Partida Rol por web

Una vez finalizada la cena, el grupo acuerda partir al día siguiente a medio día para tener tiempo de comprar todo lo imprescindible para el viaje. Llegado el medio día, el grupo parte en el camión y en el 4x4 rumbo a Desmond. Varias horas después, llegáis a la comarca de Desmond, una gran zona boscosa bastante alejada de la civilización, en medio de ningún lugar, se alzan majestuosas las construcciones de ladrillo y madera. El pueblo parece sacado de otra época , y su arquitectura poco o nada tiene que ver con el resto de edificios que habéis visto a lo largo del viaje.

El pequeño pueblo de Desmond está ubicado en un claro en medio de lo que parece un bosque infinito, consta de no más de veinte casuchas y una pequeña tienda de ultramarinos/Hotel/Bar/Restaurante, que hace las veces de centro cívico y social, lugar de reunión para sus más de cien habitantes censados.

Al detener los vehículos y ver la facha que lleváis, la poca gente que hay por la calle os mira con incredulidad y con cara de pocos amigos, las vestimentas de los lugareños están anticuadas y parecen del siglo pasado. Los lugareños después de veros llegar y examinaros a conciencia se encogen  de hombros y desaparecen por el entresijo de callejuelas que forma el pueblo, quedando la calle totalmente desierta.

Allí estáis vosotros, bajando de los vehículos detenidos en la entrada de la tienda.

Desde el momento en que sacó de su sótano todo su arsenal y se hizo con provisiones, sabía que iba a tener que volver a pensar no ya como un federal sino como un marine. Había una secta en esos bosques, un monton de desaparecidos y de seguro ningún sectario iba a recibirle con té y pastas, de modo que debía retomar su instinto de un modo más agresivo, animal, que el fino detective de buena familia que solía ser.

- Señores, sé que todos saben qué hacer, pero recordemos de nuevo que nunca viene mal. Nadie irá solo en ningún momento, sea pueblo o bosque. Nadie irá desarmado en ningún momento, aunque recomiendo ir discreto. No podemos dejar los vehículos sin vigilar, de modo que quiero un par de personas siempre presentes, y si eso es dormir por turnos, pues eso haremos. Sed educados con la gente que os encontréis pero no bajéis la guardia, nunca se sabe. Y por último... Suerte amigos.

Por fin tras un largo viaje, el grupo llega a Desmond, un pueblecito que parece anclado en otra época y rodeado por todos lados del espeso bosque. El profesor se baja del vehículo y estira sus entumecidas piernas mientras escucha las instruccionesde Hicks a las que asiente.

- Sea, me parece lo mas prudente Hicks.- Responde - Ahora hay que plantear por donde empezar, quizás en la comisaría del sheriff puedan decirnos algo ¿Que os parece?-

Bajo del vehículo, estiro un poco los músculos y me coloco el sombrero… -que pueblo más peculiar…. interesante- …dije admirando las construcciones.

Luego escuche a mis compañeros y añadí… -me parece bien señor Hicks, un poco excesivo sin saber aún que ocurre, pero nunca está de más ser precavido- …me acerqué al maletero para sacar mi equipaje y mientras comentaba sobre lo que había dicho Duncan… -Es un buen sitio para ir a investigar, si hay una secta en el lugar, ellos deben tener alguna información, también sería interesante buscar en la prensa local, las sectas siempre son noticias y más aún en localidades pequeñas, descartaría preguntar directamente a los lugareños, ya que por lo visto, no les hace mucha gracia la gente de fuera, es por esto último, que pienso deberíamos primero alojarnos en esa especie de hotel, no es lo mismo llegar e ir a preguntar, que llegar alojarse y dar una mejor impresión…. Ya sabéis el dicho…. La primera impresión es la que cuenta- …termino con unas escuetas risas.

Edgar para su camión justo detras del 4x4. Le gustaba conducir y no se canso excesivamente, su trabajo le permitía estar acostumbrado a moverse de un lado para otro siempre intentando llegar a tiempo de ayudar a la gente. Se bajó del vehiculo y observo el edificio que tenía en frente y como los lugareños huían de los "extranjeros".

Bueno parece ser que este sera el lugar donde nos alojaremos, no creo que el pueblo tenga mucho más. Por otro lado creo que lo mejor hubiera sido llegar por separado, esta gente sera muy cerrada y un grupo tan nutrido de extraños les hara ser muy suspicaces, creo que si queriamos no despertar sospechas lo estamos haciendo mal.

Tras escuchar las palabras de sus compañeros, Edgar movió con gesto negativo la cabeza.

Estare de acuerdo con ustedes si asi lo deciden pero, me parece un tanto excesivo las acciones del señor Hicks, este no es el lugar para discutirlo, pero señores si piensan que con esta actitud conseguiremos algo de la gente de aqui estan muy equivocados. Como dice el Sr. Hicks, deberiamos registrarnos en el Hotel y alli decidiremos que hacer. Yo tengo alguna idea ya en la cabeza, pero sinceramente creo que si pudiera tomarme un cafe bien cargado y saborear un poco de tabaco, lo agradeceria.

 Bajé del camión y me cubrí los ojos con la mano. Como ratón de biblioteca que era hoy en día estaba poco acostumbrado a pasar esta hora del día en la calle. Me coloqué el gorro para protegerme la cabeza del sol, el pelo ya no me abundaba tanto como en mi juventud.

La calvicie ya se está volviendo un problema... tendré que tener cuidado si no quiero quemarme la cabeza.

Caballeros, debo admitir que concuerdo con Monsieur Price, la calle no es el lugar para discutir sobre.. -miro a los costados, asegurándome que nadie nos estuviera escuchando, cuando veo que nadie está lo suficientemente cerca continúo- ... sobre sectas. Deberíamos ir al hotel, pedir unas habitaciones y hablar en privado con algo para tomar y fumar de por medio, después de todo, no sabemos nada sobre este lugar ni sus habitantes

Edgar decide cortar la discusión por la vía rápida. Se dirige directamente hacía la tienda-hotel-restaurante, que teinen enfrente, dispuesto a encargar habitaciones para el grupo.

No me parece ese el mejor lugar, para pasar desapercibidos, pero si no hay ningún otro hotel, nos alojaremos en este, espero que tenga las habitaciones suficientes.

El profesor escucha a los presentes con atención y al ver como Edgar toma la dcisión y sale disparado hacia el hotel, él decide imitarle y salir tras sus pasos, a la velocidad que su cojera le permite, claro está.

- Bien, veamos a donde nos lleva todo esto Edgar- Le dice mientras caminan hacia el hotel.

Al entrar en la tienda(centro social del pueblo) , lo primero que os llama la atención es la poca iluminación del interior, parece mentira que en un sitio con tan poca luz ya de por sí, como es esta zona boscosa, encima los lugareños se empeñen en construcciones con ventanas pequeñas tapadas por veluxes metálicos de rijlla.

El interior se asemeja a cualquier cafetería de carretera americana, anchos asientos de cuero rojo descoloridos por el paso del tiempo, a los lados de mesillas metálicas incrustadas al suelo, de frente un pasillo que conduce a otra estancia, a su derecha una larga barra con taburetes del mismo rojo que los sofás. Al fondo de la barra hay una puerta abierta a través de la cual se puede ver una pequeña tienda con estantes de madera llenos de latas de conservas y demás.

El bar está completamente vacío, ni en las mesitas ni en la barra hay nadie, por no haber no hay ni camarera...

No habíamos terminado de decidir cómo actuar, cuando Edgar, diligente, puso rumbo hacia dentro del comercio… -curiosa forma de actuar, efectiva pero poco cooperativa-.

Ya que íbamos en grupo, deberíamos actuar como tal, así que sin pensármelo mucho mas decidí seguir a Edgar y Duncan hacia el interior del establecimiento… -pues nada, miremos si podemos alojarnos aquí-.

El lugar estaba un poco descuidado y muy mal iluminado, aunque tampoco había mucho que ver. Una cosa es que estuviera vacio, pero otra muy distinta que estuviera abierto y sin atención… -debe estar en la cocina o atendiendo otra parte de tan peculiar y múltiple comercio- .

La puerta al fondo de la barra parecía llevar a otro establecimiento… -quizás haya alguien en aquella tienda- …dije señalando la puerta y acercándome hacia ella.

Al llegar me asomo ligeramente… -¡Hola!...... ¡buenas tardes!.... ¿hay alguien?- …digo mientras hecho un vistazo al interior de la sala.

Edgar observó como por fín uno de los compañeros se decía a seguirle, entraron juntos en la tienda, pero no encontraron a ninguna persona que les atendiera directamente. Nelson a voces empezó a solicitar la presencia del dependiente o el dueño, mientras que Edgar inspeccionaba detenidamente lo que había en la tienda y si en la barra del bar hay restos de presencia reciente.

Un muchacho asoma por detrás de una de las estanterías de la tiendecita,

- ¿ Puedo ayudarles en algo ?

Duncan observa extrañado el desierto local hasta que la voz de un joven atrae su atención. Mientras el resto de sus compañeros examinan la sala el profesor se adelanta apoyándose en su baston hacia la estantería.

- Hola joven, pues la verdad es que si, estamos buscando donde alojarnos en el pueblo- Responde estudiando al chaval.

os mira extrañado a la par que sonriente - Caballeros, han venido al lugar adecuado. Este es el mejor motel de todo Desmond, bueno... y el único- os guiña el ojo. El chico se os antoja dicharachero y con el despiste propio de la adolescencia. - Además como pueden observar- señala las estanterías- vendemos casi de todo y ya habrán visto que también servimos café y una tarta de cerezas exquisita me atrevería a decir.- Os mira con curiosidad - No se ven muchos forasteros por aquí.

El chico parecía afable o al menos esa fue mi primera impresión…  -que suerte haber parado en el mejor motel y encima con tan buena recepción- …digo sonriente.

-No me quedare sin probar esa tarta de cerezas tan bien vendida, acompañada de un buen café- …digo mientras tomo asiento en la barra… -ya traía un poco de apetito por el viaje, además, si tan pocos forasteros pasan por aquí, no creo que me quede sin habitación por tomar un tentempié-

-¿De verdad pasan tan pocos forasteros?, alguno vendrá de vez en cuando ¿no?, por algo hay un motel ¿no?- …pregunto con disimulo, como dándole poco interés a la pregunta.

hace un gesto al resto del grupo mientras sigue con la mirada a Nelson que va a la habitación contigua y se sienta en la barra - ¿ Quieren tomar algo ustedes también ?- y sin esperar respuesta acude al bar, cruza la barra y empieza a trastear con los cacharros mientras comenta -Este Motel lleva aquí desde... pues diría que desde tiempos de mi abuelo Jacob. Antes sí venía mucha gente pero después de todo aquello del bosque ya no viene nadie.

Me mantuve en silencio hasta ese momento desde que se había decidido entrar al hotel, sin embargo las últimas palabras del joven que nos atendía llamaron mi atención y -sin dudarlo- también la de mis compañeros. Aun así no quise apurarme a presionar con preguntas que podrían levantar sospechas y decidí dejar eso a alguien más apto para ese trabajo.

Yo también aceptaré una buena porción de pastel, debo juzgar por mi mismo si realmente es tan bueno. Si es posible preferiría también una taza de té. 

El joven parecía contento de tener clientes. -Por su actitud parecería que realmente pasan pocas personas por aquí...

Edgar estaba observando lo que se vendía en la pequeña tienda, cuando apareció el joven que se encargaba de la recepción del Motel, escucho lo que les decía a sus compañeros y como les ofrecia una aparente hospitalidad. Durante varios minutos más se quedo mirando las estanterias de la tienda por si encontraba algo de interes.

Al entrar en la recepción del Motel donde se encontraban sus compañeros y el recepcionista, Edgar pudo observar que solo era un chiquillo.

Gracias por la tarta, pero con una taza de cafe sera suficiento joven, que suerte que hemos tenido si dispones de habitaciones. Venimos de la ciudad en busca de aire libre y naturaleza salvaje. Que nos puedes recomendar tu de esta zona, estoy seguro que la conoceras perfectamente. Edgar se sentó en la barra juntos con sus compañeros de aventura.