Partida Rol por web

Los guardias activan tus muñequeras, usando entre ellas una cuerda de aspecto impresionante, gruesa como tres de tus dedos, para unirlas en lugares preparados para ese propósito.

Luego todo el grupete sigue a Tigre hacia un ascensor. En el mismo, Tigre usa su tarjeta para dirigirlo hacia el Sector Confinamiento, un sector como los demás funcionalmente, pero reservado para aquellos presos peligrosos o castigados al aislamiento.

Vortex deambuló un poco, por los pasillos, entre los presos. Algunos le empujaron, otros se burlaron; para el egipcio era como si estuvieran en otro mundo, concentrado en sus problemas actuales.

Algo en su cerebro le decía que eran hormigas. Tal vez lo eran.

No podía, sin embargo, apartarse de la mente la imagen del villano capturado, ese tal "Cosmos". Como si lo conociera de algún lado... como quien conoce a un compañero de colegio, no demasiado brillante, a quien hay que hacerle la tarea.

Sus pasos lo fueron llevando hacia un rincón, donde 5 presos jugaban a adivinar de qué cara caería un extraño dado de más de seis caras. Uno de ellos, un tipo más bien flaquito y con lentes, parecía estar contando una historia, y los otros rítmicamente arrojaban el dado y reían, o se lanzaban pullas. Algo sumamente extraño, pensó Vortex.

Miro el sitio donde me toca ir y suspiro.

Vaya por Dios...puedo preguntar cuanto tiempo me toca aquí?.

- Eh, vos! Le dijo de repente una voz a su espalda. Se dio vuelta, para encontrar a un preos bajito pero increiblemente fornido. Vos estabas con los hijos de puta que le pegaron a Cuervo, no? Otros dos presos a su espalda lo corearon, asintiendo. Vos sos amigo de esos, no?

Con un empujón te hizo retroceder un paso. Su cabeza llega apenas a tus pectorales, pero su ego, evidentemente, es mucho más alto.

Tigre mira a Yunque. Siempre habla tanto?

Yunque se encoge de hombros. A veces hasta pareciera que dijera cosas coherentes.

Un guardia se ríe. La puerta del ascensor se abre.

El sector de confinamiento es como cualquier otro, un gran lugar con forma de cabeza de flecha. Cada celda, sin embargo, es una unidad sellada diseñada para contener al preso más peligroso, en total oscuridad ó cualquier otra condición que sea incómoda para el preso según sus preferencias.

Tigre manda marchar a los guardias con una seña. El ascensor desaparece, dejándolos a los tres (Yunque, él y tú) a solas. Abre una celda, y el interior es casi una oficina, completa con sillones, mini-congelador, televisor.

Yunque pasa, toma un paquete de cervezas de la heladera, y se sienta. Tigre se sienta también, toma una cerveza, y te dice: Cierra la boca que te van a entrar moscas. Te gusta nuestro lugar de recreo?

Cierro la boca como me dice mientras miro a nuestro alrededor con cara de flipado.

La leche...como tenéis montado esto...solo os falta el espejo en el techo y unas titis y tenéis el picadero perfecto.

Me siento en un sitio donde no moleste y tomo una de las cervezas.

Dios...cerveza fría. En serio que hasta ayer creí que no la probaría nunca mas.

Te arroja una cerveza. Yunque mantiene la cara de embobado.

- Sé que hiciste un buen papel el otro día. Es un buen primer paso. El segundo, es que nos tengamos confianza. Si yo confío en tí, tú confias en mí... hace un círculo en el aire con el índice... todos somos felices.

Se desparrama en el sillón. Supongo que como puedo partirte el cuello en cualquier momento y lo único que va a pasar es que me den una medalla mientras transmite la CNN, es más difícil que yo me gane tu confianza. Así que dispara, vaquero: qué dudas tienes de todo esto?

Doy un trago de la cerveza y le escucho mientras habla.

Dudas?...me encojo de hombros. Yo no tengo dudas tío...me metí en una banda para follar, poder tener cosas guapas y matar gente. Si aquí puedo hacer lo mismo me parece un sitio igual que cualquier otro para vivir. Y quien sabe...quizás con el tiempo me reforme y me den un indulto para ser uno de los guardias.

Sonrío mientras bebo un trago mas de cerveza.

La única duda es...hay posibilidad de sexo heterosexual en este tinglado?.

- Yo no quiero molestarle en su trabajo, ni mucho menos, pero todos sabemos lo quisquilloso que es el doctor, y aunque seamos presos aún tenemos sentimientos ¿Me entiende?

Tan solo quiero ver a un amigo que está herido...

Era un gran héroe que luchaba por la justicia y de repente mi vida se ha ido a la mierda, no creo que sea pedir tanto que se me permita venir a visitar a un amigo herido.

No voy a tardar practicamente nada, no creo que sea peligroso ni comprometido para usted, oficial. Así que, por favor, déjeme pasar...

Shadowmancer estira sus brazos en un gesto de despereza mezclado con alegría. 

"Muy bien caballeros, estamos los tres solos y podríamos aprovechar para tener una charla un poco mas... íntima..." Señala con la cabeza un sector apartado, entre dos celdas. Uno de esos sectores en los que se encaja una celda. "¿Qué les parece?"

—Un amigo mutuo, creo —respondió Jin, mientras tiraba de la mano de Down, conduciéndola hacia el pasillo—. ¿Podemos irnos? Tipos como este Tank me ponen... nervioso.

Down meneó la cabeza con incredulidad.

—¿Tankíe te pone nervioso? ¡Por favor! Si es un dulce. Sólo quiere follar menores de edad y matar a algún tío de tanto en tanto. ¿Y quién no?

Jin parecía muy nervioso, pero Down decidió que aquel no era el mejor momento para interrogarlo. Mientras se internaban en el pasillo, rumbo a la sala de reunión, trató de atisbar, entre la multitud de presos, al hombre que lo había inquietado. Se preguntó si le reconocería.*

Cómo era de preverse, Rote decidió seguir la línea recta y le preguntó a Jin qué le preocupaba. Él esquivó la pregunta, afirmando que se trataba sólo de un presentimiento.

—Cálmate Rote — Down trató de tranquilizar a su susceptible amiga—. Si no jodes durante al menos una hora te consigo una cita con Shadowmancer. ¿te parece?

Sentados en la sala, observaron la presentación de un preso que se dirigiría a la concurrencia, para hablarles sobre el camino de la reformación. Jin les informó en voz baja que no se trataba de otro que Gear.

Down se llevó ambas manos a la boca y apenas pudo contener una carcajada.

—¿Se supone que tu amigo el fabricante juguetes es nuestro preso modelo? —le preguntó a Jin, cuando pudo superar el ataque de risa—. Ya me cae bien. Definitivamente tienes que presentármelo.

Se repantigó en el asiento, con las manos detrás de la cabeza.

—Creo que me voy a cagar de risa esta tarde.

Vortex salió del ensimismamiento carácteristico, cuándo uno de los presos intentaba empujarle. La diferencia de tamaño era colosal, al igual que la fuerza, pero aquel preso los tenía cuadrados, eso, o estaba totalmente loco.

No se quien es ese cuervo, y vuelve a tocarme y desmembraré tu cuerpo al igual que si fueras un pollo. Malditas hormigas.....dejad de meteros en mi camino, sólo sois un estorbo, y me daría igual mataros a todos. Vortex chasquea el cuello, haciendo gala de su musculatura perfecta, y liberando la tensión acumulada tras el gimnasio.

Y bien, hormiga, que es lo que harás ahora, retrocederás cómo el cobarde que eres delante de tus coleguitas, o te enfrentarás a una muerte segura? Recuerda, que yo estoy aquí de por vida....

Al llegar al sector, escucho los comentarios de Shadowmancer, pero antes de contestar, miro a ALexander... Gracias. viejo... NO era necesario, pero gracias... NO sabia que eras tan bueno peleando... Parecia mas calmado, y poco a poco, iba recobrando la compostura... PEro aun tenia esa sonrisa que indicaba que Alan, no era realmente Alan...

BUeno, creo que tenemos un rato antes de que llegue Olaff, asi que , de que es de lo que quieres hablar? James, Shadowmancer? quien eres ahora? jejeje

Asiento serio a Alan y sigo a Shadowmancer sin hacer ningun comentario

Shadowmancer condujo a sus compañeros al sector entre dos celdas, medio apartado. Se situó justo arriba de la plancha que tapa la tubería. "Muy bien amigos" dijo sonriendo y en un susurro aspero. "El destino quiso que finalmente podamos hablar los tres juntos... La cuestion esta, creo yo en que" *cough cough* tosio y se detuvo por unos minutos, miró al suelo y suspiró con el sonido semejante al de una uña raspando contra una pizarra. De repente se incorporó y se acomodó las ropas. "Perdon" volvió a hablar, ahora con un susurro más áspero "A vezzess passa..." Miró a Alexander "Mira, voy a sser ssinzzero... con mi amigo aqui" señalócon la cara a Alan "y el grandote azzul, el egipzzio, tenemosss un plan de esscape... tenemosss todo asssegurado y sssolo noss falta un pequeño essslavon en la cadena... algo en que tal vezzz tu nosss puedasss ayudar" Se detuvo por un momento. Su sonrisa se asentuó, volviendose en una parodia gris y sin sentido de una sonrisa normal "¿Qué dizzes viejo? Parezze que te vendría bien el cambio de esscenario trasss perder tuss privilegiosss de presso modelo..."

Tranquilo Shadowmancer, estamos en una de las prisiones mas duras y peligrosas del mundo, en la que un dia a alguien le falta un brazo y al otro muere uno en las duchas, una patada en la boca no va a dejarme sin mi condicion de preso modelo.

¿que es lo que tienes que decirme?

Tras la presentación el muchacho se sienta en un taburate alto, con la sonrisa amplia y radiante. Tendrá unos 20 años, evidentemente muy grande para el sector juvenil pero aún así pequeño para los "peces gordos" de la población general.

- Gracias, y siempre es un placer colaborar, en este caso para que todos, incluyendo los más chicos - dice mirando directamente a Rote y Down - puedan aprender de las experiencias de aquellos que hemos visto la verdad.

- La verdad del erróneo modo de vida que llevamos. Como les he comentado, los problemas de crecer --

Se acomoda en el asiento, mientras el guardia cambia de pie un par de veces. Disimuladamente, se va acercando a la puerta, hasta alejarse por la misma.

 Gear, quien conservaba la sonrisa mientras hablaba tonterías sobre padres que no lo querían, y demás, se lleva la mano al bolsillo y, con cuidado, saca una bola de papel higiénico que coloca sobre la mesa más cercana.

- Genial, tenemos una media hora mientras se fuma sus cigarrillos. Inmediatamente varios de los presentes se acercan a hablar con él, a dejarle pequeñas cosas y recibir, a cambio, los más bizarros artefactos.

El guardia no parece muy convencido, pero decididamente no tiene nada mejor que hacer, y el mismo esfuerzo de impedirte la entrada es demasiado para él.

- Te estaré vigilando, te dice mientras señala un pequeño monitor en el escritorio. Notas rápidamente que está en silencio, seguramente para no impedir observar con comodidad la tele.

- Más vale que no estés en este sector cuando vuelva el Doctor, entendido? te larga por última vez mientras te da la espalda, concentrado en el televisor.

Habres la puerta con rapidez y entras a la sala de internación. Solo dos camas están ocupadas: al fondo, una forma evidentemente femenina cubierta en vendas al 100% se agita levemente; ya la has visto en tus visitas a Down. Hoy parece más tranquila que lo normal.

En una cama más cerca de la puerta, conectado al suero, esposado y aparentemente dormido, yace Cuervo boca arriba. Su respiración es sibilante a través de los labios partidos.

El tipejo retrocede; asombrado. Deduces que ya alguna vez te increpó, o increpó al antiguo Vortex. No esperaba tu reacción.

- Hey, tio, estás hecho un machote! Perdona, perdona, sé que sos de los buenos tipos, no?

Intenta acercarse conciliador y amistoso. La sonrisa es una mueca, deformada por los agujeros de numerosos aros y piercings.

Algo en el tipo te repugna, pero te llama. Algo en su interior, como una afinidad con su ser. Sientes como si el núcleo de la desagradable sabandija, su escencia, llamara a algo escondido dentro de tí, algo chisporroteante.

# Ping ! Suenan tus muñequeras, como un aviso. Miras tus manos y vez un leve resplandor dorado en la punta de tus dedos, que remite inmediatamente. Las muñequeras han dejado de vibrar; seguramente has controlado el impulso a tiempo...