Partida Rol por web

A Flame se le pasó su mal humor y cualquier tipo de mal sentimiento hacia el mediano. Había logrado sacarle unas cuantas sonrisas mientras se tomaba su caldo. Ese pequeñajo sabía como conquistar el corazón de la gente y en especial el suyo, a pesar de que a veces era sumamente insorportable, como cuando la escogió a ella como madrina, había que reconocer que se hacía querer.

Flame lo sacó de su lista negra de indeseables con los que se había cruzado y decidió darle una nueva oportunidad. Si algo estaba empezando a tener claro, es que aquel que le despertaba algún tipo de sentimiento ya fuera para bien o para mal, siempre terminaba por hacer algo que le diese la vuelta. Primero había sido Onfale, y luego el mediano. Entonces, ¿cuándo empezaría a caerle bien el enano? Para que llegase eso parecía que aún quedaba mucho.

La mujer sin honor aún pensaba en el grupo con el que tendría que viajar, no es que Nikeras supusiese nada para ella, pero era cierto que le había logrado devolver su complexión física y eso era algo de agradecer. Así que decidió acercarse al mediano, dejando el cuenco encima de una piedra y dando lentos pasos hacia el mediano.

Creo que ese estoque debería ser para Nikeras, Fosco. Yo soy la madrina de este duelo, y aunque no sepa lo que significa eso, más que nada porque no tengo interés alguno en estos temas de honor y caballeros. Hay que reconocer que Nikeras ha cuidado del grupo muy bien hasta ahora. Nos ha unido, nos ha ayudado y a alguno nos ha dado de comer. Son cosas que siempre tendremos que agradecerle, y ahora, una vez más, Nikeras decide ayudar a un nuevo grupo.

Este estoque me tienta bastante, podría arrebatártelo en un momento, dice tratando de no intimidar a Fosco, pero dando a entender que si se lo ponía se lo quitaba, pero creo que se lo merece más Nikeras. ¿No crees, Fosco? Nuestro "Hombre-perro" dice ahora mostrando una sonrisa sincera al veterano, se nos va y tomará un nuevo rumbo, quizá él necesite más este arma que cualquiera de nosotros. Después sostuvo la mirada del explorador para que viera que estaba tratando de ser amable con él, aún no le había agradecido nada de lo que había hecho por ella y por los demás, y ese era un buen momento, ¿no lo crees así, Fosco?

O bien, quizá te interese intercambiarlo por otra cosa que te sea más útil, quizá el Barón Septow tenga interés por darte algo que te sea de más utilidad. Concluyó ahora acercándose a Nikeras para apoyarle en su decisión.

 Nikeras, miró un poco con desgana el duelo entre Septow y Fosco, aquello era un sinsentido a su parecer. Pero cuando vio como el resto de los presentes se interesaron, e incluso algunos soltaron unas risas al final, ya no estaba tan seguro.

 Por lo menos ha ayudado a bajar la tensión.

 Tras el duelo, Nikeras empezó a repartir las raciones que había logrado atesorar a lo largo de los últimos tres días, forrajeando sobre la marcha y usando unas bayas especiales que logró encontrar por el camino en dos ocasiones. Setas, frutos, raíces como zanahorias y patatas silvestres, huevos, un par de conejos que abatió con su honda. Estaba apilando gran parte de ellas a un lado, dejando las más incómodas de transportar en el pequeño bulto restante cuando Flame le sorprendió con sus palabras.

 - Eh.

 Tardó unos momentos en recuperar la compostura, irguiéndose. Una sonrisa se formó bajo su tupida barba entrecana.

 - No, no gracias. Ni lo quiero... ni lo necesito. Yo no uso esas cosas de nobles o espadachines.- Señalando la vieja lanza de fresno comenta.- Siempre usé de esas, cuando era el momento de usar las armas, y hasta ahora me ha sido suficiente. Y no he hecho lo que he hecho esperando nada a cambio. Si os empeñáis, me sentiré pagado cuando todo eso termine y nos podamos reunir de nuevo junto a un fuego y contar las anécdotas.

 Dando el tema por zanjado señaló la gran pila de comida.

 - Os puedo dar eso, deberíais tener comida suficiente para un día cada uno de vosotros sin que tengáis que forrajear. Una vez llegados al pueblo, supongo que allí tendréis comida... aunque sea la carne de los lobos.- Eso último lo dice más serio.

 - El resto me lo llevaré para completar el saco de verduras y lo que vaya encontrando por el camino.

Al llegar Flame para hablar con Fosco, este no sabía si huir por que le iba a dar un golpe o parecer más macho por haber salvado un honor que le daba igual... Pero al escucharla hablar... la primera vez ya le había convencido y el feriante había asentido con la cabeza, incluso hizo amago para llevarle el estoque. El segundo "no crees?" venía con amenaza y ya Fosco estaba nervioso, quería darle el estoque ipso-facto. No quería acabar rodando las escaleras como Uzol el Gnol. Cuando dijo el último "no crees?" Fosco ya corría en dirección Nikeras con el estoque en mano (cosa muy peligrosa). Para luego llegar a Nikeras y que no lo quisiera, cuando volvió frente a Flame esta le dijo que igual si podía intercambiarlo.
Así, que puso su cara más pilla
Este estoque es raro... y caro Susurraba a Flame Igual el barón quiere recuperarlo. Sólo tiene uno. Quién sabe lo que me ofrece!

¡Felicidades Fosco! Yo no dudé ni por un momento que ganaríais -mintió la jóven bruja ya que en su creciente pesimismo había visto al pobre Rufus cocinado por el Lord.

Si me permitis un consejo acerca de esa nueva arma... quizás deberías entregarsela a áquel que mejor manejo pueda hacer con ella. Vamos a tener que luchar por nuestras vidas, y si morimos no vais a poder sacar ningún partido de ella. Aunque, por supuesto os la habeis ganado con vuestro ingenio y teneis todo el derecho a elegir qué hacer con ella.

El pequeño Fosco no hacía más que despertar ternura en ella. No pudo evitar darle un beso en la frente antes de alejarse hacia Onfale y Alice para hablar sobre asuntos de magia.

Bien hecho, mediano- felicitó el guerrero a Fosco, lanzándole una palmada amistosa en el hombro. El desarrollo de aquel "combate" con tomates le pareció sumamente gracioso y le satisfizo haber visto como el barón se llevaba un buen tomatazo en la cara... además de haber perdido el estoque y saber que había perdido contra un mediano. No sabía que era lo que mas le molestaba mas.

Gracias Nikeras- lo de la comida era algo que se agradecía profundamente, dadas las circunstancias- lástima que no vengas con nosotros- el viejo era bueno cocinando, todo había que decirlo.

Curandera! No hay mejor premio que su confianza ciega. Fosco estaba contento. Todos sus compañeros se acercaban y le felicitaban. Quien podría ser ese? Mi bella dama refiriéndose al guerrero que pudiese empuñar el estoque diestramente.
Incluso Azaron se acercó a felicitar a Fosco.Un guerrero tan temible Gracias Azaron! 

Bueno tras la observación de Leiath. Fosco mira minuciosamente el arma para saber que es ese gatillo. Saber si es un arma a distancia o que es ese gatillo. 

La maga contemplo como el mediano la volvía a liar. Es que nunca aprenderá, perderá a su perro, querrá que le consolemos y le compremos un perro nuevo. La hipótesis de que los medianos eran niños volvió a tomar forma en la mente de Alice. Pero se acercó junto con el resto del grupo a contemplar la pantomima.

Cuando termino una sonrisa se dibujó en su rostro, estúpido y suertudo niño. ¡Bien Fosco! Ahora tienes una espada más alta que tú, puedes usarla como lanza. Rio al contemplar al pequeño niño con el gran estoque.

Nikeras:

Me sentiré pagado cuando todo eso termine y nos podamos reunir de nuevo junto a un fuego y contar las anécdotas.

La maga puso cara de asombro con las palabras del guardabosque, no comprendía que alguien se moviera solo para contar anécdotas. Hacer el bien y esas cosas esta….. “bien” pero tiene que haber algo más, algún aliciente más como la curiosidad o….

Fosco :

si le es muy querido este objeto siempre se lo puedo cambiar por otra cosa.

En ese momento el inoportuno Hollín se puso a graznar. Oro… Oro…. Diamantes… Oro… trato de agarrar al cuervo para cerrarle el pico pero este era más rápido y comenzó a volar en círculo graznando Oro… Rubís… Oro… La maga solo pudo decir. ¡ESTÚPIDO Y AVARICIOSO CUERVO!

En un momento dado Fosco se acerca como un fantasma a Onfale, quien ni vio venir al mediano. Con mucha discreción, se colocó junto a él. Parecía que el cuervo era la mejor distracción posible. Con un leve toque en la mano llamó la atención del Mago

Onfale... ¿Dejaremos que Nikeras vaya sólo? Al cual llamaron "Hombre-perro"... Quien sabe por que quiere ir sólo... igual quiere reunirse con los lobos... 

Onfale no pudo reprimir una carcajado cuando Alice soltó aquella chanza.  El desafío de Fosco había logrado algo muy difícil en los aciagos tiempos que corrían, que todos se lo pasaran bien durante un rato, sin acordarse de los peligros que los rodeaban.

Se acercó al montón de comida que había preparado Nikeras y cogió su ración. Después se despidió de él con todo el formalismo y grandilocuencia de la que era capaz.

- Muchas gracias Nikeras, ¡oh!, aquel ya conocido entre nosotros como el hombre-perro. El que camina entre los lobos, el que encuentra el camino a la luz.- No olvidaría que sin él puede que ya estuvieramuerto en las brumas.-  Que Apha guíe tus pasos y que cuando perezcas y tu cuerpo se marchite, te eleves y te fundas con la Divina Esencia, así  como se elevan las bolutas de humo que de tu pipa se desprenden.- El hombre perfumado le extendió la mano para darle un firme apretón.- Espero poder volver a fumar de esa pipa mientras nos contamos las anécdotas de nuestros viajes, antes d eque eso ocurra jeje.

Cuando en un momento Fosco le tiró del dedo, Onfale hizo ademán de llevar la mano a la daga instintivamente. No se había coscado de su acercamento y eso lo asustaba. Tenía que tener mucho cuidado con el mediano o podría robarle todos sus perfumes. Tenía mucho que aprender de él. Esta vez el joven mediano trataba un asunto serio y así le contesto el perfumista.

- Nikeras ya es mayorcito, mi querido Fosco. A mi también me duele que nuestros caminos se separen.- La tentación de cambiar de idea y acompañar a Nikeras, junto con Fosco, hacia el aserradero era grande. Pero tenía que pensar en lo que más le convenía.- ¿Quieres acompañarlo?, ¿es eso?. - Los ojos azabache de Onfale escrutaban al mediano.- Yo entiendo que Nikeras mire por sus intereses. El asunto de los lobos es de vital importancia para él. Por otro lado, si lo pienso bien, creo que también puede ser de vital importancia para nosotros. Si Nikeras consiguiera establecer una alianza con ellos, haciéndoles ver que las brumas son el verdadero enemigo, su ayuda podría sernos útil. ¿Pero qué pensarán los lobos de nuestra ayuda a Von Ziyden? Allí morirán lobos sin duda.- Si es que no morimos nosotros.- Quizá podríamos perdirle consejo sobre cómo enfrentarnos a los lobos. Deberemos matar a los menos posibles y sólo atacar si somos atacados.¿No crees?. Si en vez de un ataque directo al pueblo pudiéramos inflitrarnos llamando lo menos posible su atención, disminuiríamos sus bajas.- Onfale sonríe al mediano.- ¿Por qué no vas y le pides consejo? Puedes decirle que la idea ha sido tuya.- Le guiñó un ojo al pequeño mentirosillo.

Eso haré. dijo Fosco al comerciante. Acto seguido se alejó.

Con bastante sigilo el mediano se aproxima al guardabosques o quizás era el druida... Fosco ya no sabía que pensar. Los demás parecían no haber advertido al mediano acercarse a Nikeras, momento que aprovechó para hablar con él.

Nikeras... ¿Tu asunto en el aserradero es mera ayuda? ¿O acaso tienes asuntos más importantes? Eso del hombre-perro... ¿quiere hacer un pacto con los lobos? Si descubren que ayudamos a Vor Ziyden no seremos de su agrado, lo mejor sería que entraran de forma sigilosa y que sólo atacasen cuando sean atacados. ¿De verdad quieres ir sólo? Fosco comenzaba a realizar numerosas preguntas. Igual necesitáis a alguien sigiloso. Alguien como yo... Si me lo pides no dudaré en acompañarte. ¿Ya que si no hubiese sido por el bosquimano que sería actualmente del mediano?

Cuando los ánimos vuelven a tornarse grises, concluidos hace rato tanto el espectáculo del feriante como la dramática despedida de Nikeras, en un momento de esos en los que sólo se escucha el silencio, el grupo oye la desafinada orquesta que los acompañará (a ellos y a gran parte del bosque más cercano) durante toda la noche:

-¡Zzzzzzz! ¡Zzzzzzzz!

Roncando como si no hubiera mañana y ajeno al peligroso mundo que lo rodea, el viejo enano descansa plácidamente junto a la hoguera todavía con trozos de patata liados entre sus desaliñadas barbas.

 Nikeras se despidió del resto de sus compañeros, tendiendo su brazo a Onfale a quien había llegado a respetar por su criterio y saber estar. Sin lugar a dudas alguien a quien escuchar y tener en cuenta.

 Y sin más se preparó para hacer frente el nuevo tramo que se le presentaba en el camino de su vida.