminando despacio a la primera puerta, tocó el pomo. Eso suele bastar para hacer saltar algunos tipos de mecanismos. Fälkeborg no era un ganzúas. Se sentía como un ratón haciendo saltar la trampa para coger el queso.

Realmente, esto se asemeja cada vez más a una jaula de pájaros en la que Harkor podía mantener cautiva a su esposa. Sin ventanas. Sin...

Fälkeborg soltó el picaporte sin llegar a girarlo, como si hubiese caído en la cuenta de algo que le llamaba poderosamente la atención. Lo recordó del primer día. Harkor salió a recibirles, y la cortina se movió como si alguien la hubiese apartado para mirar la llegada de los mercenarios. Las ventanas tienen que estar... solo que no han dado con las habitaciones exteriores.

¿Y las ventanas...? ¿Dónde están las ventanas? ¿Será que la casa tiene habitaciones ocultas entre este pasillo y la fachada exterior?

El semielfo se desliza por la pared del pasillo, palpando... buscando una puerta secreta.

Con... permiso-susurró con voz temblorosa, como si ya hubieran sido atrapados dentro de la caja rúnica del piso inferior, y no recordasen cómo fueron atrapados.

Parche trata de volver abajo con la caja runica para ver si algo ha cambiado. Mientras trata de recordar cualquier cosa relativo a las palabras leidas.

Creo que esto podría ser algún tipo de laberinto mágico. Lo importante ahora es que no nos separemos...

El guerrero dió media vuelta y solo se topó con la mitad de los enanos que había antes.

Kheros... No me digas que Parche se fue solo.

Iluminó las escaleras que bajaban.

Compañero, vamos a buscar a ese clérigo de culo inquieto. Luego podríamos intentar ver qué hay bajando las escaleras que dan hacia el sótano.

El pasillo se queda iluminado lo suficiente para ver claramente todo lo que hay en él. El suelo está enmoquetado de pared a pared, todo un lujo si tenemos en cuenta la pobreza que se veía en el resto de la aldea. En el pasillo hay alguna mesa con un mantelito de ganchillo y un jarrón blanco con ornamentos azules. Muy horteras todos, por cierto. Las puertas son de madera y se les ve de todo, algunas bien tratadas y otras bastante desgastadas, pero todas están cerradas. El enano se le escucha claramente bajando las escaleras. Con el ruido que hace, como para no oirlo. 

Al bajar al piso de abajo notas una sensación extraña, toda la magia que se había desatado parece que vuelve a la normalidad, lo puedes sentir. Sientes las lineas ley volviendo a su curso y eso que tu no eres un arcano. Un mago debería haber muerto de sobredosis de haber pasado por un trance similar. La caja sigue en el salón. Inmóvil y tranquila, pero emana un algo que te produce un cosquilleo en la nuca, como una sensación de alerta y peligro.