Partida Rol por web

Raven se sentía entre curiosa y extrañada con tantos rodeos sobre el chardarrim pero no dijo nada al respecto.

—Entonces tendremos que ser algo imaginativos—comentó cuando Sazel manifestó que esa mañana no había memorizado ningún Don de Lenguas.

El guerrero había negado con la cabeza al nombre de "Taclaelel" así que al menos ya sabían que no era él. Por lo que la drow rascó el suelo con la cuchilla de su bastón y trazó la silueta muy sencilla de tres personitas. Englobadas en un círculo como que estaban juntas o en grupo.

Dio unos golpecitos junto a una con el bastón.

—Taclaelel.

Dio unos golpecitos junto a otra, y luego señaló al guerrero encogiéndose de hombros a la espera de una respuesta.

Por último dio unos golpecitos junto a la tercera figurita.

—¿Itzel?

Si el chardaukano le seguía la idea de comunicarse así quizá lograran algo. Para empezar saber si "Itzel" era un compañero guerrero u otra cosa. Si no lo era siempre podía borrar el círculo y rehacerlo sacándolo de él. O si no era alguien directamente podría borrar la persona. Sea lo que fuera que se le ocurriese al guerrero esperaba que fuese más esclarecedor que el a priori "Hay Itzel arriba del zigurat".

—Si te refieres a saber si hay algo raro en ellos o su creador, me basta con mis ojos—le respondió mientras tanto a Sazel—. Aunque si te refieres a saber si hay magia sobre ese...

Hizo un ligero pase con la mano en dirección al chardarrim.

—Tsaran korilath ith hakon—murmuró. Esperó unos segundos como si comprobara algo y terminó pro añadir:—. Nada.

There you have it.

Sazel asintió. Si no había en el chardarrim un conjuro que pudiera deshacer, solo quedaban dos alternativas.

En ese caso, lo destruiremos en cuanto el guerrero esté a salvo.

—Tengo pergaminos para la comprensión de su lengua, pero nosotros seguiremos limitados en cuanto a poder comunicarnos con él. Podemos intentarlo pero antes...

La arquera volvió a señalar con su arco al chardarrim.

—Deberíamos acabar con eso. No vaya a ser que aquello que lo ha dejado en ese estado se revierta.

El guerrero negó con la cabeza y dibujó una nueva silueta en el suelo, fuera del círculo.

—Taclaelel —dijo, y señaló la silueta que acababa de dibujar y después al zigurat—. Taclaelel.

Se señaló a sí mismo y después a una de las siluetas centro del círculo. Señaló a una segunda figura antes de decir:

—Itzel.

Después dibujo una flecha que iba desde el círculo a la silueta solitaria. Señaló el zigurat.

—Itzel. Taclaelel.

Mientras tanto el chardarrim parecía ajeno a vuestros intentos de comunicaros con el guerrero.

Raven se pellizcó la barbilla con gesto pensativo mientras observaba y escuchaba al chardaukano. Para ella aquello era lo mismo que trabajar en un entretenido puzzle.

Señaló a la personita dentro del círculo que acababa de ser bautizada.

—Itzel—dijo. Después señaló otra de las dos restantes y le señaló a él encogiéndose de hombros. Aquella al parecer le representaba a él pero no la había nombrado sí que esperó  que lo hiciera. Al menos por saber cómo llamarle, que facilitaría más las cosas.

Una vez hecho, señaló a la tercera figurita que quedaba dentro del círculo sin nombrar, hizo visera con la mano como si buscase en los alrededores antes de volver a encogerse de hombros. ¿Dónde estaba aquel tercer guerrero?

Tampoco sabían quienes eran entonces los dos del suelo. Pero las preguntas en lenguaje rústico de una en una y por orden de importancia.

—Por ahora entiendo que Itzel es otro guerrero compañero suyo—dijo a sus compañeros—. Y parece que se encuentra con Taclaelel en el interior del zigurat, bien porque lo ha ido a buscar o bien por cualquier otro motivo. La cosa es que ellos son un grupo y Taclaelel no forma parte del mismo porque lo ha puesto fuera del círculo. Por poder podrían hasta ser aprendices del Señor de los Huesos que no le querían dejar pasar. El caso es que está ansioso por encontrar a Itzel y creo que es un detalle importante.

Precisamente para tranquilizarlo un poco, englobó a sus compañeros con un gesto circular de brazo, señaló al zigurat y asintió. Todo aquello sería más veloz si pudieran hacer las preguntas pero como no podían tocaba ser algo más lentos con gestos.

—Creo que deberíais presentaros, por cierto.

Podía pasar incluso que "cualquier otro motivo" resultara ser que Itzel no hubiera entrado por voluntad propia. Pero aquello ya eran conjeturas, y no quería perderse demasiado en ellas.

- ¿Qué dinatre estáis haciendo en el suelo? - Preguntó Patrice, aunque cuando Raven habló entendió lo que pretendía. Se estaban comunicando sin necesidad de hablar el mismo idioma y sin que hubiera magia de por medio. 

No obstante, empezaba a estar bastante inquieto ante aquella criatura retornada. Casi se podía decir que la temía más estando quieta, que si se estuviera moviendo y atacánole. Estaba esperando una maldita señal de sus compañeros. Ellos dominaban mejor la magia y supuso que sabrían que era lo mejor que podían hacer con aquel esqueleto chardaukano. 

- Petrice Lefebre. - Se presentó. En cambio, seguía pensando más en el no-muerto que en el joven e insistente nativo. - Iremos donde quieras amigo, pero... - Miró de reojo a Raven. - ¿Qué hacemos con éste, lo molemos a palos ya? - Preguntó. Esperaba a estar seguro de que estaban todos de acuerdo, pues si le golpeaba era posible reaccionara al fin y no quería que pillara a nadie desprevenido.

Sazel no veía lo que hacían a sus espaldas, pero no le era difícil imaginarlo. Más de una vez había tenido que hacer lo mismo durante sus viajes, cuando dejaba atrás las fronteras de Revraine. 

Calma, capitaine. Dejad acabar a Raven. 

—Victoire—dijo poniéndose la mano en el pecho para que el chardaukano entendiera que se refería a ella, después le preguntó a sus compañeros—. Puedo curarle más y que se una a nosotros.

Una mano más, aunque fuera chardaukana, nunca vendría mal.

—Chimalli —respondió el guerrero, en un tono apremiante. Volvió a señalar el zigurat, insistentemente—. ¡Itzel! ¡Taclaelel!

Un relámpago iluminó el cielo, muy cerca de la estructura del centro del poblado. Apenas un latido de corazón restalló un trueno que os sobresaltó y casi os reventó los tímpanos. El chardarrim, por su parte, ni se inmuntó.

- ¡A tomar viento! - Gritó el capitán mientras una gota de sudor recorría su frente.

Patrice explotó. Estaba muy tenso vigilando a aquel ser de ultratumba. Sin pedir permiso comenzó a acuchillarle sin obtener un resultado demasiado óptimo. Saltaron algunas astillas de los huesos, rompió un par de costillas, pero pese a sus esfuerzos aquel ser ni se inmutó y tampoco pareció dañarse demasiado. 

- No se mueve ni así... - Dijo Lefebre avergonzado por no poder destruir a un adversario inmóvil e indefenso. Una verdadera vergüenza que dañaba sin duda su reputación. O la dañaría si tuviera de eso...

Raven suspiró y torció ligeramente el gesto. Quería hacer mínimo un par de preguntas más porque había allí algo concreto que no le cuadraba, pero aquel tipo simplemente tenía demasiada prisa y se iba a tener que fastidiar. Hasta el maldito clima parecía tener prisa.

«Todo tiene prisa por tener prisa»

—Será mejor que nos movamos—dijo a los demás después de asentirle al chardaukano—. Es evidente que pase lo que pase lo preocupa y le urge.

Tanto que hasta ignoraba al chardarrim que había estado supuestamente a punto de matarlo.

Sí, ya sé que ahora no tiene mucho sentido el post pero paso de reescribirlo todo, odio los carteles amarillos. 

—Necesitamos saber qué le ha pasado a ese chardarrim. Si hay algo que podemos hacer para romper el vínculo con su creador en lugar de pelear, tenemos que saberlo.

Victoire se plantó frente al chardaukano.

—Nosotros iremos al zigurat—le dijo acompañando con sus palabras gestos, en los que lse señalaba a sí misma y a sus compañeros y posteriormente a la edificación, después le señaló a él—. ¿Chimali?

Después hizo un gesto de pausa, y señaló al no-muerto.

—Chardarrim no ataca—dijo imitando la pose ininmutable del no muerto—. ¿Por qué?

Raven se detuvo un momento y parpadeó mirando a Victoire como si esperase algo. Aunque ese algo pareció no llegar.

—Quieres saber si hay algo que podamos hacer para romper el vínculo con su creador en lugar de pelear—repitió analíticamente—. Pero vas a preguntar a un guerrero chardaukano que no habla tu idioma antes que a una maga que tienes justo al lado, que sí lo habla, y que hasta puede ver esos vínculos.

Arqueó una ceja en un gesto tan extrañado como sincero.

El aludido asintió en dirección a Victoire. Se señaló a sí mismo y después señaló con su lanza al zigurat, a través de las cortinas de agua que caían sin parar. Soltó una parrafada de la que solo entendisteis "Iztel" "Taclaelel" y "Momoztli". Cuando Victoire señaló al chadarrim, el guerrero frunció el ceño, se encogió de hombros y negó con la cabeza.

Victoire puso los ojos en blanco.

—He imaginado que no sabes romper ese vínculo, porque si no, anoche podríamos haber evitado una pelea que casi acaba con nosotros. Quería quemar todos los puentes—dijo con tono seco—. Pero si has aprendido algo durante esta noche o al ver a este chardarrim, estaré encantada de saberlo. Seguro que todos lo estamos.

La comunicación con Chamali iba a ser complicada, pero lo fundamental lo había entendido. El chardaukano quería marchar con ellos y no sabía nada sobre el chardarrim. Pero en ese estado, el guerrero no estaba en disposición de acompañarles. Victoire se señaló a sí misma, después a sus ojos y después a las heridas del guerrero.

—Si nos va a acompañar no puede hacerlo así, haced lo que creáis necesario con el chardarrim mientras reviso bien sus heridas.

¿Puedo saber el estado en PGs de Chamali? Puedo elegir 10 o 20 en Sanar

—O quizá simplemente no se puede romper—respondió Raven ladeando la cabeza—. De hecho es justo el caso: no hay nada que podamos hacer para romper el vínculo con su creador. De no saber si es posible os lo habría dicho también cuando os di el resto de información.

Claro que ahora que lo pensaba tampoco es que Victorie le hubiera hecho mucho caso a la susodicha información así que suspiró interiormente. Si empezaban a imaginar o suponer las cosas en lugar de simplemente corroborarlas lo único que lograrían sería agregarse trabas sin necesidad. ¿Por qué tanta complicación? A Sazel no le había costado nada preguntarle si podía detectar magia en el chardarrim en lugar de imaginar que si no lo hacía era porque no sabía o algo así. Y aquello no lo hacía parecer tonto ni nada remotamente similar.

—Estoy aquí para ayudaros—recordó antes de echarse a un lado para que cada uno tuviera espacio para hacer lo que tenía entre manos.

«Si me dejáis... »

Sazel suspiró. Para un hombre que se había pasado la vida sobre la cubierta de barcos, vehículos que tardaban semanas, si no meses, en llegar a su destino, exhibía una notable falta de paciencia. Sin mediar palabra, empezó a golpear al impertérrito chardarrim.

Sazel se une a la violencia.

Ataques 1 y 2: 19 (falta el +2 de flanqueo). Daño: 17, 19.

Mientras revisaba las heridas de Chamali, Victoire no pudo evitar negar con la cabeza.

—¿Y quién ha dicho lo contrario?—le preguntó a Raven mirándola a los ojos— He luchado a tu lado, he curado tus heridas y te he protegido como habría hecho con Lefebre o Sazel. Si no pensara que estás aquí para ayudar, te hubiera dejado morir. Y he tenido ocasión para ello. Da igual quién seas y si eso me gusta o no. Eres una agente de la Basílica. Yo te trataré como tal mientras no me des motivos para lo contrario.

La tiradora siguió explorando las lesiones.

—A lo mejor el vínculo no puede romperse, pero algo le ha pasado a ese chardarrim. Si pudiéramos hacerle lo mismo a los demás, sería una gran ventaja. Y eso es lo que quiero saber.

—Nadie que yo sepa—respondió simplemente la drow cuyos ojos se encontraban estudiando la figura del zigurat.

Ni si quiera hacían falta todas aquellas explicaciones, pero no quiso decir nada o capaz era también de tomarse como algo malo y no era su intención. A veces tenía la sensación de que daba igual lo pacífica que se mostrase, el conflicto parecía verse en cualquier cosa. Sea como fuere, en aquel momento estaba más concentrada en pensar en el motivo de que el recién presentado Chimalli estuviera tan ansioso por "ir con Itzel". ¿Corría peligro o simplemente quería ayudarlo? Probablemente ambas.

El repentino aumento de golpes reveló que Sazel se había unido a Lefebre en su intento por reducir a polvo de huesos al chardarrim, y Chimalli por su parte se dedicó a exponer a saber Celestar qué. Aunque al menos podían decir que tenía que ver con Momoztli, su hijo, y el tal Itzel.

«Gran deducción» pensó irónicamente para si misma.

Anotó mentalmente el preguntarle a la matriarca como se decían en su idioma un par de palabras en concreto. Al menos mientras no encontrasen al misionero, porque tenía intención de preguntarle algo más.

—Espero que Pére Merrine también te dijera que Guillaume, aparte de ex-exorcista, también es duro de pelar—suspiró girando la cabeza para mirar a Sazel tras esperar a que acabase para que pudiera oírla sin mamporros de por medio—. Ahora mismo es de las pocas personas que puede traducirnos eso. Y la única que podría explicarnos qué ha pasado ahí dentro.

Hizo una pausa anecdótica.

—O ahí arriba.

Cierto, aún les quedaba desvelar el curioso asunto de si la pirámide tenía interior o no.