Partida Rol por web

- Voy con usted capitán. - Confirmó el soldado. - Como dice, es mejor que se encarguen de esto los ingenieros. 

Y dicho aquello, ambos regresaron junto a Gemma. Como había dicho el capitán, lo que tenía que contar parecía importante a la par que urgente.

Doc dejo que Paul se fuera, no era lo ideal pero tener un hombre tumbado en una nave espacial que se cae a pedazos es un lujo que no se podían permitir.
Además, ahora que los sistemas habían vuelto a la normalidad y la energía parecía estable aprovecharia para comprobar el estado de las cámaras de hipersueño, tenía que asegurarse de que no volvieran a fallar, y quizá entendiera que había pasado, aunque aquello no parecía un problema de las cámaras. 

​​​​​​

Llegó a la sala de maquinas pensando en lo que Gema les había comunicado. Si perdían energía, estaban jodidos. No había muchas posibilidades, en medio del espacio, de recargar el motor o cambiarlo.— Hey!! Tistán, ¿oíste? Cuantas posibilidades hay de que esa fuente de energía sirva para la Greta? —dijo nada más entrar en la sala de maquinas. Miró a su alrededor y comprobó que las luces de emergencias se habían detenido. Sin esperar una respuesta, miró a su compañero algo perplejo y no pudo evitar lanzar otra pregunta—. ¿Ya lo solucionaste?

Un poco aturdido y mareado todavía, fui caminando despacio hasta ingeniería. En mi cabeza resonaba lo que había comentado Gemma unos momentos antes.

La nave muestra una disminución de energía que no asegura el poder terminar el trayecto...

¿Que narices habría pasado? ¿Cómo podía la nave haber perdido tanta energía así como así? La incertidumbre me roía por dentro. Tenía que ponerme manos a la obra enseguida y ayudar a Tristán a averiguar qué había pasado. El recorrido me pareció más largo de lo habitual, y llegué fatigado. Me apoyé en el marco de la puerta de entrada para recuperar un poco el aliento. Decidido, entré en la sala, para dirigirme a mi consola de mando.

Hey!! Tistán, ¿oíste? Cuantas posibilidades hay de que esa fuente de energía sirva para la Greta? 

¿Ya lo solucionaste?

Estaba apoyado sobre la consola, empapado en sudor. Miré a Rook. 

- De momento sí, pe-pero esto es muy raro....N-no se me ocurre cómo hemos perdido tanta energía...

Tenía los ojos a punto de estallar en lágrimas. No podía soportar la idea de morir así, a la deriva, surcando la nada. Inspiré fuerte y entrecortado, llenando mis pulmones del aire viciado característico de la GRETA y pensando que en pocos días ni siquiera podríamos respirar esto. 

Paul entró en la sala y lo miré negando con la cabeza. Supe que él era tan consciente como yo de la gravedad de la situación. 

En la sala de ingeniería, solo estaba clara una cuestión. La Greta agonizaba. La energía parecía haberse escapado de su vientre, en este caso, a través de los reactores que debido a la sobrecarga por los disparos, no podían dar más de sí. Sería posible recuperarlos, pero solo después de encontrar repuestos en buen estado para sustituir los elementos que impedían la disipación de energía y también permitían acumularla.

Pero hasta entonces, era cuestión de tiempo que todo terminase, para ella y para vosotros.

Así que vuestras esperanzas estaban puestas en aquello que los demás hubieran encontrado, solo que ahora, no sabíais de qué se trataba.

Mientras Paul se dirigía hacia la sala de ingeniería, tú te quedabas examinando las cápsulas. No eras ingeniero, así que no podías especificar mucho sobre el problema, pero lo que sí sabías era que muy mal debía estar la nave para interrumpir la estasis, puesto que eso era lo último que se hacía.

Sin duda alguna, la energía disponible debía ser más bien escasa y por eso se habían producido sobrecargas e interrupciones energéticas, pero a más, no llegabas.

Smith y McFadden llegaron a toda prisa al puente. Gemma se volvió para mirarles y los tres os fijasteis en lo que estabais viendo a través de la pantalla principal.

Era un campo de asteroides.

Parecían moverse lentamente, aunque la densidad del campo era importante. Sin embargo, un destello en el panel de control os señaló un punto diferente dentro del mismo, algo que poseía energía, y que parecía una nave. Cómo había llegado hasta allí era un misterio, aunque con navegación, cualquiera podía ser capaz de hacerlo, pero lo importante era que mostraba un nivel de energía elevado y estaba detenida en tierra de nadie... y que vosotros estabais necesitados de repuestos para poder continuar.

El capitán y McFadden llegaron al puente y en cuanto lo hicieron, todos nos concentramos en lo que podíamos ver delante de nosotros. El campo de asteroides no era ninguna tontería pero allí en medio había una nave y en ella podíamos hallar lo que necesitábamos.

-Los sensores detectan una nave allí dentro, capitán, y tiene energía. Desconozco cuál será el problema real de la Greta, pero si no disponemos de energía, tendremos que ir a buscarla o de lo contrario, no podremos continuar -informé, mirando hacia el espacio.

Si bien yo podría sobrevivir, puesto que no necesitaba oxígeno, tampoco era inmune al frío del espacio, o a las condiciones que podían registrarse en una nave a la deriva.

Pero llegar hasta aquella nave tampoco iba a ser nada fácil, por lo que estaba viendo.

- Capitán, sugiero enviar un mensaje se socorro a la nave divisada en el radar. - Comentó McFadden. - Si nosotros les hemos visto, es seguro que ellos también a nosotros. Salvo que... - Se mantuvo pensativo. - ...salvo que la nave que divisamos este varada. Puede que sufriera alguna avería y puede que su tripulación lleve tiempo allí. Puede que estén...

No lo dijo, pero evidentemente era extraño que una nave se refugiera en un campo de asteroides. Podía ser que hubieran chocado contra alguna de aquellas rocas gigantes y que la nave hubiera sufrido daños irreparables. En ese caso, podía lleva mucho tiempo allí varada y comop había sugerido sin llegar a decirlo, que su tripulación hubiera muerto. Otra opción era que se tratara de contrabandistas como ellos mismos tratando de pasar desapercibidos.

- Pero también podrían estar ocultándose de alguien. Podrían ser contrabandistas o ser hostiles. - Explicó. - Pero eso lo sabremos si nos responden. Es bueno saber algo más antes de asaltar la nave.

Doc se reunió en el puente de mando con el resto de la tripulación.

—Chicos, he revisado por encima las cápsulas de hipersueño, no parecen dañadas, pero alguien tendrá que revisarlas antes de volver a usarlas. ¿se puede saber que demonios ha pasado? Y sobre todo ¿alguien sabe donde estamos? ¿No deberíamos haber llegado a la colonia?

Mientras hacia las preguntas lo que veía en los monitores iba resolviendo sus dudas y confirmando sus peores presagios, algo había salido mal y ahora les faltaba energía, estaban jodidos.

—Joder capitán, no se que habrá en esa mercancía que cargamos, pero parece que lleve una maldición como aquellas de las antiguas momias egipcias.

Cuando llegaste al puente, viste un campo de asteroides en la pantalla.

Parecían moverse lentamente, aunque la densidad del campo era importante. Sin embargo, un destello en el panel de control parpadeaba continuamente. Era algo que estaba dentro del campo y que los sensores detectaban como un rastro de energía. 

Sabía que los ingenieros estaban preocupados, aunque todo parecía calmado. La cara de aquellos dos hombres lo decían todo, realmente estaban en la mierda.

—No es raro que la Greta falle, lo raro es que tengamos la solución delante de nuestras narices, esto es un golpe de suerte. Esta bien , veo que por aquí no necesitáis mi ayuda, así que vuelvo al puente. —miró a los dos hombres que eran la llave para salir de aquel lugar, y salio de allí.

Camino tan rápido como pudo para llegar a su puesto, tenía curiosidad por ver lo que Gemma había descubierto. No entendía de motores ni de la energía que almacenan, pero tenía clara una cosa no pensaba morir todavía. Había que conseguir esa fuente a toda costa, sabía que no iba a ser fácil, aunque albergaba una pequeña esperanza de que lo fuera.

—Bien —dijo sentándose en su puesto y mirando a Gemma y al capitán— ¿Tenemos que preocuparnos?

Cuando llegaste al puente, viste un campo de asteroides en la pantalla.

Parecían moverse lentamente, aunque la densidad del campo era importante. Sin embargo, un destello en el panel de control parpadeaba continuamente. Era algo que estaba dentro del campo y que los sensores detectaban como un rastro de energía. 

Rápidamente, el puente empezó a llenarse de gente, como en los viejos tiempos, tal y como el capitán solía decir.

-Señor Hate, tenemos mucho de qué preocuparnos. A esta nave le queda poco tiempo de vida, energéticamente hablando, claro, a no ser que encontremos una fuente alternativa, y hay una... pero no será fácil llegar hasta ella -le dije, volviendo a mirar hacia la pantalla.

La nave no se movía y la señal energética era débil.

-Por la cantidad de energía que emana, lo más normal es que no haya nadie con vida en su interior, pero de tener cápsulas de hibernación, podríamos no detectarlo al encontrarse a un nivel muy bajo.

Me giré entonces hacia Smith, esperando su decisión. El capitán siempre tenía la última palabra, y la primera, por supuesto.

Mi mirada iba de la consola a Tristán, de él a Rook, y nuevamente a la consola. Estaba pidiendo datos al ordenador central para ver qué demonios había pasado para que se perdiera la energía e hiciera que fallaran las cápsulas de hipersueño. Había faltado un precioso pelo de la caballera de Tristán para que hubiera muerto. A mi mente me vino el sueño que estaba teniendo antes de despertar y volví a notar cómo me empalmaba de nuevo.

-Maldita sea Paul, no es momento para estas cosas, por Dios. ¡Céntrate!

Deseché esos pensamientos carnales y me concentré en buscar y arreglar los fallos que habían provocado que se perdiera la energía. Pero debido al dolor de cabeza y al mareo que todavía persistía, no lograba grandes avances.

-"De acuerdo Rook, nosotros seguiremos investigando. Tristán, ¿puedes informarme de lo que me he perdido?"

- Señor Hate, llevenos a esa nave, no nos quedan muchas opciones, y además, no lo vamos a negar, podemos sacar algún tipo de beneficio.

John todavía tenía en mente registrar el cargamento, pero si estaban muertos la información no iba a serles de mucha ayuda. 

Cuando  te sentaste a los mandos, te diste cuenta de varias cosas. La primera de ellas era que la Greta no respondía con rapidez a los mandos. Al activar la energía, tardó en cargar los reactores y por lo que pudiste ver en los sensores de navegación, había un fuerte desequilibrio que dificultaría enormemente la navegación.

Pero por si eso no fuese suficiente, estaba el campo de asteroides. Rocas y más rocas de todos los tamaños que convertían el camino entre vosotros y la Greta, no en una carrera de obstáculos, sino en una batalla casi imposible con una nave eminentemente dañada.

Podías llegar a la nave... pero existían más posibilidades de chocar con una roca y explotar por el camino.