Partida Rol por web

- La de cosas que ocurren en este perdido lugar. -

La verdad que la realidad que vivimos mas parece sacada de un sueño o, mejor dicho, de una pesadilla. Muertes, incendios, asesinatos, ejecuciones, sangre y resurrecciones. Todo junto y mezclado ahora con las intrigas, la paranoia y el desman de los vivos por terminar con esta situacion sea como sea.

- Tal vez, realmente si que estemos viviendo un sueño y lo unico que haga falta sea desperar. -

Me dirijo hacia el recien resurrecto

- Pues poco puedo decirte yo, que he pasado las horas limpiando casas a la luz de las velas. Tal vez los hombres puedan darte mas detalles del incendio de ayer y de sus conversaciones en la taberna -

-"Nombres quizas no... pero por donde empezar si tenemos"- Pensó en voz alta el cazador, luego de escuchar el discurso aparentemente incoherente del resucitado. -"Quienes señalaron ahora han de ser señalados"- Dice con voz desafiante y mirando a todos, buscando entre ellos aquellos cuyos votos habian causado la muerte de los que ahora podrian ayudarles. 

Se acercó a Jack y le preguntó, casi en voz baja:

-"¿Y que sabes del monje loco?"-. 

*Repetido, favor borrar. :( 

El General intentaba asimilar toda la información que el muerto parecía traer consigo ¿era de fiar todo aquello? ¿no sera la locura o quizás un efecto secundario de aquel veneno que no consiguió matarlo?. Las dudas ya formaban parte de las circunstancias actuales y habría que rebuscar en ellas para sacar algo en claro.

- Entonces, como dice, no hemos tenido mas que bajas inocentes...- su tono sonó entristecido, asqueado, molesto... cabreado... - Poco tenemos a nuestro favor. Quizás quien se toma la justicia por su mano, si rezamos porque no erre en su elección, y alguien que haya podido encontrar alguna pista sobre los asesinatos. Ni siquiera aquellos que traen la discordia a nuestro humilde San Palmaquino son capaces de vislumbrar a sus enemigos de los inocentes, que Dios se apiade de nosotros. - Tomó aire en un amplio suspiro. - Deberá usted escoger bien a quien defenderá con su vida esta noche, por todos nosotros. Pocos quedan que nos puedan salvar...-

Aquel hombre había soltado toda la información, quizás esperando no ser ahora una amenaza para los dos bandos que asesinaban indiscriminadamente, pero aun contaba con un propósito que les podría incordiar. Tal como él había dicho Antonio pensaba que no esperarían en ir a por él...

- Ya que nos ha dicho lo que sabe le informare de lo ocurrido tras su muerte. Hubo un incendio que se inicio la misma noche en que su amada y usted perecieron y el hermano Leovigildo también regreso de la muerte. Al amanecer acabaron con su vida y... no le describiré la escena... pero se aseguraron de que no volviera mas. También Nikolai Vasiriev fue asesinado esa noche. Todos nos centramos en apagar el incendio sin preocuparnos de otros asuntos hasta que yo mismo pedí a los hombres con los que trabajaba que era hora de basarnos en algo a la hora de la votación popular. No se si soy el más indicado para contarle este punto en concreto... Algunos callaron y otros se mostraron reacios, unos mas que otros. A la noche parece que se mostraron mas colaboradores y el tema no se eludió mas, pidiendoseme que fuera el primero en hablar, dando ejemplo ya que yo era quien lo había pedido en primera instancia. Así hice y el Señor Zabala, que en paz descanse, me rebatió. Iniciamos así una ligera discusión, quisiera decir que un intercambio de opiniones pero yo tuve que parar y respirar profundamente para no alterarme en exceso. Él parecía creer que yo intentaba ser el salvador del pueblo, quien guiara las mentes de los presentes hacia donde gustase, pero nada mas lejos de la realidad. Yo solo pretendía y pretendo que se debatan los argumentos para que cada uno pueda argumentar su propio voto en alguna base. Algunos me apoyaron, como el Señor Alvarez Gamboa y el Señor Moreno, este último, debo decir que por la relación que nos une, salió a defenderme con mas ahínco. El señor Zabala me temo que no tuvo apoyos claros, al menos no se manifestaron. Por uno u otro motivo parece que quien se toma la justicia por su mano en este pueblo decidió acallarlo, no se si basado en mis palabras, en mi voto o por decisión totalmente propia. Pero espero que esa persona tenga en que basarse para hacer sus juicios. - Calló unos instantes para hacer memoria. - Por otro lado Martin Alfonso, Shuaila, el señor Berenguer, Alaalegre, Pedro Borrell, Gonzalo con otros muchos no participaron en la conversación ni mostraron sus cartas ni opiniones. Frank "3 dedos" insinuó la posibilidad de que las mujeres fueran las que ambicionaban poder. Quien se hace llamar "Unaoreja" comento que intentaba guiarse por sus instintos y ayudarnos en nuestra tarea por limpiar nuestro pueblo, haciendo la tarea de cabildo. Diego Diaz mostró sospechas por los silenciosos y sutiles y el enorme cazador presente, Francisco de Leyva, insistió en que quien sepa algo que hablara. No con las mejores maneras posibles...- El General había ejercitado la memoria durante largos años. Aprenderse los nombres de todos sus hombres no había sido nunca tarea fácil, pero aquel adiestramiento le había servido para recordar mucho mas que eso. Aunque tras su discurso recordatorio decidió quedar a un lado, ya había hablado demasiado. Les tocaba a otros dar la cara.

Dorian estaba pálido, su cara descompuesta y su boca abierta ante la cantidad de información casi le provocan que se olvidara de respirar... lo que le provocaron una hiperventilación.

-Pero qué demonios?! E..esto no puede estar pasando! Q...Qué deberíamos hacer??

Tras varios segundos ensimismado continúo

-Sin duda aquí se está dando una matanza indiscriminada, la rubia... esa niña inocente... duele verla muerta... El pueblo debe despertar...estar unido. Es hora que nos quitemos esta venda y nos defendamos. No soporto más esta pasividad!

Tras una charla que no lleva a aclarar más de lo que ya sabemos, me retiro a mi cabaña a descansar del largo día. Pero mi descanso no es tranquilo. La noche guarda la muerte para otros de nosotros y no hay modo de protegernos, salvo rezando a Dios y su infinita misericordia.

Me levanto con el alba y me aseo un poco. Debería tomar un baño completo, pero no hay tiempo. La necesidad de saber que ha pasado por la noche me obliga a salir de casa cuanto antes.

Llego donde están todos reunidos y veo las nuevas víctimas que nos han dejado esta vez aquellos malditos que decidieron convertir a San Palmaquino en un campo de batalla rastrera. Mi consternación se torna evidente al ver a la Rubita, mancillada y señalada como pecadora cuando en realidad era una de las almas más buenas de aquel poblado. ¿Qué hará su abuelo ahora? ¿Quién podrá explicarle la locura de lo ocurrido? Apenado me alejo unos pasos tras ver el siguiente fallecido. Alejandro Zaballa, el único que se atrevió a desafiar al general. ¿Acaso ello había impulsado a otro de nosotros a que se tomara la justicia por propia mano?

Confundido e impotente levanto la vista de los cadáveres y hago otro descubrimiento, aunque este mucho más alegre que los anteriores. Alguien ha escuchado mis plegarias y el galeno vuelve a estar entre nosotros. Parece que el Señor no quiere que San Palmaquino desaparezca aún.

Escucho lo que el recién vuelto a la vida tiene para contar. No solo ha vuelto a nosotros alguien que puede proteger al poblado, también trae consigo valiosa información, la voz de los muertos que ya no pueden hablar por medio de Isabel. Lástima que las noticias no sean tan buenas como podríamos esperar. Sólo han caído de los nuestros, la plaga que nos azota continúa con todo su vigor.

Al pensar en ello, mientras el general explica al resucitado lo que ha pasado en la Tierra, algo me llama la atención. Esta noche, por fortuna, no ha habido sacrificios rituales. ¿Qué puede significar aquello? No soy capaz de verlo, lo mejor será consultar con los demás. Como bien ha señalado la noche anterior el general Grande, si no hablamos, solo le hacemos el juego a nuestros enemigos.

"Señor Jack, celebro que regresara a la vida. Aunque su alma desea estar con su amada, aquí le necesitábamos" inclino la cabeza a modo de saludo antes de abordar el tema que me preocupa. "Amigos, por fortuna esta noche sólo han habido dos muertes. Está claro que a Isabel..." mi voz se quiebra un instante al pensar en su belleza y su juventud, ambas desperdiciadas. "Isabel murió a manos de la inquisición y como ha señalado el general, Zaballa a manos de un justiciero anónimo. Esta noche, los malditos masones no han actuado. Celebro que no lo hicieran, pero no llego a comprender el por qué. Ya ha señalado el galeno que ambos grupos de asesinos llevan las de ganar. ¿Por qué desperdiciar una oportunidad más de acabar con nosotros? ¿Será acaso que aquellos que permanecen en las sombras mientras algunos debatimos, se han ausentado también de sus macabros planes? ¿Estarán buscando una vía de escape y ocupados en ello han dejado pasar la oportunidad de asestarnos un nuevo golpe? No logro entender que los mueve, mucho menos por qué buscan acabarnos. Pero que dejen pasar una oportunidad así... En base a todo lo que ha dicho, general, ¿no sería posible que aquellos que se han escondido o decidido no hablar puedan formar parte de esta logia? Que la noche de ayer, cuando no se dejaron ver, estuvieran ocupados en algún macabro ritual que les ha tomado toda la noche y por ello no los ha dejado actuar..." Estoy dando palos de ciego, lo sé. Pero estoy seguro que entre nosotros hay grandes mentes que pueden ayudarnos a averiguar la verdad y salvar lo que queda de nuestro poblado.

Pedro escucha a quienes dan sus opiniones y mueve su cabeza negativamente.

- Señores, no se si servirá de algo lanzar acusaciones a quien tiene una actitud levemente sospechosa. Quienes han perpetrado estos crímenes no saldrán a la luz con esas provocaciones. Según las palabras de nuestro resurrecto Galeno, hay claramente dos grupos operando en las sombras y harán lo posible por mantenerse de esa manera. Soy viejo y mi mente no sirve ya para intrigas y confabulaciones, a alguien se le ocurre alguna forma de utilizar la información del señor Jack?  

Por otra parte, señor Antonio, Ud. me ha nombrado y ha dicho que me mantuve al margen, pero fue sólo para no sufrir la suerte de Don Alejandro, que podría haber sido usted. Al parecer las discusiones por aquí terminan de manera sangrienta y por mas que he vivido muchos años, desearía que aún no fuera mi hora. Si, señor, se lo diré mas claro..  este viejo tiene miedo. Desearía no tenerlo, como usted, pero algunos somos mas débiles que otros.

Me quedé sin palabras al ver que el galeno del pueblo volvía a la vida. Después de que varios lo hicieron, fue mi turno de hablar. -Yo también creo que debemos golpear a los enemigos del pueblo ahora, que el hierro está caliente. La información que nos ha dado podría resultar muy util hoy. Es cierto que por ahora tiene poca utilidad, pues solo sabemos que uno de los inquisidores está muerto y por lo que parece ningún masón fue mandado a la horca en las votaciones, pero hay que ser optimistas: esta es la primera pizca de información que tenemos en días y tenemos que aprovecharla al máximo.-

Había decidido mantenerse a un lado de la conversación, al menos hasta que interactuaran vecinos mas silenciosos y callados, pero al ver que se dirigían a él tuvo que optar por intervenir.

- Comprendo su miedo señor Borrell. A pesar de las apariencias debo confesarle que yo también lo siento, creo que ya lo había mencionado. Pero pensé que alguien debía dar un primer paso, superarlo y... quizás fuese el mas apropiado...- quizás para algunos, para nada para otros. Pero eso poco importaba, ya lo había dado.- Pero debo aclararle que yo no estaba acusando a nadie, me he limitado a relatar lo acontecido en la ausencia de Don Jack y cada uno tendrá sus motivos. -

- Está bien, Don Antonio, sólo quería aclararle eso a Ud., que si no intervine tal vez fue, lo admito, por falta de agallas. Mientras pensamos en la información que nos han dado, creo que debemos presentar nuestros respetos al Sr. Torres, el abuelo de la pequeña...

-Todos lloramos la muerte de la dulce rubia, pero no es hora de rememorar ahora a los muertos, es hora de protegernos y unirnos. Es hora de quitar las caretas de los que en las sombras se esconden. Por desgracia vivo en las afueras y sólo veo a gente que hasta hoy creía inocente, morir. Ignoraba las acciones de los masones. Sin duda estamos en medio de una guerra. No sé ustedes, pero yo estoy harto de ver volar las balas a mi alrededor!

No se eche para atrás, Pedro - le digo al viejo con algo de enfado. A mi también me ha señalado como silencioso y me molesta. No fui yo el que montó una bronca con una persona que acabó muerta. Cuanto menos sospechoso diré, y he de recalcar, que para silencioso, su querido Don Moreno que ni ha aparecido esta mañana.

Gonzalo se había sorprendido al ver a Jack de nuevo entre los vivos, y tuvo que aguantar las ganas de darle un abrazo. El se había ido de la plaza cuando todos había votado a la joven noble para que fuese ejecutada. Y desconocía totalmente lo que había pasado después, solo había descubierto al alba que el galeno había aparecido muerto.
No podía decir que fuesen amigos, pues el dueño de una Taberna tiene muchos amigos y pocos al mismo tiempo. Pero con Jack, que nuestras edades eran muy próximas, siempre había estado más relajado y contento en su compañía.

Y ¿que nos recomiendas tu, amigo? le pregunta al resucitado Nos has contado un montón de cosas, pero yo, que por suerte o por desgracia aún me encuentro entre los vivos: temo. Temo como el señor Pedro al que, algunos "valientes" acusan de temeroso Gonzala traga saliva nervioso, meterse con los militares no era nada inteligente, y Alejandro era la prueba de ello. Yo sospecho de muchos y de nadie al mismo tiempo. Ya no sé de quién fiarme y de quién no. Y lo único que entiendo de tus palabras es que, hagamos lo que hagamos, tenemos dificil el sobrevivir. Por qué ¡Oh! Por qué, si Dios es lo suficientemente misericordioso para mandarte a que nos ayudes, no nos ayuda el directamente poniendo fin a todo esto...

Calla un momento, y puesto que parece que todos se están sincerando estaba a punto de decir algo. Algo acerca de su niñez y de lo que su abuelo le había contado en su momento, pero en su mente se coló antes de eso un pensamiento. Su subconsciente acababa de procesar algo. Se viró hacia Santiago Gamboa, el cual siempre le había parecido un joven agradable.

Y como es que sabe usted, Santiago le dice señalandole levemente con el dedo. que esta noche sólo han actuado los Inquisidores, y no los masones también de alguna manera... O ... O... Gonzalo se calló de repente y le dieron ganas de salir corriendo al cementerio, a rezar a la tumba de su abuelo, a hablar con el, como hacía siempre que se asustaba desde que era un niño...

Lo siento, pero es que ya veo fantasmas por doquier, ¿por qué alguno de vosotros quiere acabar con el pueblo? pregunto a nadie en particular...

"No te alteres Gonzalo, no tienes por qué temerme a mí, al menos. Sé que Isabel ha sido ejecutada por la inquisición porque cruelmente le han grabado en la piel la palabra "pecadora". Que al señor Zaballa lo ha matado un justiciero, se deduce porque su muerte fue limpia, rápida y sin dolor, a diferencia de la del profeta loco y la del señor Gonzáles del Castillo, ambas muertes brutales, casi como si fueran parte de un ritual, lo cual me hace pensar en masones. Por ello es que digo que esta noche no han actuado. No ha habido tanta violencia como las noches anteriores.

Por otra parte el galeno ha dicho que uno de los fallecidos era ayudante del justiciero anónimo. Eso quiere decir que quien intenta salvarnos por las noches está vivo, aún sigue actuando, y por lo que sabemos, fue él quién acabó con el único inquisidor muerto. Debemos respaldarlo y rogar que nuestros enemigos no lo descubran, o será su fin."

-Bravo Santiago! Vaya análisis. ¿Fue usted detective o algo por el estilo? Tiene usted una capacidad innata para la deducción, sin duda arroja más luz a lo acontecido. En cuanto a usted Gonzalo, es comprensible que se altere...demasiados amigos perdidos. Le pone la mano en el hombro. Se que usted y yo no teníamos demasiada relación, pero con toda franqueza. Le prometo que puede confiar en mi y aunque me cueste la muerte nunca le traicionaré. Para Dorian la muerte había estado siempre ligada a su vida. La muerte de su madre aun le pesaba en su conciencia. 

El pirata se incorpora poco a poco y cuando se despierta del todo no puede evitar escuchar a los pueblerinos.

Estos no callan ni debajo del agua...

Camino hacia ellos y escucho que por fin están decidiendo tomar medidas para averiguar las muertes. Me junto a la conversación pero me mantengo en silencio, intentando enterarme de qué ha pasado esta mañana.

Era otra noche mientras que estaba cenando para que fuese la noche más amena… Una vez que acabe de cenara me levante y mire hacia el cielo y contemplar que la noche estaba despejada, había estrellas pero era buena señal, porque no iba a llover... Pero me decía algo que no iba bien.

Cuando escuche chillidos que no sabía de donde provenían y era de una casa, me dirigí hacia la casa y no podía ver lo que había pasado pero por lo que escuche que la chica joven la rubia había fallecido. Y dije. -Madre santísima con lo buena mujercita que era... no sabía quien había hecho eso quitarle la vida una joven... pero me a lante había otro fallecido otro y era un varón Alejandro Zabala, dos muertes en una noche… Que podía estar pasando.

Escuche a gente que estaban diciendo unas cosas que eran de ponerse a pensar y podían ser ciertas... porque si no a que tanta muertes y encima eran inocentes la mayoría... si es verdad que la rubia era médium, nos hemos quedado sin información de otro lado que estarían pensado los muertos o si sabían quién podría ser el culpable... y si uno era le nigromante por una parte mejor que no esté porque eso porque lo poco que entiendo el nigromante tiene el poder de tener a lacayos y que le sirvan él. Tome aire y continuo diciendo.

Pero está claro que el culpable o los culpables siguen vivos y cómo podríamos saberlo, ni idea pero está claro que si intentamos averiguar algo el culpable se nos adelantara siempre va a un paso por encima de nosotros, y eso no podemos permitirlo, tenemos que intentar de pillarle antes de que vuelva atacar o si no acabaremos todos muertos.

Aquella mañana se levanto tarde, y cansado. La jornada anterior había dura, en demasía, aun para un hombre trabajador como él, aunque tenía que reconocer que hacía un par de años que no se esforzaba, para eso tenía trabajadores a su cargo.

Camino hacía la plaza para enterarse de las noticias. Dos muertos y un revivido. Se sorprendió al ver a Jack, habiendo llegado luego del relato de este ultimo, pero si escucho las palabras del general. Negó con la cabeza, un tanto molesto, y espero a que todos terminaran de hablar, hasta que encontró silencio.

- ¿Realmente piensan que encontraremos a los culpables discutiendo? Lo único que podemos hacer es dormir con un cuchillo bajo la almohada, de nada más somos capaces.- Sus palabras denotaban la rendición de un hombre que ya no veía que mas hacer, un hombre cuyos ojos solo veían condena.

- ¡Gonzalo! ¿Abriras la taberna? -

¿Limpiando casas? El galeno en su fuero interior no daba crédito. Estaban lo más cercanos posibles de experimentar un infierno en tierra y había gente que solo pretendía taparse los ojos ¡y seguir con su rutina! ¿Pero qué les pasaba? ¿Es que aquellas atroces muertes no significaban nada para ellos? -Pues hacéis mal. Sí, Vos señora y cualquiera que pretenda mirar para otro lado en vez de intentar poner fin a esto.- Hubo algo de reproche y desdén en su tono. Él mismo había muerto gente en mitad de una batalla, pero la muerte es parte inherente y aceptada de una guerra pero aquello era una carnicería y se asqueaba frente esa frialdad mostrada.

Para las inquietudes del cazador no tenía respuesta, pues el "narrador de cuentos" y estudiante de las costumbres humanas nada le había contado sobre el hermano Leovigildo. Él mismo suponía que era un loco, o peor aún, un fanático pero nada más. Inocente al fin y al cabo, o eso creía.
El inglés había sido de la multitud que lo había votado, señalado, la primera vez que fue ejecutado, no porqué le creyese culpable, pues en ese momento desconfiaba de todos sus vecinos, sino porqué además estaba alterando y ensombreciendo el ánimo de todos. No se sentía orgulloso de haber tomado parte, de haber sido juez y verdugo en esa historia, pero en un momento de necesidad y obligación el galeno eligió el mal menor.

Escuchó al "General" con la misma atención que había sido escuchado. Había mucha información condensada, y mucha que era difícil discernir de lo que pudiera ser una mera opinión por mucho que el buen hombre había intentado hacer un análisis objetivo. El recién resucitado se vio un poco abrumado había algo allí a tener muy en cuenta, un brillo que se ve engullido entre tanta oscuridad, una aguja en un pajar pero como una nota constante y ténue que zumbe de fondo y que no se consigue distinguir hasta que se apaga todo lo demás, el Galeno sabía que allí había una pista por dónde empezar y ¿quién sabia si la llave que haría girar el resorte?
Se sentó meditando en ello mientras el resto seguía hablando, llegando y opinando. Intentando casar conceptos por insignificantes que fueran, analizando actitudes y frentes formados. Algo de razón tenía el viejo soldado al fin y al cabo. Si trabajaba para el bien supremo o el lucro personal aún quedaría por verse.

En cuanto a Dorian... también parecía unirse a la solución. Al final del día sabía que volverían a las votaciones, y Jack, como el resto, debían de asegurarse que señalaban a los indicados. Perdió algo de su desazón por haber conseguido algún efecto, quizás no todo estaba perdido, quizás no había recorrido aquella senda de desesperación en vano. Quizás... había esperanza para San Palmaquino y su propia alma.

Seguía sumido en sus cavilaciones cuando respondió a la celebración del carpintero con una sonrisa llena de respeto y cortesía  pero falta de emoción y alegría, pues solo querría olvidarse de todo, quedarse muerto. "Polvo al polvo, ceniza a la ceniza" se dijo. ¿Dónde encajaba él ahora que tenía esa parodia de vida?
Luego se culpó y se recriminó, por mancillar en parte el regalo que se la había hecho, aunque se presentase en forma de castigo. Algo de lo dicho por el mismo Santiago Álvarez Gamboa encajó con el hilo de sus ideas y le dio un camino por el que pasear su mente.

-O igual eligieron a la misma víctima.- Murmuró el galeno sin ser oído respecto a lo que los masones optaron. Quizás habían ido a por Isabel, o a por el pintor, y se habían encontrado con el trabajo hecho.
No importaba mucho para él, no discurrían por allí sus operaciones.

A su vez Jack habría comprendido el miedo del criador de cerdos, aunque no lo hubiese compartido, y así mismo las inquietudes del forastero Berenguer habrían hallado eco sino fuera porqué ya estaba trabajando a fondo en una solución.  ¿Cómo hacer uso de las herramientas que él les había traído? Intenta no distraerse mucho en un intento de hallar la solución pero se desmorona cada vez que no llega a ninguna parte. Era todo bastante encriptado. Sin duda alguna.

En su desesperación decide elevar una plegaria. Y da un titanico esfuerzo. Un extenuante ejercicio de raciocinio.

Llegan a la misma conclusión de él, ¿Pero de qué les sirve?
Sí, se dice con una sonrisa. les sirve.

 La plegaria ha sido atendida. De pronto un destello en sus ojos, una iluminación. Ocho dedos se levantó como un resorte. Al fin, una idea. Tenía la mirada iluminada y una sonrisa triumfante en la cara. Sabía como podían dejar de dar palos de ciego, así que levantó los brazos reclamando de nuevo un poco más de su paciéncia y atención.

-Te diré lo que os recomiendo.- le dijo al posadero quién había tardado a responder. Sus casas y negocios habían estado al lado, quizás por ello o algunas otras razones había más algo de vínculo entre ellos que entre la mayoría sin tener que haber algo de alcohol de por medio para facilitar aquél entendimiento. -Tienes razón Dios me trajo de vuelta, me convierte quizás a mi con ello portador de sus herramientas, pero creo que también es deseo que hagamos uso nosotros de ellas, que encontremos nosotros las respuestas. Creo que nos allana el camino, nos lo señala sí, pero somos nosotros quienes tenemos que recorrelo.-

-Caballeros, DEJAOS DE TABERNAS Y DE PRETENDER OLVIDAR VUESTROS DEBERES CON ALCOHOL.- Aquello se lo había tomado como un insulto y no disfrazó el asco que sentía. Pretendía frenarles, quería que se quedasen allí que contemplasen lo que pasaba no que mirasen para otro lado, sino que el cadaver de Isabel fuese un testigo silencioso de sus esfuerzos, el recordatorio mudo de sus obligaciones. -Creo que tengo una pista para que nos guie un poco en esta endiablado laberinto de mentiras y espejismos. ¿Pero, estais dispuestos a escuchar? O ¿Preferís seguir comportandoos como si aquí no ocurriese nada, comportandoos con egoísmo hasta que no sean vuestras vidas las que yacen tumbadas y mutiladas?-

Primero quería saber quién estaba dispuesto a trabajar, luego les contaría lo que pensó.

Pedro escuchó con atención las cavilaciones del galeno, dispuesto a poner manos a la obra para terminar con aquella masacre. Ya eran demasiadas las muertes que había tenido que presenciar aquel pueblo pequeño y aislado. 

- Don Jack, estoy dispuesto a ayudar en lo que pueda, yo lo escucho, ¿Cual es su idea?