a ti shadowmancer de ahi lo de Tras acabar de relajarse, Vortex se dirigió a la pareja. Cuándo llegó, su mirada se postró friamente en Shadowmancer. XD
El hombre hace una seña rápida a los demás, que se alejan unos pasos. Se encoje de hombros y se acerca a tí... puedes sentir el calor de su cuerpo, sudado... evidentemente está en excelente estado físico, y acaba de estar haciendo pesas.
- Bueno, hoy no me molestaría divertirme un rato, y tal vez sacarte unos dólares... te señala una mesa, se sientan y uno de los muchachos le trae un maso de cartas, mezclándolo. Siempre y cuando no estés buscando problemas, claro. Su voz deja claro que con poco, puede romperse la tranquilidad de sus maneras.
- Oí lo de Trix, sí... estaba en mi pabellón. El plateadito lo dejó seco en las duchas, eso dicen.
No, los guardias están lejos.
Nada de problemas - añado con tranquilidad - Nunca está de mas divertirse un rato. Y si que fue un asunto extraño lo de Trix. Sin duda, ese "plateado" parece un tipo peligroso. ¿Te llevabas bien con Trix? Parece que era un tipo interesante y peculiar...
Quiero intentar ganarme, en la medida de lo posible, la confianza de este tipo y tenerle contento. Así que, suponiendo que el tipo no sea un excelente jugador de poker, procuraré, sin que se note, perder muchas mas partidas de las que ganaré (tampoco voy a perderlas todas para que no se note mucho).
- Psé, era un tarado. Pero un tarado simpático. ¿No tendrás un cigarrillo, verdad? dice mientras su compañero reparte las cartas.
Terremoto no es el hombre más brillante del mundo, ni mucho menos.
Tira 1d10, a sacar menos que tu Mente, 8. La diferencia será el nivel de éxito.
Ya veo, no parecía mal tipo y decían que tenía buenos contactos, aunque aquí se dicen muchas cosas ¿Tu crees que era cierto?
Tirada: 1d10
Motivo: Mente
Dificultad: 8-
Resultado: 6 (Exito)
¿Tengo cigarrillos? Si tengo, le doy uno.
Por suerte, en el sector de los Supers los guardias son más amistosos y te abastecen de cigarrillos. Le das uno al preso.
- Gracias. Te tiende la mano, la estrecha con fuerza. Me dicen Terremoto, por cierto. Tu eres... el Guardián, o algo así? Todos los nombres de los "héroes" son básicamente iguales, muy aburridos. Sonríe.
- Como dije, no era malo, solo un poco... lento, dice señalándose la cabeza. Traía mercancía, no decía cómo, no le preguntabas cómo. Pero algún día esa boca, esos modales, lo iban a meter en problemas.
Señala a Tank. ¿Ese tipo? No te metes con alguien así si no tienes alguien poderoso que te proteja. Mierda, aún si alguien te proteje, no te quedas a solas con él. Se inclina hacia adelante, mostrando una buena mano de poker, ciertamente mejor que la tuya en este momento. Es malo. Es problemas. Aléjate de él, hay mejores formas de morir.
Shadowmancer se queda quieto, observando al egipcio y al gigantón de acero. Alza las cejas y su boca se transforma en una linea inexpresiva.
"mmm, alguien se despertó de mal humor, hoy ¿no?"
Me río ante el comentario acerca de los nombres aburridos de los héroes.
- No te falta razón. Puedes llamarme Maxwell - le digo mientras nos damos la mano - Y es, cuanto menos, curioso lo de la mercancía ¿De donde la traería? pero en todo caso, puede ser preocupante ¿No? Ahora que el no está ¿quien la traerá? - Cuando Terremoto señala a Tank, me limito a continuar observando mi mano, no me han tocado buenas cartas - Sin duda es peligroso enfrentarte a gente como esa, no se que le pasaría a Trix para llegar a esa situación. Aún así no me intimida, llamame loco si quieres, pero hace tiempo que esa gente dejó de causarme miedo - Mirando la mano que le enseña Terremoto - Vaya, parece que esta vez me toca perder. Veamos si en la siguiente me sonríe la suerte.
—Precisamente —concedió Down, mientras movía el caballo a su derecha a una casilla adyacente al peón que acababa de mover—. Nadie pone atención a los don nadie y es por eso que pueden escuchar conversaciones privadas y escabullirse en lugares restringidos sin que nadie lo note o le de importancia. Creeme, ese chico tiene mucha información y buenos contactos —se inclinó hacia delante y miró a Alexander a los ojos—. Algo raro está pasando en este jodido lugar y voy a averiguar qué es.
Alexander mueve una casilla el peon que está frente al alfil del lado del rey.
- Yo tambien creo que aquí estan pasando cosas. Se nota en el ambiente como se enredan los hilos de varios titiriteros.
Mira fijamente a Down pendiente de su reaccion
- No se donde está Jin.
Dos guardias entran en el pabellón, llevando a un muchacho de largo pelo negro de los brazos. Sin muchos miramientos lo sueltan con fuerza, el muchacho cae fuertemente al piso mientras grita: - Yo solo estaba en el taller, me quedé dormido, lo juro!
El muchacho se levanta del suelo, sacudiendo sus pantalones y sobándose el dolorido codo. Se arregla la coleta, y levanta la vista. Lleva una gran sonrisa en su cara.
Tras observar la escena, me dirijo a Terremoto.
- Vaya, menuda forma de montar alboroto... ¿Sabes quien es ese tío?
El grandulón se rie sonoramente. Un pequeñajo de mi Sector, el Sector D... amigote del soplón de los polis, el vejete aquel, señala con el dedo a Alexander.
Dos presos, uno cubierto de tatuajes y otro flaco, alto y siniestro, se acercan a Tank.
El tatuado le dice, con marcado acento italo-americano: Oye, espejito... tienes un segundo? Para hablar con hombres de verdad, no con mogólicos o deficientes mentales. Mira con fijeza a Vortex y a Shadowmancer; una mirada que dice no me voy con vueltas, así que mejor te callas.
El alborto a sus espaldas hizo que Down mirara hacia atrás por encima de hombro. Una sonrisa se dibujó en sus labios cuando reconoció a Jin, que acababa de entrar en el gimnasio, escoltado por dos guardias. Se volvió hacia Alexander.
—Hablando del diablo. ¿Puedes creer mi suerte?
Se dio media vuelta y gritó a los guardias.
—¡Hey! ¡No llenéis el jodido gimnasio de basura!
Jin dirigió su mirada hacia ella, como había previsto y la pelirroja le sonrió a modo de saludo.
Down se puso de pie y se desperezó despreocupadamente. Se inclinó sobre el tablero y volteó a su rey, empujándolo con el dedo.
—Tú ganas, Alex. Como dije: Eres muy bueno. Espero tener más suerte la próxima.
Le guiñó un ojo y se puso a pasear por el gimnasio parsimoniosamente, mirando a un lado y a otro con expresión aburrida. Cuando pasó junto a Jin, le miró de una manera significativa y continuó caminando hacia un rincón del recinto.
A eso llamo yo un “Preso ex machina” XDDDDDD
Master: No me voy a arriesgar a inventar un lugar relativamente resguardado en el que Jin y Down puedan hablar. Lo dejo en tus manos, si es que un punto así existe. Si no, se juntan en algún lugar apartado.
Alexander recoge y coloca las piezas luego hace una señal a los presos que esperaban para jugar y se retira a beber un vaso de agua de un dispensador que hay cerca. Mientras, observa atentamente a todos los presos sin mirar nunca a la señorita Cage o a Jin
Justo cuándo Vortex intentaba tener una "audiencia" con tank, y mientras el soplon re mofaba a su manera, 2 presos más se acercaron pensando que podían hablar cómo quisieran y cuándo quisieran..
Vortex, reaccionó rápidamente, agarrando a uno de los presos por el cuello, levantandolo del suelo sin problemas. Con un tono osco, seco y gutural, cómo venía siendo habitual en la voz del egicpio, habló a los entromentidos.
Oye basura, te voy a decir dos cosas que espero que aprendas bien hoy, la primera, es que ya no estoy drogado, y la segunda es que no tengo paciencia, asi que largate o muere cómo la escoria que eres.
Vortex lanzó una cruda y fría mirada al otro preso que se había acercado también.
Te arrancaré la vida con mucho gusto, nenanza.
El compañero siniestro del tipo musculoso, ante la explosiva reacción de Vortex, se encoge de hombros y levanta las manos. - Hey, hey, tranquilo macho, que solo queremos hablar de negocios... si es un mal momento para tí, será después.
Toma a Johnny por el hombro y la tranquiliza, llevándolo lejos del grupete. Mientras se alejan, mira por sobre el hombro, directo a Tank. Cuando termines, tenemos una propuesta. Una buena propuesta, para alguien como tú.
RZ intercepta a Down, la había visto antes, pero parecía ocupada y no quería hablar con ella. Ahora era el momento, se acercó a ella y no sabía que decirle, estuvieron a punto de meterla en el sueño en parte, por su culpa. Cuando la vió lo único que pudo hacer fué abrazarla.
-¿Como estás?-logró decir.