Partida Rol por web

Entro en la posada sonriendo mirando hacia un lado y otro buscando, doy una vuelta por dentro mirando a la gente parandome cerca de Yuno y Ethan, girando mi cabeza hacia ellos.

- ¿Como que enano?, a ver si los jovenes empezais a respetar a la gente mayor, y mas a un pobre viejo que viene de una dura jornada de trabajo en el campo, a ver si tengo que utilizar mi hoz en otros asuntos ademas de en mi trabajo, forasteros teniais que ser. Digo dirigiendome a ellos con el puño cerrado y moviendolo de un lado a otro.  A proposito, ¿no habreis visto por casualidad a unas criaturas de aproximadamente unos 20 cm por aqui?, me pongo el puño en la boca mientras toso, los llevo buscando todo el dia, esas criaturas me estan haciendo muchas diabluras, ya va siendo hora de que me dejen en paz.

Miro a Ethan descaradamente mientras murmuro en voz baja algo enfadado por ciertos comentarios.

La intensa luz le hace daño en los ojos, pero lo que más le molesta es el escozor de la sal que han dejado sus lágrimas de desesperación. Ahora solo siente un intenso vacío, un desasosiego que, unido a su desorientación, le hace estremecer y llevarse las manos a los antebrazos. Como si fuera capaz de hacerse entrar en calor.

Se sienta, apoyada de costado. Sentir el tacto de la hierba bajo su mano la desconcierta aún más. Debería sentir la fría piedra, el polvo, la gravilla, o quizás astillas de los muebles. Debería estar en el laboratorio derruido de su hermano, pero está en medio de ninguna parte, al aire libre, cerca de un bosque. En un lugar desconocido.

Se gira sobresaltada al darse cuenta de que no está sola, al escuchar la respiración de alguien más. Su puño se cierra de inmediato, un acto reflejo que forma parte de su entrenamiento como luchadora. Sin embargo, ese puño preparado para el combate se abre de nuevo. Solo es una niña, tirada en el suelo como la misma Lili, tan desorientada como ella. Lo primero que piensa la luchadora es en qué relación puede tener esta niña con los acontecimientos del laboratorio, y su corazón palpita de impaciencia al entrever que ella pueda suponer una pista para encontrar a Wang. Sin embargo, rápidamente reprime sus ansias de interrogarla, en cuanto clava sus bondadosos ojos en los de la aparentemente indefensa jovencita.

• Hola, pequeña -comienza a hablar en tono maternal- ¿Te encuentras bien? ¿Como te llamas?

-Euh...¡Si! Claro... No, no hemos visto a esas criaturas que vos describe. Ahora, si nos permite, señor mayor con estatura de pequeño enano saltarín, mas bien parecido a uno de esos feriantes que hacen malabares con pelotas, nos vamos. Au revoir, amigo.

Con el mismo ademán de reverencia y una sonrisa a medias, tiró de las riendas del caballo y marchó hacia el largo camino que los separaba de la capital del lugar.

Eliza  al intentar ejecutar un hechizo que no representaba dificultad alguna sobre ella, de pronto sentia como algo mal salia, como su conjuro no solo no funciono, sino que habian efectos secundarios terribles que le probocaron un dolor casi insoportable.Fue asi que una vez mas ella se encontraba tirada en el suelo, no comprendia nada de lo que paso y seguramente tenia relacion con ese cambio en el flujo de mana.

Pero mientras ella se incorporaba nuevamente asegurando de que sus cosas estuvieran en donde debian y alisando sus vestimentas, ella escuchaba una voz y pronto veria de quien se trataba. Ella no comprendia lo que esa mujer de extrañas vestimentas le decia, pero por su mirada y como empleaba el tono de esas palabras, Eliza estaba segura que su apariencia le jugaba a favor una vez mas.

Pero ella no era alguien que se aprovecharia de su apariencia para salir adelante, aunque en esa situacion no podia apartar esa posibilidad, debia hacer todo lo que podia para conseguir su objetivo, incluso si eso requeria usar a otras personas.

Help

Susurra pìdiendo ayuda mientras intenta que su rostro indiferente se trasformara en una exprecion de pena y miedo, algo casi imposible pero aun asi, sabiendo que habia una barrera de idioma, ella apoyaba una mano sobre su pecho, ya que lo primero era presentarse.

Eliza

Los dos compañeros iban comodamente montados en el caballo, afortunadamente Ethan lo manejaba mejjor de lo que esperaba ya que Yuno en un primer momento habia subido a este, pero no era capaz de hacerlo andar. Los dos aventureros se movian con tranquilidad por el sendero que pronto dejo de ser de roca para pasar a ser de tierra segun se internaba en el bosque. El bosque era bonito, no uno de los mas hermosos que hayan podido ver, pero parecia bastante tranquilo.

Los animales se escuchaban no muy lejos, sin duda estaban acostumbrados al ruido de los caballos, de los humanos y del transito en general del camino por el que los compañeros inesperados andaban a caballo, pronto llegarona  una curva del camino, a un lado estaban los restos de lo que era antes una torre de vigilancia. Ambos pasaron por ella tranquilamente, fue entonces cuando notaron algo, el caballo invocado por Ethan comenzo a sacudirse violentamente mientras relinchaba, el animal se mueve violentamente, por suerte Ethan logra aguantar montado en el animal agarrandose fuertemente a las riendas, sin embargo no sucede asi con Yuno que cae pesadamente al suelo, aunque por fortuna sin dañarse.

Ambos aventureros han sido sorprendidos por 4 bandidos que les rodean, uno de ellos, situado en las ruinas tiene una ballesta, los otros tres tienen espadas, uno de ellos habla:

- Entregadnoslo todo y a lo mejor os perdonamos la vida

La primera respuesta de la niña hace que Lili lance un suspiro de pesadumbre. Sus hombros descienden como si los arrastrara un gran peso, y baja la mirada hacia el suelo. Otro idioma, era de esperar. Un portal puede tener su otro extremo en cualquier punto del mundo, las posibilidades de que interfiera solamente con gente de una misma zona geográfica son relativamente bajas. Además, eso hace que la luchadora se pregunte cuán lejos puede haber sido arrastrado su hermano.

Sin embargo, la niña se lleva la mano al pecho en un gesto reconocible, y se presenta. Eliza, se llama Eliza. Un primer atisbo de comunicación, que con suerte podría ir mejorando con el tiempo. La luchadora señala a la niña y repite, reconociendo que ha comprendido.

• Eliza -Lili sonríe amistosamente, y después se lleva la mano a su propio pecho- Lili.

Una vez hechas las presentaciones, la luchadora decide hacerse con el gobierno de la situación. Además de no conocer a su acompañante, y de tener serios problemas para comunicarse con ella, tampoco sabe donde se encuentran. Se pone en pie, echando un buen vistazo a su alrededor, y se acerca a la niña ofreciéndole una mano para levantarse.

Los dos jinetes no tardan en marcharse. Cuando Acantha entra en la taberna se lleva una gran sorpresa, esta totalmente vacia, en ese edificio hecho totalmente de madera con apenas unas 5 mesas y 4 sillas por mesa no hay nadie sentado. Ademas en la gran barra de madera bastante limpia por cierto habia un hombre que miraba distraidamente la puerta, este hombre visto con ropas de aspecto sencillo, de color verse oscuro. Rondara la cuarentena de edad y esta delgado (cosa que en realidad era sorprendente ya que casi todos los taberneros suelen ser bastante orondos). El hombre de largos cabellos oscuros en el cual empiezan a asomar algunas canas parecia realmente aburrido. Tras el toda clase de botellas podian verse con toda clase de licores, pero lo que mas destaca es la gran variedad de vinos aunque el pirata no consigue distinguir ninguno por no ser un experto en la materia.

El hombre al ver entrar a Acantha parece algo extrañado, pero sonrie. En la taberna no esta unicamente este hombre, ya que no muy lejos de alli en una de las mesas se enceuntra una chica de aspecto llamativo, se encuentra limpiando la mesa, sin duda debe ser la camarera de la taberna, la cual al ver entrar a Acantha se queda mirando durante algunos segundos como comprobando hacia donde se dirige, cuando la joven contemplan que Acantha se dirige hacia la barra directamente esta continua con sus queahceres.

La chica lleva puestas ropas de color marron oscuro con algunos detalles en verde, es joven y atractiva, viste con poca ropa, unas altas botas de cuero y tiene una mirada bastante intentsa, su larga melena que le llega por la altura de los hombros es rubia lo cual le da un aspecto mas interesante ya que las mujeres de aquella region solian ser morenas.

Los dos jinetes no ahcen ningun caso a Xantho se montan en su montura y siguen su camino salienod del  pueblo, meintras la otra mujer que camina tranquilamente ha entrado en la taberna

Eliza sabia que estaba en una tierra extraña, ella se conocia muy bien la mayoria de las regiones de Gäia, pero ese lugar no le era conocido y hasta incluso los arboles parecian distintas, sin mencionar el flujo de Mana que la rodeaba era realmente diferente de una forma que no podia describir. Por todas esas razones lo mejor era contar con un titere, alguien que fuera con ella y la ayudara conseguir sus objetivos, alguien que creyera que la estaba protegiendo o al menos, en un principio necesitaba a una ignorante hasta que pudiera aprender mas de ese lugar.

Lili... Lili is an strange name... humf its only a normal human after all.

Susurraba para si misma sin importarle si ella la escuchaba, estaba claro que no podia comprenderle y ante su tono de voz indiferente, era imposible que sospechara de sus palabras o al menos, eso esperaba. De todas formas cuando Lily hacia muestra de su generosidad, ella no dudo en dejarse ayudar para asi aparentar debilidad, aunque en ningun momento soltaba aquel viejo libro negro que colgaba de ella gracias a unas cadenas que evitaban que se perdiera.

Pero una vez en pie y luego de sacudir la tierra de vestido negro, Eliza miraba a Lili de nuevo mientras estiraba sus pequeñas manos para tomar la de ella. En ese momento Eliza debia asegurarse de que esa mujer no se separa de ella y la siguiera, Lili ya demostro una especie de sentimiento "maternal" y eso ayudaba a que no la dejara, pero en ese instante debia pensar en como mover los hilos.

Lili... and... Eliza

Le empezaba diciendo Eliza señalando a Lili para luego señalarse a si misma, en ese momento hablaba como siempre en susurros, pero tambien lo hacia de forma lenta como si buscara que ella la comprendiera, que comprendiera que ella queria que Lili no la dejara. Pero luego soltandole la mano por un momento, señala aquellas siluetas que indicaban señales de civilizacion.

Lili and Eliza go there.

Se puso de pie y a ojo observó alrededor, acariciando levemente su brazal.

-Cojones, tan temprano y con mala pata...son cuatro, espero que ayudes que encima no he visto ni una moneda todavía y ya tengo que estarme jugando el pellejo por ti, ¿eh?

4 contra 2, jodido pero parecen una pandilla de babosos cualquiera. Además ellos no tienen esta lindura.

Juntó las manos, casi a modo de aplaudir una sola vez. Luego deslizó la mano izquierda hacia el brazal y volvió a retirarla, y fue entonces cuando se dió el cambiazo. Aquel bonito accesorio de cuero pareció fijarse mas al brazo, casi como una pieza de armadura. Quizá hasta su composición hubiese cambiado, a saber. Y para mejorar las cosas, la palma de la mano era seguida por una afilada punta que sin venir a cuento había surgido de la parte superior del susodicho objeto. En efecto, ahora contaba con una afilada hoja de platino de alrededor de treinta centímetros, amenazante y ostentosa.

Volvió a cruzarse de brazos durante unos instantes, mientras calculaba su movimiento de apertura. Y comentó con descaro:

-A mi no me fastidien que estoy algo falta de fondos, el del dinero es él.

-Deberías plantearte no trabajar borracho -dijo conforme se dio unos pasos al atracador mas cercano conforme acariciaba el brazal, del cual salía ahora la cuchilla- Si estuvieras sobrio no estaría desapareciendo ante tus ojos, ¿no crees?

Y tal cual dijo esto, se desvaneció a vista de todos. Incluso el pirata podría pensar que se había largado y dejado a su suerte. Pero lo cierto es que se escucharon mas pasos, ¿seguiría ahí? De hecho si, y con destreza buscó la espalda de aquel sujeto. Traía el filo en alto, a la espera.

Enfadado por el poco caso que me han echo me doy la vuelta y salgo de la posada,  una vez fuera miro a un lado y a otro, buscando algun indicio de donde pudieran estar, luego vuelvo a mi escondite y de ahi remonto el vuelo,  una vez arriba que quedo pensando, buscando otro edificio donde pueda buscar, ¿y si estuvieran en la iglesia?, mmmmmm me dirijo a la iglesia a todo velocidad,  dirigiendome al campanario por el cual intento entrar.

 Sonrió. Simplemente, dejó acabar una sonrisa irónica dirigida a los bandidos. Una carcajada lenta y lúgubre reverberó, convirtiéndose en eco en aquel verde lugar.

El descenso del caballo se convirtió en un hecho. Sus pies en el suelo se colocaron, y entonces respiró profundamente.

La carta vacía se mostró. Entonces volvió a brillar, y aquel animal desapareció, incluyéndose en aquella carta.

De manera pacífica, se recolocó los guantes nuevamente y miró uno a uno a aquellos. Luego sumió su mirada en una lúgubre maldad.

La frialdad de sus actos llevaron a una acción rápida y controlada.

De nuevo la mano se introduce en su bolsillo. De ella, aquel extraño guarda cartas es extraído.

-Está bien, podéis marcharos, o podéis, simplemente, morir.

Otra de aquellas extrañas cartas se depositó en su mano, de modo que enseñaba el reverso a sus opositores. La carta acabó en el suelo, mientras que el fulgor áureo invadía el lar.

Fue entonces cuando volvió a hablar, y su rostro volvió a mostrar la seriedad de antaño.

-Golem Pétreo, sal y acaba con ellos.

Era un supuesto que de la carta ahora surgía entre aquellos fulgores la silueta de una bestia formada por rocas en su totalidad. Sus ojos verdes, como dos destellos,  y su cuerpo, no daban lugar a dudas. Su elemento era la tierra, y como tal, su especialidad, la defensa.

Pidió ayuda al elemental, de manera que acabó en el hombro de aquella monstruosa invocación, de pié y de brazos cruzados, observando a los pobres infelices que acabarían aplastados, no sin antes haber recogido la carta vacía.

-Aún tenéis una posibilidad de marcharos.

Comentó, completamente serio. Aunque le gustaba el combate, no quería manchar a sus invocaciones con sangre pagana.

Lili niega con la cabeza mientras la niña habla, demostrando con tristeza su incapacidad para comprenderla. Sin embargo, algo sí comprende, al oír los dos nombres en la misma frase mientras Eliza hace gestos sobre ellas.

• Juntas -Lili sonríe, tratando de hacer ver a Eliza la importancia y el significado de esa palabra- Lili y Eliza... juntas.

Finalmente, cuando Eliza señala a un punto lejano, Lili se endereza y echa un buen vistazo, poniendo una mano sobre los ojos para evitar que el duro sol le moleste. Parece que hay algún tipo de poblado en la distancia, un lugar que, según piensa la luchadora, representa la posibilidad de encontrar a alguien que sepa algo. O al menos que hable su idioma.

• Muy bien, Eliza -Lili se gira hacia la niña, llena de determinación- Vamos hacia allá, a ver qué encontramos. Al menos averiguaremos dónde estamos, que ya es bastante importante.

Es evidente que Eliza no va a comprender nada de lo que Lili le diga, pero a la luchadora le ayuda hablar con alguien, es su forma de evadirse y descargar parte de la tensión que sufre su corazón al no conocer el destino de su hermano.

Al entrar en la posada, Xhantho puede ver una sala principal en la cual hay un varias mesas preparadas, sin duda tenendo enc uenta que hay una taberna no muy lejos preparadas para ser el comerdor de la posada mas que algun lugar de reunion para tomar algo.Esta gran sala ocupa casi toda la extension de la primera planta, salvo la parte que esta dedicada para la cocina y para la propia barra en la cual se servian las comidas.

Un hombre calvo de ropas marrones estaba en la barra algo aburrido, al ver entrar a Xantho le mira con una sonrisa, sabedor que es un posible cliente.

Este hombre tiene en la mano un trapo con el cual esta limpiando instintivamete la barra de la posada, sin duda debe de ser un lugar bastante limpio, o al menos eso es lo que parece viendo el comedor y como el hombre se afana en limpiar la barra.

Pero el aparente posadero no esta solo en el lugar, no muy lejos de alli, en una de las mesas hay una mujer la cual va vestida con ropas de color gris y con una capa con capucha de color blanco, sus largos cabellos lisos y de color negro le caen por un lado mientras come tranquilamente un plato de apetecible sopa por lo que Xantho puede ver y mas a esas horas.

Xantho siente algo extraño al ver a esa mujer, siente una energia familiar en esa mujer, realmente no sabe de que se trata, pero lo siente

La confrontacion estaba servida, por un lado los bandidos y por otro los aventureros que no pretendian dejarse amedrentar, fue entonces cuando Yuno se desvanecio, la aventurera comienza a desplazarse hacia su enemigo el cual trata de encontrarla sin tener exito, es entonces cuando la aventurera lanza una cuchillada contra el bandido por la espalda, por fortuna para ella el bandido no le ha visto y le resulta facil ganarle la espalda, asi es como apuñala a este causandole una herida que hace que le resulte mas dificil a este moverse.

Mientras no muy lejos de alli Ethan invoca una criatura, la carta que ha invocado emite un brillo y comienza a surgir humo de ella de color marron, segundos despues un gran destello aparece dando paso a una criatura hecha totalmente de roca gris, la criatura tiene aspecto de ser muy resistente, aunque por sus movimientos se intuye que es bastante lento.

La pesada criatura se coloca delante de su convocador dispuesto a defenderle o a atacar a sus enemigos, segun las ordenes de Ethan el cual esta por el momento protegido de posibles ataques desde la parte delanter, pero no por detras, de hecho uno de los bandidos, en concreto el unico con arco apunta hacia el y dispara.

 La flecha vuela a gran velocidad hacia el hombre impactando con gran fuerza el impacto es muy fuerte, de hecho Ethan casi ni siente el dolor, por su parte Yuno puede ver como su compañero cae al suelo muy mal herido, por fortuna ella no ha sido descubierta gracias a su hechizo, pero por loq ue ve la herida de su compañero es tremendamente grave.

El bandido que hablo en un primer momento grita a Yuno aunque no puede verla:

- Ves!!, solo queriamos vuestras pertenencias, entregate y te prometo que no te haremos nada, tu amiguito podria haber sobrevivido y te doy a ti esa opcion, solo queremos vuestras posesiones, aunque si quieres puedes simpemente irte, esas cartas de tu amigo pueden resultar muy utiles

El bandido se acerca dispuesto a robar las pertenencias de Ethan