Partida Rol por web

Sí, Serafín, supusistes bien, es aquí donde se hacen las escenas de la partida de momento (por algo se llama "escenas iniciales y compra de material").

Bueno, vamos a continuar.

Te acercas a la posada "El aventurero herrante". Es por el atardecer, pronto será de noche. Mañana al mediodía es cuando te vas a encontrar con la gente de la entrevista.

Estás a apenas cinco metros de distancia de la puerta de la posada. Miras a tu alrededor. Hay la aldea (es de tamaño mediano) y no se ve nada extraño, salvo dos guerreros armados que, a un poco de distancia, parecen discutir por algo (todo lo demás parece muy normal). Debido a que no hay mucha luz, no puedes ver apenas a los guerreros.

¿Deberías entrar en la posada? ¿Deberías ir a hablar con los guerreros armados que discuten?

¿Qué haces?

El tiempo no se detiene...

LLevaba varios días rondando por la ciudad. Hospedada en una posada de mala muerte, esperaba alguna noticia en la que poder obtener algun objeto de valor para vender. Mis monedas se acababan y la próxima semana sería difícil para comer y seguir pagando la posada. Mientras paseo por la ciudad observando los comportamientos y atenta a la escucha de alguna noticia interesante, doy una patada al suelo a un periódico del día. Revisandolo leo la noticia que sin duda estaba esperando:

"Se buscan voluntarios para una misión. Ideal para quienes les guste el riesgo. Buena recompensa. Interesados acudan a la plaza del reino de Amorfos mañana al mediodía. Se ruega puntualidad".

 Una misión, buena recompensa... dinero... valor... Miro mejor las letras. Mierda, no explica de que se trata. Tendré que presentarme para ver de que trata.

Rompo el trozo de diario que contiene la noticia, y me lo guardo en un bolsillo. Prosigo caminando para ir matando tiempo, mientras me hago ilusiones de que puede ir esa misión.

Me despierto en la iglesia de la ciudad, el párroco local me permitió dormir allí tras contarle mi historia. Me informa que no ha habido ataques de demonios últimamente pero que siempre hay que estar previsor.

Me aconseja acercarme a la posada "El aventurero herrante", allí dice, conseguiré algo más de información y habitación, ya que los parroquianos sospecharían si ven a un extranjero dormir todas las noches en la iglesia.

Le doy las gracias y 2 monedas de oro y me dispongo a echar un vistazo en la posada nombrada por el religioso.

Hacía mucho tiempo que no tenía noticias de sus perseguidores, aquellos acosadores enviados por su padre en su busca. Urich seguía viajando y ocultándose para no ponerles las cosas fáciles, aunque sabía que tarde o temprano volvería a encontrarse con ellos.

No hace tanto, llegó al reino de Amorfor, donde pudo leer sobre "un trabajo" bien pagado a cambio de sus servicios. Ya contaba con poco dinero en su bolsa, y ahí tenía la oportunidad de ganar algunas monedas para subsistir, al tiempo que podría despistar a sus sicarios.

No dudó en dirigirse hacia la plaza, el lugar señalado en el anuncio. Presentía que podía hacer el bien al involucrarse en este tipo de misiones. Al menos, más bien que hacía en sus primeros "trabajos".

Veamos de qué se trata esta vez... Pensaba en su interior mientras caminaba con paso firme hacia la plaza. Deseaba más información sobre la tarea.

Había regresado de un pequeño trabajo en un grupo de mercenarios donde ya venía bien a gusto de mi labor, decidí buscarme una posada para descansar en el reino de Amorfos y mientras caminaba por sus calles observé un anuncio en un tablón en el cual se anunciaba una misión con una recompensa buena, que la verdad no fue lo que me llamó la atención pues ya venía con los bolsillos algo llenos pero leí que tenía riesgo, y donde haya riesgo y buena fama después de completarla: A ver si por fín puedo encontrarme un trabajo que me divierta un poco Y entonces decidí irme a buscar alguna armería por la ciudad además de una buena posada hasta que fuera el día de mañana y poder enterarme de los detalles de esta misión interesante.

En estos momentos, Serafín, ves como un chico sale de la posada, cuelga un cartel de madera en ella, y vuelve a entrar en la posada misma.

En este cartel pone:

"Todos los interesados en la misión anunciada en el periódico de pergamino, que pidan información al posadero".

Los dos hombres que has visto siguen su discusión hacia unos veinte metros a lo lejos, mientras que todo lo demás parece normal...

Salí de Robleda hace tiempo, sin encontrar las aventuras que esperaba me ofrecierán las tierras de la Marca. Cuando ya me estaba planteando la posibilidad de volver a mi monótona vida de herrero, un cartel toscamente clavado a una vieja pared, atrajo mi atención: ¡Se buscaban aventureros en la posada del Aventurero Errante! Quizás por fin esta fuera mi oportunidad de vivir una aventura de verdad.

Sin mirar atrás y con paso firme por primera vez en días dirigí mis pasos hacia la posada donde esperaba que mi vida diese al fin un vuelco inesperado.

Caminando sin destino marcado llego hasta la posada "Aventurero Errante". En la puerta leo un cartel que pone:

"Todos los interesados en la misión anunciada en el periódico de pergamino, que pidan información al posadero".

 Sin duda es una puerta abierta a mis ojos, y decido entrar. Previamente me pongo mi capucha y cabizbaja decido buscar un asiento libre cerca de la barra. Con una mirada examino a los presentes en el interior, viendo que hay muchos tipos de aventureros tomandos sus copas: arqueros, guerreros, magos, etc.

Saco una moneda de mi fondo, y le pido bebida al tabernero: " Una cerveza bien fría".

El tabernero se rasca con su mano derecha su delantal manchado, mira a Leyla y le dice:

- La cerveza cuesta 5 monedas de plata - esto es media moneda de oro; - a pagar por adelantado, por favor.

Si quieres tomarte la cerveza, págala y, por tomarla, súmate 15 puntos de experiencia (PX).

Tras tomarte la cerveza, o si de todos modos no te la compras y no te la tomas, el tabernero te mira y dice:

- ¿Quieres algo más? ¿Información, probablemente?

El tiempo no espera a nadie...

Le dejo una moneda de oro haciendosela llegar a su lado de la barra. Quedese con el cambio. Que me puede contar de esa extraña misión? Parecer ser que hay muchos interesados? Le pregunto en voz algo baja, para no levantar sospechas. Mientras espero respuesta, doy un sorbo a la espuma saboreandola con la lengua. Sin duda, es de calidad esta cerveza. Es espumosa.

Tras haber dado una vuelta por la ciudad encuentro la posada de el "Aventurero Errante" y decidí entrar a obtener el resto de la información para la misión que me interesaba. Al entrar, me quedé un momento inmóvil observando el panorama e identificando a cada persona que se encontraba en su interior, después de fijar al tabernero, me acerqué a él con la cabeza alta aparentando ser un tipo duro y de que me senté en un taburete enfrente de él le llamé la atención y le pregunté:

Olle amigo, ¿Eres tú quien puede informarme de los detalles de la misión que hay anunciada en la entrada? 

Perfecto, parece que obtendré la información aquí mismo.... Porque discutirán esos dos? Me acerco a la puerta y retiro el cartel que acaban de colgar, miro por encima del hombro a los que están discutiendo y les enseño una moneda de oro. Hey, como hombre de Dios no me gustan las peleas.... Les invito a una cerveza y mientras echan un pulso para decidir quien tiene razon..... Y apostamos los demás. Me pueden contar porque discuten, ¿Que les parece? 

Entro el la posada y me dirigo a la barra, pido un vino y trato de reservar una mesa, para ver si me siguen los dos hombres.

Y aprovecho para preguntar al posadero ¿Me puedes dar informacion sobre esto? Y le muestro el cartel

Leyla pierde 1mo y gana 15 PX.

También Serafín pierde 1 mo y gana 15 PX por la cerveza.

El camarero sirve cerveza espumosa a Leyla y a Serafín... y a los dos hombres que discutían.

Estos mismos dos hombres, no dejando hablar al camarero, siguen discutiendo mientras beben:

- No, te digo que de ninguna manera voy a ir a este torneo. Ni hablar. Esta promesa no me vincula. Llevo un dia muy agotador y me quiero ir a la cama pronto.

- Tienes que ir - le dice el otro hombre. - He prometido que asistirías al torneo, y no puedes fallarme.

- A lo mejor, si encontráramos a alguien que me sustituyera... Alguien tiene que hacerlo, pero no necesariamente yo mismo... Podríamos cambiar la inscripción... - dice el primer hombre - ¿Qué te parece si buscamos a otro?

- Hombre, puede que sea una idea...

Y ambos miran a Serafín teniendo algo en mente.

El camarero dice:

- Señores, por favor, estamos hablando de una misión y querríamos que nos dejaran hablar. ¿Pueden irse a otro sitio?

Por lo visto, uno de estos dos hombres tenía que ir a un torneo por una promesa, pero ahora ha cambiado de opinión y quiere saltarse la promesa y no ir al torneo. Y parece que buscan un substituto. ¿Valdria la pena que os ofreciérais para ir al torneo? ¿Deberíais informaros más? ¿Hacerles preguntas?

El tiempo no se para...

Al llegar a la plaza, veo el "nuevo" anuncio sobre el trabajo para el cuál pensaba presentarme. Todo indicaba que debía buscar más información dentro de la taberna, a donde me dirigí en busca de ella.

Dentro de la taberna, veo a varias personas, aventureros sin rumbo fijo me parecen, en la barra, a donde me acerco. Hago un ademán de cabeza al tabernero para que se acerque.

- Una jarra de cerveza y algo de información, buen señor.

Le comento, cuando se me acerca, mientras pongo sobre la barra una moneda de oro. Le miro y tras un breve silencio añado.

-Venía por lo del anuncio de la misión...

Esperaba que el tabernero pudiera darme la información que necesitaba.

Atraida por esas palabras referente al torneo, les interrumpo: Buenas tardes, caballeros. Podrían informarme de que va ese torneo? Ofrecen algún tipo de premio? Tiene alguna conexión con la misión del periódico? Les saco la noticia recortada para que la vean. Apenas me alejo de la barra, para tener próxima mi cerveza.

El camarero mira a Leyla, a Urich y a Serafín, y les dice a los tres:

- Antes que nada, quiero saber vuestros nombres. ¿Como os llamáis?

Los dos hombres que estaban discutiendo se callan y parecen estar esperando la respuesta.

¿Vais a decirle vuestros nombres al camarero o le diréis que preferís guardar el anonimato? ¿O quizá vais a hacer alguna otra acción?

Vamos a ver...

Me llamo Leyla. Le digo con una sonrisa insinuante. Supongo que tendrás alguna información. Sabes algo del torneo? Le pregunto al ver que los dos hombres se callan.

El tabernero mira a Leyla y le responde:

- Encantado, Leyla. No sé mucho de torneos, y menos de este en concreto. Estos dos señores, que no vienen mucho por esta taberna por cierto, son quienes deben informarte sobre el torneo susodicho. ¿Y ustedes, señores? - mira a Urich y a Serafín; - ¿como se llaman? Yo me llamo Esmero, el tabernero.

Pasan los hechos...

¿Y tu, Donn? Ahora en la taberna, ya que los dos hombres estan dentro de la misma, ya no se ve nada de normal.

¿Vas a entrar en la taberna? Puede que prefieras dar una vuelta por los alrededores, podría haber algo interesante...

Al responderme el tabernero le pregunto de nuevo: Y referente a la misión del periódico. Ahi fuera tenías un cartel que te preguntarámos.

Si la misión no tenía relación alguna con el torneo, se me habrían dos posibles caminos para ganar dinero. Hacía tiempo que no me aventuraba en algo interesante, pero aún me quedaban dudas sin resolver.