Partida Rol por web

Bardas te abraza y le hace unas señas a Erick que tu no ves. Se sienta en la cama y hace que tu te sientes dandole la espalda aun penetrada por el. Te pasa el brazo izquierdo por detras sujetando tu pecho derecho y rozando el pezon del otro con su brazo.

Erick se pone de rodillas ante ti y empieza a penetrarte mientras Bardas desde su posicion acaricia tu clitoris con su mano libre al son que mueve sus caderas. Erick comienza a dejarse llevar y sus embestidas unidas a las caricias de Bardas te ofrecen lo mejor de cada uno de ellos. Demasiado placer para un cuerpo mortal.

- Joder nena... correte conmigo... - te susurra desde atras Bardas aumentando mas el ritmo y los jadeos, miras a Erick y ves como te asiente señalando que ya no aguanta mas sin correrse tampoco, y sus embestidas comienzan a ser animales, brutales...

Ya no podía soportar más, aquello era demasiado para poder aguantar más tiempo y más, viendo así a ambos, dándomelo todo para que mi placer fuera absoluto así que escuchar las palabras del uno y ver la cara de placer del otro, simplemente hizo que mi grado de excitación llegara a un punto al que no había llegado nunca.

- joder.. no puedo.. - Y mis palabras de nuevo volvieron a convertirse en un gemido, aunque aquel gemido fue prácticamente un grito de placer incluso hizo que me doliera la garganta. Mi cuerpo, comenzó a temblar entre ambos hombres a hacer que me convulsionara entre ellos como si fuera una muñeca que en aquel momento, no podía dejar de gritar, moviendo mis brazos para buscar a lo que agarrarme porque ahora sí que pensaba que me caería de donde quiera que estuviera, pues en aquel momento no sabía ni donde estaba.

Los tres perdeis la nocion del tiempo y solo parais cuando ya no podeis ni teneros en pie... No queda ningun rincon de la habitacion y el baño sin que recorrais y experimenteis, cuando uno tiene que "reponerse" el otro sigue dandote sin descanso haciendote que llegues al borde de la ofonia de tanto gritar y gemir.

Erick esta dormido boca abajo a tu izquierda con un brazo acariciando tu vientre y Bardas a tu derecha te abraza de forma protectora como queriendo reafirmar que eres mas "suya".

Extenuada sería poco para decir lo cansada que estaba en aquel momento, me dolía hasta el alma pero aún así, estaba tirada en la cama, apunto de quedarme dormida con una increíble sonrisa en el rostro.

Erick ya se había quedado dormido y mi cabeza, no sin su consiguiente esfuerzo se giró para mirar a Bardas, quien me abrazaba de forma que quería reafirmar el hecho que era suya, cosa que seguía siendo así a pesar de todo.

Me moví un poco para no despertar a Erick y acerqué mi cabeza al rostro de Bardas, para darle un beso con todo mi cariño, como queriendo que así supiera que por mucho que pudiera estar con los dos, le quería a él.

- Te quiero Bardas.. - susurré de forma muy suave en su oído y luego, me acomodé para dormir, porque no creía poder tener los párpados abiertos durante más tiempo.

Duermes mas placidamente que nunca, tus sueños son relajados tranquilos y cuando despiertas estas sola en la cama, te duele todo el cuerpo pero aun asi esa sonrisa sigue en tu rostro.

Cuando bajas ves en el sofa tomando cafe a Bardas y Rash, se rien y comentan cosas que aparecen en la tele de forma divertida, riendose y dandose golpecitos entre ellos, como si fueran amigos de la infancia vamos.

Al abrir los ojos y ver que ninguno de los dos estaba en la cama pensé que simplemente era que ahora no querían verse el uno y el otro y que cada uno estaría en una punta de la casa o algo así, aunque no me preocupé lo más mínimo quizás porque me dolía un poco demasiado todo, pero estaba tremendamente contenta aquella mañana.

Me quedé un poco en la cama, recordando todo lo que había pasado aquella noche y al final, con un suspiro me levanté, sonriendo aún más ampliamente al ver que estaban los dos en el sofá.

- Buenos días! - dije desde la puerta viendo a ambos como si fueran muy amigos. - ¿ May está aún en la cama o ya se ha ido al cole? - Pregunté para ir a despertarla y desayunar con ella o para simplemente ir yo a por café.

- May esta en el cole, no puede faltar mucho ademas no creo que ninguno tengamos fuerzas para cuidarla hoy - Comenta Erick con una sonrisa mientras se levanta para darte un afectuoso beso en el pelo e ir a la cocina a llenarse la aza con cafe y coger otro bollo relleno.

Bardas te mira con una sonrisa desde el sofa esperando que te acerques.

Te lo parece a ti o esta reaccion es demasiado... ¿buena?

Puse morritos cuando escuché la respuesta de Erick, porque me apetecía un montón achucharla y ver su sonrisa aquella mañana, pero tendría que esperar a que volviera para poder hacerlo.

- Yo siempre tengo fuerzas para cuidar a mi niña, aunque tenga que arrastrarme por casa.. - dije mientras Erick se iba a la cocina de nuevo.

Me acerqué a Bardas y con un soberano esfuerzo me senté sobre sus piernas y le besé, aunque en mi expresión se vio que me dolía todo el cuerpo al sentarme.

- Estoy muerta.. - dije cerrando los ojos y apoyando la cabeza sobre él. - Y tengo un hambre que me comería.. una vaquita.. - lo de vaquita lo dije imitando la voz de May, ya que me acordé del día que llegué a esta casa.

Bardas te rodea entre sus brazos y Erick llega ocn una bandeja, con mas cafe, zumo y bollos. - Toma, con esto se te pasara el dolor, es un analgesico fuerte - Dice dejando una pastillita al en la bandeja tambien y dejandose caer de nuevo en el sofa. Aun en el regazo de Bardas notas como Erick coge tus pies y comienza a masajearlos.

Eric ha puesto proteccion visial en el jardin asi que por la tard epodemos bañarnos con la nenita en la piscina si quieres - Te comenta comiendose un bolla y acariciandote la espalda.

Levanté la cabeza cuando escuché a Erick.

- Ohhh joder qué hambre tengo.. ! - Dije después de que mi estómago sonara de forma casi atronadora, lo que ellos pudieron escuchar con claridad.

Miré a Erick cuando me cogió los pies y luego a Bardas como si no entendiera demasiado bien qué era lo que estaba sucediendo, pero no dije nada y dejé que me mimaran. Era como estar en el paraíso, sin duda, aunque un poco más dolorida.

Me tomé aquella pastilla y luego eché mano al café, lo que sabía realmente bien a esas horas.

- Como me sigais mimando así me malacostumbaré en seguida.. - Y con una sonrisa, me puse a desayunar.

- ¿ Qué ha puesto protección de qué? ¿ Tienes piscina? Ni me había enterado.. nunca me he bañado en una..

- La proteccion visial, es una proteccion generada por un campo de energia que no pormine que nada del exterior vea el interior - Te explica Erick apretando un poco mas tus pies - Si no te mimamos nosotros  ¿Quien lo va hacer? Te pregunta con una sonrisa enorme en el rostro, realmente los ves mas contentos que nunca.

- Aaaah - dije como si fuera una niña a la que la están explicando algo en la escuela, aunque la niña ya se había terminado un café y se sirvió otro mientras prácticamente devoraba todo lo que había en la bandeja, aunque era normal después de aquella noche, tenía que reponer muchas fuerzas.

Estaba aún un poco perdida por su comportamiento, el de ambos.

- Creo que me he perdido alguna cosa entre vosotros.. - dije como un poco mosca por todo aquello, pero me encogí de hombros. Verlos así me hacía sentirme más feliz aún. - Aunque no quiero saberlo y mimadme.. si yo me dejo..

Me eché a reir por mis propias palabras, aunqque era totalmente cierto, estaba tan increiblemente agusto que en cuanto acabara de desayunar cerraría allí mismo los ojos y me volvería a dormir.

- Hemos decidido que sois nuestras - dice Bardas sin mas con su tipico tono jocoso. Erick se rie y se explica mejor - Todos lo hemos pasado mal, y May nos necesita a todos, tu nos necesitas a todos y nosotros necesitamos verte feliz, yo no dejare de amarte si no deje de hacerlo en estos quince años, Bardas lo mismo en sus seis, asi que... Preferimos olvidar todo tapujo y simplemente disfrutar del tiempo que tengamos. - Comenta tocando un punto de tu pie que te relaja enormemente.

- Ah bueno, pues si los hombres han decidido que las mujeres seamos suyas.. no se hable más.. - Respondía  Bardas con su mismo tono que sabía que encima le gustaba que utilizase.

Luego me quedé un poco en silencio, mirando a Rash como si me estuviera contando un cuento aunque acabé suspirando y terminándome el café antes de añadir nada más.

- Y entonces yo.. ¿ tengo que hacer algo? No sé creo que voy a necesitar tiempo para acostumbrarme a esto, no a los mimos por supuesto.. Rash por favor, vas a conseguir que me duerma..

Me acurruqué con una sonrisa en los labios y cerré los ojos, ralajada y son duda, feliz, incluso con cara de angelito en aquel momento.

- Despertarme antes de que venga la peque.. - dije bostezando después aunque en seguida sonreía de nuevo con los ojos cerrados.

- Tienes que hacer lo que quieras nena, no queremos que te guardes nada, ni que reprimas nada - Comenta achuchandote entre sus brazos para finalmente susurrarte - Eso si... solo te comparto con el mocoso... - Dice en tono medio e broma medio en serio mientras acaricia tu pelo.

La pastilla que tomaste hace efecto y deja de dolerte todo, te sientes bastante bien y duermes una peuqeña siesta entre los brazos de Bardas mientras los oyes comentar algo de unos partidos d eun juego que no te suena de nada.

Moví la cabeza sobre el cuerpo de Bardas, como si fuera una mullida almohada que amoldar a mi cabeza y antes de lo que quise darme cuenta, estaba durmiendo apaciblemente quizás, más tranquila y feliz de lo que lo había hecho nunca.

Me sentía muy agusto y querida y después de todas mis preocupaciones y lo mal que lo había pasado, no me importaba nada tener que vivir recluída en aquella casa mientras los tuviera a ellos y a mi pequeña a mi lado.

Cuando me despertaba un poco escuchaba como ellos seguían charlando sobre no sé qué deporte y mi sonrisa se ensanchaba más para volver a descansar otro rato, recuperando el sueño y dejando que mi cuerpo descansara que después de tanto movimiento, me hacía muchísima falta.

Cuando vuelves a despertar no oyes mas que la tele y los latidos del corazon de Bardas, con una mano sigue acariciando tu pelo y al ver que abres los ojos te sonrie - Buenos dias princesa... Erick a ido a comprar y May llegara en un rato... - Te susurra explicanodte que estais solos.

- ¿Como te encuentras? - te pregunta, y sabes que por la entonacion no se refiere a solo fisicamente, despues de todo lo sucedido desde que os fuisteis d ela tierr ay lo de ayer por la noche, se le nota algo preocuado por ti.

Volví a sonreir en cuanto abrí los ojillos y estiré un poco los brazos para estirarme mientras bostezaba, ya que aquella siesta después del desayuno me había sentado increíblemente bien.

- Buenos días. - Susurré para luego darle un suave beso. - Qué bien me ha sentado dormir un rato! Me he levantado hasta cansada pero ahora estoy como una rosa. Estoy bien, habeis conseguido que me olvide de todo lo que me ronda por la cabeza con tanto mimo.. Con vosotros, el día que Erick encuentre una cura para May, seré la mujer más feliz del mundo aunque no pueda salir de casa o tenga que hacerlo con un collar de perro..

Mi tono de voz era optimista y mucho, al menos, había dejado de lado el verlo todo tan negro. Era increíble lo que podían cambiar los ánimos de una persona..

- ¿ Y tú qué tal estás? Te noto preocupadillo..

- Nena... He pasado los ultimos años picando piedra y sindo machacando en cada combate... te aseguro que yo estoy mejor que nunca... - Susurra dandote besos cortos por el cuello - Solo... que tras lo de anoche, tras lo de Paulus... estoy preocupado por ti... nada mas.

- ¿ Estás preocupado por mí por de lo anoche? - Pregunté. - Puedes estar preocupado por cualquier cosa menos por eso cariño, yo anoche me lo pasé muy bien.. - Mi sonrisa de volvió pícara unos instantes mientras le miraba. - Supongo que lo que no esperaba era encontraros tan bien el uno con el otro después de notar que te pusiste un poco celoso.. pero veros llevándoos así de bien me hace muy feliz.

Besé su cara para luegoa cariciar su rostro con el mío, queriendo darle todos los mimos que me apetecía que tuviera.

- Por Paulus, bueno, no esperaba volver a verlo, pero él no me ha visto a mí cuando estuvo en casa buscando a Erick por lo de " su negocio ", bueno, por tu compra.. Creí que era mejor esconderme y que siguiera creyendo que no existía.. Además, tu hija le cerró la puerta en las narices.. - Me reí al recordar el comportamiento de May.