Partida Rol por web

En la flor de la vida

Belmonte

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18/06/2021, 21:30
Martem de Bremervoord

A algunos miembros del grupo pareció interesarles la idea del posadero de ayudar en el trabajo maderero. Luego, divertido, Martem escuchó cómo el galante Rion salía en defensa de la pericia de Dannar y su legitimidad como bruja cuando a Gunter se le ocurrió decir que nunca había oído hablar de mujeres que se dedicasen a dicho oficio. Pues sí que estaba colado por ella el bardo, sí. Pero, obviedades aparte, lo cierto era que Martem tampoco imaginaba que la primera bruja que vería en su vida sería una mujer. De hecho, le parecía haber oído decir por ahí que las mujeres eran demasiado débiles como para sobrevivir a las cosas que les hacían para convertirlas en brujas, o algo así. En todo caso, ahí estaba Dannar para demostrar que dichos comentarios eran, una vez más, fruto de la estrechez de mente de muchos hombres y de lo mucho que subestimaban a la otra mitad de la humanidad. En fin.

Justo después, fue el momento del joven posadero de contestar a las preguntas que el cidario le había hecho. Pareció muy extrañado, pero de igual forma respondió como mejor supo. El tal Uli, alcalde de Belmonte, estaba a comienzos de la cincuentena, lo que debía de situar su carta y la misteriosa muerte de Pyrrha entre treinta y cinco y cuarenta años atrás. Martem levantó ligeramente las cejas al escuchar esto, pero no dijo nada. Él ni siquiera habría nacido cuando Pyrrha y Uli eran dos muchachitos enamorados. El relato de Ysentrud, no obstante, había evocado tales tiempos como si estos fuesen mucho más recientes.

Respecto a la casa en ruinas, Gunter no tenía ni idea de cómo había llegado a su estado actual. Por lo visto llevaba así desde que el hombre tenía recuerdos; no dejaba de ser extraño que nadie la hubiese reconstruido o limpiado el terreno en tanto tiempo. Cuando el posadero le preguntó a qué venían aquellas preguntas, Martem hizo un medio encogimiento, acercando la oreja derecha a su hombro mientras sonreía despreocupadamente.

Pura curiosidad. Ya sabe la fama de entrometidos que tenemos los forasteros —bromeó con complicidad mientras inventaba una excusa convincente para sus ciertamente extrañas preguntas—. No, simplemente se me había ocurrido que, si el señor Uli fuese ya de edad venerable, tal vez necesitase escolta personal… Aunque Belmonte no parece la clase de lugar donde tal cosa sea necesaria. —Puso su mejor sonrisa de inocencia—. Y en cuanto a ese edificio derruido, bueno, hay que reconocer que llama bastante la atención. No sé, ¿no podría sacársele partido de alguna manera?

Su rostro se giró momentáneamente para mirar a los demás, sugiriendo sin palabras que le siguiesen la corriente.

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20/06/2021, 09:03
Alberich de Narok

A pesar de que Alberich pudo contener su sonrisa de victoria al ver como sus cumplidos funcionaron con Gunter, el mago no consiguió evitar lanzar una breve risa tras escuchar que algunos de sus compañeros estaban interesados en convertirse en leñadores.

-Admiro vuestra buena voluntad, pero sabed que talar árboles no es una ocupación agradable -les dijo el kovirano- A menos que la madera de estos lares esté bien cotizada, lo más probable es que trabajéis mucho, que terminéis agotados y que os paguen una miseria.

Tras escuchar todo lo relacionado con los caminos que habían transitado y la edad del alcalde, el mago mantuvo su rostro impasible. En el fondo le sorprendía que Ysentrud hubiera sobrevivido tanto tiempo a solas en su cabaña, pero no le parecía raro que Uli optara por seguir con su vida, después de todo los habitantes de los pueblos solían casarse jóvenes y armar sus propias familias antes de alcanzar los veinte. Sin embargo, que la casa derruida que vieron al llegar tuviera prácticamente el mismo tiempo de abandono que los caminos le hizo inmediatamente pensar que tal vez estuvieran relacionadas, puede que incluso haya sido la vivienda de Ender y Anna…

-Aparte del alcalde ¿que otro habitante de Belmonte te supera en edad? -le preguntó Alberich a Gunter- Puede que Ender y Anna se marcharan del poblado hace varias décadas y que alguno supiera donde están ahora.

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21/06/2021, 17:22
Dannar

Tantas preguntas harían sospechar al tabernero, pero imaginaba que, como todos los meseros del mundo, se guardaría su opinión, respondería amablemente y, de vez en cuando, intentaría sonsacar algo de información a cambio, la cual luego comentaría con todo el que se acercara allí, como una vieja cotilla. No era un mal trato, siempre que contestara y lo que dijera sirviera de algo, aunque en cualquier caso, la última pregunta de Alberich carecía de importancia: Uli sabría que había ocurrido con los padres de su prometida, no cabía duda. Como fuera, dejó que la conversación siguiera su curso, y permaneció callada un poco más, sin atosigar.

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26/06/2021, 20:11
Jezal

Mientras escuchaba la respuesta del tabernero, Jezal se preocupó de llenarse el estómago más que de ninguna otra cosa. De todas formas estaba convencido de que, como de costumbre, sería mejor dejar que fueran sus compañeros quienes hablaban. Después de todo, tenían mucha más labia y soltura que él. Por lo menos, en la lengua del norte. Aunque incluso en ese sentido empezaba a sentirse más confiado: Las lecciones que había recibido cuando era más joven no se habían evaporado, como se había temido. Cada día que pasaba con esa extraña compañía lograba mayor maestría al blandirla.

No será más que cosa de unos días —respondió Jezal a Alberich. Su bolsa no estaba vacía, pero cuando metía la mano excarvar entre las monedas para llegar al fondo era más sencillo de lo que le gustaría. Dos días de trabajo no iban a remediarlo, pero al menos conseguirían demorar lo que tardara en ser un saco inútil.

Pero volviendo su atención al posadero y a Martem, el nilfgardiaano intentó respaldarlo con un asentimiento, como si tuviera todo el interés del mundo en reformar aquella casa y, diablos, quizá hasta habitarla. No era que esto fuera cierto, pero suponía que una pequeña mentira a veces hace mucho más que mil verdades.

Claro, que también había algo que no podía evitar plantearse. Ya desde el momento en el que habían partido había cuestionado las capacidades para vivir en solitario de Ysentrud. Al final, había aceptado que fuera posible, pero... ¿tanto tiempo? Desde luego, eso no podría haberlo imaginado.

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27/06/2021, 00:32
Morkam

Morkam no pudo evitar sonreír de manera ligera cuando las palabras de Rion pusieron contra las cuerdas al tabernero. Éste, a pesar de mostrarse incómodo en un primer momento, se recompuso como solo alguien de su profesión habría podido hacer. Siempre le había sorprendido la facilidad que tenían las personas de aquel oficio para mostrarse en gran medida sonrientes y atentos con los clientes molestos. Sin duda ellos debían ser una molestia, extranjeros con preguntas extrañas. 

En cualquier caso mientras hubiera dinero encima de la mesa, la afabilidad del tabernero se mantendría y solo cuando no estuvieran allí chismorrear con sus congéneres de lo que habían hablado en aquel momento. Así eran los pueblos, ahora y siempre. Cualquier cosa era buena para hablar, elucubrar, sospechar y en general pasar el rato. 

Con gran pesar masticó con lentitud el último pedazo de pan caliente y apuro hasta la última gota de leche de su taza de madera. Tras esto aguardo a sus compañeros, pues siempre había pensado que el desayuno era una comida sagrada que había que disfrutar con calma.

Mientras esperaba, su mente cavilo la opción de ofrecer sus servicios de artesano en mitad de la plaza después de solucionar el tema de los lobos y la posible recompensa. Si la fortuna se dignaba aparecer podría ganar unas cuantas monedas que aliviaran la carga de su pecho y acrecentará la de su bolsa. En caso de que la suerte no les sonriera y las gentes de Belmonte no necesitaran de sus expertas manos, siempre podía intentar ayudar a talar árboles o pescar peces.

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28/06/2021, 16:43
Gunter

—Pos yo que sé —fue la respuesta que el bueno del posadero le dio a Martem acompañada de un encogimiento de hombros cuando le preguntó si no sería mejor aprovechar el espacio que dejaban las ruinas de la casa venida abajo. Siempre ha estao así y a nadie molesta. Como si no hubiese tierra en Belmonte pa construir nuevas casas y chamizos.

A las palabras del kovirano sobre el trabajo en Belmonte el posadero quiso unirse dándole parte de razón, y asegurando que el trabajo era duro, que se empezaba al alba y se terminaba cuando caía el sol, y que las ganancias que se obtenían realmente no eran muchas, aunque daban para ir tirando en un pueblo como aquel. Y era un trabajo honrado y que mantenía el pueblo en funcionamiento, añadió después. Mientras los demás hablaban, Gunter fue recogiendo platos y jarras con una habilidad sorprendente y entrenada que le permitía cargar en su brazo izquierdo una vajilla completamente amontonada sin que le temblara ni una jarra.

—Muchos son más viejos que yo. Todavía me tengo por un zagal —Rió el posadero—. Basta darse una vuelta por el pueblo pa ver un montón de canas y calvas.

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28/06/2021, 17:22
Karl

Cuando el posadero se fue cargando con la buena pila de platos que había amontonado en el brazo, espoleado por los gritos de Inga que le animaban a ponerse manos a la obra y dejar el palique para otro rato, uno de los pocos parroquianos que se encontraba en aquel momento en la posada se acercó a ellos y les saludó con una sonrisa. Era un hombre mayor, entrado en los sesenta, con el pelo blanco, la nariz gruesa, los ojos claros y el rostro chupado surcado de arrugas.

—Buenos días, nobles foranos, mi nombre es Karl. No he podido evitar escuchar que preguntaban por Elder y Anna. Me suena haber escuchao algo al respecto pero ya saben que uno con la edad tiende a recordar mejor cuando se le ablanda la sesera con zumo de cebada...

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28/06/2021, 18:40
Martem de Bremervoord

Martem ya imaginaba que el joven posadero no iba a ofrecerles la más esclarecedora de las respuestas; lo que no esperaba era que no iba a darles nada de nada. Después de que Gunter terminase de hablar, ninguna de sus dudas se había visto resuelta. Poco importaba. Ya encontrarían las respuestas por ellos mismos. De modo que, encogiéndose de hombros, el cidario continuó dedicándose al desayuno. Había mucho que comer antes de empezar el día.

Entonces, una vez el posadero hubo desaparecido para proseguir con sus quehaceres, alguien se acercó. Era un hombre mayor, cuyo rostro demacrado y ojos glaucos bien podrían ser los de la misma Muerte. El hombre, que se presentó como Karl, dijo saber acerca de Elder y Anna. Como era de esperar, pidió a cambio que lo invitasen a bebanda. Martem se quedó mirando a su compañero Alberich, enarcando una ceja; a fin de cuentas, había sido el Kovirano quien había preguntado por aquellos nombres. Se sintió tentado de no decir nada, pero al final, después de un suspiro, dejó caer:

Podemos invitarte a una cerveza, Karl, siempre que no te la bebas hasta que nos hayas dicho lo que sabes. —El barbudo giró el rostro para mirar al recién llegado—. El beber refrescará la memoria, pero también entorpece la lengua. Y queremos poder entenderte. —Se permitió una sonrisa descarada. Después de unos momentos, levantó una mano—. Gunter, una bien fría para nuestro amigo Karl.

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29/06/2021, 08:19
Alberich de Narok

A pesar de que la pregunta del mago no tuvo ninguna respuesta en concreto por parte de Gunter, aun así terminó llamando la atención de uno de los parroquianos, un carcamal arrugado llamado Karl que decía saber algo sobre el hijo y la nuera de Ysentrud. Al percatarse de la mirada que Martem le dedicaba, Alberich le respondió con una breve afirmación con la cabeza pero también realizando un sutil gesto de cautela con la mano que tenía apoyada sobre la mesa. Una vez que el barbirrojo le pidió al tabernero una cerveza para el vejestorio, el kovirano tomó la palabra.

-Adelante Karl, siéntate con nosotros y disfruta de la cerveza que te invita mi compañero -le dijo al viejo mientras señalaba con la mano un lugar libre en la mesa y esbozaba una simpática sonrisa- Por eso aprecio tanto a la gente de la campiña, siempre están dispuestos a compartir una jarra con los viajeros y a ayudarlos en su búsqueda, a diferencia de los que viven en las ciudades. Allí solo hay estafadores que buscan beber a costa del prójimo y que si son rápidos consiguen huir, pero si son lentos terminan sufriendo una golpiza hasta que finalmente intervienen los guardias -agregó mirando fijamente a Karl pero sin abandonar completamente la sonrisa- Me alegra ver que en Belmonte no hay gente así.

Aunque a Alberich no le apetecía machacar a un anciano por unas cervezas, quería dejar sutilmente en claro que conocía de sobra el juego que el tal Karl les proponía y que si su intención era beber a costa de ellos, tendría que cantar mucho antes de lo que pensaba.

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30/06/2021, 21:48
Dannar

A Dannar aquello le parecía una tontería, una pérdida de tiempo y unas monedas malgastadas; lo que querían saber lo obtendrían de boca del, ahora, alcalde, sin necesidad de dar rodeos y sin llamar demasiado la atención, cosa que en pueblos pequeños como aquél no solía ser demasiado inteligente.

Sin embargo, Martem había accedido, y Alberich le seguía el juego; imaginaba que más de uno optaría por continuar ese toma y daca con el viejo que se había presentado como Karl, así que al no ser que quisiera irse sola de allí y buscar a Uli, iba a tener que quedarse también. Y lo cierto es que no le importaba la soledad, pero en la taberna se estaba cómoda, y había cogido cierto aprecio a esa gente; no demasiado como para llorar su pérdida cuando sucediese, pero lo suficiente para estar un poco más a su lado, incluso al de Rion.

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02/07/2021, 19:59
Jezal

Era cierto que las jornadas anteriores habían sido duras, pero Jezal sintió, de todas maneras, cómo su estómago se revolvía un poco con la perspectiva de un trabajo estable. Era aparente que había romantizado la profesión de leñador como una oportunidad para demostrar que tenía buenos brazos, y ahora que terminaba de digerir que la realidad implicaba jornadas largas y arduas ya no le apetecía tanto. Podría aguantarlo durante quizá un par de días, pero no más que eso.

Más allá de cómo era la vida de un leñador, Jezal estaba realmente implicado en el misterio de qué había ocurrido exactamente con la familia de Ysentrud. La llegada del anciano fue como pasar de página en un libro o de acto en una obra, y aunque en esta ocasión el nilfgardiaano no dijo nada —mayormente porque ya estaba todo dicho—, sí que atendió con interés. Era posible que Karl estuviera dispuesto a contar cosas que Uri no tanto, y en cualquier caso, tener más de una versión de la misma historia nunca es mala cosa.

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05/07/2021, 15:17
Morkam

Cuando el anciano llamado Karl se acercó al grupo y reveló el poco respeto que sentía hacia ellos, por andar escuchando conversaciones ajenas, el ceño del enano se frunció; sin embargo cuando este además dejó clara sus intenciones no pudo evitar soltar una ligera sonrisa. Sin duda aquel viejo tenía barro en las venas y argamasa en los huesos. 

Observó cómo sus compañeros le seguían el juego y decidían invitarle, pero antes debía desembuchar. Imaginaba que así lo haría, pues la sutil amenaza de Alberich pareció cristalizar en el ambiente. 

Sin duda el precio de una simple jarra de zumo de cebada no era especialmente cara, pero la información que pudiera darles aquel anciano sería de gran utilidad. Todo aquel asunto le parecía confuso y cuando menos turbio, esperaba confundirse. En cualquier caso toda información era útil, más que nada porque estaban apunto de meter las narices en albercas ajenas e iban a remover el pasado.

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05/07/2021, 19:11
Rion Aedryn

Rion había permanecido en un escrupuloso silencio durante aquellos largos minutos, disfrutando del desayuno que había servido en la mesa. Era igual que un ritual para él. Cuando había comida delante, pocas cosas en el mundo podían ganar su atención excepto dos: dinero y mujeres. Y en ese momento no veía ninguna de las dos a la vista, por lo que se dedicó a llenar el buche mientras los demás se encargaban de las preguntas e iniciar las pesquisas pertinentes para atar cabos en tanto al alcalde y la familia de Pyrrah. 

El problema es que el tabernero o era un zoquete de cuidado o no conocía a la familia de Ysentrud realmente, dando respuestas que no arrojaban demasiada luz —por no decir ninguna— sobre el asunto en cuestión. Sin embargo, un nuevo personaje, llamado Karl, hizo acto de aparición en la posada, asegurando saber algo acerca del paradero de ambos. Al sentarse con ellos aquel anciano con cara de haber presenciado un fantasma recientemente, el bardo terminó de chuparse los dedos, reclinándose en el asiento, con una ligera sonrisa adornando su rostro. Hoy se había despertado feliz. Incluso con el problemilla que empezaba a escamarle cada vez más. 

¡Ah! Qué bien sienta un buen desayuno para comenzar el día —dijo dándose un par de palmadas en el vientre—. Disculpe, señor. ¿Puedo acompañarle con ese zumo de cebada? —preguntó, haciendo un gesto para que le sirvieran también a él uno—. Pónganos en antecedentes mientras nos los sirven.

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06/07/2021, 18:24
Karl

La amenaza velada del kovirano no pareció surtir demasiado efecto en el viejo, que a su edad ya habría escuchado amenazas de todo tipo y color, si bien su tranquilidad también podría resultar síntoma de que no tenía pensado hacerles la jugarreta. Su rostro, en cambio, se turbó ligeramente con la condición que imponía el barbirrojo de hablar antes de disfrutar de la cerveza que el posadero ya estaba preparando. Al pedido se sumó Rion, que como buen poeta versado en las artes de la juglaría no desaprovechaba la ocasión de llenar el gaznate con el ambarino líquido que se escanciaba en tugurios como aquel. El bardo apuró al hombre a que empezara su relato entre que Gunter regresaba con las jarras rebosantes de espuma. Pero el hombre demostró ser perro viejo y comenzó hablando de algo que poco tenía que ver con el asunto.

—El peletero del pueblo es hijo mío y antes yo desempeñaba el oficio. Toda una vida de duro trabajo en el taller que antes fue de mi padre. Tanto tiempo sirve pa ver muchas cosas. Agora la gente de Belmonte es joven y enterase de más bien poco. Vamos, que el pasado del pueblo no le importa a nadie un carajo. Se llegan noticias de guerra en el sur y la gente anda más preocupada por eso que por vecinos que llevan bajo tierra desde que toavía chupaban de las tetas de sus madres.

Gunter puso dos jarras en la mesa y el viejo peletero se movió antes que nadie para hacerse con la suya y darle un trago digno de un bebedor ávido. Un sonido de satisfacción salió de su boca cuando apoyó la jarra en mesa y se limpió el bigote machado de espuma con la manga. Miró a Martem y no pudo evitar que se le escapara una sonrisilla zorruna, no obstante, cumplió con su palabra y empezó a hablar del tema que les interesaba.

—Cuando aún toavía estaba enseñándole el oficio al chaval, que tendría unos diez años más o menos porque yo andaba por los ventimuchos pa aquel entonces, se extravió una cría pol monte. Precisamente la hija de Elder y Anna. En principio no era nada especial, ya se sabe, cada varios años acaba perdiéndose algún zagal por lo que sea. Lo que pasa es que a esta no la encontraron, ni viva ni muerta. Lo que armó un buen revuelo en el pueblo. Todos se pusieron a buscar a la cría como locos, hubo batidas y se envió gente a tos laos pa buscarla, pero no se encontró ni medio rastro. La familia acabó destrozada. La madre mató al padre y luego se mató ella. ¿Han visto esas ruinas de la orilla? Esa era la casa de la familia. Y lo peor es que la moza estaba a una miaja de casarse. Era un buen arreglo, ya les digo, nada menos que con el hijo del mercader, ya saben, el alcalde. Nada, una desgracia. Pero estas cosas pasan — añadió encogiéndose de hombros antes de dar otro buen trago a la jarra.

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06/07/2021, 20:54
Martem de Bremervoord

Cuando por fin el anciano se decidió a hablar, hubo que darle tiempo para que llegase a algo remotamente interesante. Por supuesto, eso requirió el primer trago generoso de cerveza, pero lo que Karl les contó a continuación mereció la pena: les habló de la desaparición de la joven Pyrrha y de la conmoción que supuso para todo el pueblo, que la buscó día y noche sin descanso, quién sabe durante cuánto tiempo. Al final, la historia terminó en una tragedia todavía mayor cuando Anna, la madre de Pyrrha, asesinó a su marido antes de quitarse su propia vida. Y, por supuesto, tal y como habían imaginado, la casa en ruinas estaba relacionada con todo aquel oscuro asunto: de hecho, no era ni más ni menos que la antigua residencia de la familia. Martem hizo una mueca de disgusto al oír todo aquello, que, a pesar de los años pasados, no era plato de buen gusto escuchar; y menos teniendo en cuenta que habían sido ellos quienes habían encontrado el cadáver de la cría. Uno a uno, miró a sus compañeros, tratando de determinar si daban aquella información por buena.

Gracias, Karl. Ha sido una buena historia, y además parece verdadera.

No añadió nada más. Por su parte, lo tenía claro: ya fuese solo o acompañado, iría a hablar con Uli, el alcalde, para hablarle del destino de Pyrrha y entregarle sus posesiones. No se tenía por un hombre especialmente decente, pero tampoco era tan mezquino como para intentar sacar provecho del dolor de aquella tragedia.

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07/07/2021, 22:36
Jezal

Curiosamente, al ex-soldado la propia vida de Karl pareció interesarle casi tanto como lo que vendría después. Puede que fuera ligeramente cotilla, o puede simplemente que su vida ajena a lo rural hiciera que las vidas de aquellas gentes le parecieran algo exótico y reseñable. Fuera como fuera, su atención no menguó en la primera parte y desde luego tampoco menguó en la segunda. Por si lo que habían tenido entre manos no había sido lo suficientr trágico de por sí, la historia se volvía todavía más oscura. ¿Qué tipo de desesperación lleva a la gente a hacer algo así?

Carraspeó bajito. Y lentamente, como inseguro, decidió ser él quien tomaba la iniciativa en la conversación por una vez.

Y... digo, ¿no había nadie más en la familia? Dígase, qué se yo, algún tío o abuelo que pudiera hacerse cargo de la propiedad. Hoy en día poco debe valer ese montón de ruinas, pero no debía de ser así en su día, ¿verdad? —Se hacía el ignorante respecto a Ysentrud, pero realmente tenía curiosidad por saber si la gente del pueblo sabía de ella.

Con la implicación que ponía en aquel asunto, era aparente que Jezal querría estar entre los que visitaran a Uli para ponerlo al día.

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09/07/2021, 11:15
Dannar

Crímenes violentos, una joven asesinada antes de casarse, aquella historia, para Dannar, apestaba a espíritus intranquilos. Y sin embargo, nada había ocurrido ni al encontrar el cuerpo de Pyrrha ni en el pueblo, ningún rumor sobre fantasmas, ningún hecho extraño. A la bruja le sorprendía, era el caldo de cultivo perfecto, pero siendo que no, la verdad es que su interés menguaba. No es que se quejara, claro, disfrutaba de la paz que a veces tenía, aunque supusieran unas monedas menos, pero solo reafirmaba su idea de que estaban perdiendo el tiempo intentando sonsacar una información que no tenía valor alguno. Cuando antes fueran a ver a Uli, antes acabarían con ese asunto y menos removerían del pasado de Belmonte.

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10/07/2021, 08:15
Alberich de Narok

-Vaya mierda de partidas de búsqueda… -pensó Alberich al oír el relato de Karl.

Ninguna de esas batidas consiguió encontrar a Pyrrha pero ellos, con solo apenas desviarse del camino que siempre seguía la joven, lograron hallarla, o por lo menos a sus restos. Estaba claro que los rastreadores eran unos inútiles o no tenían ni idea de donde buscarla… Además, que la propia madre de la muchacha matara a su esposo y se suicidara olía a chamusquina, aunque no había muchas razones para dudar de ello. Después de todo, era sabido que el dolor de perder a una hija podría llevar a cualquiera a la locura...
Tras terminar de escuchar todo lo que el lugareño tenía que decir, el mago se giró hacia sus compañeros.

-Si os parece bien, deberíamos ir a hablar con el alcalde -dijo para luego dirigirse hacia el anciano- Disfruta de tu jarra, Karl -agregó con su fría cortesía.

En cuanto salieron de la taberna y se encontraban lejos de oídos indiscretos, el kovirano volvió a hablar.

-Procurad no mencionar a los lobos hasta que estemos seguros de si hay o no una recompensa por ellos, no sería la primera vez que un alcalde no quiera pagar al enterarse de que alguien ya le ha hecho el trabajo… En cuanto al asunto de Pyrrha, lo mejor sería dejarlo para lo último, a saber como le caerá la noticia de que su “primer amor” lleva décadas muerta y que se encontraba mucho mas cerca de lo que creía.

Notas de juego

Comentario: Por si no quedó claro, las últimas palabras del mago son solo para cuando el grupo deje la taberna, que el mago no tiene intención de decirlas con Karl presente.

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11/07/2021, 15:42
Rion Aedryn

Aquel viejo sabía lo que se hacía y se movía con más agilidad de la que aparentaba, aunque solo fuese para agarrar la cerveza como si le fuera la vida en ello. Mientras el bardo disfrutaba también de la bebida, escuchó con atención el relato sobre lo ocurrido en el pasado en Belmonte. La expresión de Rion se agrió ligeramente y no por que la cebada estuviera demasiado fuerte; sino porque aquella historia hablaba de mucho dolor y angustia vivida en las carnes de una familia rota. No dejaba de ser paradójico, sin embargo, que hubieran estado buscando por todas partes y hubieran pasado por alto la cueva donde se encontraba el cadáver, la cual no estaba ni mucho menos tan lejos. Quizá era que... No, no quería pensar en que alguien lo supiera, pero no hubiese querido contarlo. O que ese alguien hubiese sido partícipe en la muerte de Pyrrah. Mejor dejar los pensamientos agoreros y conspiranoicos para otro momento.

Buena elección, sabe usted elegir una cebada de calidad —le dijo a Karl, apurando lo que quedaba de su jarra antes de mirar a los integrantes del grupo—. Hace buen día, deberíamos aprovecharlo. Y así dejamos a este amable señor con sus asuntos matutinos —Que probablemente serían mojar el gaznate hasta que le entrara el sueño o no tuviera a nadie más a su alrededor a quien sonsacarle un poco de alcohol gratis.    

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12/07/2021, 13:20
Morkam

Morkam asintió ante cada palabra pronunciada por el antiguo peletero. Sus esperanzas habían sido quebradas y destruidas, pues realmente invitarle a una jarra de cebada no había servido de gran cosa. Ahora sabían que la desgracia se había convertido en tragedia, pero nada más. A pesar de ello, el adusto juguetero, hizo un ligero ademán a modo de despedida. 

Ben pensado— felicito el enano ante la ocurrencia de Alberich—. Sin deuda eres mu intelligente o la vida ha sedo dura conteigo, quizás ambas. 

» Demonos prisa quel tempo pasa y si tenemos que marchar por patas de Belmonte quero hacerlo con la luz del día— añadió poco después con seriedad. 

El artesano sabía de primera mano cómo el miedo, el odio y el dolor avivado podían, sin duda, llevar a gente humilde a realizar actos horribles, que en su sano juicio jamás habrían realizado.