Partida Rol por web

Viendo que su tio no respondía a la primera pregunta de Anya, la Luftinuka habló dejando atrás el misterio de su propia afirmación - Eran humanos de una aldea lejos de aquí... como a un día de camino, o tres si vas andando con tranquilidad. Obligaban a otros seres, de todo tipo, a drenar esencias de objetos y otros seres vivientes como plantas del mismo sitio en el que estaban aprisionados y forzados contra su voluntad. No tenían poder de decisión, casi como si les hubieran destruido la mente para que solo pensaran en extraer esencias de lo que vieran. Y si trataban de escapar les aprisionaban de formas más cruentas sin ningún tipo de piedad, tratandolos como objetos. Todo para luego vender esas piedras y frascos con esencias que usan los magos. - Sin duda lo que mencionaba Nemea no era nada agradable de escuchar... Pero si realmente lo hubieran visto... No querrían volver a hablar de ello, pues aunque solo pudiera verse la mitad de la expresión de la misma, realmente no parecía agraciada de tener que reverlo en su mente.

No obstante el resto de palabras poco podía responderlas la Luftinuka, tanto así que cada uno, salvo muerte, tenía motivos para dirigirse a la tabernera.

Empezando por la portadora del fuego, aunque un tema tan delicado como el de su maestro, o mismamente su condición de Semi-Delemental, Naysse relajó la expresión tratando de transmitir tranquilidad mientras Anya hacía sus preguntas. Iba a hablar hasta que cierto Kazibara se le adelantó y la tabernera lo señaló - Exactamente por eso. - de forma un tanto misteriosa respondió de nuevo - No se debe juzgar un libro por la portada nunca, y en tu caso aunque seas solo una mitad de Delemental, no eres violenta, ni violadora, ni siquiera una mala persona. Los Delemental lo tienen más dificil porque son libertinos, y de normal la opción más facil es la que suelen tomar, lo opuesto justo a los Delemental, pues sus tradiciones les hacen ser más llevado por las normas y la paz.

-Pero si tan solo uno de estas dos razas se perdiera en la extinción, podría ocurrir una catastrofe tan grande, como la inminente que se aferra a nuestro mundo. Debes aprender a aceptarte primero, el que eres, pues quien eres ya lo sabes, y cuando lo logres, podras fusionar las dos partes de ti, y explotar tu máximo poder - Directamente de la respuesta de Anya pasó al Kazibara al cual levantó una mano a modo de paciencia. - Todo a su momento. Algunas respuestas debes buscarlas tu mismo, pues no es la respuesta lo que buscas, sino el camino a ella. - Como no podía ser de otra forma, mantuvo aquel halo mistico y misterioso.

A la pequeña Tea fue a la que menos le costó responder, pues empezar con un asentir de cabeza hizo que el resto de la respuesta saliera sola - Temo que no, esta reunión significa mucho para los seis herederos del sello, pues en vuestras manos quedará el destino del mundo. Pero de nuestra parte, era algo que debía ocurrir, pues estamos predestinados a encontrarnos. - Alzó una mano señalandola con su mirada, aunque allí no veiais nada. - Puede que deba enseñarte si, pero tendremos que ir a un ritmo distinto al que se suele ir, pues una misión mayor te espera. Pero no, no estas destinada a encontrarlos, con el tiempo aparecerá el resto, tu destino está con ellos por ahora - señalando a los portadores del sello concluyó su respuesta volviendo a acariciar a Tea

De su muñeca, un hilo imperceptible a la vista, hecho de energía, rodeaba su muñeca y llegaba hasta la tuya, como un hilo que te indicaba a quien heredarías, solo que hasta que Naysse no te había tocado y realizado aquel evento en donde acababas de descubrir que era Chaman, no lo habías visto.

Max te miró un tanto frustrado por no recibir una respuesta clara ante su pregunta, tanto así que bajó la mirada suspirando muy levemente hasta que finalmente te volvió a mirar - Mientras sean motivos para hacer el bien... y no me has dado ninguna razón para pensar lo contrario. Pero aunque tenga la misma curiosidad que tu, quiero lo mejor para todos. - Aclaró finalmente ante su frustración, y por supuesto para aclarar que en vista de lo proximo que ibas a decirle, estuvierais bajo el mismo foco, y no en lados opuestos enfrentados.

-Cuenta con ello - dijo con una sonrisa mientras se levantaba llevando el libro por su magia hacia su estantería - Y no solo habilidoso, aunque eso solo lo comprobarás si consigo que mi padre me quede salir. - Agarrando pues así tu mano te miró al ojo y puso también su parte - Igual espero contar contigo... y con tu pequeña maquina. Pasaré la tarde tratando de convencer a mi padre. Mañana hablamos - Y alzando su mano te despidió mientras te ibas por la puerta de nuevo hacia el pasillo del castillo.

Ahora tenías más tiempo libre, pero... ¿Que podrías hacer? Ni siquiera tenias información sobre el septimo elemento.

Gauche te miró extrañado frente a tu actitud y tu forma de guiarle a través de la biblioteca hasta un rincón, lo cual entendió al ver el panorama. Sin duda en un pasillo con guardias podiais pasar desapercibidos, en una biblioteca era más dificil.

Te escuchó entonces y miró el medallon como apuntaba a la chica la cual acababa de levantarse de la silla - Es ella entonces... - dijo cruzandose de brazos - Si no estuviera el crio podriamos decirselo sin problemas manteniendo el tono bajo, nos la llevariamos, robariamos algunas cosas más y nos largariamos de aquí... ¿Me pregunto si habrá panecillos "reales" en la cocina? Algo de comida rica seguro que nos podremos llevar. - Mientras tu amo divagaba entre el plan y las ganas de robar en especial de comida lo cual te hizo pensar que si se fijó en la cocina, solo que pareció no haber dicho nada hasta ahora.

Justo para ese entonces, la chica pareció terminar de hablar con el niño y se estaba yendo de ahí dirigiendose a una puerta con una maquina que le seguía de cerca. - Es nuestra oportunidad. En el pasillo no habrá nadie que nos impida hablar con ella. Tiki, tu vas más rápido volando, alcanzala y obligala a parar, y si puedes explicale algo de todo esto mientras llego - Dijo mientras el empezó a correr directamente hacia la puerta. Su velocidad no era nada para envidiar, pero tampoco se quedaba corto, pero tenía razón al mandarte a ti de avanzadilla para detenerla, pues con tu velocidad de vuelo y sin cargarle a el, la alcanzarías antes de que cruzara siquiera un cuarto del pasillo.

—Las máscaras son seres dedicados a hacer cumplir voluntad de Icycla... O eran —explicó Muerte de forma súbita y bastante tardía a la pregunta que Anya le había hecho. Una vez más y a pesar de que parecía algo desconforme con el secretismo que Naysse había mantenido hasta el momento, se mostraba de cierto modo reacio a decir más de lo necesario, aunque la razón de aquello no parecía del todo clara. Por otro lado, bufó tras escuchar las palabras de la chica sobre lo buena idea que sería eliminar a todos los delementales—. Vaya, ¿y eras tú la fiel seguidora de Icycla que afirmaba con convicción que el asesinato no traía nada bueno al mundo? Hm... —se mofó Muerte por lo bajo, por primera vez desde que se había encontrado con el resto de sus compañeros y mirando a la chica a los ojos durante unos breves instantes antes de volver su mirada hacia fuera.Las palabras de la portadora del fuego se le hacían ciertamente irónicas, aunque tampoco era algo que lo enervase o hiciese apretar la mandíbula, después de todo, desde hacía ya cierto tiempo Icycla había comenzado a significar cada vez menos para él.

Permaneció en silencio aunque no ajeno a la conversación que tenían Nemea y Anya; la respuesta de Naysse sin embargo a la idea de eliminar a los delementales sorprendió en cierto modo al gigantón.

—¿Por qué la desaparición de los delementales significaría una catástrofe? —quiso saber Muerte, intentando ocultar el hecho de que le interesaba más evaluar hasta qué punto llegaba la sabiduría oculta de la tabernera que las consecuencias que traería la muy improbable extinción de una de las razas más fuertes de Sansóläis.

La espadachina mira a Senca con su casi irrompible calma, respondiéndole de forma tranquila:

- Ni lo notas, ni lo notarás si no me enfado... Eso sí, si sucede, mejor estate preparado y mantén las distancias. No tengo demasiado control de lo que pasa cuando eso sucede. -concluye.

Algo después, Anya asiente ante las palabras de Nemea, pensativa.

- Supongo que darles una buena lección y mandarlos con las autoridades sería lo que haría yo... -responde a Nemea, aunque ante la explicación dada por Muerte de lo que son las Máscaras, deja salir aire por entre sus labios y añade- Aunque supongo que no es lo mismo que tú has hecho. No quiero saberlo. -aclara, aunque está bastante segura de que mató al menos a unos cuantos.

Naysse entonces explica cosas de prejuicios, comparando a los Delemental con ella misma, lo que le vale una mirada ligeramente incrédula, aunque luego se desvía a muerte ante su mofa, si bien no es de las que puedan llegar a perturbar su paz.

- Si no recuerdo mal, dije que había excepciones. Ahí las tienes. -replica con seriedad, antes de devolver a mirar a Naysse- Estoy en proceso de tratar de aceptar lo que soy, aunque no me guste... Nunca ha salido nada bueno de ese lado mío, diría yo. -responde ella.

Si alguien la conociese íntimamente, cosa que ninguno de los presentes hace, probablemente la frase perfecta para entender lo que le sucede por dentro (aunque seguro que le molestaría que se lo dijeran), sería el dicho de "menos mal que existen lobos para echarles la culpa".

- No llevaré la contraria a lo que desconozco, señora Naysse. -añade con respeto- Si en verdad existen Delemental que contienen de tal manera sus instintos, quizás pueda llegar a aceptar que mi juicio es demasiado rápido... Pero mi... -parece que está perdida en alguna clase de memoria, pero corta la frase ahí... independientemente de la confianza que sienta con cada uno, no se ve capaz de contar confidencias ahora mismo- Dejémoslo en que vivir con eso dentro no es precisamente un camino de rosas. -concluye, lo que ligado a los sentimientos que según dice le provoca esa parte de su ser, deja bastante claro que su infancia no tuvo que ser la más entretenida.

Quizás por eso es casi imposible verla sonreír... O expresar demasiadas emociones, en general.

Helga caminaba por el pasillo, había ido a la biblioteca y había hecho algo que no esperaba, había conseguido un posible aliado que podría ser interesante ante la postura del rey, sin embargo, aún quedaba mucho por hacer, tenía que conseguir información y encontrarse con las demás personas que había visto en esa visión.

Helga comienza a caminar en dirección al exterior del castillo mientras pensaba en lo que podía hacer a continuación, no sabía muy bien cual podría ser su próximo paso, pero por el momento, lo que si tenía claro era que tenía que salir del castillo y tratar de encontrar a esas personas que había visto, a fin de cuentas, tenía hasta le día siguiente para decidir qué hacer con la oferta del rey y ver que sucedía con el príncipe.

Yo creo que si cada uno de esos seres tiene su propio pensamiento debería judgarse por cómo es y no por lo que piensen de su raza, Si no eres diferente de un humano no deberían extinguirte por la decisión de los dioses de quienes son tus padres. Comenté tranquilamente, Además supongo que todos tenemos momentos malos cuando nos enfadamos, mantendré la distancia si ocurre algo así. Dije obediente como una respuesta totalmente literal a su afirmación.

Sin embargo las palabras de la joven enmascarada fueron algo más peligrosas, poco a poco abriendo el cuello de mi túnica, ¿Quereis decir que estos cristales están hechos con la fuerza de presos?, me incomodaba aquello, como "expresidiario" no acababa de querer que mi fuente de poder surgiera así, pertenecieron a unos seres de un bosque que se convirtió en polvo, pero no parecían humanos, ni malas personas. Dije sacando uno del collar y mirándolo fijamente. Ni siquiera eran todos iguales, había un hombre de roca, una mujer como yo, Divagaba mirando el cristal desde todos los ángulos posibles. Me dieron comida, y allí no había nadie atado. Continuaba una y otra vez intentando buscar algo que se saliera de lo que recordaba, para al final mirar a la mujer pelirroja que tenía las respuestas a todo esperando una que me confirmara o desmintiera lo que quería saber.

Por último miré al señor muerte, ¿quieres decir que las máscaras están vivas?, ¿pueden hablaros?, eso está bien, así nunca estais solos. Concluí como una afirmación, aunque llena de dudas.

Comenzó a demostrar cierta incredulidad según Naysse progresaba en su explicación, pues a diferencia de la tabernera, para Tea esas razones distaban de ser claras al no tener tanta experiencia sin embargo suspiró entonces y acto seguido acompañó con la mirada la trayectoria de la mano ajena, lo que marcaba. De cara a la etérea más significativa demostración simbólica del vínculo, la Cobb entendió un poco mejor al menos la parte de su papel allí.

En cualquier caso quedó en ella cierta duda que no tardó en expresar — ¿Entonces la reunión contigo será solo mientras estemos aquí? — ello basándose en la conclusión más lógica, no por eso deseable, que a su ver era continuación de lo revelado por la pelirroja. La naciente alegría que sintió antes se volvió pronto nostalgia prematura, pero sin ánimos de resultar en demasía emocional, la castaña estaba reaccionando así por el simple hecho de que su vida siempre fue preguntarse cómo sería interactuar con similares a ella, y cuando encontró a la que por un instante pensó sería su nueva maestra fue solo para un breve intercambio de palabras.

Aunque ahora al menos se encontraba al lado de otros que como en su caso  parecían tener su propia ración de problemas y amarguras…

Tras asentir a Naysse con fugaz solemnidad, mucho más tranquila se giró hacia donde la plática del resto del grupo progresaba y por medio de cortos pasos eliminó la poca distancia que había puesto inicialmente, al desviarse para ofrecer su ayuda en el tratamiento de la sobrina de su opuesto.

— Al final es un caso similar al de los individuos que pueden entender estos símbolos — señaló los tatuajes arcanos que fueran visibles — donde todo un grupo paga por las terribles acciones de los que destacan… solo que quizás más preocupante todavía dado que el prejuicio se extiende a una raza entera, numerosa en comparación — si bien principalmente comentó hacia Senca dadas las posiciones relativas, su voz iba con tono suficientemente audible para que escucharan todos los presentes. No era el caso de dársela de sabionda o moralista, sin embargo, pues la que era más bien quizás demasiado optimista para algunas cosas opinó basada en la información que habían dado Anya y Naysse sumada a ciertos conceptos que leyó en el pasado, cuando todavía estaba en su punto de partida.

Con lo anterior no quitaba el horror que sugería el testimonio de Nemea, claro, ni pretendía ser abogada del diablo, pero es que simplemente le fue imposible guardarse esta opinión.

De ahí en más aguardaría por la respuesta de la pelirroja a la pregunta de Muerte, pues aunque por distinta razón, a ella también le interesaba…

Escuchar a su amo pensar en lo que hubiera en la cocina le pareció mas normal, toda la extrañeza que antes le hubiera supuesto el que no dijera nada se esfumó y fue cambiada por un asentimiento y un sentimiento de familiaridad. -Sí amo.  Volvió la vista hacia donde estaban los dos individuos y cuando la chica comenzó a irse Gauche fue rápido en darle indicaciones que rápidamente siguió. Alzó el vuelo y tan rápido como pudo alcanzó a la muchacha, poniéndose frente a su cara mientras aún sostenía el medallón que, se moviera hacia donde se moviera, el contenido seguía señalándola a ella. Hacía mucho que servía a Gauche y sabía que con la petición de pararla venía implícito poner buena cara y ánimo.

-¡Hola! Sonrió con felicidad Tiki mientras meneaba su pequeña mano a modo de saludo. - ¿Eres la portadora del rayo? ¡El medallón dice que sí! Enseñó el extraño medallón y comenzó a moverlo hacia los lados mientras el raro contenido no dejaba de señalar a Helga. -Mi nombre es Tiki, ¡Yo soy portadora del agua! Mira mira, ¡lo prometo! Sin pudor alguno se levantó el vestido hasta por encima del ombligo, mostrando la ropa interior y también un símbolo que rodeaba su ombligo, símbolo muy extraño. -La señora dijo que os buscáramos, ¡he conocido al Fuego y a la Tierra! La señora dijo que volviéramos para reunirnos todos... ¿Vendrías? Sonrió con divertimiento e inocencia. 

-No. - Respondió Nemea a Senca - Tanto como para que todos sean hechos por presos es dificil, y si tu historia es cierta lo dudo aún más... Son piedras de esencia y frascos de las mismas que venden a otras ciudades... No sabría distinguirlas pues... - Nemea se sacó del bolsillo unas piedras que relucían de un color muy puro al que asignaba su elemento - Son como otras cualesquiera... Aún así, como dije, ese pueblo ya no estorbará...

Por supuesto Nemea no hizo oidos sordos a Anya mirandola a los ojos - Digamos que su delito fue diez veces mayor al del asesinato... - Obviamente no supuso nada bonito de oir, pero la Luftinuka pensaba dejar claro ese asunto para que existiera una razón conocida ahora por todos, de porque estaban mejor muertos esos seres de dicha ciudad.

-Si realmente aceptas tu yo interior, así como realmente estas dispuesta a tolerarlo como parte de ti... Creo que podría ayudarte, aunque mi ayuda será minima y el resto habrás de hacerlo tu. Por suerte tienes a Niero de maestro, así que el mismo te podrá ayudar también - Aseguró Naysse intentando buscar una forma en al que poder guiar a Anya.

La mirada entonces de la tabernera, pasó a los ojos de Tea, la cual si bien podía ver las dudas de su interior, se sorprendió por completo cuando escuchó dicha pregunta venida de sus labios, tanto que hasta empezó a reir - Tea... No me iré de aquí. Mi misión es deciros vuestra misión, pero mi lugar siempre será este. Siempre estaré en Trayerta, en el bar del septimo elemento. - alzó las manos señalando el lugar como si se tratara de su propio hogar - Si tienes dudas o ansias de conocimiento, aquí me tendrás siempre - Dicho eso se acercó al oido de la joven humana y le susurró algo imperceptible para el resto

Por supuesto había que volver a la realidad y a otras dudas que sembró, mirando al que la preguntó, pero no por ello desprestigiando a los que prestaban atención. - Me temo que a dicha pregunta no puedo responderos, pues no hay un significado lógico a explicar y os generaría más dudas. - La tabernera fue a la cocina en ese momento y regresó poco después con una balanza en su mano y algunos frutos en la otra. - Pero si puedo haceros entender porque sería una catastrofe.

Colocó la balanza sobre una mesa la cual pudierais verla todos y empezó a coger fruto a fruto (cada uno de distinto tamaño, pero en su mayoría pequeños) y mostrarlo al tiempo que al hablar lo imbuia en magia - Humanos - Lo colocó al lado izquierdo de la balanza - Delemental - También al izquierdo - Celemental - Este lo colocó en el derecho - Uromaki - Del lado derecho de nuevo - Geomali - De nuevo derecho - Mereyin - Izquierdo esta vez - Luftinuka - derecho - Dahmol - Izquierdo - Kazibara - derecho - Mimalis - derecho - Raelos - izquierdo - Hibridos - Izquierdo.

Acto seguido tocó la balanza imbuyendola en magia también - La balanza es Sansöláis. Los frutos sus seres más primigenios y principales. Los chamanes vuelven a la vida una y otra vez, los espiritus no pertenecen a esta realidad... Por tanto resultan menos importantes que estas razas. Si tan solo quitas una raza del mundo en el que vivimos... - Cogió el fruto con el que representó a los Delemental y nada más lo apartó, la balanza comenzó a tambalearse a un lado y a otros sin parar, agitando pues así los frutos que tenía a cada lado hasta que todos se desbordaron de la misma y ambas partes de la balanza cayeron sobre la mesa.

-Veais como veais a los Delementales, no pueden ser destruidos de Sansöláis, pues el resto caerán con ellos. - Acto seguido la puerta por la que se fue Niero se abrió revelandole a el y asombrandose por toda la escena sin llegar a entender mucho. - Esto... Nemea ¿No? Tienes la habitación preparada por si quieres descansar. - Nemea miró a su tio casi buscando su aprobación... o más bien cuestionandose si estaría bien entre los demás.

Al acercarse a tu oido susurró muy bajito - También te enseñaré hechizos para ponerte en contacto conmigo. - tras decir eso se apartó guiñandote un ojo

—Da igual a dónde pertenezcan, portador del hielo —opinó luego—, incluso aunque los que posees hubiesen sido extraídos por almas rotas como las de este lugar ahora el daño ya estaría hecho. Lo mejor que podrías hacer es darles un buen uso. —Muerte dejó que un silencio significativo llenase la sala tras oír la pregunta de Senca acerca de las máscaras. Una vez más una pregunta inocente y posiblemente bienintencionada del Kazibara lograba hacer que sus mandíbulas apretasen con fuerza—. No lo sé —respondió de forma escueta.

Escuchó con atención aunque sin mover un solo músculo ni dejar salir ni un pequeño suspiro las preocupaciones de Anya sobre su autoaceptación así como las respuestas que como siempre incitaban a más preguntas de la tabernera. Aunque no tenía nada que comentar sobre los problemas personales de la espadachina pues no sólo no les veía importancia y era un tema que no le incumbía sino que además, incluso aunque se lo pidiesen, probablemente no habría sabido decirle nada que le resultase de utilidad. En cuanto a la respuesta de la tabernera, se limitó a mirar las frutas que había puesto, y aunque al principio le había causado cierto conflicto mental el pensar en las frutas como los seres primogenios de Sansöláis —una idea que nunca se le había cruzado por la cabeza—, había acabado comprendiendo lo que Naysse quería decir, a grandes rasgos. Teniendo en cuenta lo que sabía sobre la mujer y que no veía ninguna razón por la cual mentiría con algo así, se limitó a aceptar sus palabras, aunque con una curiosidad creciente por saber quién era realmente la tabernera capaz de hacer magia a la que eran guiados los seis seres con sellos de los dioses. Se irguió y se acercó a su sobrina tras escuchar que su habitación estaba lista.

—Vamos, debes descansar —dijo mientras la tomaba por la espalda con un brazo y por las piernas con el otro con la mayor delicadeza posible teniendo en cuento su tamaño para así llevarla a la habitación—. Gracias, Nayyse —volvió a decir, deteniéndose por un momento antes de continuar hacia la habitación cargando con su sobrina.

Helga caminaba cuando noto que algo se ponía frente a su cara, iba a apartarlo de un manotazo cuando escucho aquella voz que le preguntaba aquello, sorprendida y en cierta forma alarmada hace un gesto de silencio:

Shiii, no lo grites por ahí… ¿Tiki?

¿Qué clase de nombre era ese? O al menos para ella era un nombre un tanto extrañ. Helga mira el medallón que tenía aquel pequeño ser, estaba claro, apuntaba a ella lo moviese por donde lo moviese:

No digas eso muy alto, no a todo el mundo le hace gracia eso

Al parecer Tiki ya había conocido a más de los elementos y le instaba a reunirse con ellos, ¿sería una trampa? ¿sería real lo que estaba diciendo? Con cierta curiosidad mira detenidamente a la chica:

Pues… no se… ¿Quién es la señora? ¿Y donde y cuando os vais a reunir?

La sensación de déjà vu que experimentó Tea de cara a las nuevas palabras de Naysse fue inevitable, reflejada incluso en su gesto, dado que su mirada tiritó y en su pequeña boca los labios se apretaron entre sí de manera leve transmitiendo cierto aspecto de acongoje, pero al igual que antes, no obstante, la Cobb debía hacer de tripas corazón y acostumbrarse sobre la marcha pese a que por impulso quisiera quedarse en la taberna; no debía olvidar la importancia de la misión grupal, pues, ni el concepto del papel que cada uno tendría en tal.

— Comprendo… — rompió el silencio tras algunos instantes de abstracción, acto seguido la castaña finalmente suspiró y cambió la expresión de su rostro por una sonrisa neutral, asintió y se llevó la diestra al pecho, extendiendo así una muestra muda de respeto hacia las palabras que Naysse le confirió en voz alta, luego cuando escuchó a la pelirroja de manera más personal la ilusión y la esperanza volvieron a su semblante.

De manera eventual la explicación de la tabernera causó cierta curiosidad al menos en Tea, pues para como venía hablando Naysse la Cobb esperaba quizás algo más filosófico, revelador, sin embargo aquella metáfora tampoco es que careciera de valor y menos tomando en cuenta que más de uno de los presentes estaba atendiendo a aquello. — Si tan solo quitamos una raza del mundo en el que vivimos… se crea un desequilibrio cuyo efecto en cadena arrastraría al resto, causando así mucho mayor daño que las acciones de los individuos, incluso de los colectivos ¿no? — llegados a ese punto lo que ella agregó a las palabras de la pelirroja era más obviedad que descubrimiento, empero no estaba de más remarcarlo, especialmente cuando, como ya había quedado demostrado varias veces, el grupo que componían no era totalmente blanco ni totalmente negro, sino compuesto por distintos grises cuyos trasfondos no estaban libres de dificultades, dudas y puntos de vista únicos.

No hace falta decir que la humana no presentó objeción alguna, sin embargo tampoco se movió de su lugar incluso cuando volvió Niero y tanto Muerte como su sobrina se disponían a irse…

La espadachina se cruza de brazos y desvía la mirada a una de las ventanas. Aceptarse esa parte de sí misma... en verdad, lo está intentando, pero no puede decirse que ya sea una realidad. Si te pasas la mayor parte de tu vida negando una parte de ti misma, por más que te exalten las palabras de un Dios, todo ese entrenamiento sigue ahí. Tras unos momentos, vuelve a descruzar los brazos y mirar a Naysse, haciéndole una pequeña reverencia.

- Valoraría cualquier ayuda que me pueda brindar. -responde durante el gesto.

Una vez resuelto ese tema, y que al parecer la "simple tabernera" no los va a acompañar en su periplo, viene la explicación de por qué los Delemental no pueden ser erradicados, o mejor dicho, no deben.

- En tanto se mantengan en esa sociedad y se guarden las ganas de joder vivas a otras criaturas, no me importa. Pero si tratan de subir aquí arriba a saciar esos... apetitos con el resto de razas, no voy a contenerme. -indica, seria, claramente refiriéndose a esas emociones que mencionaba al principio como "apetitos".

Una vez resuelto eso, y sin dudas concretas que preguntarle a la tabernera, se aparta de todo el mundo, yéndose a un rincón de la sala, pero sin pegar la espada a la pared, y una vez allí desenvaina con lentitud y se sienta en el suelo, en la posición del loto. deja la espada sobre sus rodillas, con una mano en el mango y otra cerca del filo, y cierra los ojos, dispuesta a meditar unos momentos mientras el resto termina con lo que quieran saber de Naysse. En el pasado, esto era una forma de aprender a meter en vereda sus emociones, aunque ahora busca algo distinto. Busca conocer más de aquello que siempre consideró la raíz de todas sus emociones negativas.

Escuchando toda información con la cabeza algo alterada intentando comprender todo aquello, observé primero el juego de la balanza, ¿qué diferencia un lugar del aparato del otro?, Dije acercándome incluso a tocar uno de los dos platos y ver como efectívamente el otro se movía hacia el lugar opuesto, lo había visto antes, pidiendo comida pero nunca había tenido la capacidad de indagar en su funcionamiento.

Quiero decir, ¿quién decide qué raza está en qué lugar?. Comenté haciendo otras pruebas con pequeños objetos, viendo que cuanto más pesara este, más se movía hacia abajo. Me pregunto si este aparato permite saber cuantas piedras se piden por un objeto. Creía haber encontrado una forma de medir el dinero, las vendedoras ponían cosas en la balanza y recibían bolsas, eso tenía que tener algún tipo de relación. Comentaba pasando la mano por donde ambos platos se unían.

Tras ello, Señor Muerte también dijo algo interesante, aunque con tintes poco empáticos, Si es todo lo que queda de alguien debería pertenecer a sus seres queridos, aunque también es verdad que me fueron otorgados para cumplir algo. En ese momento abrí los ojos, recordando las palabras de la mujer de Hielo que Anya aseguraba era una diosa. Supongo que es una decisión dificil, aunque al final vayan a ser usadas por mí para los intereses de la mujer de hielo. Simplemente preferiría que estos cristales no hayan sido hechos gracias a la vida de nadie. Dije mostrando un pequeño ápice de sentimiento, que más bien se parecía a alguien que recuerda algo.

¿Naysse verdad?, la mujer de hielo comentó algo extraño, vine al continente buscando algo, una torre custodiada por seres que buscan algo, hasta donde se, lo quieren conseguir a traves de rituales para los que son necesarios personas, la mujer de hielo comentó que esos seres tenían aliados que yo desconocía, y que nunca los encontraría solo. Quizá sepas algo. O quizá sepas algo de alguno de sus integrantes, solo puedo decirte cómo es uno de ellos. Pregunté a la mujer que tenía respuestas, mirando de reojo mientras esperaba esa respuesta a Anya. ¿recoge poder?. parece una posición algo incómoda.