Partida Rol por web

En busca (del tesoro) de la Atlántida +XVIII

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12/07/2018, 22:30
Makoto Yamazaki

Encontrarse con miles de toneladas de agua alrededor y a miles de millones de Km de un lugar relativamente seguro hacia que cada vez se sintiera peor.

Hacía tiempo que había perdido la noción del tiempo, y tan solo se limitaba a seguir los traseros de sus compañeros sin decir una sola palabra, pues todo el aliento que podía reunir  bajo aquel estrés era para intentar boquear de manera torpe intentando no ahogarse el primer día de inmersión.

¡Oh!… dios de dondequieraquedemoniosestemos…, por favor tío…, me gusta mi trabajo…, yo ni siquiera valgo para estas cosas…, vamos…, ten un poquititinito de compasión y deja que salga de esto con vida…, y rica y famosa si puede ser también …, mejor lo dejamos en viva…, ¿Porfis…?

Había estado absorta en sus pensamientos y había perdido el ritmo de sus compañeros mientras estos se adelantaban unos metros hacia la oscuridad haciendo que se le encogiese el corazón y tuviese que acelerar el aleteo.

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13/07/2018, 20:57
Anfítrite Küçük

Nepreno. Aletas. Jacket. Cinturón de plomos. Controló el aire y el ordenador de su muñeca. Máscara ajustada, lujo libre de aire por el regulador. Y al agua.

Recibió la sensación del agua que la envolvía como si fuera su medio natural. Y es que lo era. Se movía con los movimientos justos y necesarios, con los brazos recogidos y pegados al cuerpo en una correcta postura de buceo.

Miró al resto de reojo. No podía ver bien a Weir dentro del submarino con el personaje Z, ya que la luz de sus focos la deslumbraban si intentaba mirara hacia atrás. Controló el que grupo no intentase suicidarse. Por Thalassa no se tenía que preocupar, veía que se sabía mover. Por Pestes tampoco, ya que con la máscara y el agua no le llegaba el hedor hasta ella (que era lo que le preocupaba realmente, no si se moría por el camino). Y la tierna Mako parecía estar cerca de un ataque de pánico. Suspiró.

Se acercó a ella y le cogió de la mano para que se sintiera segura. Y de paso, se aseguraba de no perderla por el camino porque casi podía leer en sus ojos el nerviosismo. Tics de instructora. A medida que iban bajando y notaba la presión en los oídos de la profundidad iba compensando la presión del aire e invitaba a Mako a imitarla para que no se agobiara con el dolor de oídos. Y para que no se el perforara un tímpano, claro. 

Siguió aleteando con calma. No necesitaba hacer grandes aletadas, tenía las piernas bien ejercitadas y serenidad de sobras. Lo que importaba era no separarse del submarino, que les proveía de luz. Y a la que empezase a verse el fondo, sin duda comenzaría a memorizarlo con detalle para reconocer el lugar donde estaban y, con suerte, la orientación.

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14/07/2018, 11:42

Sin embargo, a medida que ibais bajando, la presión era más constante. Hecho que al alemán, más que a las otras, le impedía avanzar con normalidad. Cuando os parasteis a ayudarle, contemplasteis que su bombona de oxígeno estaba descendiendo con bastante rapidez. Mas no sólo era aquello. El submarino, con una peligrosa maniobra, se coloco con creces delante de ustedes, ahora erais meras sombras en la oscuridad del mar. En parte de atrás visualizasteis un nombre conocido para ustedes :Triquel. Y, bajo vuestros pies, la ciudad mítica. 

 

 

Era cuestión de tiempo que aquel submarino llegase antes que ustedes. Además, si seguíais descendiendo, posiblemente el alemán muriese por falta de oxígeno. Os encontráis en mitad del tramo, más cerca de abajo que de arriba.

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14/07/2018, 12:00
Heinrich von Krüger

Sin lugar a dudas no eran buenas noticias que casualmente le tocara a él una bombona de oxígeno defectuosa, pese a ello, no era algo inusual y aunque era cierto que jamás había buceado a tanta profundidad, el hecho de tener una bombona de oxígeno defectuosa complicaba aún más la inmersión.

El heróico Heinrich viendo que el Submarino ya se les había adelantado, no tuvo nada que temer, pues sabía que en el peor de los casos, tan solo tendría que volver a la superficie y tratar de mantenerse a flote hasta que el resto del grupo regresara; quizás pudiera hacerse el muerto y flotar apaciblemente por el mediterraneo, a fin de cuentas, en las costas Griegas no hay tiburones, pues los pocos que hay se encuentran en Francia... Ya sin contar que los tiburones no atacan a personas, salvo que los confundan con pequeños peces... y Heinrich se parecía más a una Cabra vieja y calva que a un atún.

Con estos planes en mente, el cazarrecompensas hizo señas a sus compañeras de que siguieran adelante, mientras el volvía a la superficie, esperando que su complexión física y su experiencia en submarinismo le diera el suficiente tiempo para llegar a la superficie y poder relajarse tomando el sol en el mediterraneo.

Notas de juego

Seguid, sin mi... yo me sacrifico por el bien del grupo tomando el sol en un lugar completamente seguro y sin asociaciones secretas malvadas con un submarino con el logo de dicha organización, el cual NADIE VIO (Mirada fija a la Experta en Arte) ¬_¬ .

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14/07/2018, 12:15

Bueno, eso de que esté a salvo...
Jejeje

Notas de juego

"Heinrich se parecía más a una Cabra vieja y calva que a un atún."

JAJAJAJAJAJA

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14/07/2018, 12:20
Thalassa Bright

Tras ver el submarino, Thalassa aceleró la marcha y tiró del cerdo alemán muy a su pesar. Era cierto que ir más rápido consumía más oxígeno, pero a esas alturas, regresar no era una opción y dejar que aquel peso extra fuese un peso muerto no entraba en sus cálculos. Thalassa pensaba que el alemán tenía tantas posibilidades de llegar arriba como un ladrillo, así que le hizo señas para que continuara descendiendo y le enseño su respirador, indicándole que se lo pasaría cuando llegase el momento. 

Después, sus piernas la impulsaron con fuerza hacia el fondo y su mente hizo todo lo posible por controlar su respiración y que no fuese demasiado rápida. Debía llegar como fuera y sabía que o lo hacían todos... o ninguno.

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15/07/2018, 22:50

Notas de juego

No escribid aquí. Os paso a otro capítulo.

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17/07/2018, 20:24
Dagomaru Weir

Que le miraran de esa manera, no le gustaba nada. Seguía con la mirada al tipo ese, en silencio, esperando a que dijera algo, a que hiciera algo. Él, mientras, nervioso, miraba de lado a lado esperando que alguien saltara gritando "sorpresa" y que todo aquello acabara rápido. Porque por lo que él sabía (y sabía muchas cosas) las cosas estaban poniendose muy feas.

Así que cuando lanzó la pregunta, frunció ligeramente el ceño. Ese tipo no debía preocuparse, a Dagomaru le encantaba el sonido de su propia voz. Así que entreabrió la boca y...

¡ZAS!

...incosciente al suelo.

Tampoco es que se necesitara mucho para dejar seco a alguien como él. Principalmente porque él era lo que se conocía popularmente como "rata de biblioteca" y ese pavo parecía sacado de una peli de robots gigantes que pegan ostias gigantes a monstruos gigantes.

Tardó en recuperar la consciencia un rato más de lo normal. Mucho más rato. Y además del sabor metálico, el pitido en los oidos y el fuerte dolor de cabeza, sentía que su movilidad había sido negada.

- Creo que tengo un traumatismo craneoencefálico, idiota. - se quejó, cerrando los ojos con fuerza. La cabeza le dolía horrores. - Yo estoy de vuestra parte. - se quejó, dolorido. - Y se cosas, necesito que seas más exacto. Pero no me pegues más, no me gusta que me peguen. -

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17/07/2018, 20:34

Notas de juego

No te he movido aún, ahora más tarde lo haré :3